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Infierno en la tierra - por Trevor Green
Tenía que empezar a recoger mis cosas, llevaba tres días en el mismo lugar y en estos tiempos eso era algo de lo más peligroso. Desde el fondo del túnel en el que me encontraba sentí como alguien me acechaba. Aligeré el ritmo y cuando tuve todo recogido salí de allí a toda prisa. Por el rabillo del ojo pude ver una sombra que escondida me seguía.
La zona era un antiguo polígono industrial, ahora ya destrozado por todos los acontecimientos sucedidos. Todo empezó con el fin del petroleo, las grandes reservas duraron menos de lo esperado y ningún país había invertido suficientes recursos en energías alternativas. Resultado, el caos más absoluto se apropio de todo el mundo, se paralizaron transportes, la gente no podía tener unos mínimos y empezaron las revueltas civiles en casi todos los países. El último recurso de los gobiernos fue lo peor, soltaron todo su armamento. De norte a sud y de este a oeste todos contra todos. Se desato la guerra mundial y nadie se dejo ni un misero misil por tirar. Lo peor llego cuando Sudáfrica empezó con las bombas nucleares. Lanzo el primer día 16 misiles y llego el apocalipsis, todas las grandes naciones armadas tiraron el resto. Fue la guerra de la desesperación en busca de ganar recursos y destrozar el resto de naciones por miedo a un futuro incierto.
Ahora la vida era pura supervivencia. No te podías fiar de nadie y todo era hostil. Conseguí esconderme bajo una pequeña escalera y espera a que mi seguidor pasara cerca. Se que era peligroso estar tanto tiempo solo y en un mismo refugio pero mis fuerzas menguaban. Saque mi machete de su funda y así la tubería de metro y medio que usaba a modo de vara para defenderme. Cuando estuvo a la altura me abalance sobre el individuo haciéndolo caer y poniendo el filo de mi arma en su cuello. Al momento vi el miedo en sus ojos y en lo que deduje que era ruso antiguo entendí que era un “simbio”. Era la manera de llamar actualmente a los vendedores, lo malo es que el valor del dinero no era nada desde que la bolsa cayo. La moneda de cambio eran los recursos, habíamos vuelto al trueque y la verdad es que no había mucho con lo que comerciar. Le pregunte porque me seguía y me explico que antes de presentarse siempre seguía a sus posibles clientes. Me salí de encima suyo y enfunde mis armas, estaba claro que no era una amenaza. Fuimos hasta lo que antiguamente había sido un restaurante y allí saco un baúl de detrás de una de las neveras. En su interior había cosas que hacia meses que no veía. Unas piezas de joyería, algunas prendas de lana así como algunas otras de seda y de lino. El conjunto lo completaba un par de libros de tapa dura.
En el mismo momento que me incorpore para hacer algún trato escuche lo que era aun más extraño que ese contenido. Un disparo atravesó toda la calle para acabar transformando el pecho de aquel hombre en una fuente de sangre. Me escondí detrás del baúl, no gastarían otra bala si el tiro no era claro de manera que ya deberían estar de camino. Tenia muy claro que serian los carroñeros y venían a por el baúl de aquel pobre hombre. Ni su nombre me había dado tiempo de conocer.
Desde mi posición vi la entrada a las cloacas por la pared de atrás del restaurante. Era arriesgado pero solo tendría una oportunidad. Empuje el baúl hacia el hueco donde antes había una tapa de alcantarilla, lo deje caer y yo caí detrás justo mientras oía silbar por encima de mi cabeza una flecha.
Abajo me quede petrificado, la oscuridad del lugar era absoluta. El grupo seguro que estaba compuesto por un mínimo de cinco individuos y en cualquier momento me harían compañía. Tenia que pensar rápido. Desenfunde mi arma tire el baúl a un lado junto con mi mochila y espere. Bajaron de uno en uno, la oscuridad fue mi aliada y en un baile meticuloso acabe con todo el grupo. Al acabar salí de allí cargado con mochila y baúl. Me dirigí al norte sin mirar atrás, en algún momento me alcanzaría el resto de la banda. Había sobrevivido un día más en este infierno que antes llamaba mundo. Pero ahora mi misión era llegar a la próxima ciudad.
Hola Trevor Green,
Soy tu compañero de arriba, un placer leerte.
