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Incertidumbre - por Analicia

Susana esperaba sentada frente aquellas lápidas. Con la mirada repasaba los distintos modelos que había frente a ella. Casi podría jurar que allí estaban representadas toda clase de cruces: Una cruz abrazada por una rama de olivo, una cruz en relieve que sobresalía casi diez centímetros de la lápida, una cruz con bordes dorados. Y luego estaba aquella otra con una rama llena de pollitos encima del nombre. Muchos. Apretados. En que estarían pensando.

—…Y luego está aquella vez que íbamos a ir a la fiesta de fin de año. —Susana se giró hacía donde venía el susurro. Al fin y al cabo estaban en el entierro.— Justo antes de salir me dijo que estaba horrible, que el traje me quedaba tan mal que seguramente no me dejarían entrar en el local. Estuve avergonzada toda la noche y no pude ni bailar.

—Yo también me acuerdo de ese día— contestó su prima Rosa mientras palmeaba la mano de la primera interlocutora, su prima Ana. —A mí también me dijo que mi peinado parecía un caniche derretido y estuve toda la noche en una esquina.

—Venga, venga. Ya sabéis que era muy bromista.— Les tranquilizó la amiga de ambas, Alicia.

Susana también se acordaba de ese día. Ana parecía una lechuga plateada y sobre el pelo de Rosa podrían haber anidado cien golondrinas. Suspiró.

El albañil del cementerio se tomaba su tiempo en sellar la tumba, pensó Susana impaciente. Habían pasado ya casi dos días y no había pasado nada. Se le pasó por la cabeza empujar la escalera sobre la que estaba aquel hombre solo por el placer de asustarlo y que sucediera algo.

—Y por eso decidí cambiar el color del coche. —Oyó Susana decir en voz baja a su tío Raúl. Con sólo escuchar su voz se acordó de sus grandes manos y sintió otra vez el dolor en las orejas.

—Pero, ¿le pusiste color amarillo?

—Sí, no tuve mas remedio. Es que me rayó todo el coche de delante a atrás, con aquella llave, dibujando corazoncitos. El amarillo era el color que mejor disimulaba los trazos tan profundos —le contestó Raúl a un hombre que Susana no conocía.

De pronto empezó a sonar una música que parecía venir del suelo. “…Despacito, quiero respirar tu cuello despacito..”. << Por fin, ya era hora>> pensó Susana sintiendo un poco de preocupación.<<Nunca hubiera imaginado que, cuando este momento llegara, fuera a escuchar una canción de reggaetón>> pero, como llevaba tiempo esperando, le dió igual.

—Perdón —exclamó un chico con acné sacando rápidamente el móvil del bolsillo y silenciándolo bajo la mirada de censura de los presentes.

<< Uff, esto se me está haciendo eterno>> pensó Susana con desesperación moviendo frenéticamente la pierna.

El albañil terminó de escribir el nombre en el cemento fresco y se volvió hacía los familiares.

—Mi más sentido pésame a todos.

Repentinamente empezaron a sonar los primeros acordes de una sonata de Beethoven a la vez que las nubes empezaban a clarear en un punto determinado encima de ella. Las dudas de Susana se resolvían al final.

Iba a ir al cielo después de todo.

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7 comentarios

  1. 1. Patricia Redondo dice:

    Analicia, me pase por tu texto de casualidad, y tengo que decir que me alegro de ello.
    Bravo.
    En una primera lectura no lo entendí (torpe de mi) de hecho a puntito estuve de decirte que el texto estaba bien escrito y tal , pero que era confuso etc etc
    En una segunda lectura entendí todo
    Bravo
    Bien narrado, buena descripción del momento y un final sorprendente que redondea lo anterior
    Hay humor (negro, pero humor) y eso está muy bien.
    Estoy en el 31 por si te apetece pasarte.
    Nos leemos!

    Escrito el 18 abril 2017 a las 21:12
  2. 2. Brian Viveros dice:

    Hola Analicia. He repasado tu relato, y me ha parecido muy bueno.
    Al revisarlo he encontrado algunos errores. Algunas palabras tienen mal colocada la tilde, o no la llevan si es necesario.
    El lenguaje que utilizas es sencillo y muy correcto. No te molestas en escribir palabras exóticas, ni en llenar tus párrafos de términos complejos o detalles que sobran. Por esa razón, por mi parte tienes un punto a favor.
    En cuanto a la trama en sí, me ha costado entender (tengo que aceptar), no obstante, hay que reconocer que tienes creatividad. Y tu humor es muy bueno.
    Estoy en el 123 si quieres devolverme la jugada 🙂

    Escrito el 19 abril 2017 a las 16:26
  3. 3. PerePaella dice:

    Hola Analicia.
    Gracias por pasarte por mi relato, te devuelvo la visita.
    He tenido que leer tu relato dos veces, ya que la primera no lo terminaba de entender todo, al leer el comentario de Patricia volví al principio y ahí empezaron a encajar las piezas.
    Me encanta el humor negro que utilizas, lo de la canción de reggaetón me ha matado…
    Felicidades por el relato y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 09:47
  4. 4. Analicia dice:

    Gracias por los comentarios chicos/as.
    Por lo que veo, en mi intento de dar una sorpresa al final me he pasado de frenada, je,je. Lo tendré en cuenta para futuras intervenciones.

    Un saludo!

    Escrito el 21 abril 2017 a las 12:34
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Hola Analicia,

    Me gusta el ritmo que has utilizado, algo tranquilo y pausado, así van sumándose con fluidez personajes y opiniones de los mismos sobre la persona fallecida, todo en torno a la protagonista, Susana, y vamos descubriendo a quien están enterrando ( o qué piensan los demás en realidad). El texto tiene altas dosis de cinismo que ayuda al toque de humor negro que has querido darle. Y a pesar de los pesares, fue al cielo :).
    Esto en la primera lectura, y después…me ha asaltado la duda en algún momento de que Susana fuera la enterrada, pero con frases como “Susana esperaba sentada frente aquellas lápidas” y alguna otra, esa opción no parece posible. Pero luego sigo leyendo, y parece que pudiera ser que sí. Porque Susana tiene un papel demasiado protagonista. No sé, me vas a tener que sacar de la duda.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 23:44
  6. 6. Luis Escobar dice:

    Hola Analicia
    Está escrito con buen ritmo, hay humor y algunos pasajes que desconciertan al lector: ella sentada mirando las cruces.. y ella moviendo una pierna con desespero.
    Dos anotaciones
    1.Les tranquilizó la amiga de ambas, Alicia (que tal les tranquilizó, Alicia, la amiga de ambas)
    2.Es que me rayó todo el coche de delante a atrás, con aquella llave, (¿cual?)
    Saludos

    Escrito el 23 abril 2017 a las 03:23
  7. 7. Analicia dice:

    Hola Ratopin,
    gracias por tu comentario. Efectivamente, Susana era la muerta pero estoy de acuerdo en que debí añadir alguna pista mas. 🙂

    Nos leemos!!

    Escrito el 23 abril 2017 a las 16:16

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