Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La larga espera de Susana - por Daniel Escobar Celis

Web: http://danielecelis.blogspot.com/

Susana esperaba con su larga cabellera negra, que los rayos cobrizos del astro rey se ocultaran tras las siluetas de las casas de la barriada.

Avanzadas las horas, un oscuro manto azul con unas pocas y titilantes incrustaciones diamantinas cubrió el firmamento. Un brillo espectral se colaba entre los barrotes de un mausoleo, semejante a una casa colonial, posándose en placas marmóleas apenas visibles por la maleza. Susana deambulaba entre los laberínticos pasadizos rodeados de lápidas, cruces y esculturas derruidas con plantas gramíneas que llegaban hasta su cintura, mientras con voz quejumbrosa se le podía escuchar: “¡Háblame, rompé el silencio! ¿No ves que me estoy muriendo?… ¡Qué cosas que tiene el destino! Será mi camino sufrir y penar…”.

—¡Hasta aquí los acompaño! —Dijo Claudia mientras temblaba y miraba a uno y otro lado nerviosamente.

—¡No seas tonta, peor es que te quedes sola en medio de la calle! —Con tono burlón le replicó Julián.

—¡No te preocupes mi amor, yo te protejo! —Finalizó un confiado Miguel rodeándola con su brazo.

En medio de una pared blanca se encontraba una puerta sin rejas, a través de la cual entraron los tres jóvenes iluminados por sus linternas de mano. Una suave y gélida brisa soplaba erizando los vellos de la piel. El silencio era tan profundo que podía escucharse con claridad cada paso y respiración de los jóvenes, en especial la agitada inhalación y exhalación de la chica.

—¿Y si nos sale la Sayona? —preguntó Claudia mientras se aferraba a Miguel.

—Jajaja —Soltó Julián una gran carcajada— ¡No seas tonta mujer!, ¿En donde crees que estamos?, aquí no sale la Sayona.

—¡No te burles de mí!, yo no sé nada de fantasmas ni ese tipo de cosas, pero no quiero ver nada de eso. —Dijo con voz llorosa Claudia mientras se aferraba con más fuerza a un Miguel que intentaba en vano contener la risa.

Julián se dedicó a tomar fotos a medida que iban caminando entre los mausoleos de concreto, de piedras graníticas, de mármoles negros, blancos y rojizos en los que podían leerse fechas que abarcaban cerca de un siglo. A unos cuantos cientos de metros una hilera de paredes con sus respectivas puertas, rejas, ventanas y techos, algunas de ellas con luces encendidas, daban una extraña delimitación a aquel campo santo. “¿Qué se sentiría vivir al lado de un cementerio?” se preguntaba un tranquilo Miguel que parecía disfrutar su papel de protector de Claudia.

De pronto, un canto quejumbroso rompió el silencio de la noche dejando petrificados a los tres jóvenes. A medida que este canto se les aproximaba se miraban unos a los otros sin pestañar ni poder emitir siquiera una palabra. La tensión se incrementó al punto que Miguel no aguantó más echando a correr.

—¡Miguel, Miguel, no me dejes!, ¡Desgraciado cobarde! —Gritaba Claudia con vos desafinada, de rodillas en el suelo mientras por sus mejillas brotaban lágrimas sin parar y su cuerpo temblaba sin control.

—Jaja, ¡El muy gallina dejó el pelero!, no te preocupes, que debe ser solo una bromista. —Dijo un Julián con voz entrecortada que apenas podía sostener la cámara y la linterna con sus manos temblorosas.

Frente a ellos una chica de túnica blanca y larga cabellera negra hizo su aparición. Perplejos, Claudia y Julián contemplaron la mirada vacía y los ojos negros, cual pozo sin fondo en medio del rostro pálido y sin vida, de aquella aparición. Las caras de ambos empalidecieron al tiempo que sus ojos abiertos de par en par contemplaban aquel espectáculo sin pestañar. Aquella mujer de túnica blanca abrió sus brazos como buscando un abrazo dirigiéndose a Julián justo antes de decir:

—¡Mi amado, por cuanto tiempo te he esperado!, ¡Ven conmigo!, ¡Acompáñame en una nueva vida!

