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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Cualquier tiempo pasado fue mejor - por Vespasiano

Web: http://lhlupianes.blogspot.com.es

Cualquier tiempo pasado fue mejor

—¡Nuestro país es autosuficiente, Dilshad! —dije totalmente convencido.

Este parecía no estar de acuerdo con mi aseveración.

—Tenemos minas de hierro y de carbón —continué argumentando.

—Sí, pero solo empleamos las materias primas que este país posee. ¡Así no podemos evolucionar! —retrucó Dilshad.

—Los recursos que tenemos son propiedad de todos, la pesca; los ríos; los pantanos; la energía eléctrica —insistí.

—Pero no le sacamos el rendimiento adecuado.

—¡No lo creo! Fabricamos maquinarias; barcos; trenes; autobuses; tejidos…

—Sí, pero nuestra seda es de pésima calidad.

—Pero el algodón que producimos es excelente. Además tenemos extensiones de tierra cultivables, de donde extraemos nuestros productos para el consumo de la población. ¡Que más queremos!

—Eso no es suficiente. No podemos vivir aislados del resto del mundo.

—¡El resto del mundo nos traerá delincuencia y drogas! —sentencié.

—Sí, pero yo podría vivir en la ciudad que quisiera y aquí no puedo moverme sin la autorización del jefe del distrito.

—No seas iluso, en muchas de esas ciudades que sueñas hay guetos y chabolas. En nuestras ciudades todos los edificios son modernos y están emplazados en amplias avenidas, llenas de parterres de flores, limpias de basuras y excrementos de perros.

—Muy bien, pero a mí me gustaría tener una vivienda y un coche en propiedad.

—¡Vivienda ya tienes una! Aunque no sea en propiedad. Pero tampoco pagas por ella ningún alquiler, y podrás tenerla en usufructo mientras vivas. Y el coche, ¿para qué lo necesitas? Sabes —continué diciendo—que el Servicio de Transporte Público conoce al detalle las necesidades que los usuarios tenemos a cualquier hora; para ir al trabajo, a la universidad o al hospital. ¡Y además es gratuito!

—¡Sí, es verdad! Pero me da miedo que sepan dónde estoy en cada momento.

—¿Pero no te da tranquilidad saber que tus hijos están bien cuidados en la guardería mientras trabajas?

—No me vas a convencer. ¡Te has convertido en un burgués!

—¡Aquí el trabajo se reparte entre todos y todos tenemos la obligación de trabajar!

—¡Estamos manipulados por el sistema! —contraatacó Dilshad.

—¡No lo veo así! —Exclamé irritado— Disfrutamos de una asistencia médica completa; tenemos fármacos gratis, una vejez garantizada y en caso de fallecimiento, nuestras familias nunca estarán desamparadas.
…Habían pasado varios años de aquella conversación.

Un mal día, Dilshad, que había destacado por su oratoria entre los dirigentes políticos, se convirtió en el líder de nuestra nación.

Su fluida verborrea convenció a la mayoría de los ciudadanos de que no deberían conformarse solo con tener seguridad.

“Las posibilidades de crecimiento de nuestro país serían enormes si exportásemos las materias primas excedentes, y los productos agrícolas que se pudren en nuestros almacenes”.
“Esto supondría una importante entrada de divisas que darían la oportunidad a nuestra patria de tener acceso a una economía liberal de mercado; donde cada uno de nosotros tendríamos la posibilidad de tener todo aquello que fuésemos capaces de obtener con nuestro trabajo”. Proclamaba Dilshad.

Inculcó a los jóvenes la idea de que tenían que ser más ambiciosos; que aquél que produjera más, debería ser recompensado.

Y creó la moneda oficial, el “kyatnat”, que cotizaría en los mercados internacionales. ¡Y apareció el dinero! En billetes y en moneda de curso legal.

También se le ocurrió establecer un salario mínimo profesional y autorizar la importación de una legión de alienígenas de inteligencia artificial, que harían el trabajo de los obreros del campo y de la industria.

Ya llevábamos algunos años inmersos en aquel sistema autocrático impuesto…

El viento, que removía los detritos dispersos por las calles me estremeció, cuando estaba sentado a la sombra de un raquítico árbol, consiguiendo despertarme.

