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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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cinco siglos - por Beverly Matos

En el verano de 2003 se dio la peor ola de calor de los últimos cinco siglos, Lena decidió seguir su rutina de ejercicios, pese a las advertencias del servicio de salud, y salió a correr como había hecho durante las últimas siete semanas, decidida como estaba, a quitarse esos kilos de más y así dejar de oír las horribles críticas de sus esculpidas compañeras de trabajo.
Normalmente salía a correr nada más salir de la oficina, se calzaba las deportivas e iba dando tumbos por las calles hasta su apartamento a doce manzanas de su trabajo. El primer día de la ola de calor, llego a su casa bastante mareada así que, para el segundo, decidió salir con agua isotónica para evitar males mayores.
Cuando iba por la tercera calle, entró en un parque, comenzó a sentir la misma sensación del día anterior y decidió parar, apoyándose en el respaldo de un banco; echó un trago de su botella, pero la sensación de desvanecimiento no desaparecía, de hecho, fue a peor, sintió la necesidad de sentarse, pero cuando fue a dar el primer paso las piernas le fallaron e hizo un esfuerzo mayor por sujetarse, en vano; cayó al suelo y todo se oscureció.
AL despertar estaba tendida en una cama de lo que ella supuso era un hospital, pero desechó la idea cuando sus manos tocaron las sábanas de seda que envolvían la cama. Entonces ¿Dónde estaba?
Una mujer entró vestida con un traje de enfermera y cofia, pero no como los que se usaban en las fiestas de Halloween; este era un vestido blanco hasta las pantorrillas, medias blancas y una cofia blanca en la cabeza que se asemejaba a las que llevaban las monjas. Con pocas fuerzas preguntó a aquella mujer donde se encontraba, pero no consiguió respuesta, solo una cara de hastío y un pinchazo muy desagradable en el brazo, entonces se fijó en que estaba atada a la cama. Intentó zafarse, pero nada; le explicó a la enfermera su caso, lo que le había pasado, de donde venia… y volvió a repetir la pregunta esta vez al aire.
La enfermera/ monja se dio media vuelta dejando la interrogación en el aire; corrió una cortina en la que Lena no había reparado, entonces se fijó en que había más camas como la suya, algunas vacías.
Lena no podía entender qué demonios había pasado ni donde estaba, pero nadie parecía tener la intención de arrojar un poco de luz sobre las sombras que planeaban en su cabeza; gritó y pataleó para soltarse entonces acudieron dos enfermeras, le ataron los tobillos con correas de cuero de un color envejecido.
⸺Basta Leonora⸺ le dijo la enfermera más joven⸺ ¿Cómo te encuentras?
⸺¿Leonora? No me llamo así, soy Lena, ¿dónde está mi móvil? Tengo que hablar con alguien.
⸺Eres Leonora, no Lena⸺ le contestó la enfermera más mayor⸺ ¿qué es un móvil?, da igual, tu marido vendrá a verte en cuanto el doctor lo permita y entonces podrás hablar con alguien.
⸺ ¿Mi marido?, yo no estoy casada.
La enfermera mayor negó con la cabeza y marchó dejando a la más joven preparando unas bandas que estaban sujetas por unos cables, y estos a su vez se enchufaban a una máquina para descargas. Órdenes del médico.
⸺Leonora si no dejas de decir esas locuras no podrás salir de aquí nunca⸺ le susurro la joven y preocupada enfermera ⸺no tienes nada llamado “móvil” hoy es 15 de julio de 1901, son las 12 de la mañana, hace un terrible calor; estas casada y estas aquí porque tu marido nos ha dicho que has perdido la razón. Ahora estate quietecita que te toca terapia de relajación.
Cuando Lena recibió la primera descarga volvió a perder el conocimiento. Cuando despertó le dijeron que su marido estaba esperando para verla:
⸺¿Estas dispuesta a volver a casa?, si es así tienes que dejar de imaginar esas cosas tan extrañas y además hacer caso a tu marido, él es el cabeza de familia y tu simplemente debes respetarlo. Así son las cosas.
Lena pensó que sería mejor ir a ‘su’ casa que quedarse en ese sitio y pasar otra vez por la horrible experiencia de la terapia de electroshock; ya vería la forma de hacer frente al machismo de la época, así que decidió que haría el paripé con su supuesto marido hasta conseguir volver a su tiempo y a su vida, que ya no le parecía tan mala.

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5 comentarios

  1. 1. KosaK dice:

    Hola Beverly!
    la verdad encontré muy Interesante tu relato, muy buena la propuesta, con esa cuota de intriga que hace disfrutar la historia. en cuanto a comentarios, hay dos cosas notorias que resaltar y que son errores de omisión. a mi parecer, en estas frases, te comiste los conectores: “salía a correr nada más salir de la oficina…” creo que ahí faltó un “al”, y en la frase:” negó con la cabeza y marchó dejando…” creo que falto un “se”. Generalmente estos errores se corrigen con revisar el texto antes de enviarlo, pero bueno, a mi parecer no es nada grave.

    Sigue adelante! y espero poder leerte en los próximos talleres, te invito a que puedas leer y comentar mi texto estoy en el 143

    Saludos, KosaK

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:24
  2. 2. silvina dice:

    Hola Beverly,es la primera vez que escribo, así que no puedo hacerte críticas constructivas. Lo mío es mas leer , que escribir.
    Pero sí me pareció interesante la historia,y me quede pensando que pasó al final, si viajo en el tiempo, si tuvo una visión futurista de lo que sería su vida en otra época, si era un fraude lo de su marido, y cosas así. lo mio es mas curiosidad por saber que pasa con ella.
    saludos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 21:50
  3. 3. Art Vandelay dice:

    Hola Beverly, tu relato me gustó mucho, deja lugar a muchas dudas y eso está bueno. Por lo que dijo la enfermera, una explicación rápida de donde y cuando estaba, sospecho que Lena no estaba loca.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 21:28
  4. 4. tyess dice:

    Ouch. Que historia perturbadora. ¿Otra vidente condenada al hospital psiquiátrico, o había fluido temporal en esa botella? Parece que nunca lo sabremos. No supe cual de los mundos es el distópico, porque seguro somos la distopía del 1900, pero… Me haces pensar demasiado, y mejor dejo esto o acabaré escribiendo del tema XD

    Forma, forma… Un ritmo precioso, no vi fallos así que si los había no entorpecían la lectura…
    Personajes, aprovechas los estereotipos para que conozcamos personajes que ni siquiera hacen acto de presencia, como las compañeras de trabajo y el marido, y nos muestras perfectamente a una protagonista fuerte y capaz de adaptarse, sin necesidad de descripciones. Felicidades.

    Si tuvieras tiemmpo para comentar mi historia, es la 169.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 15:55
  5. 5. Wester dice:

    Hola Beverly, qué tal?

    Muy buen trabajo, me ha gustado porque te hace pensar y, bajo mi punto de vista, podría tener varias interpretaciones, lo que a mí personalmente me agrada.

    No tengo mucho que decirte, creo que está bien escrito, tiene ritmo y se lee con fluidez.
    Enhorabuena y gracias por escribir.

    Si quieres echar un vistazo al mío, estoy en el 124.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 15:55

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