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Robot Humano Robot - por Nela Kato

Era más que un simple robot. Aquel cacharro redondo, de negro plástico y pulcro aspecto, que plantaba cara a Alice en su salón, era algo más que un puto simple robot.
Y no fue por no escuchar al chico, no. Ella había hecho un épico esfuerzo por creerse aquella sonrisa inverosímilmente amplia que él le ofrecía, tras garantizarle todas sus funciones. Aquella sonrisa la había dejado atónita, joder. ¿Quién puede sonreír así? Desafiaba conceptos como la elasticidad o la maleabilidad. Fascinado, su cerebro la había memorizado, para diseccionarla más tarde.
Cómo son las cosas, ¡ja! Cientos de veces había tenido Alice que escuchar de su amiga Ruth la cantinela sobre sus instintos. Se lo decía siempre que la ocasión la pintaban calva: “Alice, deja ya de calcularlo todo. Me preocupa esa visión tan determinada que te haces de la gente y de las situaciones…” Alice callaba. Sabía de qué hablaba Ruth. Había pasado tardes enteras reflexionando sobre esa suerte de sexto sentido. A veces, la hacía sentir que no necesitaba a nadie, que era un ser mecánico que absorbía toda la información que llegaba a sus sentidos, para mezclarla, digerirla y expulsar una conclusión más bien basada en la probabilidad, que en otra cosa más… humana.
La hacía sentir mal. Era espeluznante y le dejaba la vaga sensación de ser un bicho raro. Pero era aún peor. Por Dios santo, aquello que pasaba en su cabeza le había brindado las mejores oportunidades de su vida, la había hecho triunfar. En muchas ocasiones, rechazaba conscientemente hacer uso de ello porque así se sentía mejor.
Pero esta vez se había equivocado. Miraba aquel "simple" robot, deslizarse lenta y estudidadmente a uno y otro lado de su salón y se sentía muy estúpida por haber renunciado a sus instintos en un momento crucial. Aquella falta de prevención le había traído esto.
Transpiraba. Tuvo conciencia del burrito que había comido y supo que aquellas calorías no llegarían nunca a depositarse en su cuerpo. Supo también que si todo salía bien sentiría mucha hambre después y en parte se alegró de poder hacer dos comidas sabrosas en el mismo día. Entonces, una vez más, sintió aquel odio hacia sus propios procesos mentales.
R-3000, el robot de limpieza que el muchacho de inconmensurable sonrisa le había vendido, se alzaba ante ella hincándole dos ojos de brillante LED rojo. Del apéndice de una de sus múltiples extremidades, útil para aspirar pequeñas partículas, había retirado malévolamente la escobilla cobertora y apuntaba a Alice con su punzante y afilado extremo.
¿Quizás ella le había hecho trabajar más de lo normal? ¿Era una rebelión organizada? ¿Qué pasaría si cortaba la electricidad ahora? Por más que buscaba respuestas, esta vez no las encontraba. R-3000 se acercó y Alice sintió dolor en sus pupilas.
Entonces vino a ella una imagen de su infancia. Cuando estaba a punto de calcular el tiempo que hacía de aquello, R-3000 soltó una chispa inesperada. Los ojos de Alice se abrieron como platos al sentir el inminente peligro y entonces se liberó. De lo más hondo de sus entrañas vino un grito ronco que subió por su garganta e hirió al robot en sus sensores auditivos. El cuerpo de Alice se contrajo y tensó, para luego liberar todo su impulso hacia delante, con el brazo derecho en extensión, derribando a su enemigo, que comenzó a hacer extraños giros en el suelo.
En medio de su ataque, Alice agarró a la máquina y comenzó a trazar círculos con ella, girando sobre sí misma. Finalmente, la soltó y dejó que se estrellara contra un mueble de madera noble que dominaba una de las paredes. R-3000 cayó, pero seguía encendido. Desatada, Alice corrió a la cocina y tomó un bidón de cinco litros de agua.
De vuelta en el salón, varios mechones de pelo se enroscaban, húmedos, delante de su cara, en la que se dibujaba una pérfida sonrisa. Respirando pesadamente y con parsimonia, Alice abrió el bidón y se dirigió, embriagada, hasta el robot, cuyas luces parpadearon. Lo alzó sobre sí y dejó manar el agua fuera del recipiente, primero directamente sobre la cara de R-3000 y después sobre el resto de la estructura. Las luces parpadearon más al principio, perdieron intensidad, luego destellaron con fuerza y finalmente se desvanecieron, dejando paso a un leve hilo de apestoso humo.
Exhausta, Alice se recostó al lado del robot y cerró los ojos en paz, sintiendo únicamente la humedad del agua en su camiseta.

