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Incubadora de varones. - por Lorena Salcedo

Web: https://lacarretadeheno.wordpress.com

A partir de 2020, se fragmentó por decreto a las familias tradicionales de Pekín dividiéndolas en dos sectores: hombres, e incubadoras de varones. Todo aquel que fuera en contra sería severamente castigado.

Los hombres criados en despojos de familias convencionales quedaron solos y las siguientes generaciones de incubados
fueron formados de manera independiente, esterilizados y con el pensamiento crítico del patriarcado.

Las mujeres que procreaban hembras eran clasificadas como “inservibles para la nación” exterminadas en el Resguardo Femenil del Partido Chino Comunista, disminuyendo su población rápidamente. Los productos femeninos que sobrevivieron entre las sombras, no tenían educación ni identificación oficial.

Muchos de los casos fueron revelados por vecinos o familiares quienes recibían una bonificación por parte del Partido. Aquellos que se dedicaban a recuperar mujeres tenían un ingreso apenas mayor al resto de la ciudadanía. Las apresas eran entregadas al resguardo femenil, una bodega de preparación para incubar y preservar a los varones por medio de la reproducción de hombres con la mejor genética. Después del parto, se permitía una cuarentena para procrear de nuevo. Las mujeres no conocían a sus hijos y un gran número moría entre partos.

Existía un grupo de chicas que se inducían el parto para evitando el nacimiento de bastardos varones educados con el pensamiento crítico y de quienes no dudaban traerían a rastras a las pocas mujeres que se escondían en Pekín por 10,000 yenes o menos.

Las mujeres eran sometidas a la prueba de género al sexto mes, definiendo el ala de traslado para cada una: reproducción, degrado y proceso de parto. Cada ala era resguardada por vigilantes. Por las mañanas se enfilaban en uniformes naranjas y se verificaba la identificación de cada una.

—¿Nombre? —preguntó el oficial.

—Incubadora 12389045 —respondió Xi-Len —arrastrando los pies.

—¿Ala?

—Degrado.

—Así que eres una de esas rebeldes ¿no? —dijo burlón el oficial.

Ella lo miró con odio y no necesitó palabras.

—¡Contesta cuando un oficial te hable! —le gritó el hombre.

Murmuró apenas.

—¡No te escuché! —dijo el hombre.

—¡Vete a la mierda! —arrojó Xi-Len.

Propiciando un maltrato brutal que terminó en la sala de recuperación, viva para continuar en el proceso. Kumiko se lamentaba.

El oficial se excedió, notificado lo suplió Zhao un hombre que conoció años atrás y ahora servía al Partido lo que no la asombraba, seguramente lo habían despojado de su vivienda sin tener mayor opción.

—¿Nombre? —preguntó Zhao.

—Kumiko —le dijo viéndole fijo.

Zhao alzó el rostro y la miró a recordando caminatas de sol y lluvia.

—¿Ala? —preguntó evadiendo cualquier lazo.

—Ayúdame por favor —susurró Kumiko dirigiéndose al salón de parto.

Con un nudo en la garganta Zhao prosiguió con la revisión. Por la noche lo asediaron instantes donde Kumiko sonreía y corría entre calles. Tendrían entonces 13 años y deseaba sacarla de ahí, lo que era imposible, todo estaba sellado y vigilado las 24 horas del día.

La observó en la verificación del día siguiente.

—¿Nombre? —comentó Zhao.

—No me queda mucho tiempo, lo presiento —dijo Kumiko desesperada.

—¿Ala? —preguntó el hombre.

—Tengo 6 meses, no es varón —musitó ella.

—¿Qué hago? —respondió Zhao escribiendo en la papeleta.

Kumiko dirigió los ojos a un sobre de seda que contenía unas tijeras pequeñas.

Otro oficial se acercó:

—¿Sucede algo?

—Nada señor.

—Siguiente…

Ellas desconocían las fechas, pero para Kumiko debió ser Martes. Había rezado hasta el cansancio porque Yuan siguiera dentro haciendo la verificación.

Se encontraba en una fila de unas 400 mujeres cuando lo observó.

—Nombre? —preguntó Zhao volteando a su alrededor.

