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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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¿Dónde estás? - por Liliana del Rosso

Web: https://lilianadelrosso.wixsite.com/consultoratic/serendipia

Amelia. Un nombre elegido al azar para la protagonista de la historia que quiero contarles, y Javier, otro supuesto. ¡Pero cuidado! Les estoy hablando de un hecho real y a cualquiera de vosotros les podría suceder.

Amelia, una guapa abogada de treinta y cinco años, que va por la vida envuelta en un aparente halo de seguridad. Pero yo no me atrevería a mirar debajo de su sofisticado vestuario.

Está claro que todos, sí y no me equivoco al decir todos, solemos crear un avatar con el que nos movemos libremente en esta sociedad competitiva y en ocasiones devastadora.

Javier, su esposo, Informático de carrera y nerd por decisión. Algo parecido al fundador de Apple, Steve Jobs, cuando era joven, solo que más guapo menos bohemio y más sociable. Después de varios años en el paro, por fin una multinacional se interesaba por sus programas.

¡Ya no trabajará en casa! Necesitaba volver a tener independencia económica, pero el precio que deba pagar quizás resulte muy alto.
Amelia disfruta sabiendo que el amor de su vida está siempre al otro lado del teléfono.

Mensaje de Amelia 17:30.
Javi, ¿dónde estás? ¡Te llamo al teléfono de casa y no me contestas!

Javier, a pesar de que iba conduciendo de regreso a su hogar en el barrio de las Rosas en Madrid, devolvió el mensaje con una llamada de teléfono. Sabía que si la hacía esperar se pondría nerviosa, y no quería que nada le amargase su gran día.

—Hola, cariño. Voy conduciendo, estoy muy cerca de casa. Acabo de tener una entrevista de trabajo.
—Me preocupé —dijo Amelia— no sabía dónde estabas. ¿Qué tal con la entrevista?
—Bien, creo que muy bien. Pero mejor te cuento cuando nos veamos esta noche.
—No, no… Mi madre nos invitó a cenar en el restaurante Lua. Es su cumpleaños este domingo y como estarán de viaje decidió festejarlo hoy.
—Ve tú, a mí no me apetece. Sabes que tu familia no me soporta.
—Por favor, haz un esfuerzo. Cenamos y luego nos vamos de copas los dos solos. ¿Vale?
—Vale. ¿A qué hora nos vemos? ¿Y dónde? Ten en cuenta que no quiero ir a la casa de tus padres.
—Es que yo pensaba ducharme allí y que tú me trajeses el vestido azul de seda, el que me compré cuando fuimos a Venecia.
—¡No iré a casa de tus padres! Punto.
—Vale, vale. Me pondré cualquier vestido viejo que tenga en mi cuarto de soltera. ¡Por qué nadie piensa en mí!
—Buena decisión.
—Mi cuñada, esa a la que te comes con los ojos, irá bellísima y yo estaré fatal.
—Amelia, ¡escenitas ahora no! De lo contrario prefiero no ir, aunque nos cueste una bronca gorda.
—Vale. A las nueve en el Lua.
—Allí estaré.

Javier continuó conduciendo, estaba a pocos metros de la urbanización donde Vivían. Su gran noticia había pasado a segundo plano. No dejaba de pensar en la difícil relación que tenían. «Las inseguridades de Amelia son como una apisonadora que arrasa con todo».

La puerta del garaje se abría con más lentitud que nunca. Angustia, ansiedad, desilusión, un coctel de sentimientos le oprimía el corazón. Solo quería llegar a casa y darse un baño caliente, un largo y reconfortante baño. Los inviernos en Madrid son muy fríos, pero aún peor serían las gélidas miradas que recibiría esa noche. Encontrarse con los padres de Amelia era como ser arrojado a los leones. Se cebarían con él, no dejarían de recriminarle por su falta de empleo.

El vapor empañó los espejos del baño, la bañera casi rebosaba de espuma. Javier dejó que su cuerpo se fuera adormilando entregándose lentamente a los brazos de la resignación. Un refugio cálido que lo absorbía y le hacía olvidarse de todo.

En un par de horas deberá ponerse una máscara sonriente y un traje hecho de paciencia. Sería un viernes difícil, seguido de un sábado bastante complicado, pero el domingo seguramente conduciría las aguas a su cauce normal. Como de costumbre la armonía volvería a reinar augurando una nueva semana donde los engranajes de la rutina harían que todo funcionase a la perfección.

Pero Javier sabía que no sería tan fácil. Temía a la reacción de su esposa frente a la posibilidad de que él trabajase lejos de casa.

Una sombra de duda rondaba en su cabeza «La amo, pero es tan difícil, debajo de su coraza hay una niña asustada, intentando huir de los fantasmas que ella misma libera».
¿Cuánto más podré soportar?

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16 comentarios

  1. 1. Maria Jesús dice:

    Fantástico relato,Liliana,has descrito una escena que, como bien has dicho, puede pasarle a cualquiera. Me gusta mucho que los relatos sean claritos y fáciles de entender, y que la trama sea interesante, y tu lo has conseguido.un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:49
  2. 2. guiomar de zahara dice:

    Hola Liliana: es la primera vez que te veo por aquí, perdona si has estado más veces.
    Tu historia por la simplicidad de los diálogos y la verdad de los pensamientos que se deducen, dan vitalidad a la situación.
    Si te soy sincera, no sabría decirte si faltan o sobran comas…
    Cuando leo algo y en las tres primeras líneas “me atrapan” ya no lo dejo hasta el final.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:10
  3. 3. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Liliana: Tu relato desenreda una situación que es bastante compleja y frecuente. A veces la dejamos pasar, “dándole tiempo al tiempo”; pero como bien dejas esclarecido en el desenlace, no es buena medicina. Tu narración, perfectamente, encajaría como escena en una novela o relato mayor. Felicitaciones, no te imaginas cómo me ha llegado.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 00:56
  4. 4. DIASPORA dice:

    Cuando un texto seduce al lector, olvida éste -que la RAE no vea la tilde- su función crítica. La historia me arrastró hasta el final.
    Manejas muy bien la sintaxis y un rico vocabulario.

