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Monstruo - por Diego Coppa

Web: http://losescritosrevelados.blogspot.com.ar/

Era más que un simple robot.
Guiñé mi ojo y el lente de contacto sobre mi retina sacó la foto de una silla de madera rústica que conservaba de mis abuelos. Revisé mi celular, la imagen se había transferido y el robot ya buscaba en internet sillas parecidas.
Resultado: Silla Luis XV.
El robot devolvió los resultados con grados de probabilidad de que sea esa la silla buscada. Los resultados aparecían desplegados en mi retina por lo que me ahorró verlos en el celular.
La lente de contacto y la aplicación del celular se vendía en e-bay y me llegó en 5 días corridos. El vendedor lo publicitaba como que su código podía ser modificado y upgradeado por el usuario. Mis años de programador en bases de datos y mi curiosidad me incentivaron ponerle mano encima: retocarlo, mejorarlo.
Pronto logré almacenar el historial de mis búsquedas, a interrelacionarlas. Básicamente, lo que hacían los bancos con miles de clientes: buscar patrones de conducta y emitir el mejor resultado.
Finalmente le agregué un micrófono: todo se subía a la nube, lo buscaba en internet y me entregaba el mejor resultado. Encontraba rápidamente las respuestas mejor ranquedas a las preguntas que hacía mi jefe o mis compañeros de trabajo.
—Ganó boquita anoche —me dijo el portero limpiándose las manos en el overol.
Buscar: Boca – partido – ayer – resultado.
—Ganamos, sí, lo vi bien parado al equipo, contundente
Yo no sabía que estaba diciendo, pero repetía una opinión popular muy bien valorada online: mi código decía que tenía un 90% de probabilidades de ser viable.
Observé la alegría de mi portero. Él sí sabía de lo que yo hablaba. Se despidió prometiendo pasar a arreglarme esa lavadora que tantos problemas me traía.
Pocos días después conocí a Ana. La vi en el subte y no dudé en apuntarla con mi lente de contacto y uní su imagen a la búsqueda.
Buscar: Frase – Mujer – Romper el hielo.
El robot me trajo como se llamaba, que edad tenía, la marca y el modelo de la cartera que usaba, la marca de zapatos, que perfume probablemente usaría,. También buscaba su cara en Facebook, Twitter, Instagram, etc. Ya sabía los nombres de sus amigos, si tenía novio (no lo tenía), ya sabía su número de celular, y que vivía sola en un departamento de Azcuénaga y Corrientes… lo sabía todo.
La misma tarde en que la conocí ya acariciaba su ondulado y oscuro pelo, su cabeza se apoyaba en mi hombro, habíamos hecho el amor dos veces (consultando al dispositivo cuales poses le podría llegar a gustar, mejoré aún más mi rendimiento sexual). Me sentía orgulloso y consiente de ser capaz de realizar un algoritmo que pueda llevar a la cama a una mujer en algo más de unas horas. Era sólo cuestión de que internet me devolviese las palabras correctas en el momento correcto.
Dormida, aferró su cuerpo desnudo aún más al mío. Y ella sonrió la sonrisa más dulce que había visto en mi vida, me sentí como jamás me había sentido: feliz.
Y en ese instante me di cuenta de algo, de algo que no me había percatado, y un pensamiento emergió urgente:
Comprendí que el robot en mi celular era un monstruo que tenía la capacidad de ser una inteligencia artificial apoyada en mis decisiones. Y yo no me escondía del monstruo que había creado. ¿Acaso debería hacerlo? ¿Acaso debería comportarme como lo había hecho el Dr. Frankenstein de Mary Shelley?
Apenas atisbaba a entender (o quizá inconscientemente no lo quería hacer) la importancia de mi creación.
Qué respuesta debería salir de mi boca: la correcta, la mía o la que me permitiría avanzar rápidamente hacia mis ambiciones. ¿Acaso mis palabras serían las mentiras de algún troll con la popularidad suficiente para encajar en un 90 % en la respuesta correcta y eso no importaba? ¿Justificaba mentir en pos de mi deseo? ¿De cualquier deseo?
¿Qué pasaría si mi monstruo, este robot, se liberase? Si todas las personas del mundo tuvieran mi robot. ¿Nos volveríamos autómatas hablando sin entender si quiera lo que decimos, simplemente jugando con la estadística de la certidumbre? Se imaginó un mundo sin vida, sin pensamientos y todos obteniendo lo que quisieran.
Ana abrió los ojos lentamente.
—Seguí durmiendo, preciosa, creo que mañana me voy a volver millonario.

