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Justicia funesta - por Larahan

Susana esperaba llorando ante aquella tumba. Estaba sola. El entierro había sido ya hace algo más de tres horas y ella había decidido quedarse allí. Esperando.

—Sabría que vendrías —dijo Susana cuando escuchó los pasos sobre la grava a su espalda.
—Sé que lo sabías —respondió con tono seco el hombre mientras se ponía a su lado, se sacaba la gabardina y se la ponía en los hombros a la mujer.
—¿Fuiste tú? —preguntó la mujer tras aceptar de buen grado ese abrigo. Ya empezaba a refrescar la tarde y había venido sin abrigo.
—Sí.
—Lo sabía.
—Ya lo sé.
—Pero, ¿por qué a él? —preguntó inquisitiva Susana apartando los ojos de la tumba y mirando a los ojos al recién llegado.
—Se lo merecía. —Fue la corta respuesta que recibió de él. "Parco en palabras como siempre" , pensó Susana.
—¿Por qué?
—Justicia.
—¿Justicia?
—Sí.
—¿Qué hizo para merecerse una muerte así? —preguntó con gran curiosidad Susana—. Por lo que yo sé de él, siempre fue un hombre respetado, si no querido, que invertía parte de su tiempo y de su esfuerzo en ayudar en ONGs.

Unos pasos tras ellos hicieron que se quedaran callados durante un tiempo. Luego Susana se agarró al brazo del hombre y susurrándole al oído con una leve sonrisa le dijo:

—Creo que ya es tarde, deberíamos irnos. Pero me tienes que responder a la pregunta, que no me he olvidado.
—Vale.
La extraña pareja avanzaba por el cementerio silencioso y vacío con paso lento.
—No era honrado. —Empezó a hablar el hombre al cabo de un rato.
—¿No?
—Se dedicaba a blanquear dinero procedente de la droga a través de sus negocios. Debía mucho dinero a más de una persona. Que tenga constancia al menos dos de ellas se suicidaron por esas deudas. Pero siempre salía impune de los juicios. Siempre era él el honrado al que acusaban falsamente.
—¿Y cómo es que fuiste a por él? —preguntó Susana—. Antes me dijiste que no lo conocías.
—Escuché hablar de él en un bar mientras tomaba un café. Escuché que le debía mucho dinero a uno de los que estaban presentes y que el otro le dijo que tuviera cuidado con él que estaba metido en la droga.
—¿Y solo por una conversación de bar lo mataste?
—No me ofendas. Sabes bien que siempre hago mis averiguaciones antes de proceder. Sabes que nunca haría daño a alguien bueno o medianamente honrado. Cosa que esta escoria no era.
—¿No?
—Dentro de unas semanas ya lo leerás en la prensa. Toda mi investigación la envié a distintos medios.
—Sabes que no deberías hacer esto. Es peligroso. Podrían pillarte.
—Podrían. Y sabes bien que no negaré nada que sea cierto.
—Oh, qué honrado y buena persona eres —se burló Susana.
—¿Verdad?
—Sabes que lo decía en broma, ¿no?
—Pues no —respondió un poco sorprendido el hombre y luego miró a Susana con gran afecto—. Bueno, qué más da. Te lo perdono.
—Siempre me lo perdonas todo —respondió juguetona ella.
—A ti sí —respondió en su tono habitual.
—Dicen que murió de una forma horrenda tras una horrible tortura —comentó Susana retomando el tema del difunto.
—Aún después de que le mostrara todas las pruebas se atrevió a negarlo con tono chulesco. Y ya sabes… no me gusta que me tomen por tonto.
—Debió de ser horrible lo que le hiciste.
—Sí —respondió seco, como siempre, el hombre.
—Jo, qué pena. Tenías que haberme invitado a participar. Suena que fue tan divertido…

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5 comentarios

  1. 1. Estel Vórima dice:

    El tema de los justicieros, siempre tan controvertido…
    Has tratado de una forma sencilla y algo desenfadada esa cuestión de que nada mejor que morirse para que hablen bien de uno. Por el tipo de tema que tratas hubiese estado bien conocer un poquito mejor la forma de pensar de los personajes. A veces, como ocurre en la vida real, los diálogos no profundizan de todo en lo que sentimos o pensamos (Pero no es más que una opinión personal).
    Pero me ha gustado bastante.
    Un saludo.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 18:54
  2. 2. Doralú dice:

    Hola Larahan,
    Es un relato que es muy fácil para leer, tiene buen ritmo los diálogos. Está muy cuidado en cuanto a ortografía y uso de las reglas de escritura. Solo unos pequeños detalles sin importancia, aquí un ejemplo:
    “…tras aceptar de buen grado ese abrigo. Ya empezaba a refrescar la tarde y había venido sin abrigo.” En este caso con utilizar un sinónimo de abrigo es más que suficiente.

