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La doble espera - por Servio Flores
Susana esperaba y también que no la encontraran, o que sus perseguidores desistieran en su búsqueda. Iba herida y dolorosa.
Se recostó en el muro y fue hasta entonces que se percató que se encontraba en el cementerio. El dolor la apretó de nuevo.
Agilizó sus pasos y se introdujo hasta la zona donde los mausoleos podían darle cierta protección. En la noche sin luna esconderse resultaba hasta cierto punto más fácil, sin embargo, aquellos hombres que la perseguían estaban entrenados para seguir su rastro. Ella debía ser cuidadosa.
Caminó sigilosamente, pegando su espalda a las paredes. Se detuvo nuevamente al sentir el dolor, respiró profundamente tratando de oxigenar. El dolor comenzó a desaparecer y ella prosiguió cuidadosamente hacia las tumbas… luego, otro dolor.
Se escondió tras un sepulcro y escuchó a los hombres acercarse. Supo que aquel escondite no era seguro, la mirarían con facilidad, mientras tanto otro dolor la volvió a paralizar. Apretó los dientes y buscó un refugio diferente. Escuchó a los hombres cada vez más cerca.
Con mucho esfuerzo subió a una fosa vacía. Guardó silencio, nuevamente el dolor. Apretó la falda con los puños y respiró profundo, se acomodó en la huesa y escuchó a los hombres hablar. No entendió lo que dijeron pero le pareció escuchar “hay que matarla”. Ella continuó en silencio… de nuevo el dolor.
Los hombres se apostaron en el mausoleo. Ella sintió el olor a tabaco, los hombres fumaron un cigarrillo y luego otro más. Se sentaron apenas viéndose en la oscuridad de la noche.
— ¿Nos vamos Paco? —dijo el más alto.
— ¿Y esa cabrona?
—Vámonos, ya pronto va amanecer… ¿sabes?
— ¿Ajá?
—Te diré algo Lorenzo —Paco hizo un silencio y chupó largamente su cigarrillo— no me sentía con ganas de acabar con esa mujer.
—Sí, entiendo, yo tampoco me sentía cómodo, pero si no lo hacemos hoy, otro día lo tendremos que hacer. Ella es una “indeseable” y nos pagan por cada uno que matamos.
—Así es. —Paco, tomó otro largo sorbo de humo— Vámonos Lorenzo.
Los hombres guardaron sus armas y caminaron entre las tumbas. La mujer, entre malestares escuchó los pasos alejarse.
Uno a uno los dolores habían culminado su periodo. Susana, en silencio, entre sangre y fluidos dentro del sepulcro tomó a su hijo recién nacido y esperó a que reaccionara…
Los hombres escucharon el llanto del neonato, vieron hacia atrás y luego de verse entre sí continuaron su camino.
—Hoy no era un buen día para acabar con ella. —Dijo la silueta más alta, mientras se alejaban buscando la salida del cementerio, en silencio caminando entre la negra noche.
Servio:
me alegro que le salvaste la vida a Susana. Yo, me imaginaba que ahí, en el mausoleo vacío se quedaría.
me gustó tu historia. realista. es lo que se vive en muchos lugares hoy en día.
Saludes.
Muy buen final, inesperado. Te felicito. Soy tu vecina en el 145 por si quieres visitar a mi Susana.
Hola GAIA. Gracias por pasar. Es bueno saber que le ha gustado.
En un momento paso por su relato, gracias por leer y comentar mi cuento.
Saludos.
Desde las primeras ocho palabras estás conquistado y atrapado a seguir la lectura de este relato que con ese título de la “Doble Espera” no me fue nada predecible. Logras transmitir la angustia de Susana. ¿Cómo logras un relato profundo con tan pocas palabras? Felicidades Sigue escribiendo esclavo…
Historia real de nuestra sociedad… Buena manera de reflejarlo….
Felicidades….
María Lucrecia, disculpas por no agradecer, pero por alguna extraña razón su comentario me aparece hasta hoy, aunque es el primero…
El final de este relato es mucho más optimista que el original, al menos en esta versión a Susana le va bien.
Gracias por pasar y comentar, nos estaremos leyendo.
Saludos
Héctor Romero, gracias por la visita, por la lectura y por los comentarios.
Un agrado saber que el relato fue bien apreciado, me seguiré esforzando para mejorar… Y ¡a escribir esclavos! 😉
Carlyn gracias por sus palabras, espero verla más frecuente aqui por el taller.
Saludos.
Me ha parecido muy original y emocionante aunque en algunas partes puede llegar a resultar confuso.
Pasate por mi blog
inspiracionesalejandrinas.blogspot.com.es/
Hola Servio.
Un relato genial, con un titulo muy apropiado y un final sorprendente. Se agradece que hayas librado de la muerte inminente a Susana. El suspenso y la zozobra mantienen al lector enganchado en la trama, en definitiva un relato que muestra un drama humano y profundo.
Felicidades.
Buen relato, el final no lo esperaba, pensé que venía por otro lado la persecución.
Soy nueva por acá pero me gusta mucho la dinámica espero seguir participando!
Saludos
Hola Servio.
Increible relato, me ha gustado mucho todo el tema de la persecución, el final fue totalmente esperado para mi, pensé que se devolverían y que bueno que no fue asi. Susana salvada.
Pero ¿es parte de algo mas grande?, una novela. Porque la trama da para mas…
Excelente… felicidades.
Te invito a pasarte po el mio. #84 El borde de la gloria
Hola Servio,
Un relato entretenido que invita a leer de un tirón hasta llegar el final.
El desenlace le da un giro inesperado. Pensé que iba a tratar de otro tema. Me ha gustado eso. Me gustan los finales felices, aunque a veces no coinciden con la realidad.
En cuánto a la forma no veo errores.
Me ha gustado tu relato.
Estoy en el 58.
Nos seguimos leyendo!!!
Hola Servio.
He leido tu relato dos veces y me gusta la forma como está construido. El ritmo es adecuado,y uno lee de un tirón.
Tengo algunos reparos respecto al contenido. Me habría gustado un poco más de información. ¿Por qué era una indeseable? ¿Cuál era el misterio? Sin eso uno lee la escapada providencial de una madre con su hijo. Tal vez alargando el relato se podría descubrir más.
Saludos.
Hola Servio.
Has logrado un relato más que interesante,pero al igual que Pato Menudencia, me quedaron más preguntas que respuestas.
¿Sigue? Eso esperamos. Nos has capturado.
Con respecto a aspectos formales:
-“Susana esperaba y también que no la encontraran, o que sus perseguidores desistieran en su búsqueda. .” Creo que debería ir: Susana esperaba, y a la vez, esperaba que no la encontrasen, o que sus perseguidores desistieran. (ya sabemos que la estaban persiguiendo).
-Iba herida y dolorosa. Creo que debería ser: Iba herida y adolorida.
-Se recostó en el muro y fue entonces que se percató que se encontraba en el cementerio
-Agilizó sus pasos y se introdujo en la zona de los mausoleos. Podrían darle cierta protección.
-Supo que aquel escondite no era seguro. La descubrirían con facilidad. Otro dolor la volvió a paralizar.
-Se detuvo nuevamente al sentir que dolor volvía. Respiró profundamente tratando de oxigenar. Cuando el dolor comenzó a desaparecer siguió cuidadosamente hacia los mausoleos (ya estaba en el cementerio). Una nueva punzada de dolor la inmovilizó.
-No necesitas en los diálogos nombrar a cada uno que habla si son sólo dos.
Espero haberte sido de alguna ayuda.
Hasta el mes próximo