Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Un principio o un final - por Marián
Susana esperaba sentada sobre el mármol, en la esquina de una tumba llena de nombres ausentes, rodeada de flores. Hoy también esperaba cuando llegué.
Han pasado unos meses desde el primer día que me la encontré, en ese mismo lugar, una mañana de aspecto primaveral aunque era invierno. Yo había salido a dar mi paseo diario. Quizás más animado que de costumbre, por los rayos de sol que se escapaban tibios, me atreví a acercarme al cementerio. No había vuelto por allí desde que falleció mi esposa; no me había sentido con fuerzas suficientes. Pero ese día, sin saber por qué, decidí que era el momento y descubrí que era un lugar encantador para pasear con tranquilidad y en silencio.
Yo iba ensimismado con mis recuerdos cuando la vi:
—Buenos días —le dije, con ese tono de voz contenido que parecía exigir el lugar y sin aflojar mi marcha. No tenía ningún interés en conversar con nadie.
—Si usted lo dice —me respondió con una voz bien alta que a mí me pareció esconder un enfado— Yo estoy esperando.
Apenas le hice caso y continué mi camino; pero oí como ella seguía hablando. No presté mucha atención y no supe si quería charlar conmigo o si hablaba ella sola. Me daba igual. Yo ya tenía suficiente con aguantarme a mí mismo.
Día a día, sin apenas darme cuenta, le fui cogiendo gusto al paseo por aquel lugar en el que sentía una serenidad que me era muy preciada. Y todas las mañanas que me acercaba al cementerio encontraba a Susana en el mismo sitio.
En una ocasión, cuando respondió a mi saludo ya cotidiano, levantó su mirada hacia mí y pude comprobar que tenía unos ojos grandotes llenos de emociones azules, de los que no me había percatado hasta ese momento en que, además, me pareció que esperaba con ansiedad una continuación a mi saludo, un poquito de conversación:
—Lleva usted mucho tiempo esperando aquí —me atreví a decirle— mientras notaba que me dedicaba su atención.
—Sí. Estoy esperando. Pero no sé si espero un principio o un final.
Yo me despedí como pude, totalmente desconcertado, y seguí mi camino intentando dar respuesta a la pregunta que automáticamente me había hecho a mí mismo:
«¿Qué espero yo de la vida, un principio o un final? No sé, no sé…»
Ya digo que han pasado unos meses de aquello pero sigo sin tener una respuesta válida. En ocasiones me veo esperando el final de mi vida para reencontrarme por fin con mi querida esposa, allá donde quiera que esté, y empezar una nueva etapa, o lo que sea, juntos. En otros momentos, me creo iniciando una vida con mi soledad y quiero finalizar mis recuerdos y mi pasado. En todos los casos se mezclan el principio y el final de algo… Y no llego a ninguna conclusión definitiva.
Lo que sí he sabido es que la tumba que custodia Susana todas las mañanas, corresponde a su familia, esposo e hijo, que fallecieron en un accidente. Y ella no está loca como podría parecer en una primera impresión, no. O al menos no está más loca que yo mismo. Solo ocurre que, mientras yo he decidido dar paseos ella ha preferido quedarse al lado de aquella tumba. En ambos casos hemos elegido el lugar en el que nos sentimos un poquito reconfortados en nuestra pena, aunque no sepamos motivos ni razones.
En fin, los días van pasando y sigo sin saber hacia dónde voy, en general, aunque me he dado cuenta de que, en las últimas semanas, he convertido el cementerio en mi destino preferido, y casi único, para los paseos matinales. Parece que ha cambiado poco el lugar; Susana sigue esperando cada mañana y, poco a poco, nuestro saludo diario se ha convertido en una charla tranquila en la que compartimos recuerdos y pareceres.
Pero el paseo de esta mañana ha sido diferente; o así me lo ha parecido a mí. Si, si, ha sido distinto porque si no, yo no estaría dándole vueltas a la cabeza. Cuando he saludado a Susana con mi ya habitual “buenos días, seguimos esperando”, ella me ha mirado, con esos ojos suyos tan llenos de sentimientos que nunca acierto a descifrar y, mientras se levantaba de su asiento, me ha contestado:
—Sí, pero hoy ya sé que te espero a ti.
