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EL DESENLACE - por juanjohigadillo
Susana esperaba.
Últimamente no hacía otra cosa: esperar, sólo esperar. Esperaba como otros respiran; esperaba que su pesadilla acabara; esperaba, a veces, que solamente fuera eso, una pesadilla.
Pero ya estaba harta de esperar; quería acabar con su infierno. Llevaba tanto tiempo sumida en ese pozo de angustia que ya casi ni se acordaba de cómo empezó…
*******
Fue con una llamada. Iba a acostarse cuando sonó el teléfono.
—Diga…—respondió.
Nada. Silencio, sólo silencio.
—Diga… ¿Oiga, hay alguien ahí?
Más silencio.
Estaba a punto de colgar cuando creyó oír algo. Parecía una leve respiración, y prestó atención. Lo primero en que pensó fue en su madre, que vivía sola, y se dijo que quizá se hubiera caído. Miró la pantalla de su teléfono y, no, no era su madre. En la pantalla se leía: "Número oculto". Un instante después se dio cuenta de que era algo distinto, mucho peor. La respiración se fue transformando en un leve jadeo. Un jadeo que poco a poco fue subiendo de volumen e intensidad hasta que se convirtió en algo repulsivo, obsceno.
— Oiga, oiga. ¿Quién es? ¿Qué pretende…?
Colgó y soltó el teléfono, como si quemara.
Esa noche tardó en dormirse.
La siguiente llamada se produjo apenas unos días después.
— Escuche: si sigue usted molestándome llamaré a la Policía. ¿Entiende?
Y colgó. Nunca más respondería a un número oculto.
La siguiente llamada fue desde una cabina, por eso no sospechó. Al final decidió no contestar a ningún número que no tuviera en su agenda, pero lo que vino después fue aún más terrible. No paraban de entrarle correos y mensajes de WhatsApp pidiéndole citas para, según esos mismos mensajes, "tener sexo guarro".
"Sé que te gusta ser follada sin miramientos. Llámame al…". " ¿Quieres sexo duro con varios camioneros? Contacta con…". "Si quieres hacer realidad tu sueño y ser violada en público escríbeme a….".
Su vida se había convertido en un infierno. Algún desalmado arrogante hasta se había atrevido a llamar al portero automático de su portal.
"¿Cómo se habrán enterado de dónde vivo? ¿Quién coño está detrás de todo esto? ¿Por qué? ¿Porqué yo…?"
Dejó de salir de casa para otra cosa que no fuera ir al trabajo, y cuando se cruzaba con algún desconocido bajaba la mirada aterrorizada. Pronto dejó de mirar incluso a los conocidos. El asunto fue creciendo de tal manera que al final dejó el trabajo; desayunaba, comía y cenaba ansiolíticos; perdió peso; se encerró en casa y sólo recibía, previo aviso, a dos o tres amistades íntimas que iban a verla y le llevaban lo que pudiera necesitar.
Un día Rosa, su mejor amiga, le habló de una posible solución.
—No quiero formar parte de un espectáculo así— dijo Susana.
—¿Tienes alguna idea mejor? —respondió Rosa—. No tienes nada que perder, y sí mucho que ganar.
Decidió hacerla caso.
Por eso estaba allí, esperando, sentada en un banco de la glorieta que había frente al Panteón de Hombres Ilustres. Miró el montoncito de colillas que había a sus pies. A su alrededor la gente iba y venía en respetuoso silencio, ponía flores en las tumbas de sus seres queridos, regaban las plantas, rezaban…
Oyó pasos en la gravilla del sendero y alzó la vista: hacia ella se dirigía Fermín, uno de sus mejores amigos.
—Caramba, Susana, qué sorpresa— dijo él desconcertado—. ¿Qué haces aquí?
—Ya ves, Fermín, esperando…
—Qué casualidad, yo también había quedado aquí.
—Lo sé. He sido yo quien te ha citado. No soy quien esperabas ver, pero aquí estoy, y espero que me des una explicación.
—¿Una explicación…? ¿De qué hablas?
