Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El robot de las dos "f" - por Osvaldo Velao

Era más que un simple robot, aunque en su estuche, la descripción estipulaba muy claro: “robot militar”. Para mí, a mis seis años, |él era el candidato ideal para un noviazgo con mi muñeca preferida “Barbie”. Yo la llamaba “mi princesa”.

Recuerdo que una semana antes del dia de reyes mi padre me preguntó que si les había hecho una lista de juguetes a los Reyes Magos. Yo le contesté que les había escrito desde un mes antes pidiéndoles solo una cosa; un novio para mi muñeca. Ya tenía yo ansias por saber cómo sería el novio que me traerían los tres magos.

Ahora sé que mi padre, militar de carrera, fue el encargado de consentir mi deseo. El regalo que recibí fue un robot vestido en traje de gala. A su espalda le sobresalía una gran llave que servía para darle cuerda y la cual se activaba al aplicarle giros de rotación a favor de las manecillas del reloj.

Bajo aquel mecanismo en acción, el muñeco saludaba a la manera castrense y marchaba con pasos llenos de gallardía por un espacio largo para luego quedar en la misma posición de firme. A mi aquella exhibición de talentos me llenó. El personaje de mis deseos, a mi entendimiento, se veía muy formal. En ese mismo momento lo bauticé como “el novio formal”.

Mi madre no parecía muy de acuerdo con el aspecto de aquel obsequio y fue clara cuando aseveró;
—Comparado con la “Barbie” tu muñeco está muy feo.
—Sí mamá, pero es muy formal.

Por varios años los novios permanecieron siempre juntos y fieles uno a otro en la galería de mi casa de muñecas. Según mi madre el novio nunca perdería la fealdad, pero ni tampoco se borraría de su figura, la formalidad que lo distinguía.

Allí, a un lado de él, mi princesa; ella ya no vestía el mismo modelo de origen. Yo le diseñé y bordé un vestido de novia con el cual se veía hermosa. Cada vez que mi madre los veía, de broma comentaba: “la bella y la bestia”.

La siguiente estancia para ellos fue el vitral familiar de trofeos de tres estantes. Los reconocimientos militares de mi padre en el cubículo superior, los logros deportivos de mi madre obtenidos en sus años universitarios en el entrepaño del centro y los novios, como salidos de una película, en el casillero de abajo.

Después, los estudios empezaron a llenar mi vida y mis aspiraciones. Mis años de universidad cumplieron su tiempo y regresé a casa acompañada de mi novio Roberto. El vestía de gala su uniforme de la Marina. Mis padres, avisados de mi llegada, estaban ahí para recibirlo. Yo ufana lo presenté:

–Papá, mamá, les presento a mi novio Roberto Cardona.

Mi madre se me quedó mirando sorprendida y luego analíticamente puso toda su atención en él y cómo en un comunicado de secretitos en voz baja me dijo:

–¡Híjole! Igualitos a los dos que estan en la vitrina.

Yo con el mismo tono usado por ella contesté:
–Sí, pero muy formal.

Bajo el cuidado de su formalidad ha pasado mi vida. Hoy me encuentro de regreso en casa después de un tiempo en el hospital. Un aviso de infarto al corazón me mantuvo bajo observación médica por dos semanas. Las visitas de hijos y nietos al hospital me volvieron la salud.

Desde mi cama observo la vitrina de trofeos. La pareja dispareja, está al centro de la parte superior del vitral. Para mí, se ven idénticos de cuando decidí hacerlos novios.

Han permanecido juntos siempre. El ya no puede emular las peripecias que hacía pues su mecanismo de activación ha sido dañado por el paso del tiempo, aunque, eso le puede suceder a cualquier varón.

Hoy le doy gracias a Dios por haberme permitido visualizar desde pequeña que el amor mejor correspondido es el de la formalidad y no el de la apostura.