Reconocí el sucio y descuidado parque, otrora esplendoroso. En él algunos niños, sin colegios donde formarse, jugaban en unos columpios desvencijados, mientras perros sueltos se peleaban o hacían sus necesidades. Al mismo tiempo que jóvenes, medio ocultos entre los setos, trapicheaban, consumían o se inyectaban drogas.

Miré a mí alrededor los edificios, ahora vacíos y medio derruidos, que la mayoría de los ciudadanos no podíamos alquilar.

Conservaba en mi mano la tarjeta de crédito y me quedé más tranquilo de que no me la hubieran robado mientras daba una cabezada; pero enseguida pensé:
«¡Apañado iba! No habría sacado del cajero ni un solo “kyatnat”, pues mi cuenta corriente estaba en números rojos desde hacía varios meses».

Sin ninguna ilusión; abrumado por estos pensamientos me marché a la habitación que comparto, en un barrio marginal de la ciudad, con otros seis trabajadores en paro.

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32 comentarios

  1. 1. guiomar de zahara dice:

    Vespasiano: Como siempre brillante en tus argumentos, genial en tus historias.
    ¡Qué tristeza llegar a ese final!
    Este relato hace pensar en algún país que…
    Como siempre ¡Enhorabuena!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 15:21
  2. 2. Pablo Arbáizar dice:

    Muy bien incluidas las dos palabras del taller. La más original como encajas “seda”. Sombra ni me di cuenta de donde estaba. Perfectas las dos.

    Lo que no tengo muy claro es que esto sea un futuro distópico. Además que no estoy muy de acuerdo en que el mercado libre haga que seamos pobres y el socialismo aislado que vivamos mejor. Es decir, me parece que en Corea del Sur se vive mejor que en Corea del Norte. Quizá hay un tono irónico que no cojo.

    Pero el objetivo del taller que era encajar las palabras ha quedado fenomenal.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 15:37
  3. 3. Dante Tenet dice:

    Hola:

    Una correccion donde pones “Habìan pasado” , creo que quedarìa mejor “Han pasado”.

    Yendo al relato comparto lo que dice Pablo Arbaizar acerca de que la utoìa socialista con un Gran Hermano que controle todo sea lo mejor.

    Quis custodiet ipsos custodes?, o quien vigila a los vigilantes es el punto.

    De todos modos el relato fluye y esta bien esstructurado.

    Nos seguimos leyendo

    Estoy en el 160

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 18:48
  4. 4. Charola dice:

    ¡Hola Vespasiano!

    Me gustó tu relato, pero la realidad es distinta, por lo menos en la actualidad. El capitalismo, con todos sus excesos ha demostrado ser mejor que el comunismo.

    Quizás para que sea una distopía hubieses empezado a describir el mundo capitalista en el futuro convertido en gobiernos corruptos (que se está viendo en muchos países) y que avanzaron de la mano de los narcos haciendo imposible una vida normal para el sufrido pueblo y que, estos después añoren volver al socialismo o comunismo (del presente) como una solución. En parte, siento que este texto lo quisiste desarrollar de esa manera. Pero el presente de casi todo el mundo no es el comunismo. Ya Pablo Arbáizar te dio un ejemplo buenísimo entre las dos Coreas.

    También veo muchos “punto y comas” donde estarían mejor solo comas.

    Por lo demás, nada, me gusta como escribes y por ello siempre busco tus relatos, aunque esta vez quizás no lo entendí.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:24
  5. 5. Jose Luis dice:

    Hola
    ¡Que relato tan desolador y triste! ¡Y qué triste es que sea tan parecido a la realidad que vivimos (por lo menos en algunos lugares de nuestro planeta)! Expones más que un relato; creo que contrapones comunismo con capitalismo y que con el capitalismo exacerbado y sin control todos perdemos. Pero el comunismo tampoco es lo ideal, como se ha demostrado en la Historia.
    Dejando aparte las ideologías y la política (que cada uno piense lo que quiera), creo que el cuento es entretenido y que nos enseña una valiosa lección moral.
    Un saludo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 00:34
  6. 6. María Esther dice:

