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MALTRATO - por R.J. Esperanza Pardo
¡Despierta!
Unos pasos, en la noche, se acercan…
La manilla desciende, se entorna la puerta. Las paredes oscuras murmuran: «Sshh… No te muevas…»
Está delante. Tu corazón se acelera. Sientes su aura, su aliento a veneno que eriza la piel.
Y sus rugidos comienzan.
¡No le mires! ¡No respires! ¡No transpires el perfume del terror que aviva la ira de la Bestia!
Pero el alma ya no implora. Se hiela de golpes que caen; de patadas que revientan la sangre de una herida que jamás cerrará.
Por fin. Se va. Satisfecha. La Bestia Cobarde.
Entonces, las viejas paredes, que han visto todo, suspiran ahora.
Y secas tus lágrimas.
E intentas no pensar por qué sus puños duelen menos que el miedo. Por qué las pesadillas no despiertan al alba. Por qué aquellos sueños nunca serán realidad.
Y ni siquiera te preguntas dónde perdiste el valor. Dónde está la humanidad. Dónde.
Según lo leía me iba dando cuenta de que esa escena ya la había vivido alguna vez y encaja fielmente con lo sentido. Texto sencillo de leer y sencillo de entender.Pido disculpas por no haber realizado un comentario de más peso, pero de verdad que me cuesta muchisimo
Gracias Valentín, una opinión como la tuya me resulta valiosísima porque para mí lo más importante es conseguir que el lector sienta lo que pretendo transmitir.
Un cordial saludo
Hola, Esperanza:
Muy bien descrito, te transporta a la escena y te hace entrar en la piel de la víctima. Creo que has abordado un tema delicado de una manera soberbia. No he visto ningún error que señalar.
Me ha sorprendido porque hace muy poquito que escribí algo parecido en cuanto a temática y situación, a veces son curiosas estas casualidades.
Es un placer leerte
Gracias, Alycia
Me ha hecho mucha ilusión tu comentario. Me costó mucho escribirlo. Más que nada quería experimentar con el narrador en segunda persona y con las rimas internas. Se me pasó la palabra “esperanza” aunque lo del reto me da igual. También tengo dudas sobre el título que le puse, creo que lo hice no confiaba en que se entendiera a la primera, pero precisamente la ambigüedad es lo que gusta de estos micros. Quizás le dé otro título menos explícito, si se puede.
Qué casualidad lo que dices sobre el cuento que escribiste. Si quieres me lo pasas, ya sabes mi correo.
Un abrazo, Alycia
Hola R.J.Esperanza:
Ya lo creo que se entiende clarísimamente el texto. Se hubiera entendido igual con otro título. No sé si es la ambigüedad lo que le va a los títulos de textos breves, dicen que debe dar pistas, ser algo importante, que cuenta. Quizás no es necesario que sea tan explícito como este tuyo.
Has sabido poner belleza donde hay violencia. La belleza de la forma y la violencia del fondo. Está muy logrado. Sinceramente es de los relatos mejores que he leído en esta tanda. Es una denuncia sin esperanza (no es una referencia a tu nombre), como por desgracia ocurre en la vida misma.
Enhorabuena. Me alegro haberte leído.
Un saludo.
Hola, Isan,
Tu opinión es importante para mí. Es la primera vez que escribo un micro y me he dado cuenta de que el título es más trascendente de lo que pensaba. Por eso sigo sin él. Puse el que tiene porque no lo tenía antes, y sigo sin él. Hasta pensé en ponerle “Sin título”. Se admiten sugerencias…
Un millón de gracias.
Hola R.J.Esperanza Pardo,
Tu historia me gusta, un bonito homenaje a todas las personas que sufren violencia.
Como has dado tanto protagonismo a las paredes, yo lo titularía “Testigos mudos”. De todas formas en un texto tan corto no conviene repetir palabras.
La frase “Por fin. Se va. Satisfecha. La Bestia Cobarde”, la quitaría o la escribiría de otra forma, así no repetiría Bestia.
Esperanza, solo es mi opinión.
Buen trabajo. Saludos.