Ahora ni siquiera puedo recordar lo que contesté pero, mi paseo de hoy, lo hice en su compañía.
Querida Marián.
Me ha gustado mucho tu relato. Me pareció que todo está muy bien narrado, y los personajes me han encantado. Desearía poder leer más.
No tengo más que decir, sólo quería felicitarte.
Espero que te pases por mi texto “La Promesa de Susana”, es la número 222.
Saludos.
Hola, Marián:
Me gusta cómo vas generando la curiosidad por saber qué es lo que espera Susana a lo largo del relato.
“Tenía unos ojos grandotes llenos de emociones azules”, me ha parecido una expresión preciosa.
En la frase “Si, si, ha sido distinto porque si no” los dos primeros síes llevan tilde, si no me equivoco, porque son afirmaciones y no condicionales.
Creo que me hubiese gustado más descubrir la historia de Susana a través de diálogos o acciones y no tanto de una manera tan explicativa, pero bueno, esto es cosa de los gustos de cada cual.
Qué bonito que el final del relato sea posiblemente el principio de algo entre los protagonistas. Bien hilado.
Saludos,
Alycia
Hola Simples Notas. Muchas gracias por tu comentario y por tus agradables palabras.
Te visitaré en cuanto tenga un ratito, sin duda.
Saludos,
Hola Alycia. Te agradezco mucho tu comentario. Tomo nota de tus sugerencias que me aparecen muy acertadas.
Corrijo las tildes ahora mismo, ¡ay!.
En la versión inicial, me pasé bastante con el número de palabras y después, recortando, me quedé con mucho “contado” frente a lo “mostrado” y, además, con muy poco tiempo. Tendré que darle otra vuelta.
Muchas gracias.
Saludos,
Hola Marián,
Has realizado un texto bien hilado, hermoso, donde de principio a fin mantienes la atención del lector en el relato. El final me pareció excelente, muy apropiado para esas dos almas solitarias. No tengo nada que añadir en cuanto a ortografía, ya Alycia realizó un comentario muy pertinente.
¡Un abrazo!
Hola Doralú.
Muchas gracias por tu comentario tan amable.
Saludos,
Buenas noches Marián: te felicito por tu relato, simplemente: ME HA ENCANTADO. He disfrutado cada palabra, cada frase y la progresión de la amistad entre los dos personajes. Muy logrado, muy bien hilado. Muchas felicidades. Un saludo, Menta
Hola Menta. Muchas gracias. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Saludos,
Hola Marián, tu relato me ha gustado mucho y está muy bien escrito.
Hay dos cosas que me han descolocado: “una tumba llena de nombres ausentes” y “unos ojos grandotes llenos de emociones azules”, son palabras bellas pero no les veo el sentido. En la primera ocasión ¿cómo puede algo estar lleno de cosas ausentes?. En la segunda creo que estaría mejor decir “unos ojos grandes y azules llenos de emociones”.
Felicidades por tu relato.
Un abrazo.
Hola Cryssta. Me alegro de que te haya gustado.
Respecto a mis emociones azules te diré que quería ser un guiño al Azul de Rubén Darío, tan rompedor en sentido amplio y cargado precisamente de un principio (del modernismo lleno de emociones) y de un final. Pero reconozco que son intenciones mías que quizás solo añaden confusión.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos,
Hola Mirián:
¡Qué bello relato de amor! Para los ausentes y los nuevos. Tienes una forma de narrar que te lleva plácidamente deleitándote con cada detalle igual que los paseos por el cementerio. Has pequeños detalles que me han gustado destacaría: “…una tumba llena de nombres ausentes”, “…con ese tono de voz contenido que parecía exigir el lugar”, “…tenía unos ojos grandotes llenos de emociones azules”. Especialmente importante es: “no sé si espero un principio o un final.” porque es la clave de todo el relato.
