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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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COSQUILLAS AL CIELO - por LIAH PERSON

Susana esperaba que el juego acabase pronto. Empezaba a cansarse de que todos siguieran jugando todavía, aunque hacía ya mucho rato que había dejado de ser divertido. Susana esperaba que su hermana Carla sonriese por fin y dijera que todo había sido una broma o algo así, con cara burlona, como hacía siempre. Esperaba que el tío Juan dejase de ir de acá para allá, dando abrazos y estrechando manos de señores con bigote, o con corbatas negras, o con zapatos muy limpios. Susana esperaba que la abuela dejara de una vez de jugar a hacerse la triste y que se levantara de aquella silla, con patas de tijera, en la que se había empotrado hacía dos horas. Esperaba que la cogiera en brazos o la sentara en sus rodillas, que se sacara unas chocolatinas del bolso para merendar o que le leyese un cuento nuevo. Esperaba cualquier cosa de su abuela menos que siguiera allí sentada con las manos juntas y la cara mojada, moviendo los labios todo el tiempo, como diciendo algo que a Susana le resultaba imposible descifrar: “bisbisbisbis”.
Susana se acercó a mamá buscando refugio, pensando que en cuanto ella viese su rostro enfurruñado les diría a todos que ya era suficiente, que dejasen de asustar a la niña. Pero cuando Susana intentó hablar con "mami" ella empezó a llorar muy alto, como siempre decía que no había que hacerlo, y la abrazó tan fuerte que Susana pensó que se iba a quedar sin respiración. Consiguió librarse de los brazos de mamá con mucho esfuerzo, y se fue corriendo a la otra punta de ese extraño lugar. Nadie reparó en ella, nadie dijo: “Susana, ¿dónde vas?” ni “Oye Susanita ten cuidado, no te alejes mucho”. Nadie parecía estar atento a la niña, y eso ya era muy raro.
Susana estaba harta de no entender las reglas de aquel juego sin sentido. Quería irse a casa. Tenía frío, el vestido que mamá le había puesto por la mañana era incómodo y estaba sucio de barro. Todas esas piedras planas llenas de letras que aún no sabía leer, y de cruces plateadas, le aburrían. Ya había caminado entre todas ellas imaginando que formaban un laberinto que conducía al cofre del tesoro; ya se había tumbado sobre una y había contemplado el movimiento de esos árboles tan altos y tan delgados, mecidos por el viento, como plumas puntiagudas que le hacían cosquillas al cielo. Ya había agotado todos los juegos posibles esperando que llegase papá y la rescatara, pero papá no llegaba.

—¿Dónde está la niña? —preguntó Ana arrastrando su voz sobre el ruido de las paladas de tierra.
—Anda por ahí, jugando entre las tumbas —susurró el tío Juan.
—No sé cómo decírselo —contestó Ana con los ojos fijos en la pala del enterrador, que trabajaba sin dar tregua.
—No te preocupes hermana —dijo Juan— yo me ocupo de la pequeña.

Los gestos fúnebres y las frases huecas se deshacían con la lluvia. El lento desfile de condolencias había terminado, y una larga hilera de hormigas negras recorría el pasillo de piedra que llevaba al exterior.
Juan encontró a Susana garabateando la tierra con un palo.

—Ya tenemos que irnos Susana —dijo el tío Juan tendiéndole la mano.

Susana le agarró, dócil, y los dos caminaron hacia las verjas de hierro de la salida. La niña canturreaba algo incomprensible y se dejaba llevar. Juan había cogido aire por tres veces, pero aún seguía sin saber qué decir.
¿Cómo explicarle a una niña de cuatro años que su padre había tenido un estúpido accidente? ¿Cómo contarle que su muerte había sido grotesca? que se cayó del tejado cuando intentaba arreglar la gotera, y ya está; que se quedó inmóvil, los ojos crispados, mientras las gotas le caían con insistencia en la boca abierta. Que se había ido antes de tiempo sin haber hecho nada importante en toda su vida excepto ser su padre, y el de su hermana, sin demostrar tampoco mucha pericia.
Quizá era mejor no explicar nada, dejar las razones para otro momento.