Hola, Esperanza. Tu texto me parece muy bueno. Yo también quitaría lo de «la bestia cobarde» y en cuanto al título, efectivamente podría estar relacionado con las paredes, pero no le pondría «Testigos mudos», ya que en tu relato ellas parecen tener el don de la palabra (murmuran, suspiran). Felicidades por el relato. Saludos.
Hola de nuevo:
Tu solicitud me da la oportunidad de volver a comentar. El título lo puedes encontrar en el mismo texto. Las últimas palabras me gustan: “¿Dónde perdiste el valor?”, también “¿Dónde está la humanidad?, también simplemente ¿Dónde?. Pero quizás la que más me gusta es: “¿Por qué las pesadillas no despiertan al alba?” que, por cierto, se me olvidó comentarte esta frase que había destacado en mis notas y que me parece redonda pero, también tengo que decir, no llego a captar la verdadera intención ya que tiene interpretaciones variadas.
Un saludo.
¡Hola R.J. Esperanza Pardo!
Tu microrelato me parece excelente. Es crudo, crudo y muy impactante. En poquísimas líneas has dejado plasmado una larga data de maltratos y abusos, no sólo físico y mental sino también en el emocional.
Desde mi humilde opinión yo dejaría “La Bestia Cobarde.” Para resaltar aún más la bajeza de la acción.
En cuanto al título, te sugiero analizar esta propuesta: “Aterrorizada”. El terror que le ocasiona la bestia, lo veo reflejado en las siguientes palabras o párrafos:
• “No te muevas…»”
• “…su aliento a veneno que eriza la piel.”
• “¡No le mires! ¡No respires! ¡No transpires el perfume del terror que aviva la ira de la Bestia!”
• “Pero el alma… Se hiela de golpes que caen;…”
• “Y ni siquiera te preguntas dónde perdiste el valor.”
Pobre victima, esta tan paralizada, que casi ni piensa. es horrible su situación. Qué triste la vida de las victimas.
¡Un abrazo!
OTILIA: Gracias por tu opinión, que me ha dado para pensar (un poco más 🙂 La sopesaré y me pasaré por tu relato en cuanto pueda. Un cordial saludo.
Hilda G.M.: Agradezco tu apunte, me ha gustado lo que dices sobre el “don de la palabra”, es cierto que contradice el título anterior… Me va a pasar lo que a Sócrates.
ISAN: Lo que buscaba está precisamente en esas palabras del final que sugieres. Has captado el trasfondo. El tema del relato y de todo maltrato es el miedo de la víctima. Me has ayudado a encontrar el título, pero tengo que cambiar la última frase para redondearlo. La frase que te ha gustado “las pesadillas no despiertan al alba” significa eso mismo: que su pesadilla, su dolor, no acaba al despertar, que es un dolor continuo. Un abrazo.
DORALU: Muchas gracias por tu sugerencia, que me ha servido también para afianzar el título. Ya lo veréis. Espero. ¡Un abrazo!
Hola, R.J.
Coincido con los compañeros, en la crudeza e intensidad. Se siente la angustia y el miedo de la victima ya que trasciende a lo puramente violento. Siento como si mostrases el garrote envuelto en seda.
Formalmente no puedo aportarte nada más.
Un placer leerte.
Un saludo.
JAVIER LÓPEZ: Me encanta lo que has dicho sobre ese garrote, eso sí que es un auténtico micro.
Muchas gracias por la visita. Aunque voy como las tortugas me pasaré por tu micro. Un saludo.
Hola, R.J.
Ante todo, quiero agradecerte tu paso por mi relato y tu buen comentario.
Coincido con los compañeros y me uno a los halagos. Creo que es uno de los mejores micros que he leído este mes. Nadie te ha comentado el buen uso que has hecho de las frases cortas y contundentes. Creo que son los mejor del texto, dan dinamismo y crean un poco de ansiedad en el lector, con ellas has sabido extrapolar los sentimientos de la víctima, que nos veamos identificados con su sufrimiento.
Ya que das opción a que te ayudemos con un título, te sugiero “Amores perros”, que define a la perfección la clase de relación que mantienen los maltratadores con sus víctimas, aunque creo que está un poco oída.
En esta frase: “Por fin. Se va. Satisfecha. La Bestia Cobarde.”, quitaría los puntos y la dejaría así: “Por fin se va, satisfecha, la Bestia Cobarde”.
