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"MUCHOS INVITADOS, POCOS ESCOGIDOS" - por Estel Vórima

Web: http://Queremosescribirsite.wordpress.com

Era una mujer hecha de sombra y seda. Su grácil silueta se movía silenciosa en medio de las sombras nocturnas. ¡Jamás alcancé a distinguir otra cosa de ella que no fuera su perfume! Solía imaginarme su rostro, sus ojos, su boca… Me gustaba pensar que vestía toda entera de seda, incluidas las suelas de sus zapatos, por eso nunca hacían ruido. ¿Serían así de suaves sus manos?
Me había criado en aquel orfanato, era un Expósito más; así nos llamábamos todos los abandonados. La comida escaseaba, el aire puro apenas existía… Sobrevivir era una batalla constante para uno solo. Por eso muchos padres abandonaban a sus criaturas recién nacidas a las puertas de los muchos orfanatos que el Dios Estado había creado. Pero aunque había muchos abandonados había pocos supervivientes. “Muchos eran los invitados pero pocos los escogidos”, eso era lo que rezaba un viejo texto evangélico de un antiguo libro sagrado; ahora ya no había religión. Aunque por encima de todos se alzaba el Dios Estado.
Aquella mujer de sombra y seda dejó caer una nota la última vez que la vi. El Dios Estado planeaba abandonar definitivamente nuestro planeta y marcharse a aquellos encumbrados cielos a los que creía pertenecer. No podría llevarse a todos, solo a los más capacitados. A aquellos capaces de fundar una nueva y mejor raza que no acabara en desastre como la anterior.
Me presenté en el lugar exacto que decía la nota, la humanidad siempre ha necesitado música. No sabía por qué pero el violín era mi don. Soñaba que había heredado ese talento de uno de mis padres. Soñaba que la mujer de sombra y seda era mi madre.
Mi música era mi don, mi pasaporte, mi salvavidas; era todo lo que tenía. Como dije “muchos eran los invitados pero pocos los escogidos”. El Dios Estado no mantenía niños innecesariamente, desechaba a todos aquellos que no le parecían útiles. Ni que decir tiene que si alguien abandonaba algún niño enfermo o con la mas leve discapacidad, ni siquiera se molestaba en recogerlo. Era pasto de perros, ratas y tristemente de otros humanos hambrientos.
Desde los cinco años éramos expuestos a un riguroso entrenamiento y regularmente se ponían a prueba nuestras habilidades. Habría varios invitados a participar en la selección, pero no todos seríamos escogidos.
—¡Os apellidáis Expósito! ¡Ni vuestros padres os querían! ¿Por qué os iba a querer la nueva humanidad?
Todos permanecimos de pie en estricto silencio, nada se movía, ni el más leve parpadeo.
—Estáis aquí para responder a ese pregunta. Sois más de cien, pero no seleccionaré a mas de diez.
Odiaba a todos aquellos que formaban parte del Dios Estado, eran como el viejo Olimpo repleto de divinidades. Aunque estos dioses tenían muchos rostros y a la vez uno solo, eran una misteriosa trinidad de ambición y crueldad.
Fui el último en tocar. Ya noventa y nueve personas habían demostrado sus habilidades antes que yo. Habían seleccionado a una chica experta en tecnología, un escritor y una matemática y un sastre, también un pintor y una química, había un médico y faltaba un músico… Nos habían dejado a los músicos para el final, tal vez para ponerle banda sonora. Yo era el último músico, después de que tocase harían su selección. Estoy seguro de que en esos momentos todos tendríamos nuestra melodía en la cabeza. Lo propio era esa música de suspense, había escuchado esa melodía alguna vez en los antiguos cines donde reponían viejas películas. Ya nadie hacía nada nuevo. Todo lo nuevo se reservaba para la nueva humanidad. Yo esperaba que al menos conservásemos el recuerdo de los antiguos errores, así al menos evitaríamos cometerlos de nuevo. Tal vez sería bueno aumentar la lista de invitados y añadir un historiador…pero en fin yo solo tenía que preocuparme de tocar. En eso se había convertido la humanidad, en un puñado de supervivientes egoístas incapaces de pensar en alguien más que uno mismo. El Dios Estado se enorgullecía de darnos una buena educación, pero para mí esa era la única lección que me habían enseñado.
Un aplauso recibió el fin de mi melodía. Mientras tocaba había estado pensando en todo aquello, en lo nuevo, en lo viejo, en lo aprendido, en lo olvidado… cada nota, cada sonido era a su vez risa y lamento, certeza y desconcierto.
Me vino a la nariz un aroma familiar y supe que escuchándola estaba ella, la mujer de sombra y seda.