—Susana, ¿quieres que te lleve a merendar chocolate con bizcochos? —preguntó Juan.
—¡Sí! —dijo la niña entusiasmada— y llamamos a papá para que se venga con nosotros —añadió.

El tío Juan miró a su sobrina a los ojos, le acarició el pelo y la abrazó.
Y Susana, por fin, rompió a llorar.

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29 comentarios

  1. Hola Liah, te felicito como siempre por este gran gran relato, por la delicadeza y profusión de detalles meticulosos y por las descripciones esquemáticas con gran poder evocador ( “Los gestos fúnebres y las frases huecas se deshacían con la lluvia. El lento desfile de condolencias había terminado, y una larga hilera de hormigas negras recorría el pasillo de piedra que llevaba al exterior”: magistral). La originalidad del punto de vista del narrador – el entierro del padre visto a través de los ojos de una niña de 4 años – le da al relato toda su originalidad. El narrador, teniendo una mentalidad de 4 años, no nos deja penetrar en la psique de los otros personajes pero nos los muestra desde fuera de una manera infantil a la vez tan fresca y tan sagaz que no nos perdemos detalle de la escena. Haces subir la tensión con el descubrimiento de cada anomalía en los rituales cotidianos por parte de la niña hasta llegar a la constatación de que “algo gordo” debe estar pasando para que todos se olviden de ella. al final, el narrador salta a la mente del tío Juan (“¿Cómo explicarle a una niña de cuatro años que su padre había tenido un estúpido accidente? ¿Cómo contarle que su muerte había sido grotesca? que se cayó del tejado cuando intentaba arreglar la gotera…”) y te sales de la visión única en tercera persona. Algunos autores dicen que el punto de vista establece un contrato con el lector y que no te puedes salir sin perder la confianza (según he leído recientemente) y que la historia no parecerá tan real. En tu relato, no tengo esta sensación, porque el tío es un personaje importante de la trama: es el encargado de establecer un puente entre el mundo de los adultos y el mundo infantil, así que a mí me ha parecido acertado este salto de punto de vista en esta ocasión, que además pone el broche final al relato, al unir los puntos de vista, la niña no puede ya seguir el juego infantil al que se aferraba para eludir la realidad… y rompe a llorar.
    Sinceras felicitaciones, Liah, nivel profesional.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 18:23
  2. 2. Ortzaize dice:

    Hola bonito relato d una pequeña que no entiende la falta d su aita.
    M ha gustado saludos

    Escrito el 17 abril 2017 a las 23:10
  3. 3. LIAH PERSON dice:

    María, muchísimas gracias por tu comentario. Tus palabras me animan a seguir escribiendo. Gracias además por venir a visitarme tan pronto,te devolveré la visita en cuanto pueda. Me alegra tanto que te haya gustado mi relato…

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:11
  4. 4. LIAH PERSON dice:

    Ortzaize, muchas gracias por tu comentario.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:11
  5. 5. guiomar de zahara dice:

    Liah: te has metido tanto en el personaje, que parece que es ella la que cuenta ese momento, que no acaba de entender. Ve a todos y no comprende lo que ocurre.
    Tu historia enternece y está muy bien contada.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 abril 2017 a las 15:14
  6. 6. amadeo dice:

    Liah:
    Muy buena la supuesta ignorancia de la nena. Sabía pero no como explicárselo a si misma. El llanto final lo confirma
    Felicitaciones.

    Estoy en el 122 si gustas leerlo y comentarlo, agradecido
    Amadeo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 19:09
  7. 7. Doralú dice:

    Hola Liah Person,

    Desde el principio leí el relato con suma atención por la técnica narrativa que empleas en él. Quedé cautivada desde ese momento por la gracia e inocencia de Susana, tanto así que la imaginé perfectamente en sus acciones.