Un placer leerte.
Un abrazo.
Hola, Earendil.
Estaba ya yo echándote de menos. Lo que dije sobre tu micro es verdad de la buena.
Y también es verdad que sufrí escribiendo este micro (es por una empatía atópica que padezco). Pero es que me hacía ilusión atacar en el último mes el mismo tema que ataqué en mi primer relato aquí, allá por octubre (aunque en aquél la maltratada se cocinaba al ogro).
La frase de los trompicones hay que retocarla, sí… El título de amores perros le va muy bien, pero me recuerda demasiado a la película que lleva ese mismo título.
Qué rápido se me ha pasado el invierno, creo que ha sido culpa de Literautas. Me pregunto si nos dejarán hasta el 15 de julio para retocar los micros.
Pasa un feliz verano y un millón de gracias por todos tus consejos literarios.
Y un abrazo
Hola R.J.Esperanza Pardo.
Tu relato es más que intenso.
Coincido con la frase que Earendil se suprime los puntos, y eliminaría el Bestia de la oración anterior(¡No transpires el perfume del terror que aviva su ira), dejándolo sólo en la que queda sin puntos, corregida.
También quitaría aquí los puntos: E intentas no pensar por qué sus puños duelen menos que el miedo, por qué las pesadillas no despiertan al alba, por qué aquellos sueños nunca serán realidad.
Tienes dudas con el título, te sugiero algunos, aunque no soy la mejor precisamente en ese aspecto: Usar el nombre de la protagonista? tendrías que agregarlo en el texto, La bestia?, ¿Dónde han quedado tus sueños,… y el nombre de tu protagonista, volviendo a usarlo en el texto? Simples sugerencias, con la intención de aportar algo que te sirva.
Sin embargo, tu relato es vibrante en toda su extensión. Te felicito, de todo corazón.
Hola, Laura
Qué alegría oírte. ¡Pero otro mes te me has adelantado!
De verdad, mil gracias por tus consejos porque este mes más que otros necesitamos sugerencias y propuestas, y las tuyas siempre son acertadas.
Iré a tu relato muy pronto.
Un abrazo
Hola Esperanza:
Gracias por tus comentarios en mi relato. Verás que en el definitivo he tomado en cuenta tus sugerencias que me han parecido muy esclarecedoras, muchas gracias.
El tuyo tiene valores formales y de fondo.
En los formales, recalcar el uso de las frases cortas. Reflejan el ritmo de la respiración de la víctima,entrecortada, abruptamente alterada. Eso le da un ritmo propio al relato, como los flashes cinematográficos.
En lo de fondo el sentido interminable que le das al suplicio. Lo del relato es solo un episodio. Se nota que la escena será vitalicia, repetitiva, permanente, invariable, eterna.
Un gusto leerte, como siempre.
Hola, Esperanza!
Excelente tu micro. Intenso, bien escrito. Uff! Me has dejado temblando.
Para el título creo que Aterrorizada quedaría bien pues le da más importancia a ella, a lo que siente. Pensaba La Bestia, pero no, es como darle importancia a ese ser venenoso.
Al final, me parece que podría ser:
Y ni siquiera te preguntas cuándo perdiste el valor. Y… Dónde está la humanidad. Dónde.
Buenísimo. Felicitaciones.
Un abrazo.
Hola Esperanza:
Muchas gracias por pasarte a valorar mi micro.
Has hecho un gran trabajo, es un relato intenso, que nos hace llegar la angustia de la protagonista. No es fácil hacer que el lector sienta determinados sentimientos cuando las circunstancias le son tan ajenas aunque, tristemente, conocidas, y sin embargo tú has sabido plasmarlo. Mi más sincera enhorabuena.
Por otro lado me ha resultado curioso cómo has jugado con el ritmo, dándole una cadencia casi poética. En otros casos el uso de las pausas, tan marcado, me parecería engorroso de leer, y aún así en tu caso lo que has conseguido es introducir un recurso narrativo que añade mucho a lo que se cuenta.
