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Susana va al Parque Los Sauces - por Doralú

Susana esperaba. Las dudas por enésima vez la paralizan. Se encuentra en un montículo situado en un costado del Parque Los Sauces, bajo la sombra de un frondoso árbol. A su lado hay una pequeña caja color azul índigo con un lazo rojo metálico.
Sus pensamientos que continúan como un rollo de hilo enmarañado la mantienen lejos de todo lo que sucede a su alrededor. Ocasionalmente, sale de su ensimismamiento y observa distraída el paisaje. Caminos de piedra, áreas de grama, una mini represa rodeada de sauces de varias especies, un pequeño tranvía que recorre el Parque y la Laguna de Las Tortugas.
Susana mientras muerde angustiada la punta de las uñas trata de darse valor al hablar en voz alta:
—Tienes mucho para ganar y nada que perder. ¡Decide, decide… No esperes más! ¡Avanza sin mirar atrás!
El desasosiego la hace levantar y comienza a caminar en círculos; tiene los hombros encorvados, la mirada pegada al suelo y con una mano enreda nerviosamente su cabello entre los dedos. Con voz lastimera y sus ojos humedecidos con unas incipientes lágrimas continúa:
—¡Qué vida tan miserable, estoy harta de tanta tristeza y dolor! ¿Y si me equivoco nuevamente… y si no es la solución? ¡No, no, no!… no te dejes llevar por las vacilaciones, la lista de los pro y los contra te favorece.
Seca el sudor de su rostro y las lágrimas de sus ojos con el torso de una mano y continúa en sus cavilaciones:
—Rechoncha, cegata, sin pareja, sin plata y… para rematar, me he convertido en una persona insegura. ¿Qué tal si todo es una gran mentira? Y si nuevamente mis esperanzas e ilusiones van en caída libre al infierno?
Detiene su andar y levantando la voz se recrimina enérgicamente:
—¡Ya basta… deja de fastidiar tu vida!
Susana permanece inmóvil, los ojos fijos en la lejanía y comienza a balancearse suavemente. «Ya no debo aplazar la decisión, llamaré a mi amiga Laura, sé que me ayudará». Agarra su cartera y hurga de manera apremiante hasta que su mano sudorosa sujeta el celular.
—Laura querida, estoy en Los Sauces, dime una cosa: ¿De verdad tú crees realmente que esto vale la pena?
—¿Qué te pasa? ¡Hazlo de una buena vez!. ¡Qué tonta eres chica! —Le grita Laura y continúa:
—¿Hasta cuándo mijita? ¡Vas pa´l cielo y vas llorando! ¿Estás loca? —y al trancar el teléfono sin esperar respuesta, remata Laura: —¡No la soporto! ¡…Qué lenta es esa mujer!
Susana, se sienta bruscamente sobre la grama colocando la cabeza entre sus manos y permanece en silencio. «¡Ufff! No me esperaba ese regaño!, creo que se le pasó la mano, pero tiene razón, no debo esperar más» Busca en sus adentros la chispa que le dé el empuje que necesita y aflora en su memoria una frase, seguramente anónima, que escuchó hace mucho tiempo a su amiga: «Las oportunidades también tienen fecha de vencimiento.»
Toma la pequeña caja que tiene a su lado y se encamina hacia el viejo Sauce Llorón ubicado en el centro del Parque. Alrededor del tronco, se encuentra estacionado el tren y en uno de los vagones, Susana coloca su pequeña caja, mientras una especie de oración brota de sus labios:
—Deposito aquí un irritante lastre: los retazos tristes de mi infancia, las angustias del camino de espinas de mi juventud, y las miserias de la vida absurda con mi recién ex marido. Mi Dios, te doy gracias por darme fortaleza para aguantar las durezas de la vida y te pido me des alegrías para olvidarlas.
Cansada de tanto esfuerzo, Susana se arrellena en un diminuto banco colocado para el descanso de los visitantes. Allí, disfruta de la brisa que acaricia todo su cuerpo y del sonido que produce el movimiento de las delgadas ramas que casi llegan al piso. «¡Qué paz, qué tranquilidad se siente aquí!, me da la serenidad que tanto necesito». Susana esboza una tímida sonrisa y continua en sus pensamientos: «¡Qué delicia!, siento que floto sobre un cálido mar azul turquesa, que mece mi nuevo destino lleno de sosiego, seguridad y regocijos».
El sol ha perdido su brillo y Susana con pasos seguros recorre el sendero hacia la salida. Allí, hay un letrero que dice: Dejó con nosotros su pasado infeliz que será transportado al crematorio por los Vagones del Tren a la Vida. ¡Ahora… dedíquese a ser feliz! Esperamos no verlo más por aquí. Atentamente, Parque Los Sauces, el Cementerio de Pasados Tristes y Vidas Absurdas.