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14 comentarios

  1. 1. María Jesús dice:

    Curioso relato que mezcla la fina inteligencia humana con la robótica avanzada. Me ha gustado mucho tu relato, me ha parecido muy ingenioso. La rebelión de las máquinas se podía haber llamado. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 14:40
  2. 2. María Jesús dice:

    Hola: Veo que te ha decepcionado lo que te he puesto tras leer tu texto. No soy una experta, tan solo una aficionada a la literatura que escribe solo para entretenerme. Es cierto que literautas tiene unos tutoriales muy interesantes para comentar textos, que me he leído pero no soy muy capaz de llevar a cabo. Quizá esté mal, pero cuando leo un texto no lo disecciono, tan solo digo un poco por encima lo que me ha parecido, si el relato no me ha trasmitido mucho y lo ensalzo si me ha encantado. Ya hay en este blog miembros mas preparados en ese aspecto. Disculpa, por tanto, que no esté a la altura.
    Debo decirte, que te has metido en mi texto tan solo para remitirme a los tutoriales, sin siquiera dar una simple opinión de mi relato, lo cual me ha parecido de mal gusto. Un saludo

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 19:27
  3. 3. Nela Kato dice:

    Hola de nuevo, María Jesús. Siento de veras que te haya parecido de mal gusto mi comentario. No era mi intención dejarlo en tu texto y por eso te pido disculpas.

    También te digo que creo en la elaboración del comentario está el apredizaje y, al igual que tú, yo escribo para entretenerme y aprender. Ahora bien, de un comentario de 2 líneas es difícil sacar algo y, aunque no salga perfecto (que yo no pido eso), siempre se puede hacer un esfuerzo. Entre perfecto y un simple “me gusta” hay un abismo. Como te has sentido ofendida por un comentario que no es ofensivo, me inclino a pensar que lo que te duele es reconocer que te has tirado a lo fácil. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 22:00
  4. 4. Nela Kato dice:

    Y sobre el título, te agradezo la sugerencia. Yo ahora lo llamaría “Máquina vs. Ser humano”.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 22:01
  5. 5. Gastón dice:

    Hola Nela Kato, cómo te va?

    En general, considero que tienes una idea clara de lo que querías contar, e intercalas un par de frases coloridas, que lo hacen más ameno y descriptivo.

    Me parece que podríamos separar tu relato en dos partes: La primera mitad donde nos presentas a Alice y su forma de pensar, y la segunda donde se desarrolla su enfrentamiento con el robot.

    En la primera describes a tu personaje como alguien analítica, que es atenta a los detalles y los usa para tomar decisiones racionales; sin embargo, mi sugerencia sería que en lugar de describirlo, nos muestres ese proceso de pensamiento, ya que ni recordar una sonrisa, ni los comentarios de Ruth, logran afianzar la idea totalmente.

    En la segunda parte me parece que puedes usar mas sujetos tácitos, que mencionar tanto a Alice, corta la continuidad de las acciones.

    Creo que la idea de afrontar una persona racional contra un robot es buena, y podría tomar cierto giro de ironía, si la victoria final de la persona se debiera a algo irracional, en lugar de a confrontación física.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 03:31
  6. 6. Nela Kato dice:

    Buenas, Gastón! Me va muy bien y a ti?
    Muchas gracias por tus comentarios, muy interesantes. Les daré una vuelta con el texto delante en cuanto pueda. En cuanto a lo que me dices al final, sobre el acto irracional de ella, reconozco que lo intenté al hablar del estallido… Me han quedado las ideas muy “sucias”, poco definidas.
    Seguiré mirando y gracias!