    El texto me ha conmovido más de lo que puedas imaginar. El gesto del tío Juan al final del texto, hizo clic en mi corazón y no he dejado de llorar en un largo rato. “El tío Juan miró a su sobrina a los ojos, le acarició el pelo y la abrazó. Y Susana, por fin, rompió a llorar.”
    Felicitaciones
    ¡Un abrazo!

    Escrito el 19 abril 2017 a las 03:03
  8. 8. LIAH PERSON dice:

    Guiomar, muchas gracias por tu lectura, te devolveré la visita.

    Gracias Amadeo por tu comentario, acabo de leer a tu Susana…

    Doralú, siento haberte hecho llorar aunque creo que no puede haber mejor recompensa que la de conmover a un lector. Muchas gracias por tus generosas palabras.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 07:03
  9. 9. Evelyn dice:

    Liah, buenos días, no somos vecinas, pero he venido a visitarte expresamente, me han gustado tus cuentos anteriores.

    Este consigue atraer toda la atención del lector,y si la lectora es madre, pues no podemos dejar de atender a lo que hace Susana en el cementerio… casi la he sacado del brazo de entre las tumbas, le he limpiado el vestido y el pelo cuando se tumbó sobre la losa a imaginar las cosquillas que le hacían los árboles al cielo… y el momento de decírselo nos deja muy claro que los niños son pequeños, pero no tontos.

    Sin duda lo recordaré, felicidades.
    El mío es el 198.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 12:57
  10. 10. Palsamo dice:

    Está muy bien contado, la historia avanza fácil, primero desde la perspectiva de la niña y luego desde la de los adultos. Y el giro final es también estupendo, porque crees que ya no queda más por leer pero consigues poner un broche final. Me ha gustado mucho porque ambas voces están muy conseguidas y la historia es muy potente, en realidad la niña sabe desde el principio lo que ocurre pero quiere convertirlo en un juego para borrarlo a su antojo. Muy bien dosificadas y escritas las descripciones del lugar y de las personas, se puede sentir el desconsuelo. Lo que no entiendo es el título… ¡Enhorabuena!

    Escrito el 19 abril 2017 a las 14:22
  11. 11. LIAH PERSON dice:

    Evelyn, muchísimas gracias por leerme y comentarme. No sabes cuánto me alegra que a una madre-lectora le haya parecido acertado el tono de la narración. Me planteé otros finales pero, efectivamente, los niños son pequeños aunque no tontos…y estaba claro que no hacía falta que nadie le explicase con palabras a Susana qué había pasado…
    Mil gracias. Te leo en cuanto pueda.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 19:20
  12. 12. LIAH PERSON dice:

    Palsamo, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado mi texto. El título hace referencia al modo en que la niña ve los cipreses del cementerio. La expresión “cosquillas al cielo” está dentro del texto también, en algún párrafo. Aunque si te soy sincera, el título fue lo que más me costó decidir y lo que menos me convence.
    Gracias, te leo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 19:27
  13. 13. Brian Viveros dice:

    Hola Liah. Leyendo algunos comentarios anteriores,no tengo mucho más que decir. Tu trabajo es impecable.
    Coincido con la mayoría de los puntos de María Kersimon; tu estilo es encantador y atrapante. Sabes ponernos en la perspectiva de una pequeña niña, que mira el mundo de un modo diferente, pero que entiende cuando algo anda mal. Las palabras llegan de forma oportuna. Tu lenguaje es exquisito y entendible.
    Un relato como este podría estar sin problemas en cualquier revista.
    Estoy en el número 123 si te interesa ayudarme a mejorar:)

    Escrito el 19 abril 2017 a las 20:28
  14. 14. Pepe Illarguia dice:

    Gracias Liah por tu visita a mi osario germano. Es un placer regresar al mundo de los vivos y leer algunas frases tan bien delineadas.
    En tu historia me atrae mucho más la segunda parte. Si te fijas, en la primera frase usas “acabase”, y en la siguiente “empezaba”, lo cual reafirma mi comentario de que la frase obligatoria está mal planteada, es decir, se te llena el relato, sin darte cuenta, de infinitivos. Luego ya parece que te los quitas de encima y el relato fluye natural y sencillo.
    Sin duda, el contenido mejor que la forma.
    Un abrazo, compañera.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 22:19
  15. 15. charola dice:

    Hola Liah!

