Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Confusión - por Helkion

Era más que un simple robot. Y, sin duda alguna, en casi todos los aspectos, no era mucho menos que un humano. Sin embargo, a pesar de tan irrefutable realidad, que no había dejado de confirmar desde que tomara conciencia del problema que lo preocupaba, Rob seguía percibiendo aquella misma mirada de recelo cada vez que dejaba caer la posibilidad de ir a tomar algo después del turno de trabajo o, incluso, de quedar alguna noche para cenar.
—¿"Funciona" todo bien? —le preguntó Tim, su compañero de turno en la fábrica, el último a quien le había hecho una propuesta similar, mientras salían a la calle.
—Claro que sí, ¿por qué me lo preguntas?
Tim pareció incómodo de repente, como si no hubiera esperado tener que explicar su desconfianza por el comportamiento del androide.
—Ee, yo… bueno, no sé… Es que me pareció un poco raro que se te ocurriera quedar para cenar… tú y yo.
—Hace cuatro horas y doce minutos me dijiste que no tenías ningún plan interesante para este sábado. Yo tampoco lo tengo. Me pareció una opción bastante lógica.
—No… bueno sí… Lo que quiero decir es que sí, que es posible que esas fueran mis palabras…
—Créeme, lo fueron.
—Sí, claro… estoy seguro de que no podría competir con tu memoria, pero…
—¿Necesitas algo más de tiempo para pensarlo?
—¡Sí! Eso es, déjame consultarlo esta noche con la almohada y mañana te digo.
Tim se despidió con una sonrisa nerviosa y agitando una mano.
Rob, admirado por la extraordinaria complejidad de las interacciones sociales con humanos, estudió a su compañero con detenimiento mientras este se alejaba por la acera dando zancadas más largas y algo más rápidas de lo que acostumbraba. En apenas unos segundos se habían incrementado de manera considerable tanto su ritmo cardíaco como su transpiración.
—No sé, pero algo me dice que Tim tampoco va a querer —se dijo el androide en voz alta. Luego se encogió de hombros, dio media vuelta y echó a andar en dirección contraria.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

10 comentarios

  1. 1. Juan Sauce dice:

    Hola Helkion.

    Tu relato es original, con un toque divertido, con ese robot aprendiendo sobre las (siempre complicadas) relaciones humanas, ¡pobre Rob!

    Debo confesar que la expresión del principio, «Y, sin duda alguna, en casi todos los aspectos, no era mucho menos que un humano», me ha confundido. No sé si soy yo que no la he captado bien o a algún otro lector le pasará lo mismo. La cosa es que le he dado varias vueltas para entender su significado y al final creo que quedaría mejor si quitaras la palabra «mucho».

    Manejas bien la conversación entre humano y robot. Cada uno tiene su «estilo» propio, especialmente el robot, que se hace entrañable (me recuerda a Sheldon, de Big Bang Theory). Aunque al final no acierto a descubrir si a sus compañeros tan solo les parece extraño que una máquina les invite a cenar o se asustan porque creen que la oferta del robot es una proposición «romántica». Como veo la R del reto me da por pensar que es esto último, pero me queda la duda…

    En fin, un bonito y ocurrente texto. Felicidades.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 21:15
  2. 2. Roberta dice:

    Breve, no necesitaste las 750 palabras para contarnos una historia singular.
    Felicitaciones, Helkion.
    A diferencia de Juan,definitivamente, lo asocié con una propuesta romántica.
    Muy bueno el diálogo entre ellos.
    Un relato original. Éxitos.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 15:21
  3. 3. AngelesLuca dice:

    Me gustó la historia, aunque al principio igual me confundí un poco, especialmente me pierdo en la parte en que “Rob seguía percibiendo aquella misma mirada de recelo cada vez que dejaba caer la posibilidad de ir a tomar algo después del turno de trabajo o, incluso, de quedar alguna noche para cenar” Siento que hizo falta especificar quién o quienes le dan esa mirada, solo se entiende después en el desarrollo, que se refiere a los demás compañeros, pero igual es mi percepción como lectora.
    Me gusta la conversación entre ambos personajes y las palabras finales de Rob.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 16:30
  4. 4. Kupuri Tatei dice:

    Hola Helkion:
    Me ha gustado tu historia, es sencilla, pero al mismo tiempo logras una profundidad que expone parte del comportamiento humano (¡con la ayuda de una máquina!)