Susana nunca supo de dónde sacó las fuerzas necesarias, pero continuó.
—No te hagas el tonto, cabronazo. Me has estado haciendo la vida imposible y quiero saber por qué. ¿Qué te he hecho yo…?
—Estás loca, tía. No sé de dónde has sacado esa idea, pero no pienso quedarme aquí oyendo estupideces. Me voy.
—No, no te vas. No te vas a ir de rositas.
—¿Ah, no…?
Y cuando Fermín se dio la vuelta para irse, dos enormes policías de paisano que simulaban rezar le cerraron el paso. Se giró y de detrás de las tumbas y del Panteón salió un enjambre de gente con cámaras de televisión. Un hombre con un micrófono en la mano se dirigió hacia él.
—¿Tienes algo que decir, Fermín? Te hemos pillado, y tenemos pruebas. Somos del programa "Cazadores de Trolls".
Susana encendió otro pitillo y suspiró aliviada. La espera, por fin, había terminado…
Hola Juanjo!! me toca comentarte este mes. Así que, allá vamos!
El texto está escrito con naturalidad, no resulta nada recargado o artificioso (meritorio, por que suele pasar que nos queremos poner a veces en plan muy erudito-literario y claro, nos salen cosas muy artificiales que no hay quien trague…no es tu caso, bien!). Engancha y es muy, muy interesante hasta aqui:
Un día Rosa, su mejor amiga, le habló de una posible solución.
A partir de aqui creo que te has precipitado hacia un final deamsiado rápido y confuso ¿qué es el programa “Cazadores de Trolls”? ¿como han consguido reunir pruebas? ¿por que apunataban a Fermín ?
En fin que creo que el final.. termina el texto pero de forma rápida, poco pensada…y desmerece un buenísimo comienzo. Cosas que nos pasan a casi todos, y que se corregirán practicando mucho.
Estoy tres textos por encima del tuyo por si te apetece leerme y comentar.
Nos seguimos leyendo..
P.D Una curiosidad ¿”PANTEÓN DE LOS HOMBRE ILUSTRES” ?¿De donde eres ? Lo digo por que en Madrid , hay un Panteón de Los Hombres Ilustres , en la Bsilica de la Virgen de Atocha , justo en frente de mi casa…curioso..
Hola Juanjo.
Un comentario formal y dos incoherencias.
Tienes un laísmo.
«Decidió hacerla caso»
Sobre esto hay muchísimo escrito.
La forma de hablar del acosador no resulta verosímil.
Veamos.
El acosador le manda mensajes a la víctima para «tener sexo guarro» con ella. Aún siendo la mejor de todas las expresiones soeces que utiliza el acosador, no me gusta, no me conmueve.
La siguiente.
«Sé que te gusta ser follada sin miramientos. Llámame al…»
Qué curioso, un acosador hablando en pasiva, es decir, con consideración hacia la víctima. A ver qué te parece esto: «Sé que te gusta que te follen a lo bestia». Y qué te parece si en lugar de que el acosador le proponga a la víctima que le llame para quedar cuando le venga bien a ella le dice esto: «Te la voy a meter cuando quiera, por dónde quiera y como quiera porque sé perfectamente lo guarra que eres».
Sigamos.
«¿Quieres sexo duro con varios camioneros? Contacta con…»
Esto no es el lenguaje de un acosador. Esto más bien parece un anuncio por palabras.
Y la última.
«Si quieres hacer realidad tu sueño y ser violada en público escríbeme a…»
Otra vez un acosador que se esconde tras la pasiva. Otro anuncio por palabras.
Resumiendo: tu acosador no es sólo poco o nada verosímil, es que resulta hasta aburrido. Si todo esto ya es de por sí bastante desilusionante todavía hay algo peor: es el mismísimo narrador quien se anda por las ramas.
«No paraban de entrarle correos y mensajes de WhatsApp pidiéndole citas para, según esos mismos mensajes…»
Claro, la víctima recibía mensajes en los que se le solicitaban citas (guarras) y era en esos mismos mensajes (asquerosos) en los que se le proponía tener encuentros (guarros). Vamos, que con razón era blanco el caballo blanco de Santiago.
