VHS - por Yokeeto

Era más que un simple robot, después de los cuatro pitos de marihuana que fume y la cajetilla de cigarrillos no era más que esperar aquello. Nuevamente tarde a clase. Mierda. Como siempre el profesor me llamo la atención mientras las risitas de mis compañeros sonaban como un eco que cada vez se acercaba más y más. Todos ellos. Malditos.
Apenas tome asiento la campana sonó. Me quede sentado. Observando el reloj que no avanzaba, siempre en el seis. Extraño, el tic-tac sonaba, pero la manecilla no avanzaba.
“’¿Qué miras?” pregunto una voz a mi espalda.
“El reloj no avanza.” Respondí sin mirar.
Extraño.
Me levante y salí, los pasillos estaban llenos. Apenas si podía caminar. Pero ahí estaba yo, como un robot. Avanzando de clase en clase, mientras las manecillas continuaban pegadas en el seis. El sonido del TIC-TAC era cada vez más fuerte, nada podía silenciarlo, ni siquiera los gritos y risas de los otros estudiantes.
Algo pasó en ese instante. Estaba en el suelo mientras un hilo de sangre emanaba de mi ceja. ¿Qué mierda? Maldito hijo de puta. Fu lo único que alcance a oír. Nada más. Te metiste con mi novia.
¿Qué mierda me pasa?
¿Qué hice?
El TIC-TAC no se detenía, aun podía oírlo. Cada vez más fuerte. TIC-TAC. TIC-TAC.
“¿Estas bien?” ME preguntó la chica mientras me ayudaba a ponerme en pie.
Parecía que todo reducía la velocidad. Un sonido ensordecedor calmó por un momento el TIC-TAC. La chica me ayudo a limpiar la herida con un papel que tenía en su mochila.
“Hola” Salude.
Ella solo me observo. Y sonrió. Alguien me sonríe. Nunca nadie lo había hecho jamás.
“Me llamo Nate”
Ella solo me sonríe no dice nada. Ahora se aleja. “No te vayas, quédate conmigo”
Camino solo de vuelta a casa. Todo gira a mí alrededor. Pienso en un cigarrillo, pero deben haberse caído cuando el tipo asesto el golpe. Tengo mucha sed. ¿Qué mierda te pasa, Nate?
Recordé cuando mi padrastro me gritaba “¿Qué mierda te pasa, Nate? Hazte hombre.” “Deja de ser un marica” “Esto es para convertirte en hombre” Los gritos acompañados de golpes, mientras mi madre completamente drogada babeaba en el sillón del living de la casa. “¿Dónde están tus malditos amigos? Crees que ellos se acordarán de ti cuando todo esto termine”
¿Cómo llegue aquí?
El puente estaba completamente vacío. Ni siquiera autos circulaban. Abajo el agua se veía hermosa, la luna la hacía brillar como un mar de estrellas. ¿Quién es ella? ¿Es aquella chica sonriente? Se aleja.
No.
No te vallas.
Vuelve.
Vamos juntos. Yo iré contigo.