Inmediatamente se escucharon un par de gritos desgarradores y ambos jóvenes escaparon despavoridos de aquel lugar. La linterna de uno de ellos se cayó, posándose sobre una vieja lápida negruzca y descolorida, en la cual se podía leer la inscripción: “Susana Ortega 11-11-1936 al 23-05-1960”.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

11 comentarios

  1. 1. Maria Jesús dice:

    Hola Daniel, buen relato, muy descriptivo genera tensión a medida que avanzas en su lectura. Para mí, personalmente, los dos primeros párrafos me parecen sobrecargados, pero es mi opinión. No entiendo mucho las frases que dicen “¡Háblame, rompe el silencio! ¿No ves que me estoy muriendo? ¡Qué cosas que tiene el destino! Será mi camino sufrir y penar…” Entiendo que las dice el espíritu de Susana, pero no explicas por qué razón lo hace, o yo no lo he captado.
    Luego lo demás está muy bien, tres amigos paseando con cierta inquietud por el camposanto y la aparición del espíritu para darle suspense a la trama. Buen trabajo.
    Un saludo.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 17:16
  2. 2. Ella dice:

    Hola Daniel:

    Sentí como se incrementaba la tension con la lectura del relato. Te felicito por el uso de guiones, comillas y signos de admiración e interrogación.

    Sobre el primer párrafo, creo que diciendo algo sobre la cabellera de Susana y agregando “a”, mejora la frase:

    “Susana esperaba acariciando su larga cabellera negra, a que los rayos cobrizos del astro rey se ocultaran tras las siluetas de las casas de la barriada.”

    En la segunda parte del segundo párrafo opino que mejora con:

    Susana deambulaba entre los laberínticos pasadizos rodeados de lápidas, cruces, esculturas derruidas y plantas que llegaban hasta su cintura, Con voz quejumbrosa se le podía escuchar gemir: “¡Háblame, rompé el silencio! ¿No ves que me estoy muriendo?… ¡Qué cosas que tiene el destino! Será mi camino sufrir y penar…”.

    Esperando te sirvan mis comentarios, te envío un cordial saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 01:13
  3. 3. charola dice:

    Hola Daniel!

    Buen relato, me gustó la trama, vas creando tensión y uno va metiéndose en el relato sin pensar si puede ser cierto o no. Bueno, a mí me pasó eso y considero que está muy bien.

    Coincido con Ella, creo que esos párrafos ganan mucho con sus acotaciones.

    Felicitaciones.

    Estoy en el 199 por si quieres ir.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 21:49
  4. Gracias por el comentario los tomare en consideración. Creo que tarde un poco en revisar. Originalmente pensaba publicar dos microrelatos pero el segundo termino siendo mas largo de lo esperado y ese fue el que publique el primero mucho mas corto es el siguiente:

    Susana esperaba en cuclillas y con la cabeza encajada entre las piernas, el desenlace de aquel evento. Su cuerpo tenso temblaba sin control mientras que su voz trémula y entrecortada, cual niño que gime, repetía afanosamente: “El que habita al abrigo del Altísimo. Morará bajo la sombra del Omnipotente… Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará…”

    Entre sus brazos mantenía aferrado, cual niña a su oso de peluche, un ramo de rosas blancas. En la loza de cemento ennegrecida por el tiempo bajo sus pies podía leerse: “Susana Guevara 12-03-1975 al 04-07-1997”. A su alrededor se erigía una ciudad fantasmal de mausoleos, cruces, esculturas y lápidas con sus colores marchitados.

    Susana no cesaba en sus plegarias y mientras corrían las lágrimas por sus mejillas, se la podía ver estremecerse ante cada sonido retumbante. A solo metros de ella, el ruido de ráfagas centellantes se confundía con el de las motos y gritos en una cacofonía que hacía recordar escenas de guerra.