    Hola Vespasiano, con gusto te devuelvo la visita.
    Sabes que tu relato me gustó,sin poder hablar de distopía. Está muy bien escrito, contraponiendo los dos sistemas más difundidos, creados por el hombre hasta ahora, ambos con sus virtudes y sus defectos.Ambos con el hombre siempre queriendo ver nuevos horizontes,en pos de la libertad, la felicidad, la justicia, buscando un mundo mejor.
    Entonces me pregunto,teniendo en cuenta aquello de que los extremos se tocan,¿mezclando ambos,podrá surgir un universo de ficción distópica?
    Te seguiré leyendo.Saludos

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 02:16
  7. 7. Ane dice:

    Hola Vespasiano, soy tu vecina de arriba y debo confesar que es la primera vez que te leo. Si, lo sé ¿como pude perderme esta forma de narrar? A saber en qué andaba pensando yo.

    Me gusta cómo formas las frases, cómo vas atando el relato sin desentonar en ningun momento, a lo que añades también unos fluidos diálogos. Has logrado que me meta de lleno en la lectura y pase completamente desapercibido las dos palabras exigidas.

    Con respecto a la distopia, tampoco sabría si meter el relato en dicho género pues los dos sistemas mencionados en anteriores comentarios cojean con sus virtudes y defectos, de ahí que no me quedé claro.

    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 07:37
  8. 8. Feli Eguizábal Fernández dice:

    Hola, Vespasiano,
    Cómo siempre un placer leerte. Un relato que ha conseguido plasmar la realidad, y en reto. Fluido y ameno como siempre. Nos leemos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 07:43
  9. 9. Vespasiano dice:

    Hola a todos los Literautas que por este relato paséis.

    Cuando estaba escribiendo esta historia, sabía de antemano que a muchos de vosotros os vendría la idea de que lo que yo estaba intentando mostrar y contraponer era un sistema de gobierno comunista o socialista contra otro muy actual e implantado en la mayoría de los países occidentales, el de la libre economía de mercado, o dicho coloquialmente: El sistema de “sálvese el que pueda”.

    Pero si os habéis detenido un poco en la lectura, habréis visto que en ese país distópico, no existía el DINERO. Fuente inagotable de corrupción, sobornos, venganzas, comisiones, mordidas, etc. Un país, por ejemplo,donde no había delincuencia ni drogas, porque no tenían dinero para comprarlas.

    Por eso más abajo hago un pequeño resumen de cómo se pagaba a los obreros en la Rusia stalinista y posteriormente en la era de Kruschev, para sentir la diferencia entre un país de asalariados y otro donde podrían disfrutar de todos los recursos del mismo, sin que intervinieran agentes foráneos que se harían en propiedad con todos los recursos del país para su explotación y enriquecimiento y por ende la explotación de la clase trabajadora a cualquier nivel.

    “A lo largo de todo la era estalinista, a la mayoría de los trabajadores soviéticos se les había PAGADO sobre la base de un sistema de trabajo a DESTAJO; por lo tanto sus SALARIOS individuales estaban directamente conectados a la cantidad de bienes que producían.
    Las reformas SALARIALES implantadas por Kruschev, intentaron eliminar estas prácticas y ofrecer INCENTIVOS FINANCIEROS eficientes a los trabajadores soviéticos mediante la estandarización de sus SALARIOS y la reducción de su dependencia de horas extras o BONIFICACIÓN”.

    En mi historia fue el líder Dilshad el que cambió la forma de vida de un país que era distópico por su autonomía y por la singularidad de su sistema de gobierno.
    Creando el DINERO, los salarios, el trabajo a “destajo”, tal com prometía que sería maravilloso cuando decía:
    “…que aquél que produjera más, debería ser recompensado”.

    Próximamente subiré a mi blog la misma historia ampliada.