    El nombre de “Rob”, me parece demasiado básico, seguro podríamos encontrar uno mejor que vaya de acuerdo al nivel de tu texto.

    Te invito a que visites el cuento #181- “El invento”. Pasa, leelo y destrózalo.

    Gacias, nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 19:00
  5. 5. Jerónimo Guillén dice:

    Siempre es dificil entablar relaciones y mucho más si eres un robot en contínuo aprendizaje. Genial relato!
    Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 23:38
  6. 6. Anael dice:

    ¡Hola Helkion!

    Muchas gracias por pasarte a comentar mi texto, tus amables palabras y tus acertados apuntes siempre ayudan a continuar escribiendo y a mejorar 🙂

    Llego tarde a la fiesta, pero llego. Tu relato me parece un texto estupendo, técnicamente cuidado y el estilo es perfecto para el mensaje que quieres transmitir. No he encontrado problemas de puntuación ni de ritmo (fallo más común en este taller), y si le tengo que sacar punta a algo es a un mínimo detalle: si no veo la R no me habría dado cuenta que la propuesta de Rob era romántica. Nimio detalle que no quita brillo a un texto en el que se percibe la humanidad de Tim en sus titubeos y expresiones, y la claridad robótica de Rob luce por la claridad con la que expresa en contraste con su compañero. Excelente texto, sin palabras que sobren, directo a la médula del asunto y exprimiendo bien su jugo. Enhorabuena, lo he disfrutado mucho. Sigue escribiendo 🙂

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 23:41
  7. 7. Helena dice:

    Hola Helkion,

    Tu relato me ha parecido muy acertado, una buena observación a las complicadas relaciones humanas. Los labios no dicen muchas veces lo que pensamos. Puede que una negativa esconda mucho más y nos reste al no querer relacionarnos con los demás.
    Has mostrado a través del diálogo en lugar del narrador omnisciente una situación muy real. Como si la hubieses retratado, acompañándola de las acciones precisas que realizan los personajes.
    Buen uso de los signos de puntuación que le da un buen ritmo. El uso del tartamudeo y los puntos suspensivos para expresar las indecisiones del protagonista al verse acorralado.
    Y lo que más me ha gustado, ha sido ese final abierto que has dejado, aunque sea en dirección contraria. Porque hace que el lector quiera saber cómo continúa la historia. ¡Te felicito!

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 05:15
  8. 8. Agustín dice:

    Hola Helkion:

    Me sumo a las felicitaciones.

    Un texto sencillo y emotivo. Las primeras frases pueden ser algo confusas pero cumplen su función de poner al lector en la piel de Rob. A partir de ahí la historia fluye y te arranca una sonrisa.

    También soy de los que no ha visto la historia de amor. Si me pongo a pensar que el robot propone cenas románticas entonces me lo veo como un Don Juan 😀

    Felicidades de nuevo y saludos desde el 182.

    Escrito el 28 octubre 2017 a las 15:43
  9. 9. N. P. Heck dice:

    Ja, ja, ja! Muy divertido relato, Helkion! Y mira dónde te encuentro (soy Nikto, viejo colega y compañero). Me gustó mucho el escenario planteado, a Rob intentando hacer amigos, Tim saliendo a las apuradas por el comportamiento del androide. Las voces de los personajes también muy bien logradas. Y lo que más me gustó es que bien podría ser el preludio para una historia más grande, como quedar así también. Gran trabajo!

    Escrito el 31 octubre 2017 a las 02:17
  10. 10. Helkion dice:

    Contradevolución

    Antes de nada, quisiera ofrecer mis disculpas por tardar tanto en responder a los comentarios realizados sobre esta pequeña travesura literaria. Y, en segundo lugar, agradecer a todos aquellos que se han pasado por aquí a leer y dejar sus opiniones.