    Y tan rápido como empezaron, cesaron los disparos, al tiempo que el sonido de las motos se alejaban. Los infortunados espectadores entre gritos, llantos y lamentos, se recomponían de aquella escena mientras un par de cuerpos fríos, yacían entre las lápidas grisáceas y el pavimento, con su sangre escurriéndose y filtrándose entre las tumbas.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 03:54
  5. 5. Mariana Sánchez dice:

    Hola Daniel: Me gustó mucho tu relato. Entiendo que Susana es un ánima en pena que se quedó transitando en este mundo por una pena de amor. Está muy bien logrado. Tal vez sí son un poco extensos y sobrecargados los primeros párrafos, pero ayudan a crear el clima de tensión.
    Me gustó mucho. Cuando puedas leete el mío, soy tu vecina nº 17, Piquillín.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 20:16
  6. 6. Anael dice:

    ¡Hola Daniel!

    Me pareció muy original el relato al empezar a narrar desde la perspectiva de Susana. Es interesante. A mí las historias de miedo no me gustan mucho, así que no te puedo decir si es buena o no porque no tengo experiencia en el género, y la puntuación se me puso un poco en el camino…

    A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

    1. Puntuación:
    a) “Susana esperaba con su larga cabellera negra, que los rayos cobrizos del astro rey” Susana esperaba, con su larga cabellera negra, a que los rayos cobrizos del astro rey / Susana esperaba con su larga cabellera negra a que los rayos cobrizos del astro rey
    b) “¡No seas tonta mujer!, ¿En donde crees que estamos?, aquí no sale la Sayona.”
    ¡No seas tonta mujer!, ¿en dónde crees que estamos?, aquí no sale la Sayona. / ¡No seas tonta mujer! ¿En dónde crees que estamos? Aquí no sale la Sayona.
    (Si hay comas, la siguiente palabra en minúscula. Si las eliminas, en mayúscula. En el siguiente caso igual)
    c) “—¡Mi amado, por cuanto tiempo te he esperado!, ¡Ven conmigo!, ¡Acompáñame en una nueva vida!”
    —¡Mi amado, por cuanto tiempo te he esperado! ¡Ven conmigo! ¡Acompáñame en una nueva vida! / —¡Mi amado, por cuanto tiempo te he esperado!, ¡ven conmigo!, ¡acompáñame en una nueva vida!
    d) “Perplejos, Claudia y Julián contemplaron la mirada vacía y los ojos negros, cual pozo sin fondo en medio del rostro pálido y sin vida, de aquella aparición.”
    Perplejos, Claudia y Julián contemplaron la mirada vacía y los ojos negros cual pozo sin fondo en medio del rostro pálido y sin vida de aquella aparición. / Perplejos, Claudia y Julián contemplaron la mirada vacía y los ojos negros, cual pozo sin fondo, en medio del rostro pálido y sin vida de aquella aparición.

    2. Diálogos:
    a) “—¡Hasta aquí los acompaño! —Dijo Claudia mientras temblaba”
    ¡Hasta aquí los acompaño! —dijo Claudia mientras temblaba.
    b) “—¡No seas tonta, peor es que te quedes sola en medio de la calle! —Con tono burlón le replicó Julián”
    —¡No seas tonta, peor es que te quedes sola en medio de la calle! —le replicó Julián con tono burlón.
    c) “—¡No te preocupes mi amor, yo te protejo! —Finalizó un confiado Miguel”
    —¡No te preocupes mi amor, yo te protejo! —finalizó un confiado Miguel.
    d) “—Jajaja —Soltó Julián”
    —Jajaja —soltó Julián
    De todas formas, nunca me ha convencido transcribir la risa a diálogo. Creo que quedaría mejor:
    Julián soltó una carcajada
    —¡No seas tonta, mujer!
    e) “pero no quiero ver nada de eso. —Dijo con voz llorosa Claudia”
    pero no quiero ver nada de eso —dijo con voz llorosa Claudia
    f) “—¡Miguel, Miguel, no me dejes!, ¡Desgraciado cobarde! —Gritaba Claudia con vos desafinada
    —¡Miguel, Miguel, no me dejes! ¡Desgraciado cobarde! —gritaba Claudia con voz desafinada
    g) “—Jaja, ¡El muy gallina dejó el pelero!, no te preocupes, que debe ser solo una bromista. —Dijo un Julián…”
    —Jaja. ¡El muy gallina dejó el pelero! No te preocupes, que debe ser solo una bromista —dijo Julián…