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16 comentarios

  1. 1. Antaviana dice:

    Está muy bien el relato y escribes bien. Muy Black Mirror que me encanta por cierto.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 19:21
  2. 2. diego dice:

    Gracias, Ataviana. Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 20:27
  3. 3. Guagner dice:

    Me encanta la idea del invento.
    Y por lo tanto que se podría explotar aún más.
    Y por lo tanto el final se me hace apresurado.
    Me gustaría que se vuelva más hijo de puta, o que toda la gente tenga el invento, y ver que pasa.
    O sea, da para novela jajaja.
    (PD: mi novela te va a gustar)

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 23:49
  4. 4. diego dice:

    Gracias, Marto.
    Cuándo esté para leerse avisá.
    Voy a sentarme a escribir.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 10:48
  5. Hola Diego.

    Has tenido un planteamiento interesante del uso de las tecnologías. Como siempre el lado humano salió a relucir al final… somos incorregibles, jejeje.

    Creo que he visto un cambio en el narrador. Muy pequeño, la verdad. Casi al final hablas en tercera persona cuando todo el relato está en primera. Una nimiedad fácil de arreglar, sin duda.

    Las reflexiones finales del protagonista me apabullaron un poco, la verdad. Pienso que concretando un poco más en acciones esas divagaciones hubiera quedado mejor. Pero no hagas caso. Son cosas mías.

    Este mes no me encontrarás en el listado porque metí la pata al enviar el relato. Le cambié el orden a las palabras de la frase inicial y se quedó fuera.

    Si te apetece ver cómo quedó puedes pasarte por el blog en donde voy colgando algunos de los trabajos:
    https://jeanivesthibauth.wordpress.com/2017/10/18/ego-me-absolvo/

    Lo había hecho con reto opcional y todo.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 11:56
  6. 6. diego dice:

    Gracias, Jean, te leo.

    Este es un borrador, puedo llegar a tener errores… Y como dice Guagner, da para mucho más.

    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 12:32
  7. 7. Alicia dice:

    Hola Diego. Tu relato da que reflexionar y eso es algo que me gusta (me recuerda a Black Mirror). Pero la frase final es lo que no me queda claro, si el protagonista cree que su invento termina siendo algo perjudicial, ¿por qué dice que mañana se hará millonario?, ¿es eso una manera de decir que la codicia le vence porque va a patentar su invento?

    Personalmente creo que el hecho de conseguir los propósitos con tanta facilidad es algo que mal acostumbraría y desvalorizaría los resultados. Así que estoy de acuerdo con que ese invento es un “monstruo”.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 22:00
  8. 8. Diego dice:

    Gracias por leer, Alicia. Es exactamente como decís: va a vender el invento y se va a hacer millonario.
    Creo que lo que hace cuento a este texto es justamente eso: la disrupción en el pensamiento del personaje que ve la veta comercial y “destruye” al mundo con su monstruo. Si no fuese así no habría cuento y quedaría todo en una simple anécdota.
    Saludos y gracias por leer.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 10:51
  9. 9. Bellaan (SC) dice:

    Hola
    Me gusta comentar a medida que voy leyendo.
    Que rápido se llevó a la chica a la cama. Bastante perezoso tu personaje jajaja ruego por que no haya gente así.
    No sé por qué se me hace que le hará una mala jugada el súper dispositivo.
    ” ella sonrió la sonrisa” eso suena raro, pienso que debe haber otra forma de redactarlo para no volver a repetir sonr…

    ” Se imaginó un mundo sin vida, sin pensamientos y todos obteniendo lo que quisieran.” ¿por qué cambió el narrador? eso me confundió. Quizás podrías poner en otro párrafo ese cambio de narrador, así pienso que estaría mejor.

    jajaja no me gustaría vivir en un mundo así, aunque ya hay personas que viven de esa manera y no necesitan de un robot.
    Buena historia, pienso que podría ser más larga y pensé que alguna cosa graciosa iba a pasar 😛
    Saludos

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 23:09
  10. 10. Juan Sauce dice:

    Hola, Diego.