    Juan Sauce, he probado con tu sugerencia sobre ese “mucho” al que aludes, pero no veo que el sentido de la frase cambie de una manera relevante para lo que pretende expresar. Me ha gustado mucho tu comparación del robot con Sheldon Cooper, pues es un personaje que me encanta, y lo cierto es que algo de verdad hay, dada su más que evidente dificultad en su trato cotidiano con otras personas en todo aquello que afecta a las emociones (o sea, casi todo). En cuanto a tu duda sobre las intenciones del robot, te lo confirmo. Sí, los humanos se asustan al vislumbrar la posibilidad de recibir invitaciones “románticas”. De ahí la “R” que le puse a la historia.

    Roberta, me alegro de que te gustara esta pequeñísima escena y también de que no tuvieras problema en vislumbrar las intenciones románticas del androide. Muchas gracias por tus palabras.

    AngelesLuca, comprendo tu confusión inicial con esa frase que señalas, y es cierto que sólo se comprende bien una vez que se avanza en la lectura. Lo cierto es que por eso la puse ahí, para que hiciera las veces de presentación y un poco de “faro” en el diálogo que se desarrolla inmediatamente después entre el robot y su compañero humano. Me alegro de que ese diálogo te haya gustado, así como el reflexivo final de Rob.

    Kupuri Tatei, pues justo eso que dices es lo que pretendía, exponer una parte del comportamiento habitual de los humanos en nuestras relaciones sentimentales, pero en este caso, claro, con la obligada (dada la premisa del reto) ayuda de una máquina. Y, de paso, también quise darle un toque ligeramente humorístico, que ya es bastante dura la realidad por sí sola.
    Gracias por leer y por invitarme a leer tu relato. Me pasé, me pasé… 😀

    Jerónimo Guillén, completamente de acuerdo, entre que lidiar con emociones es complicado de por sí, y lo complicado que a veces lo hacemos los humanos, a veces pareciera tarea imposible, jajaja. Muchas gracias.

    Anael, no hay nada que agradecer, me encanta poder echar una mano, y si mis comentarios te ayudan a mejorar como escritora, para mí no hay mejor recompensa. Me alegro de que no hayas encontrado fallos técnicos, ese es uno de mis caballos de batalla a la hora de escribir, y suelo revisar con detalle para evitarlos en la medida de lo posible. Y también me gusta que valores el que se trate de un texto que va directo al grano, porque es cierto, no me gusta recargar los textos con palabras que no sean necesarias.
    En cuanto a si el texto cumple con el reto romántico, pues no sé qué decirte, ya ha habido otro comentarista al que le parece que no lo hace, y que Rob se comporta más como un Don Juan que como alguien enamorado. Pero, desde mi punto de vista, normalmente uno no se enamora y a continuación invita a salir, sino que se trata de un proceso más o menos largo en el que “quedar” o “salir” con alguien es un elemento imprescindible. Si con esto alguien interpreta que no creo en los célebres “flechazos”, en efecto, no creo lo más mínimo en ellos, jajaja.

    Helena, muchas gracias por tus palabras, y me encanta que valores toda la profundidad que encierra el texto pese a su tono ligero y desenfadado. El final es abierto como las relaciones humanas mismas, siempre sujetas a cambios más o menos previsibles. La historia continúa, pero quién sabe de qué manera, jeje.

    Agustín, gracias, y me satisface mucho que este texto te resulte emotivo. En cuanto a lo de la historia romántica, bueno, digamos que nos encontramos ante un androide enamoradizo… y al que todos dan calabazas, jajaja. Agradecido por tus aportes.

    Niktoooo, ¿de dónde sales? Estabas camuflado, ¿eh, pícaro? Jaja. Me alegro mucho de que también estés por aquí. Yo me estreno en Literautas participando en esta escena y con este travieso relato, y me ha gustado la experiencia, así que si eres un visitante habitual espero que nos encontremos en más ocasiones.

    Me alegro mucho de que te haya gustado este microcuento, más que nada porque sé que tú también te has decantado en alguna ocasión por darle un toque cómico a una historia que, en principio, no tenía por qué ir por esos derroteros, jeje. Así que nadie mejor que alguien que es capaz de escribir textos con humor para valorar el humor de otros textos. 😉 Muchas gracias, compañero.

    Escrito el 3 noviembre 2017 a las 09:05

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.