Lo de Fermín no lo veo claro. Es evidente que es el acosador pero ¿a quién esperaba Fermín encontrar en el cementerio? El «para qué» había quedado no deja lugar a duda, pero ¿cómo, cuándo y dónde había quedado? Esto es lo que no entiendo. Es más ¿con quién había quedado en realidad, quién era la supuesta guarra?
Hasta pronto.
Buenos días:
Gracias a los dos por pasaros por mi relato y dejar vuestros comentarios. A Raymond he de decirle que sí, que se me ha escapado un laísmo. Es un defecto típico de mi zona y, pese a que lo intento y conozco la teoría, siempre se me escapa alguno; intentaré aplicarme más. Respecto a lo del lenguaje del acosador te diré dos cosas: la primera es que no sé cómo habla un acosador, y la segunda es que la palabra acosador no se menciona en el relato. La palabra más adecuada sería “puteador”, en caso de que exista esa palabra, pues su intención no es acosar directamente, si no que, suplantando la identidad de Susana, poner falsos anuncios que den a entender que Susana está dispuesta a tener sexo con todo aquel que se lo proponga. La verdad es que, y esta aclaración vale para los dos comentaristas, resulta difícil entender del todo el relato si no se ha visto alguna vez el programa “Cazadores de Trolls”, que es real y lo emiten en La Sexta, si bien es cierto que sólo se han emitido dos o tres programas. Hay alguna diferencia entre el programa real y lo que cuento, pues tanto la presencia de policías de paisano como el hecho de que la cita sea con la propia víctima son inventados, pero cuando lo vi me inspiró para darle forma al relato, pues hasta entonces no tenía una idea clara en la cabeza.Obviamente podéis hacer con vuestro tiempo lo que queráis, pero creo que entenderíais mejor la historia después de ver al menos un programa y saber de qué va.
A Patricia tengo que decirle que, aunque trabajo allí, no soy de Madrid. En los cementerios de las principales ciudades españolas, en general, siempre hay un Panteón de Hombres Ilustres, o de Ciudadanos Ilustres, o algo por el estilo, lo que da pie a que sitúes la historia donde te apetezca.
Gracias de nuevo a los dos por vuestros comentarios, y me paso por vuestros relatos.
Saludos desde Pucela.
Hola Juanjohigadillo, gracias por la visita y el comentario.tu cuento me resultó muy entretenido con su ritmo dinámico.Yo no he visto “Cazadores de Trolls” pero de todos modos siento el relato verosímil e inspirado. Como me gustó tanto el modo en qu lo has desarrollado me atrevería a hacerte una sugerencia: en el segundo párrafo yo quitaría la repetición de
“En la pantalla” porque es innecesaria y traba la fluidez de lo narrado.En fin, es una idea tu veras si te sirve. Espero que sigámonos leyendo. Saludos
Hola Juanjohigadillo. Aquí estoy, y muy contento de haberme pasado, pues de lo contrario me hubiera perdido un excelente relato, dinámico, estructurado, bien llevado y con buen ritmo. Lo he disfrutado, de veras, aunque haya tres cosas que, lo siento pero no debo de dar más, no he entendido muy bien. Una está aclarada, una vez sabido lo del programa de televisión. La segunda es Fermín; ¿De dónde sale? ¿Por qué es culpable, si lo es? Reconozco que la aparición de Fermín me ha descolocado. La otra cosa es que me ha faltado saber algo más concreto sobre la solución de Rosa, podría tener algo que ver con el programa de TV quizás…
En fin, muy contento de leerte y a partir de ahora, a seguir a un pucelano toca… Saludos…
juanjohigadillo:
Buen texto. Fácil de leer y buena forma: en dos partes.
Un final sin indicios previos. Muy abrupto.
¿De dónde y por qué surgió Fermín? ¿Cómo lo supo Rosa?
Estoy en el 122, si gustas leerlo y comentar, agradecido
Amadeo
Buenos días a mis últimos comentaristas.
