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La última cena - por Galena

Web: http://thedesertofthereal2.blogspot.gr

– Bébete otra copa de vino.–me dijo mientras la voz de la cantante rasgaba el aire.
Así eran los hombres griegos. Orgullosos. Decían que se enamoraban solo una vez en su vida. Era cierto que podían mirar a otras mujeres, poner los cuernos o pensar en hacerlo. Desconocía si era así, aunque lo irónica era que aquella amarga noche Atenas estaba radiante. Él seguía dándome órdenes incluso hasta nuestra dena de despedida.

Se me acercó uno de los simpáticos gatos que hay siempre en la calle, intentando no pisar los cables de los músicos en vivo. Le di un trozo de pan y el minino lo ignoró con mucha elegancia, esperando que le cayera un suculento trozo de carne.

–Esos no quieren migajas de pan, están bien alimientados, Lucía.–sentenció él, con una sonrisa.

Habíamos pasado casi cinco años juntos y eso era lo que nos quedaba: un gato y un litro de vino. El camarero nos trajo los entrantes: ensalada picante de queso y las tradicionales croquetas de calabacín. Aquella fiesta para el paladar solía ser nuestra escapada de los jueves para celebrar que el viernes libraba. Era extraño pensar en que sería la última. Se encendió un cigarro.

–Por favor, nos traerías un cenicero– le pedí al camarero.–Dame uno, anda.–me dió otro cigarro.

–Te he traído los papeles de la separación. Está todo listo. Solo tienes que firmar.–quería aparentar que estaba frío, pero solo era un cuento.

Mitos y Dioses, a los pies de la Acrópolis se reían del que sería el amor de mi vida, al son de una buzukia y la voz rasgada de la cantante. Era una de las razones principales por la que elegimos el restaurante hacía ya varios años.

Llegó el primer plato, una combinación de carnes típica. Hablamos de la galería, del trabajo, de su empresa. De la crisis. La carne se deshacía en la boca, quizás más deliciosa que otras veces.

–¿Recuerdas la playa donde nos conocimos?–dijo al rato.–Creo que no podré volver en un tiempo.–Come algo más de ensalada, que luego siempre sobra.

Una sonrisa forzada y un poco más de comida en mi plato me llevaron a las costas de una cala perdida en la isla de Creta. Donde los Dioses peinaban el reflejo de la luna llena sobre el mar con sus manos de seda. Salió del mar y se sentó a mi lado para compartir una botella de vino semidulce barato que había comprado cerca del cámping.

–¿Qué harás contu vida?–preguntó encendiéndose el siguiente cigarro, esperando al siguiente plato.

–Creo que volveré a España.–aunque una voz dentro de mi gritaba que no firmara los papeles, era la respuesta correcta.–Echo de menos a mis sobrinas…ya sabes.

Yo había pedido ésto. Era absurdo echarse atrás. Él me había engañado. Podríamos haberlo intentado, ponernos una tirita en los corazones. Pero el orgullo herido es como un templo profanado. La única solución era cerrar la puerta y no mirar atrás. Ví una chispa en sus ojos, mientras dejaba el tenedor en el plato y sonreía frente a las berenjenas rellenas.

–Ya lo sé.–sostuvo una mirada amable.–Las mías son mejores.

La mesa se quedó limpia y el camarero nos obsequío con su vanal conversación. “Lucía, firma los papeles” me dije a mí misma fingiendo que escuchaba. Cuando se alejó para traernos un licor y postres, cortesía de la casa, tomé un tembloroso bolígrafo. Una última respiración y todo habría acabado. El garabato parecía creíble incluso hasta para mí.

–Ey. Bébete ese copa a nuestra salud. Y recuerda que la cala y Creta, la Acrópolis y el templo de Hefesto siempre estarán ahí.–me pidió.–Yo lo voy a guardar para siempre.

Evité llorar, frustrarme o pedirle que le contara esos cuentos a su amante. El pastel de miel me traía su voz entre las rocas, sus manos recorriendo mi piel. Nuestra casa de verano en Naxos y las cortinas de lino blanco contra el azul del mar lejano.

Le dimos las gracias al camarero y a la cantante, preguntándonos si en otra vida volveríamos a pasar por allí, con el rubor del alcohol y un nudo en la garganta.

