Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
La despedida. - por Clau Cruz
Susana esperaba que llegaran a tiempo al cementerio, para que su madre pudiera despedirse de su amado hermano. Y llegaron justo, cuando estaban metiendo el cuerpo a la capilla, para presentarlo a su misa final.
El viaje había sido cansado, sobre todo por la pesadumbre que se respiraba en el ambiente, el tío había sido muy apreciado por toda la familia, los padres de Susana se encontraban abatidos por la inesperada noticia del accidente donde perdiera la vida.
Al entrar a la capilla, su madre, aún débil por todo lo que el impacto de lo sucedido había causado, quiso acercarse al ataúd que se encontraba abierto frente al altar, para ver a su hermano por última vez. Susana tuvo que levantarse para acompañarla. No tenía la menor intención de ver el interior del ataúd. A sus quince años nunca había pasado por una situación similar. Sin embargo, en un impulso, pasó la mirada sobre su hombro, y sintió que su corazón se colapsaba al ver la sonrisa irónica dibujada como de costumbre, en el semblante de su tío.
La misma sonrisa que desde hace diez años, la retaba a decirle a todos, lo que había ocurrido, por supuesto, el reto siempre iba acompañado por una expresión agresiva, advirtiéndole que nadie creería en una niña de cinco años, y reprochando además, que no sabía agradecer el cariño tan especial que le tenía.
Ella siempre le creyó y temía que si hablara, su madre pensaría que estaba mintiendo, al mismo tiempo calculaba la reacción de su padre, de carácter impulsivo, quien siempre la ha amado como a la niña de sus ojos… ¡hubiese sido capaz de matarlo!, habría ido a prisión y ¡todo por su culpa!
De esta manera decidió callarse y soportar las muchas veces que su tío la encerraba en su habitación y la obligaba a hacer cosas repugnantes. A los pocos años, él se casó y con eso la dejó en paz y ella decidió mandar todo lo ocurrido a un rincón de sus recuerdos, para que nunca más volvieran a salir, no tenía caso, había dejado pasar todo ese tiempo en silencio, y cada vez era menos apropiado decir algo. Con todo, siempre que lo tenía enfrente, corría por todo su cuerpo, una sensación de rabia y miedo a la vez que la paralizaba.
Pero todo eso había terminado. Hoy estaba segura de eso, aunque le dolía algo en su interior, al darse cuenta que aún después de muerto, él siguiera provocando en ella sensaciones tan desagradables.
Como pudo, ayudó a su madre a regresar a su lugar y así pasó toda la hora del servicio, rogando que no fuera a despertarse en su habitación y que esto resultara ser un sueño más.
Caminó lentamente y en silencio del brazo de su madre, hasta el lugar donde quedaría definitivamente el cuerpo que tanto daño le había provocado. Cuando echaron la última pala de tierra, pudo recobrar su respiración normal. Por fin no volvería a tener esa mirada sobre ella, ni volvería a ver la sonrisa que le causaba tanto pavor. No obstante, le quedaba una sensación de impotencia al pensar que él había logrado irse impecable, como un mártir, por la forma tan repentina en que falleció y con él, se llevaba toda esperanza de poder contarlo.
¿Lo podría decir algún día?
No lo sabía, pero siempre pediría a Dios por que el paso del tiempo lo fuera borrando poco a poco.
Hola Clau!
El argumento de tu relato es muy bue.Has omitido descripciones y eso aporta ligereza y velocidad a la narración,pero creo que has desaprovechado ese punto y podías haber ahondado más en el interior de la protagonista.
Das a entender que el entierro es una catarsis para Susana,un corte con su pasado,pero eso no llega de forma clara al lector.
Por otra parte hay cosas que sobrante alguna que otra palabra que se repite.Cambiandola,o dándole un giro a la frase conseguirías enganchar todavía más al lector.
Un saludo
Hola, Clau:
Un tema muy fuerte bien tratado, pero me faltó algo de profundidad en los sentimientos de la protagonista.
No encontré un momento de tensión máxima, creo que eso deberías trabajar más.
La historia me gustó.
Un saludo
Hola chicas: Elena y Liliana
Agradezco su comentario, me será de mucha ayuda, pondré atención en ello.
En cuanto pueda paso a visitarlas…
Saludos.
Hola, Clau Cruz
Una de las situaciones más tristes que puede sufrir una mujer.
Fuiste dando información de a poco, de tal forma que el lector va entrando en tema y, diría, preocupándose: “sintió que su corazón se colapsaba al ver la sonrisa irónica dibujada como de costumbre, en el semblante de su tío.”
Los abusadores saben hacer sentir culpable, manipular y amenazar a sus víctimas de manera que las bloquean, y lo expresaste muy bien: “que no sabía agradecer el cariño tan especial que le tenía.” O “sensación de rabia y miedo a la vez que la paralizaba”
Aún viendo la realidad, Susana temía que el fin de su martirio fuera sólo un anhelado sueño: “rogando que no fuera a despertarse en su habitación y que esto resultara ser un sueño más.”
Y, lo peor de todo, el mundo de rabia y desconcierto en que los abusadores sumen a sus presas: “él había logrado irse impecable, como un mártir, por la forma tan repentina en que falleció y con él, se llevaba toda esperanza de poder contarlo.” O “¿Lo podría decir algún día?”
Cito las frases porque me parecen las mejores para describir las personalidades de los protagonistas, ya que son las vivencias de Susana las que hacen el relato.
Me gustó mucho la forma en que trataste el tema en “La despedida”. Aquí en Argentina, los abusos y maltratos están siendo cuestión preocupante, médicos y sicólogos analizan a las víctimas, quienes reaccionan como lo has escrito.
¡¡Saludos!!
Hola Clau, gracias, como siempre por pasarte por mi relato y comentarlo.
Sobre tu trabajo:
Me parece en general bien redactado y buen uso del lenguaje. La trama está tratada con la delicadeza y realismo justo, no hacen falta detalles para imaginar como los abusos pueden hacer sentir a la víctima, y eso me gusta.
A mi parecer, Clau, a mí me pasa casi siempre, en tu relato sobran comas y a veces se ralentiza la lectura por el exceso.
Quizá yo hubiera cambiado algo de algunas expresiones para que me sonaran mejor, pero insignificante.
Insisto en la evolución tan positiva que voy viendo en tus trabajo.
¡Bien hecho Clau!
Seguimos leyéndonos.
Saluditos.
Hola Clau, aqui me tienes devolviendote la visita con mucho gusto.
Me parece que es un relato bien llevado, con la carga emocional que debe llevar y más por la protagonista que la muerte de su tío no le es tan dolorosa debido a cómo la trato.
Tratas un tema fuerte que muchos niños sufren y deben callar por miedo.
¡Felicidades claudia! Nos leemos el próximo mes.
Hola Clau.
Has retratado un tema más que doloroso, Te felicito por la forma en que lo has logrado, aunque no hayas llegado a un punto máximo sino un destilar emociones y sensaciones de Susana.
Sigue escribiendo