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 09:48
  7. 7. K. Marce dice:

    Saludos Nela K:

    Gracias por tus comentarios a mi relato. Aquí estoy, ya que siempre devuelvo las visitas.
    No sé si esta es tu primera participación en el taller, ya que no creo haber leído algo tuyo antes.

    Debo confesarte que tuve que leer tres veces tu relato, porque no captaba hacia a donde iba la historia. Luego, la tercera es la vencida, pude leerlo en voz alta y comprendí el porque no lo comprendía a cabalidad.
    Lo que sí he notado es el POV que has usado, y has usado un narrador omnisciente, que sin embargo se muestra demasiado empático con la protagonista. El narrador es solo un observador, y aunque has usado correctamente algunas intervenciones propias de este narrador, otras veces el narrador parece emitir emociones o juicios, algo que no es permitido para este tipo de narrador. Por ponerte un ejemplo:
    sonrisa la había dejado atónita, joder.
    Por Dios santo, aquello que pasaba en su cabeza
    Cómo son las cosas, ¡ja!
    Como he comentado, el narrador omnisciente es el ser neutral, que no juzga, ni emite emociones, por ende, tales expresiones parecer emanar no del narrador, sino de lo que Alice vive y siente. Parece ser una extensión de la personalidad de ella, y no del neutral narrador. Y es un desliz fácil de transpasar, cuando el personaje es muy fuerte.

    También, creo que hay error de dedo en la frase: «estudidadmente a uno y otro lado…»
    Creo que era estudiadamente, o algo por el estilo.

    Debo confesar que no sentí ninguna empatía por Alice, desde el inicio me pareció una mujer de un carácter extraño, para luego desarrollar una especie de sicosis por los aparatos eléctricos que termina aniquilando. Y si lo hace, únicamente para volver a esa tienda y ver a ese joven de gran sonrisa, sentiré mucha lastima de ella y mucha preocupación por él, por ese trauma de la niñez, que ve a maquinas atacandola…

    No comprendí tampoco qué recuerdos pueden aflorar tales reacciones en el personaje. Hay muchas nubes que no me presentan a Alice, quizá por ello no me sentí identificada con ella, es más como otros la ven (incluído el narrador) y no como ella puede ser mostrada.

    Creo que el título es un poco confuso, ya que pareciera que es una ambiguedad en ella o el robot, y quizá por eso comencé a leerlo con una idea preconcebida; para solo enterarme que el personaje es tipo bipolar o algo así… y me hizo recordar mucho a la loca de la novia del inquilino, que mira demonios donde no los hay.
    Porque yo, al igual que ese robot, nos cae la zurra. Aunque la mía no es literal, la susodicha no me deja dormir, reclamandole toda la madrugada, fantasmas al pobre…

    Al menos me identifiqué con el inocente robot, acusado de conspiración, que solo quería limpiar la casa…

    ¡NL!

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 11:23
  8. 8. Nela Kato dice:

    Hola, K. Marce, muchas gracias por pasarte y hacer le esfuerzo.

    Me dejas intrigada… Al principio me dices que tuviste que leer el relato tres veces y no sé por qué, dices que la tercera fue la vencida, pero no me lo aclaras o no lo capto…
    No sé qué es un POV. Puede que se deba a que, como has adivinado, soy nueva en la oficina.
    Sobre las sombras del personaje, de acuerdo contigo. Ya me lo han dicho y no se me escapa que no me ha quedado definido.
    Tendré que trabajar todo más en el próximo taller, pero no me desanimo, al revés!
    De nuevo, gracias.
    P.D.: entonces, qué es un POV???