—Incubadora 4597… Kumiko se desmayó.

Yuan la sujetó y dos hombres se aproximaron.

—Sigan verificando llevaré a esta reclusa a recuperación —dijo Zhao.

—Lo acompaño señor —mencionó uno de ellos.

Kumiko recapacitó del supuesto desmayo y pidió que la llevasen al sanitario. Zhao forcejeó un poco con ella sin lastimarla con afán de pasar desapercibidos y la escoltó hacia el baño.

Dentro, con ayuda de las tijeras Kumiko dio a luz a una niña de tan solo 6 meses. Colocó una especie de cama de papel higiénico y la depositó en el cesto ahogada en sangre y restos de su carne.

El hombre que acompañaba a Zhao intervino y este fue detrás de él. Abrió la puerta con un golpe y observaron a Kumiko desangrándose. El hombre la sacó con asco a rastras maldiciéndola y dejando una línea de pincel roja.

Kumiko indicó con su dedo el cesto a Zhao mientras le arrastraban posiblemente a la muerte. Zhao observó en el cesto. La pequeña seguía con vida.

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6 comentarios

  1. 1. José Torma dice:

    ¿Qué tal Lorena? Eres el primer relato después del mío, pero aparte, tu escrito y el mío, podrían complementarse totalmente. Ambos imaginamos un mundo donde la reproducción es controlada. Creo, sin falsa humildad, que el tuyo es mucho mejor que el mío.
    Lo fui leyendo sin tropiezo, hay partes donde creo te jugó mal el formato, ya que se divide el párrafo, pero es notorio que no fue a propósito. Tengo poco que notar en lo formal. Se ve que no eres nueva en esto de juntar letras para hacer palabras y encadenarlas en oraciones para contar historias. Sin embargo, creo que la historia se hubiera visto enriquecida si nos das más de los personajes y nos dejas imaginar la situación que los llevo a esa disyuntiva.
    Con diferente tesitura, pero abordamos un tema que da para mucho. Yo evité describir los motivos y me fui más por el conflicto de mis dos personajes.
    Te reitero mis felicitaciones y aprendí mucho leyéndote, dos enfoques diferentes en un mismo tema que asusta y ocupa en un futuro tal vez no tan lejano.
    Saludos.

    p.d. No sigo los comentarios, si te apetece comentar algo, te dejo mi correo.
    josetorma@outlook.com
    Y ahí podemos platicar más a fondo si así lo deseas.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:04
  2. 2. Pilar C dice:

    Hola, muy interesante el relato, pero me he líado con los nombres de los personajes.
    Un saludo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 15:13
  3. 3. P.J Dawon dice:

    Hola Lorena.
    En mi opinión, un relato muy bueno, particularmente siniestro. La verdad que al leerlo e imaginar ese universo distópico me ha dado miedo. Infravalorar tanto a la mujer hasta renombrarla como “incubadora de varones” es muy buen detalle.
    Sinceramente he tenido que leerlo un par de veces y aún hay cosas que no entiendo muy bien pero eso no importa mucho si entiendes el trasfondo de la historia.
    El diálogo me parece que hace avanzar la trama muy fluidamente y, la verdad, me gustaría que Zhao rompiera todas las reglas y escapara con ese pobre bebé.
    Estoy en el 175 por si te apetece pasarte y entretenerte un rato.
    Nos leemos.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 17:09
  4. 4. Alycia dice:

    Hola, Lorena:

    Creo que tu relato tiene un potencial enorme. De verdad. Muy, muy interesante.

    Me han faltado acotaciones sobre los personajes, me he hecho un lío y a veces no sé quién es quién y qué hace en la escena. También hay algunas explicaciones que no acabo de entender. Supongo que con alguna revisión se podría subsanar todo esto. Y te animo a que lo hagas y a que desarrolles más la historia, puede quedar algo espectacular.

    Saludos,

    Alycia

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 19:11
  5. Hola José Torna, leo tu texto y te envío retro, saludos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 18:25
  6. Hola Pilar C, si una disculpa en el borrador el personaje se llamaba Yuan y después lo cambié a Zhao, en realidad es el mismo personaje. En mi Blog está la historia corregida, nos leemos.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 18:28

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