Antes de nada tengo que agradeceros que os hayáis pasado por mi relato para dejar vuestros comentarios.
A Noemi he de decirla que tiene razón en lo referente a la repetición de “la pantalla”.
En cuanto a las cuestiones que tanto MOT como amadeo se plantean les diré, aún corriendo el riesgo de parecer pesado, que si tienen oportunidad de ver alguna vez el programa al que aludo entenderán de dónde sale Fermín, por qué se sabe que es el culpable y que Rosa lo único que hace es plantearle a Susana que pida ayuda al equipo del programa, y de ahí la respuesta de ésta al decir:”no quiero formar parte de un espectáculo así…”
Lamento mucho que parte del entendimiento del relato se base en un programa nuevo que casi nadie ha visto. Si hubiera escrito el relato basándome en otros programas más conocidos como “La Ruleta de la Fortuna”, “El Intermedio” o “Informe Semanal”, por decir alguno que se me viene a la mente, seguramente nadie se hubiera planteado las dudas que se plantean. Pido disculpas de nuevo por ser tan “rarito” y ver cosas que casi nadie ve.
Gracias de nuevo a todos por vuestros comentarios.
Hola juanjohigadilloa
Comparto totalmente lo que aporta Raymond Carr con lo que supuestamente es la forma de hablar de un acosador sexual, siendo que parecen anuncios los del acosador de Susana.
Una acotación: Me choca, y ahora que lo señalan, lo de Panteón de HOMBRES Ilustres. ¿Y LAS MUJERES? Ya sé, ya sé, es tradición. No hay problema.
¿Es posible que no se señale a Fermín, sino a quien cayera en la trampa?
El final, al igual que al resto, nos resultó abrupto.
Te sigo leyendo
Hola, juanjohigadillo.
Ante todo quiero agradecerte tu paso por mi relato y tus amables palabras.
En cuanto al tuyo, y metiéndome de lleno en la polémica de los comentarios, yo sí conozco, aunque sea de oídas, el programa que citas. Digo de oídas, porque sé más o menos de qué va, pero no he visto ninguno.
Yo desde el principio sí he visto esa correlación en la trama. amiga da idea, ella no quiere formar parte de un espectáculo, cámaras de televisión en la cita…Pero supongo que parto con ventaja porque yo conocía el programa.
Respecto del lenguaje más o menos soez del instigador, entiendo que no has querido dibujar un acosador sexual al uso. Mas bien veo en el personaje busca molestar o gastar una broma pesada (vale, demasiado pesada), en este caso a una amiga. ¿Por qué? Esa es otra historia. Lo noté cuando escribiste: “Algún desalmado arrogante hasta se había atrevido a llamar al portero automático de su portal.” Aquí es donde realmente me di cuenta que no era un acosador, si no gente diversa que le pedía citas, tal vez porque alguien había publicado un anuncio de contactos sexuales con su número de teléfono.
Imagino también que los del programa televisivo disponen de gente experta en buscar rastros sobre ciber-acosadores o algo así. Me lo tendrás que aclarar (Lo siento, tendrás que volver a desquitarte explicando otra vez tu relato)
En general, a mí me ha parecido un buen trabajo, bien hilvanado, bien escrito, con argumento original y exento de faltas ortográficas, salvo unas pequeñeces que te señalo a continuación:
* “Policía”____Yo lo hubiese escrito en minúscula.
* “¿Porqué yo…?”____¿Por qué yo…? Separado.
* “Decidió hacerla caso.”____Y el ya señalado laísmo.
Me alegro de haber pasado por aquí y disfrutar de trabajo.
Enhorabuena.
Nos leemos.
Buenos días, Earendil.
