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De regreso a casa - por Marilinch

Era más que un simple robot; era el Gran Constructor que provocó una fluctuación local, no entiendo cómo no lo ve…
¡Mamá, no me pones atención!

Era verdad, me costaba un poco concentrarme en lo que me decía. Estaba conduciendo, había mucha lluvia y la visibilidad era poca. Él estaba hablando de uno de los cuentos de su escritor favorito. No sé bien cómo conoció a Lem, pero sí recuerdo lo difícil que fue conseguir cada uno de sus cuentos. Nos tomó meses enteros. En esa época no era tan fácil como ahora; haces click y te llega a la puerta de tu casa. Pero cuando él tenía diez años la cosa no funcionaba así, fueron largas caminatas preguntando por un lado y por otro; era como seguir el mapa de un tesoro que estaba incompleto y en una lengua muerta. Tal vez por eso lo disfrutaba tanto, cuando finalmente llegábamos a la librería, su carita se transformaba, era una mezcla de ilusión y autorepresión, finalmente no era la primera librería, no quería parecer tonto, pero una vez estaba en sus manos, le resultaba imposible contenerse, saltaba de la alegría, no podía dejar de agradecer, finalmente la larga búsqueda arrojaba algún resultado.

Conducir bajo la lluvia siempre me ponía nerviosa, él lo sabía y por eso intentaba distraerme, intentaba calmarme. Esa noche no podía, ninguna de sus conversaciones había funcionado, por eso decidió usar su antigua estrategia, era una especie de código que nos unía, era nuestro lenguaje secreto. Y es que muy pocos conocen a ese escritor, él lo ha intentado, era como ponía a prueba a los hombres que se me acercaban, aún hoy en día lo hace, también lo usa para seleccionar a las chicas con las que sale. Ninguna hasta el día de hoy lo ha conocido antes que él se lo presente, les habla de él hasta que finalmente deciden pedirle prestado un libro, el que él les recomiende, siempre es el mismo, Solaris. No es un libro fácil, algunas se inclinan por la película, para él es importante que lean, al final se resigna y no le importa tanto si no leen lo mismo que él, basta con que lean.

Esa noche él venía de un largo viaje, desde hace varios años estaba viviendo en europa y ya había pasado bastante tiempo desde su última visita; por eso, no me importó salir en medio de la noche para ir a recogerlo al aeropuerto. Aunque él insistía en que llegaba a casa en taxi, yo no estaría tranquila si no era la primera persona conocida a quien él viera en su país, para mi era particularmente importante ser la primera conocida que lo recibía y la última que lo despedía.

Pero no estaba inquieta solo por la lluvia, tampoco era la emoción de tener a mi hijo nuevamente en casa, era algo más. Él no entendía, y estaba un poco molesto, llevaba meses esperando ver a su madre y ahora parecía que parte de ella no estaba presente. Eso solo pasaba las pocas veces que yo comenzaba a salir con alguien, me ponía esquiva, como si sintiera culpa porque él no fuera mi centro de atención. Para él no era así, en realidad se alegraba mucho cada vez que eso pasaba, le preocupaba que su vieja se quedara sola; él ya tenía una vida lejos y era poco probable que volviera a vivir acá, y yo estaba tan acostumbrada a mi apartamento, a mi independencia, a mi tierra, que tampoco parecía viable que me fuera con él a otro país, ambos lo sabíamos.

Se tardaron más de lo usual, aunque era bastante tarde, el tráfico estaba imposible por la lluvia, vamos a decir que es por la lluvia hijo. Se bajaron, él tomó sus maletas, yo suspiré e hice un nuevo intento por sonreír. En realidad está nerviosa, pensó él. Subieron en silencio cada uno de los escalones que los llevaba al apartamento en el que había crecido, nada había cambiado, es como si el tiempo no le pasara a ese edificio. Finalmente, llegaron al apartamento y aunque él se apartó para que yo abriera la puerta con las llaves, preferí tocar el timbre. ¡Así que tú eres el Gran Constructor, el ingeniero que decidió seguir los pasos de Trul!

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4 comentarios

  1. 1. PaulaC_99 dice:

    Hola!
    Bueno, quería decirte que me ha gustado mucho tu historia.
    Es amena, así que no se te hace pesada en nigún momento.
    El final es interesante, pero creo que se entendería mejor si usaras diálogos entre los personajes y lo separaras de las descripciones del resto de la historia.
    ¿Has pensado en continuarla?
    🙂

    P.D: mi relato es el número 172, por si quieres leerlo.
    Un saludo !

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 14:43
  2. 2. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, buen relato, me gusto, interesante y al igual que dice Paula este relato puede dar mas de si, continualo,

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 11:09
  3. 3. Lunaclara dice:

    Hola! Yo también echo en falta diálogos. Escribes muy bien, pero la lectura a veces es tediosa.
    Y es verdad, tu relato parece formar parte de algo más grande.
    Enhorabuena!

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 21:37
  4. 4. María Jesús dice:

    Hola, la historia es buena, como te han dicho los compañeros, pero para mí un poco confusa. Están muy bien las reflexiones que se hace la madre, pero mezcladas en un batiburrillo que hace difícil (para mí al menos)su comprensión. DE todas formas, puede ser el punto de partida de una gran historia. Un saludo.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 19:05

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