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El viejo trozo de seda - por Mariaje

Siempre lo llevaba con ella. Oculto en el fondo del bolsillo por vergüenza a su propia respuesta si alguien llegara a preguntarle qué era aquello, pero también, y a partes iguales, porque temía extraviarlo, pues le era muy valioso. En aquel preciso momento se encontraba plegado en forma cuadrada porque Amelii estaba esperanzada. Los días de lluvia, que la alteraban, formaba con él un gurruñito. En ocasiones probaba a doblegarlo con formas imposibles que sacaba del libro «La papiroflexia te ayuda a controlar tus sentimientos», aunque raramente llegaban a buen término, pues su amuleto, el viejo trozo de seda, era un compañero indómito.

—Adelante, federada Amelii. —La puerta se había abierto dejándola frente a una enorme sala donde esperaba su consejero personal, el anciano Kajuk—. Te he hecho llamar porque ha sido advertida una sombra en tu luz. —Amelii asintió levemente—. ¿Qué ocurre? Según tu expediente has sido reasignada recientemente a una nueva unidad familiar temporal compuesta por una mujer experiencia grado 6 y dos varones experiencia grado 1 y 3. ¿Existen problemas de carácter sexual entre vosotros?

—No, Kajuk. Se trata de una unidad familiar muy equilibrada: la mujer dispone de extensa experiencia y los varones son vigorosos y entusiastas.

—¿Es el soporte anímico-espiritual, entonces? ¿La afinidad socio-cultural? ¿La preferencia en la asignación del tiempo libre? —preguntó Kajuk—. El sistema asigna eficientemente recursos humanos en un 99,9% de los casos, pero pueden presentarse fallas.

—Los tres individuos cumplen a la perfección sus obligaciones universales. La mujer escucha con paciencia, el hombre maduro comparte mi afición por la música, el joven es mi preferido para satisfacer los deseos sexuales… No, Kajuk, no he identificado ningún defecto en la asignación de la unidad familiar temporal.

—La unión es reciente, ya sabes que la convivencia óptima se alcanza entre el mes seis y el treinta.

Amelii permaneció pensativa unos instantes.

—Kajuk: ¿es posible permanecer más de tres años en la misma asignación laboral y con la misma unidad familiar? —preguntó.

—No es óptimo. Los estudios empíricos demuestran ampliamente que la desidia se apodera de las relaciones a medio plazo y el rendimiento laboral baja dramáticamente. La convivencia acaba de forma natural con cualquier sentimiento positivo que haya podido surgir dentro de una unidad humana en un plazo máximo de tres años. ¿Cuestionas del sistema, Amelii?

—Entiendo que el sistema posibilita la movilidad de recursos humanos para una asignación económica eficiente de estos.

—Amelii, la familia basada en una pareja estable hombre-mujer es un modelo arcaico solo justificado por el instinto primitivo de la procreación.

Ella recitó las palabras del fundador:

—«Un ser humano sin presión reproductiva es un animal libre, sin necesidades materiales para satisfacer cargas familiares, sin la imposición de permanecer sujeto a un único lugar físico de por vida, sin la obligación de mantener vínculos afectivos duraderos que se tornan tediosos y artificiales por el bien de una descendencia ingrata. Un hombre sin presión reproductiva es un individuo libre que se puede concentrar en su felicidad particular y en la eficiencia económica y social del conjunto».

—Me alegra que tengas presentes estas palabras, Amelii. Algunos individuos conservan la inquietud por transmitir sus genes a generaciones futuras; es una tara relativamente frecuente, pero no es grave. Según tu expediente, antes de la esterilización, te fueron cosechados 145 óvulos de calidad. Con orgullo te anuncio que uno de ellos se ha desarrollado en un ser humano saludable —sentenció Kajuk sonriente.

La mano de Amelii buscó ansiosa el trozo de seda oculto en su bolsillo. El roce de aquella tela con su piel era lo más parecido que había podido encontrar a lo que sentía cuando él, Saul, la tocaba. Hacía dos unidades familiares temporales que estaban separados, mas no dejaba de preguntarse cómo habría sido un hijo de los dos.

—Querida, Amelii —susurró Kajuk—. Pienso que sé lo que te ocurre. Te receto una pastilla azul cada vez que sientas la sombra. Y debes ver el programa «Primigenia» una vez al día hasta que notes mejoría. Allí se muestra la vida de un ama de casa con tres hijos y un marido con trabajo estable: verás como se te pasa la pesadumbre rápidamente. Ser feliz es posible, Amelii.

