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La mancha del mal - por Arnoldo Supiar

“¡Sufriréis, lloraréis, clamaréis, pero no habrá oídos que oigan vuestros lamentos! ¡Os ensordecerán las voces de los justos sacrificados, sumergidas en los valles oscuros de la muerte, clamando justicia! ¡¿Quién saldrá en vuestra defensa cuando se levante desnudo el grito de la verdad?! ¡Los ejércitos de la justicia volarán con ira sobre vosotros y vuestros hijos! ¡Ay, cuando refociléis con vuestra propia sangre y solo os quede alimentaros con vuestros despojos, saciaréis una necesidad insaciable con más dolor, con más desamparo, con más soledad!”

Esta era la voz de Ghada, la madre de Tâer, que gritaba al viento mientras se expandía el olor penetrante de carne frita y el humo de las bombas empezaba a disiparse. Apretaba sus entrañas como si quisiera volverlo a su seno que ahora sentía más vacío que nunca. No venían a su mente los recuerdos del vergel de Palmira, donde había nacido Tâer y donde se había criado creyendo que el mundo era paz, verdor y tardes frescas apilando dátiles y cambiando las telas de seda del requesón.

“¡Volaremos otra noche entre las estrellas y su brillo nos contará la fragancia de las almas! ¡Sonreirán nuestros antepasados tras las montañas donde se oculta el sol y veremos los aullidos del néctar con la tenue libertad del azulejo de roca aleteando! ¡Sentiremos el suave goce de las orquídeas en miniatura y la quisquina jugando con sus colores malvas! ¡Y las voces varoniles de tu padre trayendo en sus hombros el cabrito recién parido! ¡Alabaremos al Dios del desierto y del oasis, del agua y del amor!”

“Cuéntamelo otra vez, mamá”, dijo Tâer mientras se acurrucaba entre los brazos de Ghada y jugueteaba con el dedo en los colores bordados sobre el fondo ocre de su túnica.

“¡Huid, volad sobre la noche clara antes de que os atrape su sombra! ¡No hay tiempo y los señores de la guerra cabalgan sedientos de sangre inocente!”, decía el viejo pastor de las cuevas del oeste. “No esperes a tu hombre ni te sumerjas en su recuerdo. Salva al niño, es lo que te queda de él. Hay refugiados en Alepo, un lugar seguro”.

Un soldado oyó los gritos de Ghada y la ametralló, borracho de odio y desprecio. Ahora la lluvia cubría los cuerpos. Primero fina y poco más tarde torrencial, arrasándolo todo y dejando al descubierto la superficie dura, fría, lisa y negra del asfalto. Y los tres, con un halo de espiritualidad, se reunieron en el seno transparente del Dios del desierto y del oasis, del agua y del amor, su viril esperanza.

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16 comentarios

  1. 1. KosaK dice:

    Hola Arnoldo, Buen relato! con un toque de una triste realidad
    Buen trabajo
    Saludos, KosaK

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:13
  2. 2. Felix Acereda dice:

    Me deja los pelos de punta tu relato amigo. Reflejas muy crudamente el dolor y a la vez la belleza marchitada por ese mismo dolor.
    Muy bueno, te seguiré leyendo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:20
  3. 3. Arnoldo Supiar dice:

    Estimados Kosak y Félix: muchísimas gracias por vuestros comentarios elogiosos. Ya os busco y os leo.
    Cordiales saludos,
    Arnoldo

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 18:34
  4. 4. silvina dice:

    Arnoldo, tu relato me gustó muchísimo,te confieso que cuando lo terminé de leer, me quede mirando la pantalla. después de unos minutos lo volví a leer con calma. Sin adornos, conciso y realista, realmente impresionante.
    saludos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 22:03
  5. 5. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Querido Arnoldo:

    Tu relato me ha deja sin palabras. Lo he leído muy despacio para saborear todas esas bellas metáforas cargadas de dolor y ternura… Algunas imágenes desprenden aromas, has arrimado el vocabulario a la cultura, a los sabores de una tierra maravillosa que ha caído en desgracia. Contrastas la delicadeza del tono con la cruda realidad. Me quedo sin palabras.

