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Trotamundos - por Rosalia DS

Susana esperaba poder perderse por una callejuela, por una avenida, por un pequeño parque para hacer que su vida volviera a ser agradable y apetecible.
En esos momentos nada importa más que disfrutar de la buena compañía, de esa charla entretenida y, como no, de la desconexión que se produce en su mente sobre los problemas que le turban en su día a día.
Poder disfrutar de esa compañía ha sido para ella algo que llevaba tiempo deseando, pero que pensaba que ya nunca más lo podría realizar. Poder sentir que hay una excelente conexión entre ellos, en sus miradas, en sus palabras y en sus gestos.
¿Qué decir de esos días perdidos por una ciudad que los desconoce y que esconde sus secretos?
¿Qué decir de esa alcoba que veía como sus cuerpos se iban desnudando y el deseo y la pasión se desbordaba cada vez que se iban acariciando?
¿Qué decir de las conversaciones después de unirse en una sola persona, de los abrazos que desbordaban cariño y de los besos tiernos que recibían su piel?
Todo ello le hacia recordar que la vida esta echa por esos momentos mágicos en las que te hacen sentir las ganas de confiar en las personas.
Y allí estaba ella deseando que él apareciera otra vez para que la llevara a su mundo de fantasía y misterio.
Pero no se trataba de ese amor que deseas que este en tu vida eternamente, sino de algo más profundo que te llena el alma en esos momentos de solitud y desidia.
Sin duda exageraba con todo ello, pero ¿Qué son los sueños sino para intentar vivirlos, realizarlos o al menos respirar ese aire nuevo lleno de ilusiones y esperanzas?
Poder oír lo que le explicabas de su vida, de esos recorridos por el mundo, de estar en esos momentos más importantes de la historia de la humanidad. Como no dejarse sorprender por sus relatos de cooperante en países donde la dictadura había hecho mella, donde la gente no tenía voz y las armas eran las que hablaban.
Poder oír de su propia voz el hecho de que allí estaba en un momento álgido de la represión de una nación donde los soldados por simples ordenes de un tirano quería acallar el hambre se su propio pueblo llenando sus cuerpos de plomo y metralla.
Y todo por ese deseo de poder llegar ser un trotamundos, conocer países y culturas, gente de toda clase y diversidad. No sentirse ligado a una sociedad, a unas tradiciones donde la censura era el pan nuestro de cada día.
Y entre sus paseos por esas calles perdidas, entre el revoltijo de las sabanas, entre los sueños y las esperanzas estaba ella escuchando, disfrutando y deseando que esa luna de miel nunca acabara.
Dejar la tristeza de una vida pasada y volver a sonreír, aunque solo fuera por unos días.
Eso es lo que le había aportado en esos días, aunque pocos, pero muy intensos, aprovechando cada hora, cada minuto, incluso cada segundo, le hacía pensar que la libertad la tenía siempre a su lado y que solo uno mismo puede darle las alas para conseguirla.

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5 comentarios

  1. 1. Alberto C. dice:

    Sin palabras. Me he sentido muy identificado con tu Susana en algunos aspectos.
    La única pega que le veo, y en mi opinión, claro está; es cuando, por la mitad más o menos, ella deseaba que él apareciese de nuevo. Al seguir leyendo me ha dado la sensación de que todo lo que anhela Susana es gracias a él. Creo que no hubiera estado mal ampliar un poco más las puertas -por decirlo así-. En vez de “gracias a él” a un “gracias a él, entre otras cosas”. Espero explicarme.

    Pero nada; no le des importancia ¿eh? el relato es fantástico. ¡Felicidades!

    Estoy en el 215. ¡Nos leemos! 🙂

    Escrito el 17 abril 2017 a las 15:02
  2. 2. Kelsang dice:

    Hola Rosalia,

    Soy Kelsang, estoy en el 213 y me ha tocado comentarte. Allá voy.

    No tengo mucho que decir, porque este relato escapa a mi ámbito de conocimiento. Quizás no estoy haciendo una lectura correcta, pero parece más un recorte de un diario o un fragmento de un monólogo interior que un relato como tal. Como lo que encuentro es muy poco narrativo, muy reflexivo, no sé muy bien cómo abordarlo.

    Un apunte de forma sí que me gustaría hacerte. Intenta dejar un renglón vacío entre párrafos, porque ayuda muchísimo a la lectura.

    Un saludo,
    Kelsang, 213

    Escrito el 20 abril 2017 a las 14:10
  3. 3. Gaia dice:

    Muy buen relato, me gustó mucho y también me identifiqué
    Puedes visitar a mi Susana en el 145

    Escrito el 20 abril 2017 a las 18:43
  4. 4. Estel Vórima dice:

    Hola, un buen relato sobre los momentos que componen la vida,sobre como saborearlos. Esas ganas de recorrer, de conocer, de aprovechar.
    Me encanta, muy bueno.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 16:48
  5. 5. Arianne dice:

    Buenas buenas. Rosalia, a pesar de no ser preferente de este tipo de relatos es fácil identificarse con susana en ciertas partes y eso me gusta.

    Te sugiero el espacio más amplio entre párrafos, y hacerlos un tanto más cortito, los párrafos aclaro no el relato xD. Espero seguir leyendote.

    Escrito el 25 abril 2017 a las 06:14

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