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Visión sobrenatural - por Perla Preciosa

Susana esperaba con ansia la llegada de Cintia mientras paseaba alrededor de la plaza. El aire era caliente y apacible, hacía un sol espléndido y ella pensaba que el retraso de su amiga se debía al examen de autoescuela que la tenía histérica durante aquella temporada. Hoy era el día señalado para ello y, aunque la vio salir tranquila, no dudaba de que algún imprevisto de última hora (tal vez un ataque de ansiedad) podía provocarle un contratiempo.
Apenas pasaba gente por la calle y solo de vez en cuando algún coche interrumpía el silencio. De pronto, un ruido espantoso la dejó inmóvil. El pulso comenzó a acelerársele y debió pedir ayuda a otra transeúnte para comprar una botella de agua.
Sentada en el banco, ya un poco más tranquila, comenzó a otear el panorama, en busca de alguna pista, bien de su amiga, bien del furtivo golpe que le había provocado el susto. Muy cerca de ella, un Mercedes con dos ocupantes se había estrellado contra la pared del cementerio, muriendo ambos en el acto. Susana quería salir de aquel tumulto de policías, médicos y curiosos en general, que aprovechaban la ocasión, ya para informarse de lo ocurrido, ya para manifestar su desolación y sus condolencias con los allegados. Entonces se le ocurrió una idea, que juzgó conveniente en aquel momento, con el fin de salir del secuestro en el que se hallaba.
-¿Podría decirme por dónde se va al Retiro? –preguntó a un viandante que estaba cerca-. He visto el accidente desde el principio y estoy algo mareada y confundida.
-Está un poco lejos –le contestó un policía-. Salga por la otra puerta del cementerio y pregunte por allí, que hay menos gente.
En aquel momento, las ambulancias se marchaban al hospital y ella aprovechó para internarse justamente en casa de los difuntos, pues aunque sabía que Cintia no figuraba en dicho accidente, un presentimiento espontáneo la empujó hasta allí, casi por inercia. Los cipreses que la adornaban comenzaban a florecer. De nuevo volvió a reinar el silencio, ahora interrumpido por el timbre del teléfono: "Susi, espérame donde se ha estrellado el Mercedes, que ha muerto el padre de Tania y estoy en el hospital con ella".
El mensaje de Cintia la dejó más tranquila y comenzó a pasear nuevamente, pues esto la ayudaba a relajarse en momentos de angustia.
No había alma viva en el reino de los muertos además de ella, y de pronto comenzó a escucharse una suave melodía. Después se alzó una gran losa de mármol, que, de un golpe seco quedó hecha añicos, y finalmente apareció ante Susana una figura espiritada:
Buenas noches, amiga. ¿Tendrías cinco minutos para escucharme? Te traigo un mensaje de paz.
La voz era atractiva, como de mujer de edad mediana, pero lo cierto para Susana era que, por más que miraba, no acertaba a distinguir ni rastro de su figura. ¡Ni un rasgo de su fisonomía! Quiso gritar, pero solo acertó a preguntar tímidamente:
-¿Quién eres?
Soy Santa teresa de Ávila. Un sábado como hoy, he resucitado un poco antes que Nuestro Señor, simplemente para cumplir una misión encomendada por Él. Para ello, necesito acompañarme de una mujer como tú, sencilla, recatada y honesta. ¿Querrías seguirme? El siglo XXI necesita una lección subliminal.
Susana comenzaba a enrojecer de miedo y de vergüenza, aunque seguía sin poder gritar. Quería mirar a todas partes en busca de alguien que la sacara de allí, pero, sin saber por qué, tenía la cabeza inmóvil hacia adelante. Durante un breve lapso, pensó que tal vez el mareo al ver el accidente la había dejado parcialmente paralizada, pero enseguida desechó esta idea por parecerle excesiva. Cuando dio cuatro pasos, perdió el equilibrio y cayó de rodillas, sin aliento.
-No temas, amiga. Conmigo no te pasará nada. Levántate y sígueme.
Más que levantarse, quería marcharse y no hacía más que preguntarse quién diablos era aquel espectro impostor e inoportuno. Logró levantarse a duras penas, pero continuaba sin poder caminar.
Siéntate conmigo en este banco –sugirió la santa acompañándola-. Como sabes por la Historia, morí hace algo más de cuatrocientos años, llevando conmigo muchos dolores. Nuestro Señor me prometió que, pasado un tiempo, me reencarnaría en una mujer mucho más fuerte de cuerpo, para enseñar al mundo una gran lección. Esta mañana me ha dicho que había llegado el momento. Sucede, querida Susana, que el mundo actual que se dice avanzado, vive demasiado pendiente de la tecnología y necesitamos, individualmente, encontrar nuestra verdadera identidad.

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8 comentarios

  1. 1. Agustín dice:

    Hola Perla,

    Siento tener que decir que no he logrado entender la historia. No he sabido comprender el comportamiento ni de Susana ni de la santa.