    Es tu oficio. Adelante.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 07:13
  5. 5. Dino Vargas dice:

    Buenas! Entré a este relato seducido por el título, es un buen título aunque después tuve que buscarlo en la historia.
    El relato atrapa y genera mucha empatía con el personaje al cuál se lo ve muy apagado por la situación.
    Saludos!

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 16:09
  6. 6. Cecilia dice:

    Hola Liliana. Dos realidades para el entorno y la que vive el personaje. Un buen modo de abordar la historia. Felicitaciones

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 09:58
  7. 7. PerePaella dice:

    Hola, Liliana

    Coincido con mis compañeros. Una historia que te atrapa desde las primeras lineas. Muy bien escrita, sencilla pero profunda al mismos tiempo.
    Como dice Alonso encajaría perfectamente como escena de algo más grande.
    Felicitaciones por el relato y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 10:31
  8. Hola Liliana.

    Me he leído de un tirón tu relato. Me ha parecido curioso porque para mi opinión (tan desacertada como la de cualquiera) tu estilo está a medio caballo entre un borrador y un relato.

    Sin embargo has conseguido crear una escena cotidiana que me ha empujado a leer sin parar.

    Hay algún punto de corregir como la frase de la exclamación de Amelia en la que en realidad le corresponde signos de interrogación, o la ausencia de comas en una sucesión de sustantivos. Pero son cosas que seguro irás puliendo poco a poco.

    Lo del avatar me ha parecido todo un acierto. Esa máscara con la que salimos a la calle para enfrentarnos a nuestros propios miedos…

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 12:37
  9. 9. Nora C.P. dice:

    Hola, buenas tarde!
    Te he leído con curiosidad por no haberme comentado, ya que estoy en los tres relatos debajo del tuyo.
    Por suerte estoy encantada con lo que has escrito y he podido disfrutar de una escena que bien como dices podría ser cotidiana.Quiando de algunos signos de puntuación, has hecho muy buen trabajo.
    A seguir escribiendo,; saludos,
    Nora C.P. Numero 71

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 13:38
  10. 10. Nora C.P. dice:

    Gracias por pasarte y comentar.Un saludo, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 21:23
  11. Hola, Liliana:
    Un relato sencillo y actual, sin duda. Crea una gran curiosidad al principio con esa frase confesional.
    Revisa algunas mayúsculas como informático y vivían, que no corresponden.
    Estoy en el 69 por si quieres pasarte.

    Un saludo

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 08:57
  12. Como ves soy el 67, ya que el 69 eres tú. Me he confundido.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 09:11
  13. 13. marazul dice:

    Hola Liliana, otro mes más que nos leemos. Encantada.
    Nos cuentas una historia bastante real y estoy segura que muy frecuente entre parejas jóvenes. Unas veces se da en el hombre, otras en la mujer. Al fin y al cabo es una situación fruto de la inseguridad y de los celos. Describes muy bien los sentimientos de Javier, que para mí es lo más importante en tu relato. El tiene que darle una noticia importante referente a su trabajo y sabe que Amelia no lo va a entender. La historia es buena y tú lo transmites. Comienzas la historia dirigiéndote al lector. A mi esa forma me gusta, aunque luego ya no vuelves a hacerlo.
    Es verdad, Liliana, que en cuanto a la parte formal hay algunas cosillas. Y que conste que el texto se entiende muy bien. Eso significa que no son faltas importantes, pero si queremos progresar pues a fijarnos un poco más y repasar bien el texto antes de enviar. Por ejemplo el empleo de los tiempos y a veces la puntuación.
    Un buen relato, Liliana
    Un abrazo

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 17:23
  14. 14. Charola dice:

    Hola Liliana!

    Me gustó mucho tu relato.
    Una historia real contada de manera sencilla y clara que se lee de un tirón.

    Felicitaciones.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 22:05
  15. 15. Laura dice:

    Hola Liliana.
    Has logrado una presentación interesante de una situación más que cotidiana. ¿Presentas la distopía del amor? Es una idea que se me ha ocurrido, ya que es una elección y luego puede ser más que difícil salir de la situación en la que nosotros mismos nos encontramos. La diferencia mayor con las distopías formales sería que sólo afecta a las personas de una relación, no una sociedad. Ojo, es mi sencilla opinión, totalmente cuestionable.
    ¿Sabremos cómo continúa?
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 11:25
  16. Hola, compañeros del taller.
    he tenido un mes muy ajetreado, estaba preparando mi libro de relatos cortos “Serendipia”. ya terminó la preventa y estuvo muy bien. Ahora tengo que continuar con la lucha de conseguir comentarios.
    Todo esto es para pedir disculpas porque no pude dedicar todo el tiempo que se merece la lectura de los relatos y los comentarios. Intentaré el mes próximo estar más centrada.
    Mil gracias por los excelentes comentarios.
    Si os pasáis por “Serendipia en Amazon” encontraréis algunos reflejados muchos de los consejos que me habéis dado.
    Un saludo y hasta el próximo mes.

    Escrito el 29 mayo 2017 a las 18:52

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