    Felicidades para todos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 16:00
  10. 10. drow_jack dice:

    Un relato cuanto menos controvertido.
    No me gusta lo utópico del principio, y menos, lo cotidianamente normal del final.
    Qué decir, es interesante; y formalmente no está nada mal.
    Buen trabajo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:11
  11. 11. ortzaize dice:

    hola vespasiano, me ha gustado mucho tu relato.
    creo que el partido comunista esta mucho mejor que eso que relatas. jaja
    saludos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 10:30
  12. 12. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Vespasiano, como todos los meses, me he pasado por tu relato por el placer de leerlo. no puedo decir nada que ya no te han dicho los demas
    Nos leemos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:47
  13. 13. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Vespaciano, aquí de nuevo buscando tu texto para aprender algo que contenga valores. Casi puedo ver a Dos contrincantes de ideología totalmente opuesta sin ninguno de ellos dar su brazo a torcer.

    Cuando alguien defiende una forma de vida con tanta vehemencia quiere decir que buen gobernante nunca será, pues no aceptará aportación alguna de mejoramiento de nadie.

    Los buenos gobernantes no existen pues nadie es monedita de oro, para ser aceptado por todos.

    El tema de tu texto es controvertido pero no cualquiera lo puede presentar con la habilidad que tu lo haces; despertando conciencias.

    Te felicito Vespaciano.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 19:35
  14. 14. Pepe Illarguia dice:

    Hola Vespasiano, como siempre es un placer volver a leer tu aportación. En esta mezclas de manera brillante una vuelta atrás, con unos valores ya superados, con una mano de obra alienígena, que provoca el caos final. Esta distopía que recuerda la novela de Stephen King 11/22/1963, cuando Jake logra acabar con Lee J Osvald antes de que este elimine al presidente Kennedy. Parece que la solución entre capitalismo y socialismo no es tan fácil, por un lado Trotsky con su internacionalización de la revolución rusa y de sus ventajas, por otro, Stalin y sus métodos Stajanovistas. Si éste podemos considerarlo fracasado, aquél lo estamos reviviendo con el expansionismo de los chinos, que al mismo tiempo trabajan con salarios bajos, rompiendo como esos alienígenas el sistema.
    En fin toda una utopía.
    Saludos.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 20:03
  15. 15. Laura dice:

    Hola Vespasiano.
    Nos has introducido en el meollo de la cuestión.
    Yo creo que por más que los gobernantes puedan tener las mejores intenciones, las complejidades de la vida en sociedad hace que tarde o temprano se caiga en un sistema todopoderoso, con fuerte necesidad de control y satisfacción de necesidades para conformar a la población, o un salvaje capitalismo, donde a cada uno lo que puede y al resto…
    En tu relato pareciera que el líder se olvida por completo de la población, dejando de atender las necesidades básicas que en el inicio del relato estarían consideradas, por lo que has pasado de un totalitarismo a un capitalismo puro casi sin etapas intermedias, pero puede que las 750 palabras te hayan corrido.
    Somos seres muy complejos, totalmente diferentes, con diferentes necesidades e intereses. Y la libertad nos llama, sea como forma de expresión, de vida, o solamente de pensamiento.
    Hasta el próximo relato

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 12:31
  16. 16. Vespasiano dice:

    Hola María Esther:

    Quería devolverte la visita pero no te encuentro por ningún lado.

    Un saludo afectuoso.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 21:05
  17. 17. Berundgaar dice:

    Ave, César.

    No sé si te molesta o te produce risa mi saludo, pero como gran aficionado a la historia (y en particular a las andanzas del legado de la segunda legión augusta) no consigo erradicarlo. Espero que no te importe.

    Controvertido relato. A medida que lo iba leyendo, sentimientos encontrados nacían en mi. Al principio me he sentido casi subyugado por el mundo ideal que describes, pero enseguida he notado palpitar mi vena rebelde y “destructiva”.

    Vamos, que me siento totalmente incapaz de tomar partido.

    Eso sí, no puedo negar la altísima calidad de tu relato, como viene siendo habitual.

    Seguirás teniendo en mí un fan incondicional.

    Este mes estoy en el 70, por si te quieres dar un garbeo.

    Mi más sincera enhorabuena y hasta pronto. Nos leemos.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 07:38
  18. 18. Vespasiano dice:

    Hola Feli Eguizábal:

    Quería devolverte la visita pero no te encuentro por ningún lado.

    Un saludo afectuoso.

    Felicidades

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 17:59
  19. 19. Wolfdux dice:

    Un gran relato que termina con un escenario predicho cerrando el círculo muy bien. Felicidades.