Por buscarle una pega, creo que el título es demasiado explícito. Eso no significa que esté mal, pero crea cierta predisposición en el lector sobre lo que ya se va a encontrar, con lo cual pierde totalmente esa sensación de primer descubrimiento que siempre es un golpe de efecto muy de agradecer, sobre todo en escritos tan breves. Yo trataría de jugar con algo que lleve a equívoco, que te haga pensar en algo pero que al leer el relato esté claramente relacionado. “Dolores”, por ejemplo, podría referirse a un nombre hipotético de la protagonista y, al mismo tiempo, al dolor tanto físico como mental al que ya no sabe hacer frente después de vivir lo que ha vivido. De primeras no estarías mostrando tus cartas pero estaría abierto a una segunda lectura por parte del lector. Sólo es un ejemplo
De nuevo, gran trabajo, felicidades.
Un saludo y nos seguimos leyendo!
LUIS PONCE: Me alegra saber que mis sugerencias te han servido, para eso estamos, siempre digo que cuatro ojos ven más que dos. Muchas gracias a ti por tu buen comentario. Me ha hecho mella lo que has dicho sobre la respiración entrecortada, porque es precisamente cómo me sentí al escribirlo. Es un tema escabroso, una lacra.
CHAROLA: Gracias por tu visita y tu sugerencia. Me pasaré por tu relato en cuanto pueda.
ENDIKAP: Muchas gracias a ti por pasarte. Créeme que es la primera vez que pido a alguien en Literautas que se lea mi relato. Y no me ha salido nada mal echarle tanto morro 🙂 porque me probablemente me voy a quedar con el título que sugieres. Tiene un significado propio que a priori no desvela nada o poco, pero al terminar de leer el micro, será más revelador. Evidentemente tendría que omitirlo en el texto. Lo de la cadencia poética ha sido intencionado, no me ha costado mucho porque sufro bastante de rima interna en mis relatos, una de las versiones era una poesía pero me rajé porque casi hay que saber física cuántica para hacer métricas. Un saludo y gracias de nuevo
Hola R.J.!
Mil gracias por tu cálido comentario a mi relato y tus indicaciones, que serán más que tenidas en cuenta.
Me gustó mucho tu micro, muy intenso. Yo en este caso te recomendaría lo contrario de lo que le señalé a nuestro compañero Javier López (vi que ambos tuvimos dificultades para entender de entrada de qué iba la cosa). Aquí se entiende, yo diría que en demasía, con una crudeza de carne viva. No es que esté mal, sino porque hay dos elementos que se suelen recomendar para el género microrrelato: un final con vuelta de tuerca, y un título que completa la información, muchas veces a posteriori. Aquí el maltrato lo es desde el principio. Ya vemos cómo empieza, y termina igual que como empieza, el maltrato es maltrato, sin cambio ni esperanza, entonces no hay el giro, no hay ruptura, que es típico de todo cuento, especialmente de un microrrelato. Por ejemplo, la víctima, para esta vez, tenía otros planes. Porque así como está, es una vez más, es una rutina que no se rompe. Ojo, como tal, la escena está ejecutada brillantemente, yo solo te hago una sugerencia en el plano del formato.
El título, que podría no entenderse al principio por el lector, suele cerrar al final, porque aporta info nueva, de la que no nos habíamos percatado del todo. Por ejemplo, qué pasaría si la frase final fuera: “Esta vez, a pesar del miedo, ella tenía otros planes”, y el título, al que el lector le prestó alguna atención pero lo olvidó al empezar a leer, en lugar de “Maltrato”, que es lo esperable, fuera: “Castración”. Entonces, el lector vuelve luego al título (en general se ve, porque está en la misma página) y ahí se entera de qué pasa una vez que el cuento en sí termina. Se logra provocar un efecto que sacude la conciencia.
Muchos microrrelatos utilizan este formato, un poco yo lo intenté también en el mío, y algunos sostienen que solamente así es este género (creo que así lo dice el tutorial de Literautas). Obvio que no es nada fácil de lograr, pero es cuestión de ir jugando.
Sé que te puse un ejemplo extremo, tampoco quiero que se desnaturalice un texto que es tuyo y que no me atrevería a profanar. También puede ser un desenlace menos macabro. Pero fue lo que se me ocurrió, quizás tengo una mente un poco así 😉 Pero supongo que sirve para que se entienda la idea que te quería transmitir.
Ojalá te sirva lo que te digo, porque, igual que a los compañeros, me encanta cómo escribís! Aplausos y saludos!