    Un cordial saludo

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 21:25
  6. 6. Arnoldo Supiar dice:

    Muchas gracias, Silvina por tus elogiosos comentarios que son, sin duda, inmerecidos.
    Lo mismo te digo Esperanza. La verdad es que tu sensibilidad es mayor y mejor que mi relato y te envidio porque sabes disfrutar como lectora, algo a lo que yo aspiro. Viniendo de ti esos comentarios me llenan de emoción. Muchas gracias otra vez. Por cierto, ¿cuál es tu número de escena?
    Besos
    Arnoldo

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 09:32
  7. 7. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Arnoldo, no me busques porque no estoy en la lista. Este mes envié mi relato (me costó muchísimo, por cierto) pero no me lo publicaron… Para que veas lo despistada que soy: en lugar de “seda” puse “gasa”, perfectamente podría haber puesto seda ya que hablaba de una blusa… Me dio mucha rabia, pero ahora comento por gusto sin agobios. Un abrazo

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 12:38
  8. 8. Guillermo Forgerón dice:

    Hola Arnoldo!

    Antes de nada agradecerte tu amable comentario en mi relato. En lo que se refiere a tu relato La mancha del mal, me ha gustado mucho la fuerza que transmites a través del texto, transmitiendo la crudeza de los días en los que personas de carne y hueso ven alteradas sus vidas y su día a día por acontecimientos motivados por el odio, la avaricia y fanatismos varios.Todo ello se condensa en tu relato con energía logrando una fuerte conexión con el lector.

    Enhorabuena por tu trabajo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 09:19
  9. 9. Arnoldo Supiar dice:

    Hola Guillermo:

    Muchas gracias por tus apreciadas palabras sobre mi relato, espero que volvamos a coincidir.

    Un saludo,

    Arnoldo

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 11:30
  10. 10. Arnoldo Supiar dice:

    Querida Esperanza:

    ¡Qué pena lo de tu relato! Deberían ser más flexibles en el foro para evitar los despistes pues a todos nos puede ocurrir. Espero verte en junio.

    Besos,

    Arnoldo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 11:32
  11. 11. Doralú dice:

    ¡Hola Arnoldo Supiar!

    Tu relato desde el punto de vista de la historia, me parece genial. Me impactó el tema que desarrollaste. Logras transmitir el dolor y la impotencia de Ghada. El primer y último párrafo tienen una fuerza, una crudeza y a la vez una belleza increíble.

    Esta realizado con un lenguaje sencillo y con buen ritmo desde el inicio. En puntuación y ortografía no tengo nada que decir. Lo que sí es que tuve que leer la historia varias veces para aclarar uno o dos cositas.
    Te señalo algunos detalles del texto que llamaron mi atención:
    En el segundo párrafo, cuando dices: “…se expandía el olor penetrante de carne frita…” yo creo que es olor a carne requemada, achicharrada por las altas temperaturas. Es un olor realmente desagradable. No soy experta en el tema, así que… es solo mi apreciación, desde el punto de vista de mi lógica.

    También en el segundo párrafo, cuando dices: “Apretaba sus entrañas como si quisiera volverlo a su seno que ahora sentía más vacío que nunca.” ¿A quién quería volver a su seno?

    No me quedó claro en qué momento murió Taer, me dio la impresión que falleció en el segundo párrafo, pero como aparece hablando en el cuarto párrafo, realmente se me enredó la cabeza.

    Debido a la técnica empleada para construir tu texto, usaste comillas en vez del guión largo, a excepción de la voz del narrador. De tal manera que al comenzar el primer párrafo me dio la sensación que eran pensamientos de Ghada. Claro, se aclara más adelante que ella gritaba al viento.

    Ahora, en el quinto párrafo, donde aparece el viejo pastor, no me quedó claro si es pensamiento de Ghada o palabras del pastor.

    Recuerda Arnoldo, son solo apreciaciones de una aprendiz, no tengo la verdad en mis manos.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 03:01
  12. 12. Henar Tejero dice:

    Hola Arnoldo,
    Un relato estremecedor, el cuál ha sido embellecido por ese lenguaje metafórico muy bien utilizado.
    Al final se ve la dura realidad de los acontecimientos.
    Has hecho un buen trabajo.
    Felicidades por tu relato.
    Nos leemos!!!
    Un saludo

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 12:57
  13. 13. Arnoldo Supiar dice:

    Estimado/a Doralú:

    Muchas gracias por tus elogiosos comentarios y por tu lectura detallada de la escena. A quién quiere devolver a su vientre es a su hijo que doy por supuesto que ya ha muerto cuando comienzo el relato. De hecho la madre grita por la muerte de su hijo. Tal vez no quede muy claro y quizás debería haber usado un recurso literario más preciso para aclarar los cambios de tiempo. Porque es verdad que voy del presente al pasado sin poner alguna clave que facilite la lectura. Muchas veces damos por supuesto que lo que está en nuestra mente queda bien reflejado, pero se ve que no. Por eso te agradezco mucho tus trabajadas opiniones. El viejo es un personaje que utilizo para dar cuenta de la desolación en que quedan madre e hijo, pero tengo que reconocer que tampoco queda muy claro. La verdad es que yo también soy un aficionado y, por tanto, mi trabajo es manifiestamente mejorable, pero solo te das cuenta cuando lo leen otras personas.Te agradezco mucho tus impresiones y espero que volvamos a coincidir en otra ocasión.