    Me ha llamado la atención la cantidad de “;” que utilizas en el relato, yo soy reacio a usarlos, jeje.

    En el diálogo: “—¡Vivienda ya tienes una! Aunque no sea en propiedad. Pero tampoco pagas por ella ningún alquiler, y podrás tenerla en usufructo mientras vivas. Y el coche, ¿para qué lo necesitas? Sabes —continué diciendo—que el Servicio de Transporte Público conoce al detalle las necesidades que los usuarios tenemos a cualquier hora; para ir al trabajo, a la universidad o al hospital. ¡Y además es gratuito!” después del inciso falta una coma.

    En este otro diálogo: “—¡No lo veo así! —Exclamé irritado— Disfrutamos de una asistencia médica completa; tenemos fármacos gratis, una vejez garantizada y en caso de fallecimiento, nuestras familias nunca estarán desamparadas.” “exclamé” debe ir en minúscula y falta un punto tras el inciso.

    Por lo demás, una conversación inicial muy buena y un desenlace mucho mejor (literariamente hablo, :·P)

    Un abrazo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 10:22
  20. 20. Vespasiano dice:

    Agradecimientos:

    A guiomar de zahara por encontrar buena la historia y los argumentos. Como siempre generosa en sus comentarios

    A Pablo Arbáizar por encontrar bien incluidas las dos palabras del taller, “sombra y seda”. Y por dejar su opinión con relación a la trama desarrollada.

    A Dante Tenet por encontrar el relato fluido y bien estructurado. También por dejar en el aire la pregunta: ¿Quién vigila a los vigilantes? Y por la corrección del tiempo verbal.

    A charola por seguirme aunque esta vez no le haya hecho mucha gracia la trama del relato, cosa que respeto profundamente.

    A Jose Luis por encontrar el relato desolador y triste a la vez que entretenido, y que enseña (según él) una valiosa lección moral.

    A María Esther por haberle gustado el relato y encontrarlo bien escrito.

    Para Ane por ser la primera vez que me lee y por haberle gustado la formación de las frases y los diálogos. Si te ha gustado esta historia puedes entrar en mi blog y ver algunos relatos que tengo colgado.

    A Feli Eguizábal por su fidelidad como lectora de mis historias y por encontrar el relato fluido y ameno.

    A drow_jack por encontrar el relato controvertido y no haberle gustado lo utópico del principio, y menos, lo cotidianamente normal del final.

    A ortzaize por haberle gustado mucho el relato.

    Para ANGEL CLIMENT por leerme.

    A Osvaldo Mario por destacar la habilidad con que (según su criterio) he presentado ese texto controvertido. También agradecerle el aporte que hace con relación a los gobernantes y sus métodos.

    A Pepe Illargia por leerme y dejar su comentario siempre bien recibido.

    A Laura también por leerme y dejar su punto de vista.

    A Berundgaar por resaltar (según él) la calidad de mi relato y encontrarlo controvertido, al mismo tiempo que, según explicas, he despertado sentimientos contradictorios.
    En cuanto a mi seudónimo, no me molesta en absoluto ese tratamiento; al contrario, una pizca de humor siempre viene bien.

    A Wolfdux por su benévolo comentario cuando dice haber encontrado en el mío un buen relato.
    También por elogiar la conversación entre los protagonistas y por el desenlace final.
    Sin duda tendré en cuenta tus consejos de comillas; puntos; comas y guiones.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 16:20
  21. 21. Earendil dice:

    Hola, Vespasiano.
    Controvertido relato, al menos.
    En un principio no quería leer los comentarios de los compañeros, ya sabes, por no contaminar mis ideas con las de los demás, pero es que no sabía cómo interpretar exactamente tu relato.
    Después he leído tu explicación del mismo, y a confirmado lo que pensaba.
    En principio creo que el primer país que presentas con el diálogo inicial (y que en tu primera aclaración afirmas que es el distópico) lo veo más bien como un país anclado en el pasado, y los argumentos que esgrime el protagonista son algo arcaicos. Hoy por hoy privan más otras clases de recursos, como los de petróleo o de minerales más novedosos que sirven para las tecnologías más avanzadas. El carbón ya prácticamente no se usa, están las centrales nucleares y térmicas y, por supuesto, la seda no creo que desestabilice una balanza comercial a efectos internacionales.
    Después escribes: “En mi historia fue el líder Dilshad el que cambió la forma de vida de un país que era distópico por su autonomía y por la singularidad de su sistema de gobierno.” Es cierto que ese país era singular, por el hecho de estar aislado del mundo, cosa harto difícil en un planeta globalizado, aunque haberlos, haylos. Está claro que para mí sí también es distópico, pues solo pensar en vivir en un sitio así me produce escalofríos. Pero creo que como tu protagonista habla de sus bondades, no acertamos a verlo de ese modo porque da la impresión que para él, el país distópico es el que viene después (que también lo es, a mi parecer)
    Creo que hay algo en tu relato que a mí no me acaba de convencer, y es que me resulta poco creíble que el tal Dilshad, con esa visión tan poco favorable del régimen donde vive, “le dejen” llegar a la presidencia con su discurso, y no se lo hayan cargado antes, viviendo en un régimen tan autoritario y siempre vigilado.
    En cuanto a la parte formal, has hecho un trabajo excelente.
    Te felicito.
    Un saludo.
    P.D. El diálogo inicial, cuando tu protagonista hace el discurso de lo bien que se vive en su país, me ha recordado una película magnífica que vi no hace mucho, El niño 44 (Monstruos en el paraíso) Te la recomiendo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 19:15
  22. 22. drow_jack dice:

    Hola de nuevo.

    No he podido evitar pensar que te ha calado mal mi comentario. Mea culpa, no me expliqué muy bien, supongo que venía de comentar una batería de relatos y fui poco preciso.

    No quise decir que no me gustara ni el principio ni el final (El total). Simplemente discrepo de la viabilidad y la moralidad de una política expuesta y la otra. Una por parecerme utópica en la sociedad de hoy en día, y la otra, que dentro de su distopía, se parece peligrosamente a la sociedad contemporánea. Y no sé tú, pero a mí no me gusta cómo se hacen las cosas hoy, y todo lo que sucede bajo el nombre del dinero.

    Hubiese preferido que te quedaras mejor con mi otra parte del comentario en la que te escribo: Qué decir, es interesante y formalmente no está nada mal.
    Buen trabajo.

    Saludos y gracias por tu comentario.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 11:05
  23. 23. Vespasiano dice:

    Estimado drow_jack.

    Tu comentario no me ha calado mal, en absoluto. Al contrario, tu sinceridad es digna de agradecimiento. Nadie está obligado a decir lo contrario de lo que siente. Y el que escribe está expuesto a que le critiquen.

    De cualquier manera en todos y cada uno de los agradecimientos que voy dejando, trato de resaltar aquello que cada uno de los compañeros refleja en su comentario, sea elogioso o no.

    Así que no te preocupes, ni pienses que estoy molesto.

    Felicidades.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 19:49
  24. 24. Vespasiano dice:

    Estimada Earendil:

    Gracias por tan extenso comentario.

    Con setecientas cincuenta palabras no es fácil, por lo menos para mí, tratar de mostrar un mundo distópico. George Orwell necesitó 312 páginas para describir el suyo en la novela 1984. Además de emplear un apéndice de 15 páginas para explicar a los lectores los principios de la “neolengua”.

    Yo humildemente, me puedo considerar satisfecho si con setecientas cincuenta palabras he conseguido que el lector piense lo que le parezca oportuno de mi mundo utópico/distópico o viceversa.

    Felicidades.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 20:07
  25. 25. Henar Tejero dice:

    Hola Vespasiano,
    has sabido crear muy bien el enfrentamiento entre los protagonistas. Se plantea la distopía entre los sistemas capitalista y comunista.
    Los diálogos dan ritmo a la acción y se lee con fluidez.
    Me ha gustado tu relato.
    Es una pena que al final acabe así. Eso nos hace plantearnos sobre que sistema es mejor. Eso da para mucho que hablar.
    Saludos
    Nos leemos!!!

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 11:41
  26. Ufff que duro.

    Con lo bonito que era el panorama del principio y se tuvo que fastidiar por la avaricia de unos y la ingenuidad de otros… Casi casi una realidad distopica diría yo.