Tanto mi princesa como yo hemos vivido esta gracia venida de otra dimensión. Ambas hemos sido dichosas, dentro de una fidelidad palpable, la totalidad de nuestras vidas.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

25 comentarios

  1. Hola Osvaldo, gracias por tu visita. Te había reconocido. Leí tu texto pero no te había comentado porque no sabía qué decirte. Tu estilo es el mismo buen estilo de siempre pero no se muy bien como interpretar las ideas que a veces manifiestas, y que me dejan perpleja. En esta ocasión, pones la formalidad, encarnada por un robot metálico al que se le da cuerda, por encima de todas las virtudes, y no sabría como calificarlo, así que no te digo nada, pensando que debido a las diferencias culturales, tenemos valores distintos. Tu texto está bien escrito y muestras en él la facilidad de pluma de siempre. Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 16:13
  2. 2. LUIS dice:

    Hola Osvaldo, soy Luis(1). Tu relato es muy enternecedor, me gustó. Bien ese paso por el tiempo, basando la historia en esos entrañables juguetes que muchos de nosotros aún conservamos. Bien buscada la analogía. Felicidades, un abrazo.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 17:22
  3. 3. Juana Medina dice:

    Hola Osvaldo,
    Aquí devolviendo visita. Lo que más me gusta de tu historia es esa correlación entre lo que se graba en la vitrina de la infancia y lo que uno repite en su vida después. Quizá lo que menos me guste, por cuestiones personales, es darle tanta importancia y preeminencia a “lo formal”. Pero vamos, que eso es ólo una visión personal. La historia está muy bien contada.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 21:28
  4. 4. beba dice:

    Hola, Osvaldo: Un relato muy bonito; ese recorrido de vida está mostrando valores cuyo nombre puede ser diferente en distintos tiempos y espacios. Hoy lo formal se entiende “convencional”, porque implica falta de personalidad, esquematismo; pero en la acepción que sin duda aprendió tu protagonista, “formal” es “fiel”, “confiable”, “responsable”. ¡Qué virtudes!
    En cuanto a la confección del relato, lo encontré sobrio y pulcro; el ritmo, relajado y natural. Un abrazo.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 01:36
  5. 5. charola dice:

    ¡Hola, Octavio!

    Qué bueno encontrarnos otra vez en Literautas y gracias por tu comentario a mi relato.

    El tuyo me gustó, aunque lo veo un poquitín plano, pero no desmerece en nada tu buena escritura y tu gran imaginación. La forma de comparar lo que le sucede a la protagonista de niña, ya de grande logró plasmar esa realidad que le gustaba. ¡Muy bueno! El valor que le das a la formalidad quiero entender lo que dice Beba. Pues en el diccionario dice: “Formal: Perteneciente o relativo a la forma, por contraposición a esencial”, pero también dice: “Dicho de una persona: Seria, amiga de la verdad y enemiga de bromas”.

    Felicitaciones amigo. Cumpliste el reto con holgura. Tu relato engancha y uno queda complacido.

    Un abrazo.

    Oh! solo una cosilla minúscula: en la frase: “a un lado de él”, cero que iría mejor: “al lado de él”

    Nada más. Seguimos leyéndonos.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 17:09
  6. 6. Luis Ponce dice:

    Hola Osvaldo:
    Que grato volver a leer algo tuyo.
    Me ha extrañado la narradora femenina, nunca lo he intentado, me parece muy difícil.
    Lo de “formal” es algo que para nosotros es fácil de entender por nuestra edad. Hoy los conceptos son diferentes. Esta muy bien escrito pero le ha faltado profundidad a tu personaje. Creo que es muy simple sobrevivir sólo con los valores tradicionales.
    Gracias por tu comentario en mi relato, lo aprecio mucho.
    Saludos.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 17:58
  7. 7. Juliana dice:

    Hola!
    Me gustó, cómo menciona alguien en algún comentario anterior, cómo se marca el crecimiento de la protagonista en función del lugar que ocupan los muñecos en su vida.
    También me pareció raro lo de la importancia de la formalidad, pero el relato es muy lindo y entretenido de leer.
    Un saludo

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 00:56
  8. 8. Jorge Lozano dice:

    Hola Osvaldo,

    Buena forma de salir del compromiso de usar la idea del robot.

