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Extinción - por Noemi

Vivíamos al tope de un achatado cerro. Los frecuentes torbellinos pulverizaban el suelo y la capa de tierra fértil había desaparecido hacía ya mucho tiempo. Nos las arreglábamos con los cercados a cubierto alimentados artificialmente, agua de lluvia y unos pocos animales domésticos. Esa noche la tempestad había arrasado con todo lo que aún quedaba en pie fuera de las cavernas.

Ola y yo trepamos al peñón en silencio. Bruma, la centinela, nos estaba esperando.
─Tardaron demasiado─ nos saludó.
─Las cuevas quedaron medio inundadas y apenas si salvamos parte de la cosecha.
─¿Los animales?
─Estaban a resguardo el los fondos.
─¿Muertos? ¿Heridos?
─Dos "generatrices" arrastradas por el huracán desaparecieron. Algunas contusionadas pero no graves.
Bruma suspiró angustiada, como yo sabía en qué estaba pensando continué:
─La reserva de "progenitores" está a salvo
─¡Menos mal! Ya no quedan demasiados.
─Mi madre dio a luz anoche─ intervino Ola y frente nuestro gesto apremiante agregó de inmediato ─Lo llamará Tifón.
Siguió un silencio cargado de angustia. «¿Sobrevivirá? ». No hacía falta formular la pregunta.De todos modos tendríamos que esperar por lo menos tres años para saber si estaba o no infecto. Si resultaba inmune, tendríamos un posible "genitor" para aumentar la mermada reserva, en caso contrario habría que sacrificarlo.
La primera vez que se manifestó el virus exterminaron a todos los portadores y durante un tiempo la epidemia pareció sofocada, pero a la tercera generación volvieron a repetirse los síntomas y ya no hubo forma de combatirla. Aunque la peste diezmaba a los varones, no afectaba a las niñas, lo que terminó provocando persecuciones y masacres. Cuando la fratrías se debilitaron recuperamos la paz pero la población quedó tan mermada que ahora tocaba el límite de la catástrofe. Cada niño que nacía representaba una torturada espera. Mientras tanto lo "genitores" envejecían, sus períodos fecundos eran más breves y al morir apenas si dejaban reemplazantes.
─La tempestad de anoche se ha llevado consigo gran parte de la costa─observó Bruma─ el próximo tsunami llegará al pie de nuestra roca.
─Entonces habrá que pensar en mudarse─dije.
─¿Pero adonde?
─No se Ola, no se. Nos rodea el océano.
─…y donde antes hubo bosques ahora anida el desierto─ canturreó Bruma.
─¿Bosque, qué es eso?─ pregunté─Todo el mundo habla de cosas ininteligibles. El otro día mi abuela dijo: “… suave como de seda” Le pregunté que era “seda” y se me quedó mirando extrañada: “No se, respondió, algo que decía mi madre”.
─¿Nunca visitaste el Gran Archivo, Marea? Ahí verías imágenes de las cosas cuyos nombres han quedado extraviados entre el lenguaje: nombres de árboles, de flores, de animales enormes…
─¿Mayores que una cabra?
─…sí, muchísimo más grandes y aves volando en cielos despejados.
─Las únicas aves que hay son las gallinas y no vuelan demasiado alto.
─Pero supo haber otras mucho mas bellas y que navegaban por el aire llevadas por los vientos.
─Serían otros vientos porque los que yo conozco pulverizan lo que cargan
─Sí, eran otros, más regulares y tiernos…más suaves.
Y rió, reir era algo tan desacostumbrado que me costaba creerlo.
─¿Qué te ocurre, estás enferma?
─¡No! Reír no siempre significa demencia.Es que de pronto recordé a la “gente redonda”.
─¿Qué cosa es eso?
─Gente a la que casi no se les notan los huesos.
Ola leyó la súbita curiosidad que burbujeaba en mis ojos.
─¡No!─gritó─¡Marea, no vayas! ¡ Es peligroso! Ya nadie visita el Archivo, resulta muy arriesgado.Una vez dentro algunos se niegan a salir y hay que sacarlos por la fuerza, otros se suicidan o enloquecen.Ninguno vuelve a ser el que antes era.
Bruma nos echó una de sus grises, dulces miradas melancólicas.
─¡Id! La ignorancia degrada y solo acarrea tristeza.El conocimiento siempre implica riesgo. ¡Id! Pero lo que allí encontréis no lo miréis como historia, como algo que alguna vez existió y perdimos para siempre.Vedlo como un cuento, un relato con el que soñar mientras rugen las tormentas. Como un deseo lejano e imposible, una utopía perpetua.
En ese momento un revuelo de sombras interrumpió la conversación. Sonó la alarma y cada cual corrió a esconderse en el fondo oscuro y mohoso de su cueva.
Afuera la tempestad hervía las olas y nos arrebataba a mordiscos el miserable suelo.