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 11:41
  9. 9. Nela Kato dice:

    Ah! Y sí, Alice es rarita, ella lo sabe y se asusta. No quiere cover a ver al joven, pues le disgusta la gente que muestra abiertas emociones sin pudor o gente a la que no consigue leer bien. Precisamente, porque ella no se entiende ni a sí misma, es que no entiende a los demás. Ese es su conflicto interno del que se supone que sale, al menos momentáneamente, urgida por la amenaza fatal que supone el robot…

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 11:46
  10. 10. Nela Kato dice:

    *volver

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 11:46
  11. 11. MT Andrade dice:

    Hola Nela
    He leído varias veces tu narración y creo que no es lineal, por eso cuesta leerla, después al releer vas dando forma a las frases. Por ejemplo “…no escuchar al chico.. un épico esfuerzo por creerse aquella sonrisa inverosímilmente amplia que él..” La primera impresión es que la sonrisa es del chico, pero más adelante dice “¿Quién puede sonreír así? Desafiaba conceptos como la elasticidad o la maleabilidad.” Entonces la sonrisa es del robot no del chico.
    En fin puede ser una forma de escribir y tal vez sea el efecto que quieres lograr. El tema es que si se está interesado en el contenido del texto vale y el contenido es bueno. A mi entender no sería un robot que ataca a un humano sino más bien todo lo contrario y por lo tanto más comun pero siempre irracional.
    Es un buen relato, una idea adecuada que solo debes pulirla.
    Saludos

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 05:43
  12. 12. MT Andrade dice:

    Hola Nela
    Olvidé comentar que me gustó mucho la frace “hirió al robot en sus sensores auditivos”

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 03:30
  13. 13. charola dice:

    Hola Nela!

    Un relato que le falta, a mi entender, el por qué del actuar de Alice. Dice a medias que recordó algo de su niñez, pero no está claro. Estoy de acuerdo con K. Marce que el narrador que has usado es el omnisciente, pero quizás hubiese convenido el narrador en primera persona, para que Alice se manifieste y piense o hable de todo lo que le parece del robot y sus sentimientos contrarios (que lo ha hecho, pero en boca del omnisciente y eso no está bien).

    Te contradices al inicio le llamas que era más que un simple robot para después decir que era “simple”.

    Este párrafo no lo entiendo: “Fascinado, su cerebro la había memorizado, para diseccionarla más tarde”. Si es Alice. Tendría que ser fascinada.

    Entendí que Alice tiene un conflicto interno y en un momento cree que va a ser atacada por el robot o quizás el robot también desee atacarla porque ve las intenciones de ella. Te falta ordenar mejor tus ideas. Sigue escribiendo.

    Mi relato es el 42 por si deseas leerlo y comentar.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 03:59
  14. 14. K. Marce dice:

    Saludos Nela:

    Ayer leí el correo que me llegó (sigo los comentarios) y porque falló el Internet pude hacerlo hasta ahora.

    Cuando me expresé como “la tercera es la vencida”, es coloquial decirlo cuando ocurré algo que no logramos sino hasta después de varias repeticiones. Es un refrán, y yo los uso mucho porque mi abuela y mi madre lo hacían, es cuestión familiar.

    Sobre el POV (Point of View) es la forma popular o como se conoce a lo que los escritores llaman “punto de vista”, es decir, qué narrador es quien “su” punto de vista es usado para narrar una escena o un texto. Por ello te mencioné que siendo que tenemos a Alice como la columna de la historia, (es decir, todo está también bajo su POV), se adapta mejor al texto la narración en primera persona. Te ejemplifico:

    “Yo siempre callaba. Sé de qué me habla Ruth. He pasado tardes enteras reflexionando sobre esa suerte de sexto sentido. A veces, siento que no necesito a nadie, soy como un ser mecánico que absorbo toda la información que llega a mis sentidos, para mezclarla, digerirla y expulsar una conclusión más bien basada en la probabilidad, que en otra cosa más… humana.” —> Este es un POV basado en Alice, escrito en primera persona. Ella misma expone lo que ocurre y siente, y creo que ese narrador le da más credibilidad al texto.

    Aquí en Literautas existen algunos talleres sobre los POV, las voces narrativas, etc. También puedes visitar, si lo deseas, mi blog en donde he tocado el tema con profundidad.

    Estamos para compartir experiencias, nadie nace aprendido y quien pretenda saberlo todo está errado. Todos podemos aprender de los demás y beneficiarnos hasta de las erratas que cometemos, para eso es el taller. Y mi pensamiento es, quien ama escribir, nunca debe dejar de hacerlo. Y aprender, es una aventura que dura toda la vida.

    Saludos, ¡NL!

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 05:35

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