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El deseo - por Yurisander

Después, él lamentó haber accedido al deseo. Ya no valía la pena. Nada tenía sentido. Y cuando el sentido se esfuma aparece una luz brillante en el horizonte que se acerca con flema.

Él trababa de dilucidar cómo habría podido negarle algo a ella y a la niña. A ambas les hacía mucha ilusión tener un vestido de seda. Ella, con cara firme, se los había pedido para su cumpleaños. Y cuando ella pedía algo, él era incapaz de negarse.

Así fue desde el primer día. Singularmente espabilada, ella lo había cortejado sin disimulo la tarde en la que coincidieron en un cobertizo medio destartalado para salvarse de la lluvia. Ese día él confirmó que el corazón era capaz de detenerse ante las cosas únicas. Nunca más se separaron.

Luego nació la niña, y él se sintió fulgurante, como si fuera el último fuego artificial de la Tierra. Con la niña completó el círculo. Antes de que las dos llegaran a su vida, creyó firmemente que el mundo era un asco. Tenía la certeza de que todo estaba bien jodido si cada vez que llovía había que esconderse para no morir. Ya nadie recordaba cuándo había comenzado todo, y él de eso no tenía idea. Pero una cosa era cierta: a la lluvia había que evitarla a toda costa. Los pocos científicos que sobrevivieron a los primeros aguaceros habían dicho que unas pocas gotas no causaban daño. También advirtieron de la muerte ante una exposición prolongada al agua proveniente del cielo. Él sabía que era cierto. Lo confirmó en su niñez, el día que enterró a sus padres.

Y si, aunque no se mojara uno con la lluvia, el agua destilada tenía impurezas capaces de provocar tumores, y asco, mucho asco, las mujeres de su vida borraron su aversión por el mundo.

El asco regresaría más tarde, mientras estaba en la mina.

Siete días habían pasado desde que reuniese el dinero para los vestidos de sus mujeres. Pico en mano, estaba feliz por haber sido capaz de cumplir el deseo. Seguro que ya habrían comprado los vestidos de seda. Cierto era que no podría estar con ellas por otro mes, pero imaginar sus caras sonrientes era un elixir que superaba con creces las cualidades de la piedra filosofal.

Entonces, a media faena, lo llamó el patrón.

La tierra todavía se pegaba a los zapatos en grandes tortas fangosas cuando llegó a su casa. Allí estaban ellas, con los vestidos de seda todavía mojados, aisladas tras un nailon, la inconfundible sombra de la muerte pintada en los ojos.

Lo peor había sido no poder tocarlas. Estaban contaminadas. El médico le dijo que ella le llamó en cuanto ocurrió. Recién llegaban del mercado del pueblo vecino. A medio camino, en la llanura, se vieron sorprendidas por un vendaval. El maldito meteorólogo se había vuelto a equivocar y terminaron empapadas.

Cuando se quedó solo, tras los pésames de rigor, se llevó a las mujeres de su vida a un claro alejado de todas las casas. Cuidó de que nadie lo viera. Se puso a cavar hasta que estuvo en medio de un hueco bien ancho y hondo. Reforzó entonces las paredes con tablones de madera. Como en la mina. Ella y la niña tenían que estar seguras. Con suavidad las colocó sobre la tierra seca. Y se sentó a esperar.

A lo lejos, una luz blanca se acercaba con flema. Él lamentó haber accedido al deseo. Lamentó ser incapaz de llorar. Acaso no hacía falta que lo hiciera. Sobre la luz blanca pendían muchas nubes apelmazadas. Esa tarde iba a llover.

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7 comentarios

  1. 1. Héctor Romero dice:

    Yurisander agradezco tu visita y sugerencias a mi relato. La verdad si me ha dado guerra en el teclado lo de los guiones y no quería quedar fuera por lo que opté por enviarlo de esa manera con la esperanza de que me orientarían y así sucedió. El relato es casi la introducción de lo que se está convirtiendo en una novela en la cual se conocerá la lucha de Caroline contra los que han ocultado una realidad. Tu historia me ha gustado, siento algunos matices de tristeza en esa visión apocalíptica aunque se que no es tu intención. Gracias por permitirme disfrutar ese relato.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:47
  2. 2. Yurisander dice:

    Muchas gracias Héctor!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 20:31
  3. 3. Laura dice:

    Hola Yurisander.
    Gracias por pasar por mi relato y dejar tu hermoso comentario.
    Con respecto a tu texto. HERMOSO, dulce y hermoso. Sin pega alguna. Felicitaciones.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 11:43
  4. 4. Silvia Peregrina dice:

    Gracias por comentar mi relato.

    El tuyo me gustó, ¿has leído “El eternauta” de Héctor Germán Oesterheld? En esa historieta, también la muerte venía del cielo.

    La situación de amor, de tristeza y de muerte que contás está bien narrada, salvo las repeticiones de la palabra ‘ella’, que en varias ocasiones se puede suprimir, para que el texto no sea tan cacofónico.

    ¡Saludos!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:43
  5. 5. Wester dice:

    Buenas Yurisander,

    Me ha parecido una gran idea, muy original lo de la lluvia que trae muerte. Es un relato melancólico que llevas muy bien con una lenguage que, a mi parecer, es perfecto para la ocasión.

    No tengo muchas recomendaciones. creo que hay un error con la palabra ‘trababa’. Supongo que querías poner ‘trataba’ pero eso nos pasa a todos. Y luegon hay un par de líneas en la que la puntuación la repasaría porque me suena un poco raro. Aunque quizás tan sólo sea yo:

    ‘Y si, aunque no se mojara uno con la lluvia, el agua destilada tenía impurezas capaces de provocar tumores, y asco, mucho asco, las mujeres de su vida borraron su aversión por el mundo.’

    Me ha gustado Yurisander, nos seguimos leyendo. Si quieres yo estoy un par de relatos encima de ti.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 21:10
  6. 6. PerePaella dice:

    Hola, Yurisander

    Gracias por pasarte por mi relato.
    En cuanto al tuyo, me ha gustado mucho. Nos mantienes atentos de principio a fin, según vas contando la realidad de ese mundo donde la lluvia mata a través de una historia de amor. Tiene buen ritmo y, sí, es verdad que tiene un aire melancólico que le va muy bien.
    Coincido con Wester en que ese par de líneas me suenan un poco raro, pero no sé si es por la puntuación.
    Enhorabuena por el relato y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 08:57
  7. 7. Lionel Muñoz dice:

    Hola Yurisander. Antes que nada agradezco tu comentario en mi relato.
    Ahora, después de leer el tuyo, tengo que decir que me encantó. Me sentí en la piel del protagonista. Muy buena historia. Transmite. Atrapa. Te hace sentir.

    Saludos.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 00:31

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