    Me gusta como usas los saltos en el tiempo para contarnos diferentes etapas en la vida de esta persona. Con pocas palabras podemos abordar toda su vida y conocer un extracto de su vida.

    Interesante como mezclas la vida amorosa de ella con la imagen de la pareja dispareja… se nota que tienes un estilo pulcro y bien desarrollado.

    Me agradó tu historia, si te interesa puedes pasar a ver la mia en https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8435

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 06:20
  9. 9. Marcelo Kisi dice:

    Hola Osvaldo!

    Mil gracias por tu generoso comentario a mi relato!

    Me gustó el tuyo, que se centra en la construcción de un personaje de principio a fin, tomando como eje vertebral la historia de dos muñecos. Ese creo, es el principal mérito del relato.

    Lo disfruté, felicitaciones!

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 11:13
  10. 10. marazul dice:

    Hola Osvaldo, aunque esta vez hayas querido despistarnos por “Velao” no lo has conseguido. Estás más que localizado je,je…
    Un relato en tu línea. Bien escrito y yo lo definiría como “cotidiano”. Siempre es agradable leerte. A mi lo que me encanta es analizar a los personajes. Estudiar su psicología.
    Entonces te cuento: yo veo que una niña que ya desde los seis años quiere un novio para su “barbie”, apunta una personalidad convencional. Te lo digo por experiencia, yo era más de la bicicleta. Si además tiene un padre militar pues eso marca más. La madre es el personaje más interesante para mí. Ella ya sabe de qué va todo y cuestiona los gustos de su hija. Has profundizado poco en la madre, Osvaldo, yo creo que ahí hay más tema.
    El novio,Roberto, es el esperado. Nos hubiera extrañado que llevase tatuajes.
    Un relato agradable de leer en donde resalto la descripción del juguete mecánico y esa filosofía de que lo convencional, lo formal, como tú lo llamas, es lo mejor.
    Personalmente creo que si, que puede ser lo mejor, pero también lo más aburrido. Y si no que se lo pregunten a la madre, que esa lo sabe je,je…
    Un abrazo

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 17:31
  11. 11. Earendil dice:

    A mi aquella exhibición de talentos me llenó.
    Hola, Osvaldo, encantada de volver a leer algo tuyo.
    Te han hecho muchos comentarios respecto al tema de la formalidad. Creo que no hay que centrarse en la rigidez de la “forma”, sino en la profundidad de su sentido, como bien apunta Beba y el significado amplio de la palabra. También creo que tiene mucho que ver con la experiencia de la vida, que en tu caso sé larga, para entender que valores como la fidelidad, la confianza y la responsabilidad son virtudes esenciales en la carrera de fondo que es la vida.
    La protagonista ya apuntaba maneras desde el principio. Qué bueno que tuvo la suerte de encontrar aquello que buscaba desde niña.
    Pero tengo unas pequeñas correcciones que hacerte:
    * El vestía de gala su uniforme de la Marina.”___”Él”, pronombre, acentuado. Luego he visto otro por ahí que también se te ha escapado.
    * “Igualitos a los dos que estan en la vitrina.”____”están”, también con acento.
    * “Yo con el mismo tono usado por ella contesté”___En esta frase convendría poner una coma tras “yo” y tras “ella”, pues la oración que queda entre comas es una aclaración que hay que acotar.
    *Me quedo con dos joyas:
    “La pareja dispareja” y “El ya no puede emular las peripecias que hacía pues su mecanismo de activación ha sido dañado por el paso del tiempo, aunque, eso le puede suceder a cualquier varón.”
    Un placer haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo.
    Estoy en el 79, por si te apetece pasarte.
    Un abrazo

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 18:11
  12. 12. Jose Luis dice:

    Hola Osvaldo
    Gracias por tus comentarios
    Tu historia está llena de ternura y nostalgia, creo que transmites bien los sentimientos de los personajes y que describes bien los ambientes. Echo de menos un poco más de conflicto y “chicha” pero en general me ha gustado.
    Un saludo

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 19:32
  13. 13. Miranda dice:

    Hola Oswaldo:

    Primero gracias por tu comentario en mi relato, me he reído muchísimo y espero no ser culpable de un divorcio, especialmente si has podido disfrutar de una pareja “formal”, jeje.