—Gracias, Kajuk.

Amelii salió con una píldora azul entre los dedos. Cuando la puerta se cerró a sus espaldas, se la metió en la boca. No pudo ver como el anciano Kajuk echaba mano al bolsillo de la chaqueta y tocaba su viejo trocito de seda.

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14 comentarios

  1. 1. Patricia Redondo dice:

    Muy bueno Mariaje , como casi todo lo tuyo.

    Me alegra verte por aquí.

    Nos leemos

    Saludos!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 21:10
  2. 2. M.L.Plaza dice:

    Hola Mariaje.
    Me ha parecido una historia muy interesante, aunque triste. Al principio dices que Amelii estaba esperanzada pero luego el desarrollo va por otro lado: a mí me ha parecido un relato de obediencia y resignación.
    Me ha gustado leerte.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 03:05
  3. 3. Pulp dice:

    Hola Mariaje, como ya he dicho en los anteriores comentarios, soy nuevo aquí, y voy a intentar hacer un buen análisis de tu texto, espero que te sirva.
    En cuanto a la forma, me parece una construcción notable, muy bien descrita la atmósfera e hilvanada la historia. Por ponerte un par de “peros”, me ha chirriado un poco el título libro de papiroflexia, te queda demasiado obvio. Podrías haber comentado que doblar de diferentes maneras el trapito de seda le ayudaba a controlar sus sentimientos. Pero ya te digo, por ponerte un “pero”, porque por lo demás me parece un gran relato, has descrito lo suficiente, y dejado lo justo a la imaginación. El párrafo final con Kajuk buscando el tacto de su propio trapo me ha parecido brillante.
    No te quepa duda de que voy a leer más de ti.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 10:51
  4. 4. Mariaje dice:

    Patricia: gracias por pasarte por mi relato. Me ha alegrado mucho volver a encontrarte por aquí después de estos meses de ausencia.

    M.L.Plaza: sí, es un relato de resignación y de sentimientos oprimidos, que es como yo entiendo la base de una distopía. Amelii está esperanzada porque va a visitar a su consejero con la confianza de recibir ayuda para combatir sus sombras. Gracias por leer mi relato y un saludo.

    Pulp: claro que me ayudan tus comentarios y mucho, como te he dejado dicho en tu propio relato. Me alegra mucho que esta historia te haya gustado. Un saludo y espero que nos encontremos en próximos talleres.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 09:13
  5. 5. Javier López dice:

    Hola Mariaje.
    Un relato redondo. Tanto en fondo como en forma no veo nada que hubiera cambiado, por lo que te felicito. La cadencia es más que correcta y la presentación de la distopía se hace sin alardes pero de forma efectiva. Cualquiera se hace una idea de la realidad que planteas, sin datos o introducciones previas.
    En cuanto a la valoración personal, decirte que me ha resultado frío, y si esa era tu intención, nada más que aplaudirte, pero he tenido la impresión de que has tratado de anclar un poco la capacidad del ser humano para amar o desear ser amado mediante el pañuelo de seda, como un último recurso para mantener la humanidad rebelde a la razón pura.
    Pero es algo totalmente subjetivo. Me ha gustado mucho.

    Sigue escribiendo que te seguiré leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 12:18
  6. 6. Mariaje dice:

    Javier: pues por tu comentario veo que has entendido el relato perfectamente. Me alegro de que te haya gustado y te agradezco que dejaras tus impresiones, que son muy útiles y me ayudan a mejorar y también, la verdad, de motivación. Un saludo!

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 15:15
  7. 7. Isan dice:

    Hola Mariaje:

    Desde aquel grito coral, desgarrador, que nos diste hace cuatro relatos, estabas desaparecida. Has vuelto y lo haces como siempre a lo grande, con un relato extraño para mí. Digo extraño porque todo es invención pura, imaginación a raudales. Un mundo extraño en una sociedad extraña con unas normas extrañas y una jerga extraña. Pero parece que lo que no ha cambiado ha sido el amor. Todo gira en torno a ese pedazo de seda que le une a un pasado querido y a la sombra que parece que representa lo peor. Qué decir de Kajuk que, haciéndose el bueno, le arrebata lo más preciado como un vulgar trilero. El pedacito que la humanizaba.

    Ciertamente has descrito un mundo distópico que no se parece a nada conocido y, supongo, que ni siquiera en la literatura aunque es un género que no toco. Has contado una historia con mucha información sobre cómo te has imaginado ese futuro, así que hay que felicitarte por tu derroche de imaginación.