Por señalar algo que habría que arreglar para mi gusto, he visto dos tiempos distintos: “el paseo de esta mañana ha sido diferente…” “Ahora ni siquiera puedo recordar lo que contesté…”. Otra cosa es que me ha parecido muy precipitada la decisión de saber qué esperaba Susana si apenas habían interactuado por lo que se desprende del relato.
Bueno, magnífico relato en el fondo y redactado con buen estilo. Un Saludo.
Perdón, te he cambiado el nombre: Marián.
Hola Isan. Muchas gracias por tu comentario tan amable. Me alegra que te haya gustado.
Saludos,
Hola Marian.
Tu relato me ha atrapado desde el principio.
Lo del los ojos grandotes, llenos de emociones azules,me ha parecido de un acierto exquisito. Muy bonito.
Lo único que no me ha gustado a sido el final. Lo veo muy forzado. Para mi gusto, no le encuentro razones de peso para que Susana se fuera con él. No se, quizá te faltaran palabras para explicar un poco mas esas conversaciones que la hicieron cambiar de parecer.
Por lo demás un cuento precioso.
Nos seguimos leyendo.
Hola Jean Ives.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que haya gustado.
Tendré en cuenta tu sugerencia sobre el final porque me parece acertada. A ver si se me ocurre algo ahora, sin la presión que supone el límite de espacio.
Saludos,
Hola Marian, me ha gustado mucho tu expresión «Tenía unos ojos grandotes llenos de emociones azules» y aunque sea algo que pueda parecer ilógico, le otorga una gran fuerza poética a tu narración. Creo que la plagiaré 🙂 en algún lugar que no me de vergüenza que lo veas.
Estoy de acuerdo con otros compañeros en que a la historia le vendría muy bien un desenlace menos apresurado (ocasionado por la norma de 750 palabras). Es muy buena historia y entretenida, mi enhorabuena.
Gracias por los comentarios en mi texto. Un placer leerte y un saludo.
¡Hola Marián!
Qué bonita historia. Sencilla y sensible. Sin grandes florituras sabes llegar al corazón. No hace falta poesía intrincada para enamorar a alguien, todos tenemos una oportunidad si le dedicamos el tiempo y la atención a la otra persona. Me ha gustado mucho.
A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :
1. Diálogos:
a) —Si usted lo dice —me respondió con una voz bien alta que a mí me pareció esconder un enfado— Yo estoy esperando.
—Si usted lo dice —me respondió con una voz bien alta que a mí me pareció esconder un enfado—. Yo estoy esperando.
b) —Lleva usted mucho tiempo esperando aquí —me atreví a decirle— mientras notaba que me dedicaba su atención.
—Lleva usted mucho tiempo esperando aquí —me atreví a decirle mientras notaba que me dedicaba su atención.
2. “tenía unos ojos grandotes llenos de emociones azules”
Sencillo pero precioso.
3. “Lo que sí he sabido es que la tumba que custodia Susana todas las mañanas, corresponde a su familia, esposo e hijo, que fallecieron en un accidente.”
Sujeto y predicado no pueden ir separados de coma. Creo que la tumba es elsujeto de corersponde 🙂
Lo que sí he sabido es que la tumba que custodia Susana todas las mañanas corresponde a su familia, esposo e hijo, que fallecieron en un accidente.
4. Si, si, ha sido distinto porque si no,
Sí, Sí, afirmativos con acento 😉
5. Mezclas comillas. Al principio usas latinas y luego inglesas: «¿Qué espero yo de la vida, un principio o un final? No sé, no sé…» “buenos días, seguimos esperando”.
Creo que sería bueno decidirse sólo por unas, ya que unasrefeljan pensamientos y otras cita directa, y pueden marcarse de la misma manera.
6. Coma antes de pero siempre, o casi siempre 😉
a) “Ya digo que han pasado unos meses de aquello pero sigo sin tener una respuesta válida.”
Ya digo que han pasado unos meses de aquello, pero sigo sin tener una respuesta válida.
“Ahora ni siquiera puedo recordar lo que contesté pero, mi paseo de hoy, lo hice en su compañía.”
Ahora ni siquiera puedo recordar lo que contesté, pero mi paseo de hoy lo hice en su compañía.