    Bueno ahora en serio.: Me ha gustado mucho tu relato, que esta muy bien escrito, como siempre y me parece muy interesante la forma en la que has conseguido en un relato corto, hacer un recorrido vital desde la infancia hasta la vejez, en un ejercicio complicado, porque ademas has utilizado un narrador en primera persona y femenino, que realmente parece escrito por una mujer. Has dedinido muy claramente tres personajes con personalidad propia y además has generado un debate sobre el cambio de significado de las palabras. ¡¡¡Impresionante!!

    Es lógico si hablas de un personaje que en la parte final ya es un abuelo, y que suponemos esta escrito en presente, el robot es un muñeco de cuerda típico de los años 60), que piense en un novio “formal”, la sociedad en general en aquella época era lo que valoraba por lo que suponía de compromiso, fidelidad y confianza. Así que has hecho una localización temporal perfecta para tu relato.

    Con el tiempo las palabras han cambiado de significado, muchas por manipulación de una sociedad cambiante, que las ha ido adaptando a sus intereses, convirtiendo a veces significados que se consideraban virtudes en defectos y lo contrario.

    Para haber enviado otro mensaje, alguna nieta tendría que haberle comprado un novio nuevo a la “Barbie” de la abuela, quizá lo desarrolles en otro relato..

    Encantada de haberte leído, lo he disfrutado mucho.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 10:36
  14. 14. José Torma dice:

    Compadrito, muchas felicidades. Lo que para algunos pareció plano, para mí fue un viaje de la inocencia a la adultez, enmarcado por la sobria presencia de un robot formal y una princesa de cuentos.
    Como siempre, tal vez porque seamos mexicanos los dos, yo no encuentro problemas o diferencias “culturales” como alguien te menciono.
    Muchas felicidades por lograr algo que yo no he intentado más que un par de ocasiones, tener una protagonista femenina.
    Un abrazo.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 17:10
  15. 15. Pepe Illarguia dice:

    Feo, formal y fiel, creo que bien pudiera hablarse de las 3 f del robot, don Osvaldo.
    A mí me gusta el cuento, lo veo como un remake del soldadito de plomo al que en lugar de faltar una pierna le falla la cuerda, y al final (ya llevo 6 palabras con f), en lugar de tostarse al fuego (7) y entregar su corazón a la bella bailarina barbie (qué barbaridad ahora son las “b” las que me apabullan) se quedan en la vitrina como en su tumba. Además a los cuentos no se les puede exigir nada mas que eso, que sean cuentos.
    Un placer amigo por tus historias.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 18:31
  16. 16. Don Kendall dice:

    Hola Osvaldo
    Estoy encantado con la lectura de tu propuesta al taller este mes.
    La satisfacción de este lector empedernido, viene dada porque los sobresaltos son los justos y con el ritmo preciso. Me gusta mucho ese modo de repetir el «es muy formal», cuando la pareja vuelve a casa. Hay un ambiente conseguido con una sola pincelada. Eso indica mucho arte, sin duda.
    La elección del narrador, narradora en este caso, en primera persona y como personaje principal me gusta también. Creo que es un logro y una herramienta a tener en cuenta. Sobre todo por la discreción con la que se desenvuelve en la historia. Muy buenas las referencias contextuales, tanto literarias como de tiempo, época y ambiente social (los estantes de las vitrinas, ”la bella y la bestia”, el mecanismo de activación deteriorado con el paso del tiempo…).
    En fin, ha sido un placer la lectura. Como «lector empírico» agradezco el trabajo que amablemente ofreces.
    Un abrazo

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 08:43
  17. 17. Ratopin Johnson dice:

    Hola Osvaldo, un gusto leerte.
    Tu relato tiene mucha miga. Me has dejado ahi pensado en estas cosas de el “antes”, el “ahora”, la “tradición”, “casarse con alguien formal”. Estoy con Luis Ponce que dice: “Creo que es muy simple sobrevivir sólo con los valores tradicionales.”, aunque yo diría que para mucha gente es “más simple”, pero en el sentido de “lo fácil”, “lo sencillo”. También como dice marazul, parece muy aburrido. Y al final esa es la analogía con la que me quedo. El novio-robot, el formal. El novio programado. La vida programada desde que de niña, puso al robot y a la princesa juntos.
    Y dice tu protagonista: “el amor mejor correspondido es el de la formalidad y no el de la apostura.”. No se, yo digo que tiene que ir acompañado con algo de admiración, respeto, muchas risas, y en definitiva pasión.

    Por cierto, esta frase me ha hecho reir. “El ya no puede emular las peripecias que hacía pues su mecanismo de activación ha sido dañado por el paso del tiempo, aunque, eso le puede suceder a cualquier varón.”; es que el esposo hasta en eso era demasiado formal :).

    Saludos, un placer

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 17:06
  18. 18. Yoli L. dice:

    Hola Osvaldo

    Vengo a devolverte la vista a mi relato #81 “El ósculo de la vida”.

    Me ha gustado tu propuesta, una historia que se cuenta desde la niñez, pasando por la adolescencia y hasta la vejez de tu protagonista, que comparándose con la muñeca, desde hace años en vitrina, ambas han tenido una vida plena al lado de su amor. ¡Hay mi pancreas! 🙂

    Por lo demás, ya te han mencionado los mejorables.

    ¡Nos seguimos leyendo!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 20:29
  19. 19. Lunaclara dice:

    Hola Osvaldo: muchas gracias por comentar mi relato.
    El tuyo tiene ese sabor de nostalgia de la niñez, y la similitud que haces entre la pareja de juguetes y la pareja humana me parece muy interesante. La lección moral que das es intachable.
    El tiempo pasa muy rápido en este relato, pero veo que haces muy bien las transiciones desde la niñez a la madurez, y de ahí a la edad adulta.
    Quizás echo de menos algo de acción. Aún así, te felicito. Muy buen relato.
    Nos leemos!

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 10:21
  20. Hola Osvaldo.

    Un interesante punto de vista. Tener un novio formal o un novio guapo, e aquí el intríngulis de tu relato.

    En cuanto a lo técnico creo que le faltan un par de vueltas. Hacerle un pulido para dejar las frases brillantes.

    Por lo demás, nada más que decir.

    Este mes no me encontrarás en el listado porque metí la pata al enviar el relato. Le cambié el orden a las palabras de la frase inicial y se quedó fuera.

    Si te apetece ver cómo quedó puedes pasarte por el blog en donde voy colgando algunos de los trabajos:
    https://jeanivesthibauth.wordpress.com/2017/10/18/ego-me-absolvo/

    Lo había hecho con reto opcional y todo.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 11:21
  21. 21. Anael dice:

    ¡Hola Osvaldo!

    Muchas gracias por tu visita y tus amables palabras a mi relato, aquí estoy para devolver la visita.

    El texto se lee muy bien y es fluido, esta vez no he encuentro apuntes para lo formal, las que había encontrado ya las ha destacado Earendil e incluso ha encontrado alguna más, así que no me voy a repetir 🙂

    Tus textos siempre son diferentes a los de los demás, muchas veces tengo la sensación de que me pierdo algo cuando los leo, como si hubiera que leer entre líneas, algo que todavía no tengo entrenado. Con la sensación de que me pierdo algo, te digo que me ha gustado el relato y el compromismo de los dos muñecos, que siguen unidos a pesar del tiempo y los defectos que van surgiendo. El espíritu del robot es fuerte como el de nuestra protagonista, firme y formal.