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8 comentarios

  1. 1. Sofib dice:

    Hola Estel! Me gustó mucho tu texto. El poder del estado, siendo considerado como un Dios, me recuerda un poco a una figura histórica muy conocida en mi país, Domingo Perón. Se mezcló bien el futuro distópico y en pocas palabras lograste explicar un mundo nuevo.
    Dos pequeños detalles: me hubiera gustado que las palabras obligatorias se hubieran homogeneizado un poco más con el resto del texto, y no me quedó muy claro el rol de la mujer de sombra y seda en ésta sociedad.
    Felicitaciones!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:00
  2. 2. Raul dice:

    Hola Estel! Me encanto! El título ya me había llamado la atención y el relato está genial!
    Me gusto que usaras el apellido Expóxito para los chicos del orfanato y el Dios Estado como un personaje más.
    Es mi primera vez comentando acá, así que pido disculpas por mi comentario escueto.
    Te invito a leer mi relato también “Salto” número 104.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 00:58
  3. 3. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Estel, quiero agradecer tu visita a mi texto y tus palabras tan reflexivas.

    En cuanto a tu texto, para mi, es un honor ser recíproco al tuyo, con las mismas tres palabras: me ha encantado.

    El titulo me gustó.

    El apellido común de los marginados es una alabanza a la imaginación.

    El reto cumplido en un solo personaje también.

    En cuanto el rol de esta mujer de sombra y seda, se me asemeja a la madre naturaleza. que por cierto tu escogiste como propia.

    Te felicito y Dios primero te seguiré leyendo.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 14:53
  4. 4. beba dice:

    Hola, Estel:
    Tu relato tiene mucha fuerza emotiva y mucha ternura.Buena escritura.
    Como pasa en muchos de los relatos de esta convocatoria, lo distópico se mezcla con las situaciones de discriminación, violencia y cambio súbito del sistema de vida, que tan frecuentes son hoy en día.
    En el tuyo me vinieron a la memoria situaciones como las de la época de Hitler que se reflejan en “Orquesta de Señoritas”; las selecciones infantiles de fútbol, con internados a cargo de los clubes…

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 23:39
  5. 5. Juan Nadie dice:

    Hola, Estel:
    Creo que este texto , como muchas otras cosas de la vida, se entienden mejor si tu país ha pasado por una dictadura. El dios estado lo es todo y todo lo puede. Por otro lado la lucha para conseguir una plaza tanto se puede aplicar a un opositor a un puesto de trabajo como a un guerrero espartano.
    Felicitaciones

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 13:55
  6. Hola Estel.

    Tu relato me ha gustado mucho. De hecho, me he quedado con ganas de saber quién era esa mujer y si el prota consiguió pasar la criba.

    Que razón tienes en que debería haber un historiador. Una gran lección es no olvidar los errores del pasado.

    He de decirte que, en ocasiones, me he pedido un poco, pero luego, al seguir leyendo, he podido encajar las piezas que me faltaban.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 14:20
  7. 7. Silvina dice:

    Hola Estel, me gusto mucho tu relato es triste, desesperante y tierno a la vez.
    Un detalle en particular me llamó la atención, y es la frase ““Muchos eran los invitados pero pocos los escogidos”, eso era lo que rezaba un viejo texto evangélico de un antiguo libro sagrado”, porque es la muestra de la decadencia de la humanidad.
    En su libro original, ésta frase tiene una connotación distinta, pero en tu relato queda muy bien, justamente por la procedencia y por el sentido nuevo que le da el personaje.
    Y como lo emncionan antes, yo tambien queiro saber si pasa la prueba!
    Saludos!

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 19:31
  8. 8. Andy Garcia "Nia Dream" dice:

    Hola Ester, tuve la fortuna de tener que corregir tu texto, vaya palabra “Corregir”, tu texto es una joya que brilla por el buen manejo del lenguaje y pinta un universo totalmente distópico no muy lejano al de mis vecinos de patio, amigos venezolanos quienes estan pasando por una realidad bastante triste.
    Debido al “Dios estado” en donde lo nuevo hace tiempos dejo de existir, solo quería aprovecharme de tu calidad de letras para establecer este lamentable cuadro comparativo

    Escrito el 30 mayo 2017 a las 00:14

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