7. Me ha gustado especialmente la pregunta del principio o el final, filosófica y que va más allá del cuento. Creo que muchos vamos por la vida buscando finales (un final feliz), cuando en realidad todo no hace más que empezar una y otra vez de una forma diferente. Pregunta muy interesante de merecido debate.
La historia me ha gustado mucho. Entiendo que hay muchas cosas que no puedes contar por las 750 palabras, pero se entiende que los dos personajes hablan mucho más de lo que se dice en el texto. No he echado de menos un final más elaborado, me gusta así, sencillo como el relato, porque entre líneas leo sus conversaciones matinales, superficiales al principio y más profundas con el tiempo, y me gusta el espacio que das para la imaginación. Alguna vez es mejor contar que mostrar (ya sé que estoy yendo en contra de la escuela actual de la escritura, pero excederse en algo es tan malo como no hacerlo nunca, así que mostrar siempre es tan malo como contar siempre), y creo que tu relato es un excelente caso. No nos importa saber de qué hablan, si no que hablan y van intimando, y en qué desemboca eso. Enhorabuena.
Espero que las sugerencias te sean útiles 😉 Muchas gracias por pasarte por mi relato, sigue escribiendo que da gusto leerte 😉
¡Un abrazo!
Hola Leosinprisa.
Muchas gracias por tu comentario. Te diré que puedes plagiar lo que quieras porque nunca me siento propietaria de las palabras. Y es una bonita forma de decirme que te gusta el relato.
Saludos,
Hola Marián!
Muy bonita historia y muy bien narrada. Hay contrucciones preciosas ahí (me han gustado esos ojos, llenos de emociones azules 🙂 , genial utilizar la sinestesia para colorear las emociones , no ? , un recurso muy bonito 🙂
Me gusta el ritmo , poco a poco van acercándose los personajes hasta que al final acaban juntos , sin que ellos mismos casi se den cuenta.
Verdad que me hubiera gustado saber más de estos dos personajes tan enternecedores pero 750 palabras dan para lo que dan.
(P.D. Me trajo a la memoria un relato de Benedetti, si consigo acordarme del título te digo por si tienes interés en leerlo)
Nos leemos!
Hola Anael.
Te agradezco muchísimo tus lentejas que requieren mucho tiempo dedicado. Viendo tus correcciones me siento un poco avergonzada, la verdad, pero muy agradecida; tomo buena nota porque me sirven para aprender y mejorar. Y todo eso gracias a tu generoso esfuerzo. Muchas gracias.
Me alegra mucho que te haya gustado la historia. Intento que mis relatos tengan un algo que haga pensar aunque, claro, no siempre lo consigo. En este caso ya veo que lo has pillado muy bien.
Otra vez muchas gracias, Anael.
Saludos,
Hola Patricia.
Gracias por tu comentario tan amables.
El límite de palabras siempre condiciona pero también obliga a limpiar; al menos a mí que siempre me paso mucho y luego tengo que recortar con el riesgo que eso supone. Pero forma parte de la diversión.
Si recuerdas el título de Benedetti, dímelo por favor. Hace muchísimo que no leo nada de él pero no me importaría retomar sus obras, aunque tengo una lista de espera bien larga para mis lecturas (el tiempo siempre es escaso).
Saludos,
Hola otra vez, Patricia.
Se me olvidaba decirte que hubo un tiempo en que la sinestesia me tuvo muy enganchada. Es un mundo apasionante y muy complejo. De vez en cuando le hago un guiño a aquellos aprendizajes.
Saludos,
Hola Marián, me pareció un relato bonito por su sobriedad. La economía en la expresión de los sentimientos a mí me parece que les da más fuerza. El narrador en primera persona – la del protagonista principal me parece acertado para este relato así como el ritmo del mismo, la cadencia a la que desgranas los hechos, lenta ciertamente pero apropiada. No vi nada que corregir, me pareció redondo.
Un saludo.
Hola Maria.
Muchas gracias por tu comentario tan analítico. Me alegra que te haya gustado mi relato.
Saludos,
Hola Marián,
Primero disculparme por no poder devolverte tu visita el pasado mes, sorry.