Marcelo Kisi, qué alegría leer tus consejos. Todo lo que dices sobre el “plano del formato” es cierto, le falta algo, el gancho, el cierre con el título. Ahora, tal y como está, es una escena que pone de manifiesto la crudeza de un maltrato pero le falta la chispa que deje pensando al lector. Por eso seguía sin título, que yo también pienso debería ser la respuesta a un final inacabado. La verdad es que lo de la castración es brillante, es lo que dan ganas de hacerle (algo parecido hice en un relato aquí cuando empecé, en la escena del libro de recetas de octubre pdo.).
ENHORABUENA por la publicación de tus cuentos y un millón de gracias por compartirlos y por tus sabios consejos.
Saludos R.J. Esperanza:
Gracias por leer y comentar mi relato (140) del mes de junio. Disculpas por llegar tarde al tuyo, por razones fuera de mi dominio, estuve fuera de Internet y casi incomunicada del mundo, en fín…
Como estoy atrasada con mis lecturas y comentar a otros, no he leído a tus comentaristas, así que si repito, tendrás que disculparme.
Muy intenso, doloroso y penosamente real para miles de personas. Siempre he pensado que debemos usar el poder de la palabra para trasmitir nuestras denuncias, nunca darle poder al victimario, darle valor a la victima; creo que lo has hecho aquí. Es una voz, que al final pregunta lo que nadie debería hacerse.
Espero que llegue el día que esto quede solo en los libros, en un texto, como lo es la fantasía literaria, que un día exista tanta violencia y dolor.
Como micro per se, creo que se obviaron algunas pautas que el mismo pide, que es ofrecer una narrativa que conlleva a un resultado, un cierre abierto, un desenlace opuesto etc.
En lo que respecta a mí, creo que es un texto muy crudo, duro y que puede sensibilizar. Creo que hiciste un gran esfuerzo al escribirlo, y valoro eso.
¡Nos leemos!
Hola K. Marce!
Agradezco tu visita y tus consejos. Me alegra que te haya gustado en lo personal. Creo que me sentí demasiado “libre” al interpretar lo que decía Literautas en la entrada de la escena sobre el género: “Navega entre géneros. El microrrelato no es un género narrativo al uso. Tiene también su parte poética, a veces se mezcla con los aforismos, con los haikus… Es una expresión artística muy peculiar que navega a medio camino entre distintos géneros literarios. Por lo tanto, cuando escribas microrrelatos, siéntete LIBRE para experimentar”. 😛
Comprendo lo que me aconsejáis Marcelo y tú, pero yo sigo teniendo la duda existencial sobre si meter o no meter esa “vuelta/sorpresa final” pues, si la meto, quizás altere la esencia del micro, al que, por otro lado, le di más de poema (al menos lo intenté) que de búsqueda de sorpresa o “vuelta de tuerca”.
A ver si consigo explicarme… Yo no me planteé el tema de este micro como denuncia social, el micro no apunta a la culpabilidad (ni de agresor ni de víctima, ya que ésta es también, en sí, su propio verdugo). Solo quise mostrar un sentimiento puro, complejo y común en estas víctimas de género. Buscaba mostrar una crónica psicológica que, como bien dice Luis Ponce en su comentario, es una situación que se hace eterna, permanente e invariable. Su comentario es el que me hace dudar acerca de dar o no ese final sorpresivo que caracteriza a este tipo de relatos, porque, como ya digo, el tema es el reflejo de un suplicio sin final, a perpetuidad (a lo mejor le iría bien el título de “Cadena perpetua”).
Dices que el género “debe ser una narrativa que conlleva a un resultado, un cierre abierto, un desenlace opuesto”. Y yo me pregunto: ¿Y si no existe en el fondo del tema ese cambio, cierre, resultado, desenlace opuesto porque precisamente el tema es que la víctima no consigue salir de ese círculo de temor y sumisión? ¿No sería ésta, una cadena perpetua, ese “cierre abierto” que comentas?
De todas formas, la alternativa la tengo “a huevo” como decimos por aquí.
Me encantaría saber tu opinión a estas dudas, K. Marce.
Un abrazo y muchas gracias de nuevo por estar ahí.