    Qué historia tan tierna! Creo que hasta ahora he leído a muchas Susanas mayores. Alguna Susanita un poco más grande y la tuya, muy niña, cálida, inocente. Qué bien!, que bajo la mirada atenta de la niña que va evaluando las cosas que pasan a su alrededor, dándose cuenta que estas no están tan normales y el final redondo.

    Te felicito has hecho un relato bastante bueno.

    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 08:08
  16. 16. Crispín Silva Muñoz dice:

    Liah, no puedo decirte mas: tierna, poética y evocadora tu narración. Felicitaciones

    Escrito el 20 abril 2017 a las 10:19
  17. 17. Yoli dice:

    Hola, Liah.
    Tu relato me ha gustado mucho, la he encontrado muy tierna, sobretodo a la niña, te dan ganas de abrazarla también. Has pasado de escribir desde el punto de vista de la niña a la de su tío de forma muy natural.
    Yo, lo único que cambiaría sería que después de está frase “… a la otra punta de ese extraño lugar.” pondría punto y aparte, creo que le iría mejor, no te quedaria tan largo el parrafo.
    Si quieres leer el mio, soy el 235.
    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 10:41
  18. 18. LIAH PERSON dice:

    Gracias a todos los que dedicáis un tiempo a leer y comentar. Me parece un ejercicio muy generoso y lo agradezco de corazón. Además, en este mes, veo que muchos nombres que yo hasta ahora no conocía se están pasando por mi relato, y eso me anima mucho. Me está encantando conoceros y acercarme a vuestros textos. Gracias a todos. Disculpad si no puedo leeros a todos o si tardo en hacerlo, este mes se me está complicando un poco… y no sé de dónde sacar el tiempo.

    Brian, muchas gracias por tus amabilísimas palabras. No creo que mi texto las merezca, de verdad. Pero me alegra mucho que te haya gustado tanto. Me pasaré por tu 123 para disfrutar de la lectura y para aprender también contigo, por supuesto.

    Pepe, muchas gracias por tu comentario. Espero impaciente la siguiente propuesta para poder volver a leerte.

    Charola, muchas gracias por tu lectura. Me alegra mucho que te haya enternecido y te hayas animado a dejar tu comentario. Te devolveré la visita con gusto.

    Crispín Silva, gracias por tan escuetas pero generosas palabras. Te leeré.

    Yoli, gracias por comentarme. Me alegra mucho que te haya gustado mi texto. Tomo nota de tu consejo, con el que estoy completamente de acuerdo. Te devuelvo visita en cuanto pueda

    Escrito el 20 abril 2017 a las 12:34
  19. 19. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola LIAH. te comento solo para felicitarte porque las lágrimas no me dejan ver las letras que te mereces.(Mini comentario)

    Enhorabuena

    Escrito el 21 abril 2017 a las 01:36
  20. 20. LIAH PERSON dice:

    Osvaldo, muchas gracias por tu “mini comentario” emocionado. Has empleado pocas palabras pero me has dicho mucho. ¡Te leo!

    Escrito el 21 abril 2017 a las 07:09
  21. 21. Ana Luna dice:

    Qué maravilla de relato!! Todavía sigo llorando…
    Enhorabuena.
    Saludos.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 21:14
  22. 22. SBMontero dice:

    Es muy bueno… y muy ñoño, eh.

    Conste que no he llorado, quede claro… aunque ha sido porque tenía la esperanza de que la muerta fuera la niña en medio de su propio entierro y no supiera qué pasaba, luego la madre le ha dado un abrazo y…

    Sigue escribiendo, por favor.