Tu relato me ha parecido lleno de acción que consigues mostrar, no contar, por eso lo he seguido hasta el final sin problemas, te felicito. Sí es cierto que me parece más una escena de algo más grande, antes que una historia cerrada.
En cuanto a lo formal, tienes que revisar especialmente los acentos, creo que hacen falta unos cuantos, aunque es algo fácil de solucionar hoy en día con cualquier corrector. También algunos tiempos verbales y, para mi gusto, algunas palabras o verbos que yo cambiaría por otros más adecuados (ni un misero misil por tirar; en vez de tirar usaría lanzar // saque mi machete de su funda y así la tubería; antes diría “cogí”, o “alcé”), en todo caso puede ser cuestión de gustos.
En resumen, buen relato para mi gusto, engancha.
Un saludo,
Hola, Trevor:
“De norte a sud”, ¿sería sur?
Como ya te han señalado, estaría bien que revisases las tildes, tienden a fugarse en cuanto uno se despista.
Se fue la r de “esperar a” en “espera a que mi seguidor pasara cerca”. Seguidor me suena raro, tal vez dependa de los usos del lenguaje en nuestras respectivas zonas.
“Cuando estuvo a la altura”, creo que quedaría mejor decir “a mi altura”.
“Le pregunte porque me seguía”, sería “por qué”, es interrogativo.
En cuanto al relato en sí, me gusta la atmósfera que has creado y cómo narras las escenas de acción, algo que a mí me parece bastante complicado. Es sencillo entrar en la historia, genera curiosidad por saber más.
Al igual que el compañero que comentó antes, le veo potencial para convertirse en algo más largo.
Saludos,
Hola Trevor, gran relato, muy dinámico, no deja ni un segundo de incertidumbre. La síntesis del desastre ha sido fantástica. El final bien llevado.
De poner alguna pega sería que tiene bastantes erratas, deberías de revisarlo un poco, pero eso es fácil de arreglar. La parte de la redacción es muy fluida y agradable de leer. Me ha gustado mucho.
Hola Trevor.
Tu relato tiene mucha fuerza. Evoca imágenes muy vívidas y eso es todo un logro.
Creo que aún tienes un camino que recorrer para pulir tu manera de escribir.
Por un lado te recomendaría usar un procesador de textos con correctos. Un simple Word te ayudaría un montón porque en cuanto faltan acentos o errores de concordancia te lo señalan rápido. (Aún así tienes que tener tu propia base porque a veces hasta el corrector mete la pata).
Por otro lado, aunque ya te digo que el texto está muy bien construido, creo que podrías haberle dado un par de vueltas para matizar algunos pasajes. El segundo párrafo explicas, para mi gusto, demasiado sobre el mundo en el que se desarrolla la acción. Piensa que si estuvieras viendo una película, tendrías una voz en off diciéndote todo eso, pero que siempre lo acompañarían con imágenes. Creo que siempre hay una manera para mostrar todo eso por medio de las acciones de los personajes, de sus diálogos y de la ambientación. No digo que no haya que explicar nunca. En textos más largos le iría bien. Pero en estos tan cortos le va mejor huir de esta técnica. Un par de frases tal vez, pero no más.
Nos queda la duda de , por qué quiere llegar a la ciudad, y tan vez por eso, tus lectores vean que forma parte de algo más largo. Si no tiene continuación deberías haberlo explicado antes para que no quedara tan forzado. (O mejor, insinuarlo).
Pero no hagas caso de lo que yo te digo. Yo también estoy aprendiendo y no tengo ni idea de escribir. 😉
Nos seguimos leyendo.
Te invito a que te pases por mi relato y lo despellejes a gusto que este mes hay mucho que despellejar. (Un fallo garrafal es no dejar el texto enfriar ni corregirlo):
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7941
Un abrazo.
Hola Trevor:
He demorado en pasar pues estaba de viaje.
Creo que logras pintar claramente una escena post bélica. Parece que todos esperamos que suceda en algún momento, vivimos sosteniendo la respiración y así moriremos si ninguno de los “líderes” se anima ha soltar la primera bomba.
Los compañeros ya te han indicado algunos errores de tipeo o gramática, yo no soy fuerte en eso.
Me intriga que tenga que irse a otra ciudad. ¿Caminando? ¿Sin alimentos? ¿Sin agua? ¿Para qué movilizarse? ¿No le gusta morir dónde está?
Son inquietudes que te dejo abiertas.
Saludos