    Ha sido una pena que se tragara la pastilla. Quizás el mayor símbolo de sumisión y desesperanza. Lo que indica una sociedad donde se ha anulado la rebeldía y el pensar por uno mismo.

    En el plano gramatical, como siempre cuidas mucho la redacción. Bueno, así en plan tiquis-miquis por comentar algún detalle, te digo que un gruñito no sé qué es. Supondré que se trata de un bolo. También me parece que “doblegarlo” es un verbo que no me parece que encaje bien en el contexto.

    Felicidades Mariaje y hasta el próximo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 20:12
  8. 8. Mariaje dice:

    Hola Isan,
    te agradezco tus comentarios y me alegro de que hayas disfrutado de esta historia. He intentado ser original y crear un trocito de un mundo nuevo. Ojalá tuviéramos más palabras para desarrollarlo, quizás en otro formato, en otra ocasión, retome el tema.

    El pedacito de seda de Kajuk no es robado; él tiene el suyo propio. Quién no tiene su pedacito de seda por ahí? 🙂

    El “gruñito” es un “gurruñito”, y eso seguro que sí sabes lo que es.

    Muchas gracias y nos vemos en la próxima escena.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 11:17
  9. 9. Isan dice:

    Hola de nuevo:

    Vaya interpretación la mía acusándole de trilero al venerable.

    Ahora ame miro a ver si tengo mi trocito de seda.

    Saludos.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 15:57
  10. 10. Mariaje dice:

    Imperdonable, Isan.
    Mantenme informada sobre la búsqueda del trocito de seda.
    Un saludo 🙂

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 18:22
  11. 11. Menta dice:

    Hola Mariaje: Me ha encantado tu relato. Lo he leído de un tirón, lo he entendido todo perfectamente gracias a las explicaciones de kajuk.

    Me has hecho pensar… y pensando, pensando, he llegado a la conclusión de que en todas las sociedades, religiones, comunidades, etc., siempre intentan controlar y dar normas para el amor. En tu relato, la norma es cambiar de familia y de pareja. Esto no impide que se enamoren de verdad alguna vez y que necesiten mitigar el dolor de la soledad con un “talismán”. Muchas religiones impiden la disolución matrimonial y muchas parejas sufren por no poder convivir con su auténtico amor. Ahora muchas personas piensan que la vida de amor de una pareja es de 4 años. Por esta razón cambian de pareja cada 4 años. Un poco parecido a las tesis de tu distopía. En fin, decimos que el amor es ciego y ¿cuando vamos a decir que el amor es libre?

    Te felicito, nos seguiremos leyendo. Un saludo, Menta

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 09:10
  12. 12. Mariaje dice:

    Hola Menta,
    muchas gracias por leer el relato y por tu amable comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado.
    Me ha encantado leer tus reflexiones sobre el amor. Qué razón tienes; hay que ver la manía que tenemos de poner normas a todo… supongo que es esa necesidad por sentirnos seguros. Es que la libertad da mucho miedo.

    Un abrazo, María

    Escrito el 29 mayo 2017 a las 10:31
  13. 13. Edu SC dice:

    Hola Mariaje,

    Me ha gustado mucho tu relato. Me parece perfectamente escrito, uno se desliza por el relato con naturalidad, sin sobresaltos. En lo formal sólo he visto un:

    ¿Cuestionas del sistema, Amelii? , supongo que se te ha colado una “d” en “del”.

    En cuanto al relato en sí, me ha parecido muy original. Una sociedad en la que se suprimen los vínculos afectivos duraderos en un pretendido beneficio y, en consecuencia, de la sociedad, es algo sobre lo que no había leído nunca. Me parece muy original y la forma en que lo vas dando a conocer al lector, mediante el diálogo de los dos protagonistas, muy acertada. El final, aunque resulta algo extraño que los dos tengan un trozo de tela ( en cuanto que no parece algo muy usual como manera de rememorar un afecto perdido), me parece perfecto. Hace que el cuento sea redondo. ´

    Te felicito, me parece un gran relato.

    Escrito el 30 mayo 2017 a las 21:17
  14. 14. Mariaje dice:

    Hola Edu,
    gracias por pillar la errata que se me había pasado. Me alegro de que te resultara una idea original y de que hayas disfrutado con la lectura, tu comentario me ha alegrado mucho, la verdad, 🙂 te agradezco las bonitas palabras que has dedicado al relato.
    Un saludo!

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 08:59

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