    un saludo

    Arnoldo

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 08:40
  14. 14. Arnoldo Supiar dice:

    Estimada Henar:

    Te agradezco tus comentarios a mi escena y tus felicitaciones. Sin duda son inmerecidos y se debe a tu sensibilidad como lectora. Muchas gracias otra vez.

    un saludo,
    Arnoldo

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 10:07
  15. 15. Laura dice:

    Hola Arnoldo.
    Tu relato es muy fuerte, pero me dejó bastante perpleja.
    Tus imágenes me resultan algo confusas, en especial la del brillo de las estrellas que contará la fragancia de las almas. Me chirrió especialmente la palabra contará. Tal vez hará sentir, permitirá conocer, pero no me cierra la palabra que utilizaste.
    Otra parte que me dejó bastante confundida fue el asunto de la viril esperanza, y el halo de espiritualidad. Creía que ya estaban muertos. Disculpa. Tal vez el problema es tan sólo mío ya que quienes me preceden no han hecho acotación alguna. Puede que sea sólo yo la confundida.
    No fue mi intención criticar con mala intención, tan sólo transmitirte mis impresiones como lectora viciosa.
    En cuanto a lo formal, nada tengo que señalar. La trama me resultó maravillosa, tremendamente realista.
    Sigue escribiendo, a pesar de que yo no logre comprenderte cabalmente. Otros sí lo hacen.

    Escrito el 4 junio 2017 a las 00:00
  16. 16. Arnoldo Supiar dice:

    Estimada Laura:

    No me pareces una lectora viciosa, más bien inteligente y sensible. Pero me da la sensación de que no tenemos un mismo concepto de la literatura y esto es tal vez la clave de no entendernos muy bien. “Invisibles alondras entonaron su alegre cantico sobre el terciopelo de la campiña desembarazada de nieve…” Este texto es de Lev Tolstoy en Anna Karenina y puede ser muy difícil de entender. Pasemos lo de las “invisibles alondras”, pero ¿alegre cántico? A mí de entrada me parece un poco forzado atribuir a las alondras un sentimiento tan humano como es la alegría. Pero lo que ya es un abuso es hablar del “terciopelo de la campiña” (parece un insulto) y que esta campiña está “desembarazada de nieve” (¿acaso se embaraza la campiña de nieve?) no sé cómo calificarlo. Pese a todo, a mi ese texto de Tolstoy me seduce tanto que me cautiva y lo leo y lo releo sin cansarme. Y me pregunto por qué. Creo que es pura literatura pues las palabras superan a las imágenes, son más que conceptos, son artísticos enlazamientos de palabras.
    Por eso te hablo de concepto de literatura. Yo también respeto mucho tu opinión y no quiero compararme con Tolstoy (¡hasta ahí podríamos llegar!). Tienes todo el derecho del mundo a rebelarte contra el verbo “contará”, e incluso tienes razón, pero yo no lo cambiaría. Me gusta imaginar que el brillo de las estrellas irá por diferentes constelaciones contando historias y una de esas historias será la fragancia de las almas, que es una cualidad de las flores, pero una cualidad tan intangible como la naturalez de las almas. Lo mismo te digo del halo de espiritualidad. Me parecía muy fuerte (tal vez esté equivocado) atribuirle a la espiritualidad una nota material, pero gracias a tu crítica en mi cabeza ya están fluyendo ideas muy atrevidas, tal vez viciosas.
    Lo de la viril esperanza es lo más arriesgado del relato, lo reconozco. No tiene significado, simplemente me lancé porque la palabra viril tiene una fonética muy sugerente y no me pude resistir. No hay intención de influir en el significado.
    Me alegra mucho haberte conocido, Laura. Y tu crítica es muy perspicaz y motivadora. Es más, me gustaría que hubieras sido más dura en tus impresiones. Ojalá en el futuro seas menos tolerante y me digas lo que piensas sin paños calientes. Muchas gracias otra vez.

    Un cordial saludo,
    Arnoldo

    Escrito el 12 junio 2017 a las 13:23

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