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7 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Noemí.
    Has logrado un relato por demás apocalíptico.
    Por momentos pasas a la explicación, pero es bastante difícil quedar en la escena sin explicar el mundo.
    Te felicito por haber tomado el guante del reto.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 11:23
  2. 2. Luxus Zigard dice:

    Hola Noemi,

    he de decir que echo de menos algunas comas, pero cada uno tiene una manera de escribir y de narrar. Sí que te falta algún acento diacrítico por ahí, si le das un vistazo tranquilamente seguro que los ves. Por lo demás, todo perfecto a mi parecer. Todo muy bien estructurado.

    He disfrutado mucho con tu relato. Describes un mundo apocalíptico, pero, a su vez, das una sensación de placer al mostrar como los humanos intentan adaptarse al nuevo mundo, cueste lo que cueste.

    También me ha parecido muy emotivo cuando hablan del Gran Archivo y de lo que esconde en su interior: la información de un mundo que algún día existió. Sobre todo cuando Bruma les manda ir diciendo: “¡Id! La ignorancia degrada y solo acarrea tristeza. El conocimiento siempre implica riesgo. ¡Id!”, los pelos como escarpias que se me han puesto al leerlo.

    Y, para acabar, algo que me ha atraído mucho la atención es como has descrito el mundo en el que transcurre la historia mediante los diálogos. Me parece muy original y acertado.

    Felicidades por tu relato Noemi, has sabido representar una distopía muy real y probable de un futuro próximo. Espero seguir leyéndote por aquí. Mi relato es el 79 (Liberación), por si quieres pasarte a echar un vistazo.

    Saludos y hasta pronto.

    Luxus Z.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 09:57
  3. 3. Noemi dice:

    Hola Laura y Luxus Zigard.
    Muchas gracias por la visita y los comentarios.Este reto ha sido muy interesante pues dio lugar, por lo menos a mí, para elaborar y expresar temores (¿terrores?)que quedan reprimidos porque necesitamos “vivir normalmente” pero que no por eso, dejamos de cargar con ellos.
    Un abrazo y ¡Sigamos leyéndonos!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 16:20
  4. 4. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Noemí vengo a devolverte la visita.

    Me ha gustado mucho tu relato y he podido conectar en cierto modo con los personajes, su tristeza, su melancolía… con lo corto que es has conseguido que conectemos muy bien con los personajes y que se entienda muy bien sus sentimientos y miedos.

    Enhorabuena! Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 16:26
  5. 5. Yoli dice:

    Hola, Noemi.
    Gracias por comentar mi relato. El tuyo esta muy bien, describes bien ese paisaje austero y duro, lo que implica vivir allí y el tesón que tiene los personajes por sobrevivir. He visto que en alguna ocasión, después de un punto y seguido, no pones un espacio para la siguiente palabra.
    te seguiré leyendo.
    Saludos

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 09:49
  6. 6. guiomar de zahara dice:

    Saludos Noemi
    ¿Qué podría decir de tu relato?Pues me ha inquietado, alarmado…
    Describes con acierto ese mundo, que espero no tengamos que vivir.
    Pero… hay palabras que en España no tienen el mismo significado que en otros países de habla hispana y, eso – a mi – me dificulta la lectura, aunque en el contexto se entiende perfectamente.
    Son pequeñas cosas, algunas comas… por lo de más ¡Enhorabuena!

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 09:12
  7. 7. Ratopin Johnson dice:

    Hola Noemi,
    Por aquí me paso, un poco tarde. Ya había leído tu relato, así que esta es la segunda lectura.
    Me gusta el mundo apocalíptico que has descrito, los nombres muy evocadores y bien pensados, como si se hubiera vuelto al pasado, cuando en las tribus sus miembros tenían nombres relacionados con la naturaleza, del mundo que les rodeaba. Estos, en tu cuento, tienen los nombres de lo que normalmente ven, de la realidad que tienen más cerca, Ola, Bruma, Marea, Tifón…
    Con todo esto, son embargo, se me plantea una duda digamos “geográfica”. Los ubicas en lo alto de un cerro, en cuevas. Hablan de animales, no obstante; también mencionan a las gallinas. ¿Dónde están esos animales?, hablas de los fondos ¿qué hay aparte de las cuevas, de lo que en algún momento parece lo único, además del oceáno y los desiertos? ¿Dónde se localiza el Archivo? . Quiero decir que parecen a punto de ser embestidos por el mar , sin posible escape, pero se atisba algo detrás de ellos, que al menos yo no acabo de ver.
    Esto que acabo de apuntar me pasa mucho a mí. 🙂
    El resto lo veo bien, los personajes, los dialogos muy buenos . Incluso he aprendido la palabra “fatría”
    Ah alguna frase: “Vivíamos al tope de un achatado cerro”, yo diría “Vivíamos en la cima de…”

    Enhorabuena, saludos

    Escrito el 4 junio 2017 a las 15:00

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