Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
D.E.P. Ernesto - por drow_jack
Web: https://jackspits.wordpress.com/
Susana esperaba tener que lidiar con la mujer de Ernesto algún día, pero no bajo circunstancias tan violentas.
La presente viuda de Ernesto lloraba a moco tendido seguida por sus hijos y del resto de la familia. El temporal acompañaba los llantos con una lluvia que caía cual flagelo sobre la ceremonia de sepultura.
Susana observó al gentío desde una distancia prudencial, lo suficiente como para que nadie tuviera contacto directo con ella, como desconocida, quería evitar a toda costa preguntas innecesarias. Por otro lado, no podía evitar pensar que llamaba más la atención de esa manera, ya que no había otro entierro en los alrededores, estaba claro que asistía allí por Ernesto. No vislumbraba las miradas bajo el cúmulo de paraguas, pero seguro que más de uno tenía la vista fijada en ella preguntándose quién era. No podía parar de pensar cuán indecoroso suponía para la viuda que se presentase en un momento tan fatídico.
El panorama era todo lo triste que podía llegar a ser, incluso para Susana, que apenas hacía dos meses que conocía a Ernesto. De hecho, ni podía decir que lo conociera: sabía su nombre, que tenía mujer e hijos y poca cosa más. Que no supiera que estaba enfermo terminal era suficiente prueba de lo poco que lo conocía, pero Susana no achacaba a los datos el hecho de saber de una persona. A veces, el cómo te hace sentir alguien cuando está contigo ya transmite conocimientos más relevantes que saber su horóscopo o su oficio, y más, en situaciones íntimas como en las que solía trabajar ella.
Cuando se enteró de su muerte, notó una perturbación en su alma. Metáforas aparte, le sorprendió que le afectara de sobremanera. Sí que es verdad que nunca se había visto en esa situación, pero normalmente no sentía cariño por alguien en tan poco tiempo, y menos habiendo quedado en cuatro o cinco ocasiones contadas con él. Y lo más alocado, le entró el empeño de asistir a su entierro por muy desafiante que pudiera llegar a resultar eso; pero lo quiso así, por lo menos en ese momento. Ahora que se ubicaba allí presente, ante una familia desolada capitaneada por una viuda cornuda, se empezaba a arrepentir.
¿Quién la había invitado a ese entierro? Nunca mejor dicho. ¿En qué momento le pareció buena idea? ¿Por qué tenía la necesidad de asistir ahí? ¿Se sentía culpable por ser cómplice de infidelidad o, en cambio, era una necesidad irrefrenable de despedirse de Ernesto de alguna manera? Susana no podía responder a todas aquellas preguntas, solo sabía lo que su voluntad le dictaba en cada momento. Ahora veía a esa mujer, irreconocible comparándola con las fotos que le había enseñado el difunto en vida, y solo pensaba en ir allí, abrazarla y consolarla; un gesto simple. ¿Hipócrita? Puede que también; pero independientemente de lo que ella hubiera hecho con Ernesto en lo que parece que fueron “Sus últimos días”, ella nunca le había deseado ningún mal a aquella desconocida. Y eso era lo más importante, era una desconocida. Ernesto le había hablado de su mujer, pero dudaba mucho que le hubiera hablado a su mujer de ella; y no había ido allí para manchar la imagen de un muerto, había ido allí para despedirlo. Si preguntaba quién era, solo tenía que decir que era una conocida del bar que se había enterado de la tragedia.
Faltaba acercarse.
Demasiada gente, pensó Susana al principio. Como es lógico, la afectada no gozaba de soledad en ningún momento. Decidió ser paciente y aguantar el chaparrón hasta encontrar la oportunidad perfecta. Eso ocurrió tras una hora de llanto colectivo, cuando los familiares, poco a poco, fueron despidiéndose de la mujer y de los hijos. Susana entró en acción entonces y se acercó lentamente con sus zapatos anegados.
―Disculpa, no nos conocemos, pero quería decirte que te acompaño en el senti…
―¡Fuera de mi vista, puta! ―le espetó la mujer cortando el pésame en el aire.
La viuda agarró fuerte la mano de los niños y abandonó la tumba de su marido dejando a Susana plantada.
Hola que chasco susana parece que no s merecía ese trato.
Saludos
Que alegría volver a verte por aquí, la verdad es que no me lo esperaba. El relato esta muy conseguido, no he visto nada raro y la historia fluye muy bien. Lo más flojo el final, no consigue estar a la altura del relato.
De todas formas un relato excelente. Un placer volver a leerte.
Hola!! No he podido resistirme y aprovecho este café para leerte…
Me gusta el punto de vista que le has dado, está muy elaborado y se nota que lo has repasado bastante. Pero yo también creo que te han faltado palabras al final. Tal vez, acortando las reflexiones pues queda claro quién es susana y te extiendes en ello, podrias haber matizado el encontronazo: las miradas, unas palabras o incluso alguna impresión de la viuda…
Pero bien, muy buen estilo!!
Hola drow_jack.
Antes que nada quiero agradecerte tu paso por mi relato y tu comentario. Me has hecho muy feliz.
Respecto al tuyo, tengo que decir que pienso que es tu mejor relato en este taller (al menos, de los que yo he leído) La parte formal está impecable, sin ninguna falta de ortografía, sin ninguna coma fuera del sitio, una delicia de leer.
Por eso siento estar de acorde con la impresión que ha causado también en los demás comentaristas. El final queda vacío, sin chicha. Sé que has querido centrar todo el peso del relato en los pensamientos internos de Susana, y lo has conseguido, retratándonos muy bien al personaje, su sentimiento de culpabilidad presentándose en el entierro, pensando de antemano la reacción de la viuda.
