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Era más que un simple robot - por Guagner

Web: http://martoescribe.blogspot.com

Era más que un simple robot, eso según la publicidad.
Pero la realidad era muy diferente. Me ayudaba, sí, pero no era la gran cosa. Yo, un hombre en mis veintipico, viviendo solo, no necesitaba gran ayuda.
Mi U-Man S327 se encargaba de limpiar la casa ―venía con su propia aspiradora superpotente y antilíquidos― y de cocinar platos básicos ―con sus propios utensilios de acero quirúrgico autolimpiante.
También me leía los correos y los mensajes, que en su voz exageradamente humana sonaban como cartas de amor.
Su otra función era la de seguridad: suponía yo que en caso de que yo corriera peligro, el robot llamaría al 911 o algo así. ¡Cómo me equivoqué!
Yo había empezado a salir con Katya. Y le dejé pasar un par de escenas de celos. Con el tiempo fue poniéndose demasiado posesiva.
¿Fui un cobarde al seguir con ella? Se lo pregunté a U-Man, y la respuesta del robot fue algo evasiva:
―Esto es lo que encontré en internet sobre “Fui un cobarde al seguir conejas”.
Y después me guiñó un ojo con su cara de pantalla táctil UltraHD.
Me dejó pensando.
Un rato después, mi vecina me tocó el timbre para preguntarme algo sobre la reunión de consorcio, nos quedamos charlando y se mostró impresionada por U-Man.
U-Man le hizo todos los trucos. Mili se llama mi vecina, es linda Mili. Tiene ojos de buena.
Después me fui a la facu. Katya estaba muy distante, y yo trataba de acordarme qué había hecho para enojarla.
Más tarde fuimos para mi casa. Y yo no aguanté más y le dije a Katya:
―¿Qué te pasa? ¿Por qué no me hablas?
―¿Para qué querés que te hable? Ya que hablas tanto con la vecina, preguntale a ella que le pasa.
Me quedé petrificado. ¿Cómo sabía lo de Mili?
―¿Vos me estás espiando?
Miré a U-Man, pensando que ella le había instalado algún software espía. Como entendiendo mi gesto, U-Man negó con la cabeza; pero con su brazo señaló hacia la repisa.
Miré. Me acerqué.
Katya se puso tensa:
―¿Qué buscás? Vení para acá, ¿querés? Te perdono.
No le hice caso, por primera vez no le hice caso.
Entre unos peluches horribles que ella había comprado, había una camarita.
―Vos me estás espiando.
―Cuido lo mío.
De la mesa agarró un cuchillo.
―¿Qué hacés?
―Vamos al sillón, que ya empieza la novela.
Ya no quería vivir así. Prefería seguir con mi sequía amorosa a soportar a Katya. Incluso, arriesgarme a que me matara ya no me parecía tan grave.
Corrí a ponerme detrás de U-Man, y le dije:
―Ayuda, llamá a alguien.
Katya ya se me venía encima con el cuchillo en alto.
Y entonces U-Man desplegó su cuchilla de carnicero y se lanzó contra mi novia. Ella intentó sacárselo de encima, pero el robot era más rápido. Cortó el brazo de Katya por la muñeca, lo cual la desconcertó tanto que le dio la oportunidad a U-Man de clavarle el tenedor en el cuello. Con precisión robótica le agujereó una arteria importante que regó de sangre todo el departamento.
Yo seguía medio agachado, ahí donde había estado el robot antes de toda aquella locura.
Katya cayó al piso, en un charco granate.
―Qué desastre, ya mismo me encargo. ―Fueron las palabras de U-Man.
Y se puso a trozar a Katya en cubos de 40×40.
Yo no quería ni moverme.
Cuando terminó, sirvió los pedazos de Katya en varias bandejas y los llevó al horno y los cocinó hasta carbonizarlos.
Una vez que terminó de asar a la que había sido mi novia, tiró desodorante de ambiente.
―Qué olor a quemado ―dijo, sonriendo.
Ah, me olvidaba: mientras Katya estaba en el horno, el robot aspiró toda la sangre que se había esparcido por el piso. Estuvo un rato largo limpiando también las paredes, la mesa y las sillas. Fregó hasta que no quedó ni una marca en todo el departamento.
Con la tarea finalizada, metió los trozos quemados ―irreconocibles― en una bolsa y los sacó al incinerador del edificio.
Cuando volvió, se puso a lavar las fuentes que había usado para cocinar.
Y ahí sí, con cara de cansado me anunció:
―Tengo batería baja, necesito una recarga.
Y fue derechito a su rincón a enchufarse. Y su “cara” pasó a estar dormida, con ojitos cerrados y mejillas rozagantes y todo eso. No había remordimiento.
Pero tanto él como yo sabemos que es más que un simple robot.

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5 comentarios

  1. 1. diego dice:

    Cuento, claro que sí.
    Muy bueno, Marto, quizá la frase de “mas simple que un robot” está de más. Le daría una vuelta de tuerca al final.

    No entiendo bien como es el robot físicamente, en un momento pensé que tenía cara de televisor y después leí que hace un guiño con el ojo, me confundió.
    “ojitos cerrados, mejillas rozagantes”

    por lo demás bien, algún retoque acá o allá.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 12:21
  2. 2. Luna Paniagua dice:

    Hola, me ha gustado mucho, surrealista y con toque gore. Desde luego es mucho más que un simple robot, así como quien no quiere la cosa ha cometido el crimen perfecto…
    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 21:17
  3. 3. JeSS dice:

    Me gusto mucho la trama. Como de repente nos hace testigos de un crimen, pero al mismo tiempo no nos da pesar o lastima. Al final, no era mas que un simple robot. Admito que incluso hasta me pareció gracioso.
    Hay unos cuantos detalles en cuanto la redacción, sin embargo como lector me engancho el ritmo que tiene. Saludos

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 00:26
  4. 4. Guagner dice:

    Gracias a todos.
    Sus comentarios serán tenidos en cuenta para la versión final.

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 19:44
  5. 5. N. P. Heck dice:

    Buen cuento, Marto! Coincido con Diego y Jess en que hay algunos detalles en la ejecución, pero nada que no puedas cepillar como el bueno del Robot tras una limpiada ^_^. Coincido también en que me falta algo más para imaginármelo, aunque sea saber si es metálico (a lo Bender o Robotina) o más humaoinde, como los de las serie Humans, ponele. Fuera de esto, y ya sin el límite de palabras, buscaría agregar algunos engranajes faltantes entre los sucesos, que lo haga un poco más fluido y menos brusco (más que nada a cuando conoce a Katya). No mucho, con una o dos tuercas va.
    Me gustó mucho!

    Escrito el 31 octubre 2017 a las 03:17

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