Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Bajo El Olivo - por Vagabundo DeMente

Susana esperaba quietecita bajo el olivo, no muy lejos de la capilla. De alguna manera, sabía que aún no era hora de que Galeoto viniera por ella. A juzgar por la quietud alrededor, todo debió salir a la perfección. Nadie se dio cuenta de nada. El escape perfecto, había dicho Galeoto; y cuánta razón tenía.

Sonrió lentamente, con una sensación de gozo que se le antojaba celestial. Para entretenerse, recordaba la primera vez que lo vio: alto, apuesto, con un porte de elegancia que ella imaginaba inglés. Te pareces a Robert Redford cuando era joven, le había dicho ella. Y él había sonreído, ¡con esa sonrisa! La sonrisa que le paraba el corazón.

Fue de él la idea, como siempre: un comienzo de cero, un lienzo totalmente en blanco, lejos de la familia que tanto la atormentaba. Un plan a prueba de bobos. Una mente común no comprendería la elección de un pueblito pintoresco y remoto para el funeral, pero Susana veía en ello un rasgo más del romanticismo anticuado e incorregible de su amante. Después de todo, la gente muere en todas partes, incluso en pueblitos remotos y pintorescos. Hacía horas ya que el viento de la tarde se había llevado los últimos rezos y sollozos, y los dolientes se habían retirado; y Susana esperaba, ansiosa y ruborizada como una Isolda, sus latidos acelerados retumbando en el silencio total que la rodeaba.

En ese mismo momento un hombre alto, apuesto, que se asemejaba a Robert Redford en su juventud, presentaba una póliza de seguro de vida para su cobro. El ajustador, oliendo gato encerrado, verificó tres veces los papeles. Eran auténticos, como auténtica era la firma: Susana Alejándrez. Diez minutos más tarde, el hombre reservaba un asiento para el siguiente vuelo a Tahití. Primera clase, claro está. Al fin podía darse ese lujo.

A Susana le faltaba el aliento. Debía ser la excitación. Las palmas le sudaban al recordar las noches en la playa, sin más que arena y brisa sobre su piel, y él sobre ella, aferrando sus muñecas mientras ella se retorcía y su mente se nublaba de puro deleite. Y su respiración se aceleraba, se entrecortaba, justo como ahora que los pulmones empezaban a dolerle y la opresión sobre su pecho crecía.

El avión con rumbo a Tahití despegó. Y Susana se quedó esperando, en su prisión de ébano y tierra recién removida, bajo el olivo.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Interesante relato, escalofriante y sin piedad, un final desgarrador. Me ha gustado cómo has ido estructurando la trama, y que con pocas palabras logras transmitir muchas cosas.
    Un saludo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 22:56
  2. 2. Brian Viveros dice:

    Este es un relato de esos que no se limitan a cosas dulces y florecitas. La cruda realidad de muchas anécdotas que se pueden o no contar.
    Me ha gustado tu forma de expresión y tu vocabulario. Tal vez en algunos casos la metáfora es difícil de entender. Pero igual me describes una situación, nunca vivida y contada, de un modo emotivo.
    Hubo una parte, en la que considero que debiste especificar de qué hombre se trataba. En la que presenta los papeles; aunque dices al principio del párrafo que un hombre presenta la póliza de seguro, terminas con el ajustador. Aunque se puede entender que se trata del hombre que se parece a Roberto Redford, algún distraído o inexperto puede confundirse. Por lo demás, todo es correcto.
    Tu idea es muy buena, yo estoy en el 123 por si te interesa ayudarme a mejorar.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 04:50
  3. 3. Brian Viveros dice:

    Me refería a especificar quién reservaba el vuelo a Tahití. Saludos

    Escrito el 19 abril 2017 a las 04:54
  4. 4. Laura dice:

    Hola Vagabundo.
    Felicitaciones por el relato. No me lo esperaba tan bizarro. Impecable.
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 23 abril 2017 a las 12:43
  5. 5. Calèndul dice:

    Caray, pero si esto es una novela en toda regla! Pedazo historia! Escenas muy bien enlazadas. Sólo alguna leve expresión mejorable. Enhorabuena!

    Escrito el 29 abril 2017 a las 22:23

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.