Me gustó tu relato, por las descripciones sosegadas que imponen un ritmo cadencioso, acorde con la tristeza que envuelve en su soledad a los dos personajes. Si además el escenario es un cementerio, la tranquilidad también colabora a mantener el ritmo tranquilo.
El final me pareció acertado y suficiente. Sin embargo, repasaría las dos frases iniciales, que tienden a confundir. Mejor, “Susana esperaba todos los días sentada sobre el mármol,…,rodeada de flores. Hoy también estaba allí”. Algo así pienso que aporta más claridad.
Buen trabajo, con algunas frases acertadas, ya te las indicaron, unas metáforas que refuerzan las descripciones y proporcionan colorido al texto.
Un abrazo.
Hola Roger.
No hay nada que disculpar; el tiempo pasa muy deprisa, algunas veces.
Según voy leyendo tu comentario, tan bonito, me va pareciendo por momentos que no hablas de mi relato. Muchas gracias por darle ese sentido tan amable.
Saludos,
Nada que agradecer, Marián. te comenté lo que sentí al leer el relato, más alguna sugerencia.
Saludos
Hola Marián. Tu relato me ha gustado mucho. Más que lo que cuentas es cómo lo narras. Tu estilo claro y sencillo con algunas metáforas muy acertadas es realmente encantador.
El final, a pesar de la triste historia que conlleva todo el relato, es muy positivo: la vida sigue…
Un placer leerte
Saludos
Hola Marazul. Me alegra que haya gustado mi relato. Gracias por tu comentario.
Saludos,
Hola Marián
Gracias por leer mi relato
Tu cuento me ha parecido interesante, aunque tengo la sensación de que tarda un poco en arrancar, que la emoción no llega hasta mitad del relato. El final es positivo, y me ha gustado.
Un saludo
Hola Jose Luis.
Gracias por tu comentario.
Saludos,
Excelente. No se puede añadir nada más.
Espero ansiosa leerte el próximo mes.
Hola Arianne.
Muchas gracias por tanta amabilidad.
Saludos,
Hola, Marián.
Aquí estoy, devolviéndote gustosa la visita.
Después de 33 comentarios no creo que pueda aportar gran cosa en la parte formal, que de todos modos, me ha parecido de lo más correcta.
El argumento se sale un poco de la tónica general del taller de este mes. Las reflexiones del protagonista durante sus paseos tienen un toque diferente a las historias clásicas de los cementerios.
Buen relato y bien contado.
Un saludo
Hola Earendil.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos,
Hermoso relato. Tan instrospectivo, y tierno a la vez… con ese guiño al final, prometiendoles felicidad a ambos.
Nada que objetar, ya te han corregido otros compañerxs.
Un gusto leerte, felicitaciones por tu trabajo. Nos leemos 😉 Hasta la próxima.
¡Saludillos!
Hola Thomas.
Muchas gracias por tu amable comentario. Acabo de leer tu relato y me he quedado muy contenta de haberlo hecho porque me parece genial.
Saludos,
Hola, Marián!
Qué lindo relato nos has regalado. A ritmo lento vas llamando nuestra atención con sencillez empleando metáforas bien logradas.
Un placer leerte.
Hola Charola.
Muchas gracias por tu amable comentario.
Saludos,
Hola Marián!
Mil gracias por pasarte por mi relato! 🙂
El tuyo me encantó. Sencillo, íntimo, romántico, emocionante. Te han hecho muchos comentarios para mejorar. Yo lo disfruté mucho. Felicitaciones!
Hola Marcelo.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado.
Saludos,
Hola Marián:
Muchas gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
Llego demasiado tarde a tu historia por motivos que ya he explicado en otras entradas y no me voy a repetir.
Después de tantos comentarios a tu relato poco puedo añadir que mejore lo que ya te han dicho.
Apenas quiero dejar constancia de que he leído tu historia que me ha parecido muy entrañable.
Felicidades.
Hola Vespasiano.
Muchas gracias por tu comentario. Ya sabes que mas vale tarde que nunca, je, je.
Saludos,