Muchas gracias por pasarte por mi relato. No sabes cuánta alegría me da leer a alguien que conoce, al menos de oídas, el programa al que hago referencia. No te creas que no he maldecido la hora en que decidí que formara parte del relato un programa del que casi nadie ha oído hablar. Efectivamente, el susodicho programa se basa en desenmascarar a esa panda de hijos de puta -pues no tienen otro nombre- que, ocultando su identidad o tomando “prestada” la de otra persona, se dedican a hacer la vida imposible a terceras personas, bien acosándolas directamente, bien provocando que otros les hagan vivir situaciones realmente incómodas. Sólo vi el programa una vez, pero me pareció lo suficientemente interesante como para que la gente se dé cuenta de lo que puede pasar en las redes sociales si no se toman las precauciones necesarias, además de servirme de inspiración para mi tan “incomprendido” relato, pues hasta entonces no tenía una idea clara de cómo afrontar el reto de este mes.
Tomo nota de tus correcciones ortográficas (¡Maldito laísmo!) y te doy de nuevo las gracias.
Saludos desde Pucela.
Hola Juanjohigadillo, antes que nada agradecerte tu comentario a mi texto.
Me parece que escribes bien, que conste, pero éste texto concretamente (porque es la primera vez que participo y no te he leído antes), creo que se parece demasiado al programa que te inspiró. Yo sí lo vi y la verdad creo que te habría quedado mejor si le hubieras puesto más de ti mismo y menos de lo que salió en el programa.
Te animo a que la próxima vez confíes plenamente en tu imaginación y adaptes la realidad a ella, en vez de al revés. Estoy segura que te quedará genial porque escribes muy bien.
Un saludo.
Buenos días, Juanohigadillo.
Anoche vi el programa de Cazadores de Trolls, y me acordé de ti.
Un saludo.
Buenos días.
Gracias a Laupoda y Laura por pasarse por mi relato, y perdón por no haberos contestado antes.
A Laupoda tengo que decirle que, a la vista de su comentario, intentaré escoger más cuidadosamente las referencias a las que puedan hacer mis futuros relatos: a quien no conoce el programa la narración les provoca un montón de dudas, y a quien sí lo ha visto le parece demasiado evidente. En fin, como dice el refrán: “Rompiendo y aprendiendo”.
Gracias de nuevo a todos por vuestros comentarios, que de todos se aprende algo.
Por cierto, Earendil, ahora que conoces el programa… ¿Qué opinas del relato? ¿Ha cambiado tu opinión…?
Me gustaría saberlo.
Gracias.
Hoja, Juanjo.
Accediendo a tu petición de que vuelva a valorar tu relato, la verdad es que en su momento di una opinión que sigo manteniendo.
Después de ver el programa, de conocer la clase de gente que acude en busca de ayuda (normales y corrientes, como cualquiera de nosotros), de la clase de acosadores (gente con muy mala baba pero sin llegar a ser delincuentes en potencia), del seguimiento que hacen los expertos en informática del programa ( que tampoco son ciber-policías), y de la clase de resoluciones que se toman para intentar que el acoso cese, te vuelvo a decir que sigo opinando lo mismo.
Veo que tratan de mediar como en una especie de careo, intentando que las dos partes se reconcilien sin llegar a la denuncia en serio, paso siguiente si las cosas no se solucionan a la primera.
Por tanto, entiendo que que tu relato está bien planteado, la figura del acosador-bromista encaja bien en el perfil (sin llegar a ser un sádico) y que la solución que pones al conflicto es la acertada.
Pero…le tengo que dar la razón a tu última comentarista, laupoda, porque creo que podías haber hecho una versión de tu historia un poco más alejada de lo que se puede ver en el programa, haber puesto más de tu parte y menos del guión que se sigue en la serie.
Espero haberte ayudado a resolver tus dudas.
No te arrepientas de haber usado este tema para tu relato. El mes que viene tienes una nueva oportunidad para equivocarte, je,je☺
Quiero decir con esto que peor hubiese sido no participar, ¿no estás de acuerdo?
Un abrazo
Muuuuuchas gracias, Earendil, por tomarte la molestia de releer el relato, y prometo “equivocarme” de nuevo en un futuro. Lo que ya no te aseguro es que sea el mes que viene, pues en ocasiones no encuentro una buena idea, o el tema propuesto no me inspira, o lo que escribo no me convence y acabo desechándolo.
Gracias por tu interés.