    Buen trabajo, sigue escribiendo y sorprendiéndonos con estas historias. Esta me pareció dulce, profética y bien llevada. Felicidades.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 28 octubre 2017 a las 14:40
  22. 22. Feli Eguizábal Fernández dice:

    Hola Osvaldo, He llegado en cuanto he podido, y veo que todos tus seguidores te han comentado. Me sumo a ellos para decirte que he ha gustado mucho tu relato, y la forma que tienes de narrar. Nos leemos.

    Escrito el 30 octubre 2017 a las 11:06
  23. 23. Menta dice:

    Hola Osvaldo: No he querido terminar el mes sin leer tu relato.

    Me ha gustado mucho y el final me ha hecho reír porque siempre he pensado que la suerte de compartir la vida con una persona formal, es decir: responsable, fiel y en la que puedes confiar, es una suerte que viene de otra dimensión, como dice tu protagonista. Viviendo en esa paz, puedes practicar la generosidad.

    Te seguiré leyendo enseguida. Muchas gracias por todo. Menta

    Escrito el 1 noviembre 2017 a las 16:13
  24. 24. Roger Nhicap dice:

    Hola Osvaldo,
    Muy tarde llego a tu relato pero no podía dejar de hacerlo.
    Me ha gustado la narración en primera persona, así consigues una empatía mayor del lector con la protagonista.
    Reflejas muy bien el personaje protagonista, una mujer, nacida en la mitad del siglo pasado, hija de militar y casada con otro militar. Es obvio que hable de un novio formal, es decir, con los valores tradicionales de velar por la familia y servir a la patria.
    Tienes un estilo muy reconocible. sencillo y de agradable lectura. Me pareció un relato orientado a ensalzar un tipo de mujer miy familiar y entrañable,
    Buen trabajo. Te mando un abrazo, Osvaldo.

    Escrito el 1 noviembre 2017 a las 18:24
  25. 25. K. Marce dice:

    Saludos Osvaldo:

    Disculpas por la tardanza en llegar a tu escena, me justifico por la llegada de un retoño a la familia, mi bello sobrino que se adelantó y nos ha puesto de cabeza.

    Me ha gustado mucho tu texto, lo veo muy bien escrito y ambientado. Muy propio de lo que para muchos es lo que debe ser una relación de pareja.
    En cuanto a lo que te puedo marcar como mejora, es solo esto: ni tampoco… ya que es reabundante, tampoco es suficiente para dar la idea.

    Creo que para nuestros amigos del otro lado, las diferencias culturales es sobre nuestra forma de expresarnos, ese lenguaje tan coloquial que tenemos, el usar el “se” y “me” que ellos no suelen usar, expresiones como un “híjole” etc; para mí que aunque no soy de “vuestra” tierra tapatía, si comprendo las expresiones de cualquier rincón de las américas, porque a los hispanoparlantes nos unen y compartimos muchas cosas como lo es la televisión, los libros, las comidas, costumbres y cultura; y que somos como esponjas que absorbemos todo de todos.

    Para mí no hay conflicto con la idea que deseas plantear, que es mejor ser una persona seria y confiable que un “Ken”, aunque no te ganes grandes atributos. Para mí eso es lo que he comprendido, que nuestra protagonista desde niña buscó la misma seriedad (no ser serio, sino confiable) que tenía su padre, buscando como novio a una persona con también carrera militar. Su madre era quizá muy visual, (Como muchas mujeres que se apantallan con un rostro hermoso o un gran cuerpo, pero poco cerebro o sentimientos). Para la nena, esa gallardez era el mejor atractivo que ella buscaba en su ser amado. Y es algo que como mujeres deberíamos pensar, que no es lo que se ve lo que importa, sino el carácter que ese no debería de menguar con el pasar del tiempo.

    Y también me recordó a el soldadito de plomo. 🙂

    Muy lindo, se te agradece por sacarlo a la luz. ¡Nos leemos!

    PD: Disculpas si hay error de dedo, es madrugada y ya se me cierran los ojos. 🙂

    Escrito el 15 noviembre 2017 a las 08:25

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.