    Un saludo.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 00:37
  23. 23. LIAH PERSON dice:

    Ana Luna, muchas gracias por compartir tu emoción conmigo.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 23:13
  24. 24. LIAH PERSON dice:

    SB Montero, muchas gracias por tu comentario.
    ¿Que la niña estuviera muerta y no lo supiera? ¿y no me habría dicho nadie que se parecía sospechosamente a El sexto sentido… o a Los Otros?. Intenté huir de lo macabro y ya me excedí con la imagen del padre petrificado boca arriba. Esta vez, mi intención iba por otros lugares. Pero tomo nota para próximas ocasiones.
    Te sigo, por supuesto.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 23:32
  25. 25. Pilar dice:

    Felicidades, Liah!!

    No quería concluir mi ronda de comentarios sin pasarme por tu relato. Me he llevado una sorpresa, agradable por supuesto, por ese cambio de estilo que he apreciado con respecto a los anteriores retos, más intimistas y emotivos. No obstante, debo darte la enhorabuena porque has logrado un estupendo trabajo desde el punto de vista inocente de una niña y ese desenlace que sirve de lección a los adultos que minimizan su capacidad de comprensión.

    La forma en que detallas a los personajes, enriquecen el texto y consiguen que el lector los dibuje en la mente. El retrato de la abuela musitando una oración es muy acertado. Y la panorámica del cielo acariciado por los cipreses que obtiene Susana tumbada sobre la lápida, quedaría estupenda en una peli.

    Como contrapunto te diré que desde el principio pensé que la muerta era Carla y que estaban en el tanatorio en vez de en el cementerio. Quizás una referencia a la ausencia del padre una líneas antes… No sé Liah, es solo una reflexión personal que me ha hecho volver a atrás en el relato. Pero, realmente, tu historia está muy bien planteada y juegas con ese salto en la conciencia de Susana que la lleva desde la incertidumbre hasta la certeza de saber que su padre no va a volver.

    Pero sobre todo, tu texto engancha, transmite un montón de sensaciones y es muy visual. Me ha encantando, Liah!!!

    Un abrazo.
    Pilar 172

    Escrito el 24 abril 2017 a las 09:57
  26. 26. LIAH PERSON dice:

    Gracias Pilar, qué alegría volver a tenerte por aquí. Sí, posiblemente los primeros párrafos pueden generar alguna confusión…y tampoco hubiera pasado nada si Susana no hubiera tenido ninguna hermana (supongo que Carla no aporta mucho al texto). Gracias por tu apunte, tomo nota.
    Debo mil visitas, voy de cabeza este mes. Espero poder leerte pronto.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 20:27
  27. 27. Edu SC dice:

    Hola Liah, me ha gustado mucho tu relato. Tienes una manera de escribir, creo que ya te lo he dicho en anteriores comentarios, delicada y evocadora. Todo se centra en un hecho duro y muy real pero con la peculiaridad del punto de vista de la protagonista, una niña pequeña. Yo he visualizado a la perfección tu relato y el final, perfecto. Supongo que es de esos finales, que una vez llegas, entiendes que no puede ser otro, pero no por ello se disfruta menos. Todo lo que hemos leído nos lleva por fuerza a ese desenlace. Redondo.

    Por aportarte algo formal, aunque no estoy muy seguro:
    “Empezaba a cansarse de que todos siguieran jugando todavia,…”, Ese todavía me parece una redundancia con siguieran, creo que si lo quitas la frase no se resiente. A ver que te parece.

    Un placer leerte, como siempre, y muchas gracias por tu comentario a mi relato.

    Edu,

    Escrito el 24 abril 2017 a las 21:53
  28. 28. LIAH PERSON dice:

    Edu, muchas gracias por tu comentario. Estoy contigo en que el final de esta historia no podía ser otro… de hecho escribí otros dos finales antes pero no me convencían nada. Hasta que por fin Susana se puso “en su sitio” y me lo dejó todo claro, jeje.
    Y sí, ese “todavía” sobra.
    ¡Gracias!

    Escrito el 27 abril 2017 a las 07:04
  29. 29. Laura dice:

    Hola Liah.
    Me sumo a quienes te felicitan.
    Hasta el próximo mes.

    Escrito el 30 abril 2017 a las 00:52

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