    Enhorabuena compañero, es el típico relato en el que el lector se remueve en su asiento deseando que no hubiera cambiado nada.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 16:06
  27. 27. Vespasiano dice:

    Hola Henar Tejero:

    Gracias por dejar tu comentario elogiando el enfrentamiento entre los protagonistas y su forma de ver el mundo.

    Si bien en mi historia no hablo de comunismo o socialismo propiamente dicho, ni como utopía ni com distopía, aunque pueda parecerle.

    El sistema que yo había pensado no ha quedado muy explícito debido a las setecientas cincuenta palabras.

    Pero para dar una idea de la forma de gobierno que yo había pensado para ese país distópico y pacifista, donde no había policía, ni ejército, ni dinero, ni bancos, los ciudadanos ya habían nacido y educado dentro de la ética, ajenos a cualquier influencia religiosa, ya fuera católica, o islamista; cumplidores cada uno de las tareas colectivas que tendrían que desarrollar para el buen funcionamiento de las instituciones.

    Ciudadanos libres de corrupción, no dependientes de drogas, solidarios con sus semejantes.

    Un país donde no existían las cárceles y de donde el ciudadano podría marcharse de él, sin ninguna consecuencia punitiva o represiva.

    Un país dirigido por un comité de sabios, promulgadores de las leyes y donde los ciudadanos podían opinar, votar y decidir sobre sobre las propuestas de gobierno que afectasen a todos los habitantes.

    Pero esto no quita para que muchos compañeros hayan pensado en un sistema socialista, cuando en este país distópico, no es el Estado el dueño de los recursos, sino todos y cada uno de los ciudadanos.

    Lo que había que conseguir y mantener era una organización que planificara, organizara y ejecutara un programa de extracción de los recursos, producción y manufacturado de esos recursos y por ende una distribución justa de los mismos y como consecuencia de todo esto el disfrute de un estado de bienestar para todos los ciudadanos.

    Y después de esta perorata distópica, me marcho a ver si aún me quedan unos diez euros en mi cuenta corriente para beberme unas cañas de cerveza con mi amigo Dilshad, del que por cierto no sabemos en qué país había nacido.

    Un fuerte abrazo para ti y para todos los que me han leído, comentado y criticado.

    Felicidades.

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 16:21
  28. 28. Vespasiano dice:

    Hola Jean Ives Thibauth:

    Gracias por leerme y dejar tu opinión en mi relato.

    Probablemente si fuera posible un mundo así de equilibrado, habría más solidaridad, mas tiempo para el amor y para las bellas artes.

    Felicidades.

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 16:35
  29. 29. beba dice:

    Hola, Vespasiano. Cuando leí tu comentario caí en cuenta de que no había pasado por tu relato. Aquí estoy. Me pareció muy evidente el sustrato de los argumentos y la conclusión, obvia: Utopía o Distopía, siempre hay corrupción en los gobiernos…y también en el pueblo. La Serpiente no se cansa de mostrar manzanitas tentadoras.
    Excelente el manejo de tu lenguaje. Hasta Junio, entonces.

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 00:27
  30. 30. Vespasiano dice:

    Gracias beba por pasarte por mi relato y dejar tu comentario siempre agradecido por mi parte.

    Felicidades.

    Escrito el 15 junio 2017 a las 21:49
  31. 31. Marcelo Kisi dice:

    HOla Vespasiano!

    No quería dejar de agradecerte tu visita a mi relato y tu generoso comentario.

    Me gustó mucho el tuyo, que pinta muy bien una distopía perfectamente posible. Bien llevada la descripción del mundo a través del diálogo en lugar de la explicación plana.

    Lo disfruté, felicitaciones!

    Escrito el 16 junio 2017 a las 12:04
  32. 32. Vespasiano dice:

    Hola Marcelo:

    Muchas gracias por dejar tu opinión en mi historia. Celebro que te haya gustado, así como la idea de presentar ese mundo distópico por medio de la conversación entre los dos personajes.

    Felicidades. Buenas vacaciones. Espero seguir leyéndonos en el próximo curso.

    Escrito el 16 junio 2017 a las 16:20

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