Y llega el final y pasa justamente lo que ella temía. No hay sorpresa, no hay careo. La viuda, como compañera “legal” del difunto, se cree una merecedora de estar ahí. Por eso, y sé que no debería hacerlo, me he tomado la licencia de imaginar otro final, que le diera un giro de 180 grados. No pretendo con ello decirte cómo deberías cerrar tu historia (nada más lejos de mi intención), pero mi fantasía ha volado y ha ideado otra situación muy diferente.
¿Y si cuando Susana se acerca a hablar con la viuda, en vez de ser rechazada recibe una invitación para una cita después del funeral?
¿Así, al oído, sin que nadie se entere?
Desde luego, para eso tendrías que eliminar alguna que otra reflexión anterior de Susana para ganar espacio, pero bien escrito, como el resto del relato (que es una delicia) creo que sorprendería gratamente al lector.
Un saludo.
Nos leemos.
Hola drow_Jack, mis aplausos en lo que a la parte formal se refiere, te lo has currado bien esta vez.
En cuanto a la historia coincido con los compañeros en que tienes que trabajar el final. Ya que Earendil te ha hecho una sugerencia permíteme que yo te haga otra: ¿y si en vez de “¡Fuera de mi vista, puta!” la viuda le da las gracias por alegrar los últimos días de su marido?
¡Buenas, drow_jack!
Veo que ya te lo han remarcado mucho, pero es cierto: el final podría estar más trabajado.
Yo propongo que la viuda reaccione de manera más… inesperada. Por lo demás, has escrito un relato muy original.
Si gustas, puedes pasarte por el mío. Soy el 170: «Resurgir».
¡Saludos!
~Gantros
Buenas. Muchas gracias por vuestros comentarios. Al ver opiniones unánimes me hace creer con certeza lo que decís.
Me alegro de haber escrito algo decente en el apartado formal. En un principio el relato iba a tener una parte narrativa y luego otra de diálogo entre los dos personajes implicados, pero debido a la extensión, me he visto obligado a decidir. He decidido en base a salir de mi zona de confort, que considero que son los diálogos, y ejercitar la narrativa.
Acepto que el final ha quedado abrupto y rompedor con el ritmo del resto, cualquiera de vuestras sugerencias quedaría mejor.
Igualmente os cuento cuál era la idea original del diálogo que al final no surgió:
La viuda reconocería a Susana, esta, sorprendida preguntaría cómo y la viuda le explicaría las últimas trivialidades con su marido. Ernesto, a sabiendas de estar enfermo de metástasis, se ve con valor de contarle a su mujer que le gustaría tener relaciones con otra, solo con intenciones lujuriosas, que es su última voluntad y que le gustaría que eso no le impidiera pasar hasta el último de sus días junto a su familia. La viuda, por entonces mujer, opta por ser liberal y comprensible y le permite que acuda a una prostituta (Sí, Susana es prostituta). Todo esto lo explicaría la viuda con tristeza y con comprensión hacia su marido, pero por otra parte tendría una postura irascible ante Susana, reconociéndole que aprobaba la decisión de su marido pero que no podía tenerla delante sin hervir en rabia. La conversación acabaría con la viuda invitando a Susana que se fuera amablemente a la mierda. Todo esto lo he resumido o suprimido con el final simple y peyorativo que habéis leído
¡¡Nos leemos!!
Drow_jack, tal como lo cuentas la viuda no tiene nada de liberal. De haber optado por serlo como dices estaría mejor la opción que te di de dar las gracias a Susana.
Te doy otra opción ahora que no tienes límites de palabras y es que la viuda aparente ser liberal y lo haga porque la mueva a serlo el sacarle algún partido a la situación. Luego sí se puede reflejar esa doble moral que por desgracia tiene mucha gente y arremeter contra la pobre Susana.
Bueno, asumo lo de liberal porque la mujer le da la libertad a Ernesto de hacer uso de una prostituta. Mi enfoque, con intención de ser realista, es que ojos que no ven corazón que no siente. Para ella, que su marido quedara con Susana, solo implicaba verlo salir por la puerta, pero ver a Susana en persona es como confirmar los hechos. Verla arranca la imaginación de Ernesto acostándose con ella, e, in situ, eso le despierta la rabia. Obviamente también existe la postura verdaderamente liberal en la que la viuda es comprensible hasta con la prostituta, llegándola a tratar bien e incluso con pretensiones de amistad (Algo surrealista para mi gusto). Esto no lo veo realista porque de no ser por la enfermedad de Ernesto, el caso de Susana nunca hubiese existido. Se entiende, que de base, ellos eran un matrimonio tradicional en el que se asocia el matrimonio como “posesión” sentimental recíproca. Fidelidad monógama. Llámame conservador XD.
Hola drow_jack.
Muchas gracias por pasarte por mi relato y dedicarle un buen tiempo en desmenuzar una buena parte de mis errores.
Sobre tu relato, tengo que decir que escribes muy bien,es una delicia leerlo. La historia me gusto, si es cierto que el final esta un poco por debajo al resto,pero te felicito por un gran trabajo.
Un saludo ,sigue así.
Hola drow_jack
¿Por qué la viuda trata de puta a la otra? Las relaciones extramatrimoniales en principio tienen por elemento a quien busca la aventura fuera de su matrimonio, por lo que no me parece acertado más que por el enojo de la viuda, más enojada tendría que estar con su marido, ya que lo sabía o, al menos, sospechaba.
Incluso la otra podía presentarse como ( o ser)una compañera de trabajo, de barrio o familiar lejano y en situación posterior descubrir la relación entre ella y el marido.
Hasta el próximo mes