    3. Me ha gustado que tomaras la perspectiva del fantasma para empezar la historia.

    4. Los personajes creo que son muy realistas y están bien construidos (me encanta cuando Miguel recibe encantado a Claudia, pero luego cuando a él le entra el canguelo sale corriendo despavorido, jajaja

    La historia está bien y es entretenida, pero me parece que le falta algo de atmósfera. Me ha resultado cómica (sobre todo los personajes de Claudia y Miguel, porque están muy bien retratados) pero al mismo tiempo tenía la sensación de que quería dar miedo. Me ha faltado un poco en ese aspecto, no he llegado a sentir el miedo de los personajes. Pero ya te digo que no soy lectora de este género, las historias de este tipo me suelen aterrar o provocar hilaridad. Y ninguna de las dos cosas es buena del todo. Yo creo que si pules un poco la puntuación te puede quedar mejor (me he distraído mucho con tanta mayúscula y signo de puntuación desplazado, lo siento) , y trataría de encontrar algún elemento realmente terrorífico que le meta el miedo en las venas al lector. Buen trabajo 🙂

    Espero que las sugerencias te sean útiles 😉 Gracias por pasarte a comentar mi texto, ¡hasta el mes que viene 😀 !

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 23 abril 2017 a las 17:15
  7. 7. Tavi oyarce dice:

    Hola Daniel
    Anduve un poco perdido entre tanto personaje, pero releyéndolo me di cuenta que lo que falta es una transición entre el deambular de Susana y la aparición intempestiva de los tres amigos que aparecen muy repentinamente y sin una explicación.
    Aparte de eso encontré un buen relato, pequeñas faltas ortográficas (marmóleas no lleva acento y donde cuando va en pregunta lleva acento). Nada que no descubra una revisión más exhaustiva.
    A pesar que hablas de que es un canto de susana, debieras buscar la forma de explicar que eso de: “háblame, rompé el silencio… es un tema cantado por Ledesma con la orquesta de Varela. No tan así pero al menos soslayarlo.
    Saludos

    Escrito el 23 abril 2017 a las 22:31
  8. 8. Tavi oyarce dice:

    gracias por pasar por mi relato

    Escrito el 23 abril 2017 a las 22:31
  9. 9. Flekcher dice:

    Hola Daniel! Casi no frecuento historias de suspenso, sin embargo ha sido muy buena la tuya. Sobre todo me ha agradó tu manera de describir los ambientes, y la sencillez de los personajes. A veces nos falta espacio para darle explicación a ciertas situaciones que entendemos en nuestra cabeza pero que es más complicado darle a entender al lector, a pesar de algunas ideas que no tenía muy claras, al final todo tuvo sentido, me gustó mucho.
    Sigue asi 🙂

    Escrito el 24 abril 2017 a las 18:21
  10. 10. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Daniel, tu relato me ha gustado, en general está muy bien.

    Me ha despistado el diálogo que empieza tras los dos primeros parráfos pues es independiente de estos, creí que estaba contando la historia de Susana algún guía turístico.

    En cuanto a los mejorables que no te han dicho:

    – “se la podía escuchar”

    – “pestañear”

    – “por cuánto tiempo”

    Por último un consejo y es que muchas veces menos es más y para decir “una hilera de casas” no es necesario poner “una hilera de paredes con sus respectivas puertas, rejas, ventanas y techos”. Recuerda que una de las cosas buenas que tiene este taller es que la limitación que nos ponen de setecientas cincuenta palabras nos hace que nuestro cerebro trabaje para concretar y poner justo lo necesario.

    Un abrazo.

    Escrito el 27 abril 2017 a las 10:37
  11. ¡Me gustó mucho tu relato! Tiene el toque de humor venezolano y me encantó que incluyeras algo de nuestras leyendas.
    Lo único que puedo acotar es que tengas más cuidado con la puntuación y los errores ortográficos.
    Espero leerte el próximo mes.
    ¡Saludos!

    Escrito el 27 abril 2017 a las 19:52

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.