Un hombre no tan distinto - por Álerson

Susana esperaba que yo fuera un hombre distinto. Solía idealizarme de mil manares. En su mundo, me parecía más a un superhéroe que a su propio padre. Pero Susana era una niña de ocho años y no podía esperarse otra cosa de ella. Su inocencia la hacía ver la mejor parte de todo… y todos. Sin excepciones.
Lo cierto es que cuando me enteré que se había ido para siempre no pensé que fuera posible. No creí que hubiese suficiente maldad en la tierra para tocar sus cabellos rubios. Fue entonces cuando supe que yo también había idealizado el mundo, fue mi culpa ser la única oveja en la manada de lobos. Si tan solo no le hubiese quitado los ojos de encima aquella mañana en el parque… Sí, porque al encontrar la X perdida en la ecuación de su miserable destino, el culpable de su suerte termino siendo yo… pero ya estoy trabajando en mi penitencia.
Es por eso que venía todos los días al cementerio a recordarle lo mucho que la quería, y que no descansaría hasta ponerle las manos encima al cabrón que le despedazó su mundo. Por eso hasta me alegre cuando la policía decidió cerrar el caso por falta pruebas… porque yo no las necesitaba para hacer justicia.
Susana esperaba que yo fuese un hombre distinto, un modelo de honor y juego limpio, un ángel. Antes me hubiese aterrado pensar siquiera en convertirme en todo lo contrario, en algo que la asustara. Hoy no temo ser un demonio, no si es por ella. Tampoco espero que me perdone, si es que me está viendo. Ni siquiera sé si cuando acabe me sentiré mejor. Tal vez es cierto que la venganza es solo una espiral autodestructiva. La verdad es que soy un hombre no tan distinto, pero ya no me importa…
Hoy solo sé, que cuando cierre esta tumba le habré quitado al mundo una peste, una a la que nadie va a extrañar.
No, nadie te va a extrañar, cabrón. Te pudrirás acá abajo sin que nadie venga a decirte que te quería, sin nadie que prometa vengarte. La soledad será tu castigo. Espero que no te de miedo la oscuridad… ¡Ah! Y no te preocupes porque te entierre vivo, acabarás muriendo en algún momento. Hasta nunca.