    Desde un punto de vista más técnico, he visto que los guiones de los diálogos no son todos iguales y son cortos.

    Un saludo,
    Agustín

    Escrito el 18 abril 2017 a las 18:31
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tu comentario
    Tu cuento está bien escrito y descrito, pero no veo a dónde quieres ir a parar, porque las motivaciones de los personajes no están claras. La historia es más compleja de lo que parece, o no veo el sentido de la misma. El final que le das a la historia no me parece que “cierre” lo suficientemente bien el relato.
    Un saludo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 23:13
  3. 3. Isan dice:

    Hola Perla Preciosa:

    Lo primero que me he fijado ha sido la forma de los diálogos. Parece ser que la forma correcta es con guión largo o raya (—). Como el teclado no tiene este signo hay que ponerlo pulsando la tecla alt y, sin soltarla, los números 0151eso sui escribes desde un tablero de ordenador convencional.

    Marcas un relato +18, pero no le veo el motivo por ninguna parte.

    Metes una frase aclaratoria entre paréntesis. No sabría decirte por qué, pero a mí no me convence. Me parece mejor meterlo entre comas o entre rayas (—).

    En esta frase: “De pronto, un ruido espantoso la dejó inmóvil. El pulso comenzó a acelerársele y debió pedir ayuda a otra transeúnte para comprar una botella de agua.” Yo creía que pediría ayuda para no caerse, para sentarse o cosas por el estilo, pero me ha hecho gracia que fuera para que le acompañara a la tienda. No parece que pegue mucho.

    “preguntó a un viandante” “le contestó un policía” suena extraño.

    “-¿Podría decirme por dónde se va al Retiro? –que estaba cerca-.” Aparte de los guiones, creo que está mal construida. Para mi gusto sobra el inciso “que estaba cerca”.

    “Los cipreses que la adornaban comenzaban a florecer.” ¿A quién o qué adornaban los cipreses? Seguramente al cementerio porque parece su lugar preferido, pero no lo dice la frase.

    La muerte del padre de Tania creo que no aporta nada al relato.

    La misión que tiene encomendada la tal santa Teresa me parece un poco extraña y más que esté tan cansada y que ahora se cumpla la promesa del Señor y se tiene que “reencarnar” (es un decir) precisamente en Susana, quien ya se intuye desde el principio que es una de las que mueren en el accidente aunque no se haya enterado ella.

    El relato me ha parecido que has tenido una buena idea pero que no has sabido plasmarla con todo el potencial que tiene. No está nada mal. Se muere en este mundo pero existe otro paralelo. La aparición de santa Teresa es surrealismo total. Tal vez sobraría para mi gusto en este contexto de tu relato.

    Hasta el próximo relato.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 22:14
  4. 4. PerePaella dice:

    Hola Perla Preciosa
    Creo que has intentado escribir una historia con moraleja o mensaje final, pero te has liado un poco por el camino.
    A mi ver no está mal la idea, incluso que se le aparezca la santa y le hable de reencarnación (es tu relato, tu mandas), pero que como te dicen por arriba sobran ciertas cosas que te darían el espacio suficiente para terminar de exponer tu idea.
    A continuar escribiendo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 09:18
  5. 5. Perla Preciosa dice:

    Hola a todos. Gracias por vuestros comentarios, la mayoría de los cuales no valen gran cosa. Sin embargo, como hay que ser corteses, gracias. Es cierto que quería escribir una historia de terror con un mensaje didáctico, y parece que solo he malogrado esto último.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 22:42
  6. 6. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Perla! Es como si hubieras mezclado dos relatos en uno, pero es original. Cada uno lo hace a su manera. En cuanto a la forma, no lo veo nada mal, en conjunto; habría que poner “Teresa” y “Santa” con mayúsculas, y adecuar varios de los guiones de los diálogos. Nos leemos en el próximo relato. ¡Hasta pronto! Saludos y buenas tardes.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 16:27
  7. 7. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Perla Preciosa
    Soy tu compañera del 104, me disponía a hacer el comentario sobre tu texto, pero el que has dirigido indiscriminadamente a nuestros compañeros me ha quitado las ganas. No veo por qué dedicar mi tiempo y esfuerzo a quien no sabe valorar las críticas respetuosas y sinceras, sean favorables o no lo sean. Y puestos a ser corteses, gracias por tu sinceridad.
    Un saludo

    Escrito el 21 abril 2017 a las 22:20
  8. 8. Laura dice:

    Hola Perla Preciosa.
    Veo que te has enojado por los comentarios, los que como te han señalado, no son con mala intención, sino tan sólo para avanzar a través de ellos.
    Coincido totalmente con quienes te han señalado los detalles, los cuales, si te pones a revisar, puedes reconocer como correctos.
    Tal vez tenías muchas ideas con relación a este texto y has deseado plasmarlos, pero las 750 palabras limitan, de modo que es necesario seleccionar lo que deseamos transmitir con el texto presente.
    Hasta el próximo mes.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 23:52

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