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7 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Doralú.
    Muchas gracias por pasar por mi relato y dejar tu comentario.
    Me temía que tomaba el suicidio, pero me encantó el final. Un Parque como ese para cada lugar, por favor. Todos tenemos derecho a dejar atrás pasados tormentosos y seguir hacia adelante.
    Me ha resultado un poco discordante las dos formas en que Laura habla con ella al teléfono. Al principio utiliza un lenguaje culto y al instante sale con un registro diferente, hablando con la misma persona.
    Me quedó un poco separada la primer frase, obligada, en tiempo pasado, y el resto del texto, en tiempo presente. Tal vez con un inicio del párrafo en tiempo pasado y luego pasar a la decisión final podría haber ayudado.
    De todos modos, un buen texto, retratando a una persona profundamente insegura pero que por fin decide cambiar su vida.
    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 10:46
  2. 2. Marián dice:

    Hola Doralú. Me gusta tu cementerio; es una muy buena idea. Y me gusta tu relato. Tiene un ritmo ligero y te va llevando con interés hasta el final.

    Te sugiero que incluyas un interlineado un poco mayor después de cada párrafo porque aporta mas claridad al conjunto del texto (a mi me gusta más, pero eso no significa que esté mejor, je, je).

    A mí, como a Laura, la conjugación de los verbos en el primer párrafo me suena un tanto discordante.

    Por otro lado, aprovecho para plantear una duda que me ha surgido según te leía: el uso de los guiones de diálogo para presentar los soliloquios de Susana no sé si son acertados. Y esto es una pregunta porque tengo clara su utilización para los diálogos, claro, pero en este caso, salvo la conversación con su amiga Laura, no hay diálogos propiamente dichos. ¿O sí? Podríamos considerarlo “diálogo consigo misma” No lo sé pero me ha llamado la atención esa forma de presentarlo.

    Por último, una errata: en el párrafo quinto “… Y si nuevamente…?” falta el signo de apertura de la interrogación.

    Te felicito por tu texto.

    Saludos, (223)

    Escrito el 18 abril 2017 a las 11:40
  3. 3. Doralú dice:

    Hola Marian,

    Gracias por tus sugerencias y comentarios para mi relato.
    En cuanto a un interlineado mayor después después de cada párrafo. Lo tomaré en cuenta para los relatos. Por lo general, lo aplico cuando realizo los comentarios.

    En relación al primer párrafo, tienen razón Laura y tú. Tengo que darle la vuelta. Es un reto para mí, escribir en menos de 15 días cerca de 750 palabras. Por más que reviso y reviso siempre hay algo que corregir. Gracias a Dios, en Literautas hay excelentes lectores con ojo especializados en diversas áreas.

    En el caso de la duda sobre el uso de los guiones de diálogo:
    Usé guión de dialogo cuando:
    1-Susana conversa en voz alta consigo misma. Como ejemplo:
    “… trata de darse valor al hablar en voz alta:
    —Tienes mucho para ganar y nada que perder. …”
    Otro ejemplo. Nota: quise hacer entender que continuaba hablando en voz alta: “Con voz lastimera y sus ojos humedecidos con unas incipientes lágrimas continúa:
    —¡Qué vida tan miserable, estoy harta de tanta tristeza y dolor!…”

    2-Cuando conversa telefónicamente con su amiga Laura.
    Usé comillas latinas para representar los pensamientos de Susana.

    Es esta la manera correcta de representar los soliloquios? No lo sé. También tengo la misma duda, pero tenía que tomar una decisión y arriesgarme. Me parece que fue lo mejor, así aprendo como solucionar en estos casos. No he conseguido literatura que aclare el tema. Le escribiré a Iria para que nos aclare el punto.
    Un abrazo!

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:34
  4. 5. LIAH PERSON dice:

    Hola Doralú, te devuelvo tu amable visita. Tu parque de los sauces me parece mucho más divertido que cualquier “parque de cipreses”. Ojalá fuera realmente eficaz y pudiéramos convertir en cenizas, para siempre, las malas experiencias.
    Me ha llamado la atención la expresión “vida absurda” en lugar de “vida adulta”, me parece un giro suspicaz para expresar dos realidades que, en muchas ocasiones, son la misma cosa.
    Hay por ahí algunas comas que se echan en falta, pero en general resulta un texto amable y original.
    Un gusto.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 06:56
  5. 6. Doralú dice:

    Hola Marián,

    En relación a la duda sobre el uso del símbolo apropiado para representar el dialogo consigo misma de la protagonista, te copio parcialmente la respuesta de Literautas a la consulta:

    “Me parece una pregunta muy interesante. Al tratarse de una conversación que la protagonista mantiene consigo misma en voz alta, sí se puede escribir tal y como lo has expuesto.

    También podrías haberte decantado por el uso de las comillas en lugar de las rayas de diálogo, como si se tratara de un pensamiento:…”

    En el blog de Literautas > reglas de escritura > como representar un diálogos gráficamente > en la entrada No 58 esta la respuesta completa incluyendo otro manera diferente de representar los soliloquios.

    !Un abrazo!

    Escrito el 21 abril 2017 a las 14:58
  6. 7. lilian ht dice:

    Hola
    Tu relato realmente me dejó en suspenso al inicio de verdad creí que Susana iba a hacer algo irremediable con su vida pero al final solté un suspiro de alivio. Ojalá todos pudiéramos deshacernos de todos nuestros pesares en un cementerio así. Buena trama. Espero que leas el mío para compartir criterios y darme algunos consejos ya que es la primera vez que participo soy el Nro. 178.
    Saludos

    Escrito el 2 mayo 2017 a las 20:55

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