–¿Te llevo? ¿Estás en casa de Sofía?–

–No gracias, vienen a buscarme.–mentí.

Y se alejó, con la carpeta que llevaba un pasado y un futuro firmado.

–Alexandros.–grité arrepentida.

Pero ya estaba lejos y era una mera sombra.

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5 comentarios

  1. 1. Tavi oyarce dice:

    Hola Galena
    Una historia con un telón de fondo para envidiar y que se repite en la bella Grecia y en cualquier parte del mundo. A veces reí con algunas salidas del relato y en otras capté el sentimiento de la protagonista.
    En mi percepción lograste instalar los personajes en el ambiente y la trama.
    Te haré algunos alcances del punto de vista gramatical bien concisos para no alargarme.

    lo irónica = lo ironico
    dena = imagino que es cena
    alimientados = alimentados
    Se encendió un cigarro. = Imagino Él encendió un cigarro
    Cámping= Camping

    A través de todos los diálogos se repite lo siguiente con la raya:
    “Creo que volveré a España.–aunque una voz…” = “Creo que volveré a España ─aunque una voz… (Revisa todos las rayas de los diálogos, es importante) y en este caso al no ser un verbo dicendi se empieza con mayúscula.

    una voz dentro de “mi” gritaba= “mí”
    pedido ésto = pedido esto
    Ví= Vi
    camarero nos obsequío con su vanal conversación= obsequió, banal
    ese copa= esa copa
    Galena, mi ánimo es ayudar, todos pasamos por lo mismo y por eso enviamos nuestros trabajos a esta sección.
    Espero que sean de utilidad mis alcances.
    si desea leer mi relato es el N° 75

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 23:04
  2. 2. Earendil dice:

    En la parte formal ya Tavi Oyarce ha hecho el trabajo duro, así que me ahorro volver a repetir las correcciones que podrían hacerse y no me repito. Tal vez sí te recomendaría el tutorial de Literautas al respecto sobre los diálogos, para saber representarlos gráficamente como toca, pues la presentación, al menos para mí, es muy importante.
    En cuanto al contenido veo que no te has atrevido con el reto, pero tu relato es un buen ejercicio de diálogos desde la primera línea, algo bastante difícil de abordar, al menos para mí.
    Me ha gustado especialmente esa correlación que has hecho de la conversación de la pareja al mismo tiempo que les van sirviendo los platos, como una consecución de temas que abordar con un orden concreto, aunque la última conversación no sea tan dulce como el postre.
    Si he de serte sincera, lo que menos me gusta es el final. Ese arrepentimiento a última hora…no sé, no sé. Y no porque no sea un buen broche a tu historia, lo digo desde el punto de vista personal de mis propias convicciones.
    Un placer leerte, Galena.
    Buen trabajo, que un buen pulido en la forma puede transformarlo en excelente.
    Nos leemos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 16:59
  3. 3. María Esther dice:

    Hola Galena, me gustó tu relato,por la forma de diálogo en que lo presentaste y su evolución tan natural,que va mostrando los personajes al evocar el pasado juntos. Hay todavía un hilo tenso que los une que él quiere cortar, pero ella no,
    aunque no lo manifieste ni se lo demuestre.
    Ella se derrumba cuando él se aleja y ya no oye su voz gritando su nombre.
    Para mí es el final acertado,
    doloroso sí, pero de acuerdo con los sentimientos que ella reprimía.
    En cuanto a la forma ya te anotaron varias recomendaciones otros compañeros,dignas de tener en cuenta.
    Solo me resta felicitarte.
    Maritel en el lugar 91

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 04:43
  4. 4. PerePaella dice:

    Hola, Galena

    Me ha gustado mucho tu escena. La verdad es que admiro como has llevado los diálogos, puesto que para mí también son un hueso duro de roer.

    Me gusta como has ido hilando la historia a través de esos diálogos, los pensamientos de ella, la cena y nos has mostrado un poquito Grecia al mismo tiempo.

    En cuanto a lo formal solo queda seguir trabajando, puliendo. Para eso estamos aquí.

    Enhorabuena y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 09:22
  5. 5. Galena dice:

    Gracias por los comentarios, me ayuda mucho el tema gramatical y ortográfico,además de que creo que necesito estudar cómo construir diálogos. Creo que me toca comentar a mi también 🙂
    ¡Gracias de nuevo!

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 09:16

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