    Me parece genial tu historia, me ha enganchado desde el principio y está muy bien narrada (se me han hecho raros algunos términos, ya que soy de España y me da que vos argentino, pero lo he comprendido bien).

    El tema me ha parecido fascinante y no está tan lejos como para ser ciencia ficción, creo que vamos en esa dirección.

    Técnicamente he encontrado un qué sin acento; la frase «sonrió la sonrisa» resulta redundante, quedaría mejor algo como «ofreció una sonrisa»; en el penúltimo párrafo, « Si todas las personas del mundo tuvieran mi robot» pienso que debería tener signos de interrogación como las frases que le acompañan; y también allí el narrador cambia de primera persona a tercera.

    Todo fácil de corregir y nada que afecte al resultado de la obra. A mí me ha gustado mucho.

    Estoy en el 183, por si te quieres pasar. Un saludo.

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 07:49
  11. 11. Pepe Illarguia dice:

    Hola diego, te devuelvo tus visitas a mi planeta Salomon. En tu historia encuentro difícil visualizar ese monstruo, o quizá falta vestirlo y darle un tamaño adecuado. No parece creíble que una app y una lentilla por sí solas sean capaces de provocar ese caos. O puede que estemos equivocados y ese sea el final de la historia humana. En el plano formal he visto un párrafo corto con 4 “había” y otro con demasiados interrogantes. A mí me gustan las historias con personaje que tenga nombre para poder dirigirme mis pensamientos a algo concreto, cosa que sin embargo haces con los nombres de las calles, por cierto Azcuénaga es uno precioso. Cuida un poco los acentos, y tendrás un relato estupendo.
    Un abrazo compañero.

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 10:07
  12. 12. diego dice:

    Hola, Pepe, es ciencia ficción. Por lo que me puedo tomar licencias. Acaso explican como funciona el capacitor de flujo? ¿que el procesamiento se haga en un servidor del que sea dueño del personaje te parece más creible?
    Puedo agregar eso.
    Más arriba me dijeron que lo tengo que hacer más largo y es mi intención.
    Saludos y gracias , pasar

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 14:11
  13. 13. Servio Flores dice:

    Hola Diego.
    Me ha gustado muchísimo el cuento y claro, también el invento.
    Resulta un relato entretenido e interesante.
    Va creando desde el inicio un deseo de saber para donde va, lleva un crescendo tácito pero adictivo.
    Felicidades.

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 00:35
  14. 14. Ing.Lucas dice:

    Hola Diego.
    Muy entretenido el relato. Al soliloquio del final le faltan corregir algunas tildes y signos, pero lo remataste con el final. Auque tendrias que arreglar el tema de la narración.

    Concuerdo con pepe en darle un nombre al robot, asi no se repite constantemente “robot”
    Al principio se me hizo confuso saber quien era el robot, si él; el teléfono o algo externo.

    Y el hecho del lavarropas me parece algo irrelevante. Pudiste usar ese párrafo para explayarte más en como conquisto a Ana.

    Saludos.

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 19:04
  15. 15. Héctor Romero dice:

    Felucidades Diego, tu relato me ha parecido muy interesante, me ha gustado mucho. Los pequeños detalles que a veces se nos van no desmerecen su esencia. El principio de una gran novela de Diego Coppa. Soy tu compañero Literauta 76.

    Escrito el 28 octubre 2017 a las 14:47
  16. 16. N. P. Heck dice:

    Buenas, Diegote, perdón por la demora.
    El cuento me gustó, tiene madera para convertirse en algo mucho mejor. Lo que no me terminó de cerrar son un par de temas que creo deberían estar más claros: la sucesión de los hechos (es decir, ¿cuánto tarda en tener listo su invento? ¿sólo lo usó un día “oficialmente”?). Si lo usó tan poco, y solamente con llevar una mujer a la cama gracias a él, ¿tantas preguntas se hace? Me resultó un poco forzado, y creo que es justamente por eso que te digo de la sucesión. Quizá con más palabras puedas explayarte mejor, para que una cadena de hechos que vayan mejorando su condición lo lleven a preguntarse, recién ahí, del monstruo que creó.
    En tal caso, creo que para que funcione mejor en el límite impuesto, quitaría gran parte de las preguntas que se hace tan de repente y dejaría más que sea una sola duda. Si sigue o si lo deja.
    Buen laburo, de todas formas.

    Escrito el 31 octubre 2017 a las 03:27

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