    En cuanto a la trama, se presentaron tres dudas o interrogantes:
    1. Si el difunto se dedicaba a blanquear dinero a través de sus negocios, ¿por qué debía mucho dinero a más de una persona?. Siempre he creído que el que blanquea dinero e invierte en negocios siempre tiene… a menos que sea mal inversor. No es la misma situación para el que blanquea y es jugador, allí sí queda tácito la posibilidad que deba hasta la forma de caminar.
    2. Susana me sorprendió con su actitud. Al inicio del relato, esperaba llorando ante la tumba… y ya llevaba 3 horas allí cuando apareció su acompañante. Y al final del relato dice: “” Suena que fue tan divertido…” Mi pregunta es: hay incongruencia o es tan pervertida la Susana esa que le parece divertida la tortura?
    3. Susana, líneas antes de concluir el relato dice: “Debió de ser horrible lo que le hiciste.” Para finalizar con la expresión “Jo, qué pena. Tenias que haberme invitado a participar.” ¿Es burla? ¿es incongruencia? o ¿está loca? no logro imaginar que otra circunstancia la hacen reaccionar de esa manera.

    En un texto más largo, estoy segura que aparecerán las respuestas a estas interrogantes. Es un buen inicio de una historia bien enrevesada según puedo entrever por las características de Susana.

    Espero que mis comentarios sean de utilidad. Continúa escribiendo y aprendiendo.

    ¡Caminante, no hay camino, se hace camino al andar! (Jon Manuel Serrat)

    Escrito el 17 abril 2017 a las 20:46
  3. 3. Marián dice:

    Hola Larahan. Un relato sorprendente y lleno de contrastes. Tiene un ritmo muy fluido.
    Te diré que no me encaja bien el que Susana esté llorando, al principio, con el resto de la historia.
    Y el giro final si que sorprende.
    A mí también me parece como que forma parte de un texto mas largo en el que aumente la verosimilitud de la historia.
    Me ha gustado.
    Saludos,

    Escrito el 20 abril 2017 a las 18:38
  4. 4. Larahan dice:

    Muchas gracias por leerme y por los comentarios.

    Veo que en general os extraño el comportamiento de Susana. Bueno, podría decirse que está loca o simplemente actuaba cuando estaba llorando como hacen las plañideras. Y puede que Susana no viera normal estar esperando tres horas ante una tumba así sin más o que le gustara ser mas dramática, daros cuenta que sabía que vendría el hombre.

    Doralú:
    Lo del abrigo se me paso al leerlo no me fije en la redundancia >.<.
    Y en cuanto al interrrogante 1 supongamos que el muerto blanqueaba dinero mediante inversiones y de paso timaba a gente que quería invertir. No debía a los de la droga sino a los otros.

    PD. Nadie se fijo en el fallo de "—Sabría que vendrías", era "sabía" no se como pude omitirlo al revisar el texto, leí todas las veces sabía :\

    Escrito el 22 abril 2017 a las 21:01
  5. Hola Larahan.
    Tu relato no me ha dejado indiferente. Una historia de una Susana que abre muchos interrogantes cuando se termina la lectura.
    Para mi gusto sobran algunos diálogos que, en una conversación coloquial salen a montones (¿si? ¿no? ¿verdad?), pero que en el lenguaje escrito molestan por reiterativos. No aportan nada nuevo, no hacen avanzar la trama. Para mi se hicieron pesados.
    Tampoco hubiera explicado que no había traído el abrigo y que hacía frío. Estaba perfecto sin esa aclaración.
    Creo que le falta un poco de pulimento para que te quede un relato redondo, pero son cosas sin importancia. Lo importante ya lo tienes.
    Un placer descubrirte.
    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 22:22

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