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Emociones por un fiero beso - por Helena Sauras

Web: http://rodoreda.wordpress.com

Era más que un simple robot. Desde que Fiera apareció en su vida, para hacérsela más fácil, se había convertido en el puntal más importante de su vida.
La soledad, que la apretujaba cada poro de su piel, se había hecho más resistible a su lado.
Fiera era lo que cualquiera, en su lugar, desearía. Un revoltijo de buenos propósitos puestos en práctica. Su casa nunca había estado más impecable y ordenada, y ella colmada de atenciones.
Juntos habían desarrollado un lenguaje propio y se comunicaban con palabras, que solo comprendían los dos.

Lo que Fiera desconocía por completo, era que Estrella se enamoró de él; de cada detalle; de cada cable de su ser. Nadie había hecho tanto por ella.
En ocasiones, le miraba en silencio sin lograr pronunciar ninguna palabra, porque se le atragantaba y su pulso subía por las nubes. Eso alertaba al robot, y una pastilla le ponía debajo de la lengua. Estrella la retenía más de la cuenta, porque anhelaba un beso que nunca llegaba.
Fiera no sabía besar, pues no lo habían programado para hacerlo.

Lo que sí sabía hacer, era escucharla y comprenderla. Además, se dedicaba a su aseo personal. La bañaba como si se tratase de un bebé, con mucho mimo y le recorría su delicada piel con una esponja suave. La vestía y hacía que Estrella se sintiera útil, practicando algunos ejercicios con sus extremidades superiores. Las que servirían para acariciar a su robot, si no tuviera las manos tan entumecidas.
Antes de dormirse, le leía una historia de nunca acabar, que hacían que Estrella acabara vencida por el sueño, y entrara en el paraíso de los sueños realizables.

***

Sonia, la hija única de Estrella, era una científica en la robótica. Tenía la mirada felina y una pareja estable, que investigaba en el campo de la discapacidad. Ambos esperaban que pronto, los robots desarrollaran también emociones.
Era el futuro que, poco a poco, había labrado para su madre; una vida especial a su medida, que suplantaba el amor del que fue su marido, herido en un fatal accidente laboral en el campo de la construcción.
Su madre se había quedado viuda y sin pensión, pues el hombre no estaba asegurado, pues corrían malos tiempos. Nunca pensaron en que les podía pasar a ellos, lo que a veces veían en las noticias televisivas: que los accidentes ocurrían en casas ajenas.

A final de mes, su hija apareció con el equipo médico, que medía sus progresos y se quedaba anonadado de lo bien que evolucionaba Estrella. Sonia, que se llamaba como la novia del gato de Isidoro, una serie televisiva de antaño, que la mujer había recuperado por recordarle la infancia, de la que ahora parecía que su hija se alejaba. En cambio, Estrella, volvía a ella y, no tenía miedo a escabullirse, ni sentía vergüenza de sentirse como una niña. Se encontraba bien, imaginando colores vistosos y sorpresas, dónde Fiera le hacía su día a día más divertido.

Menos mal que, Sonia, por aquel entonces, ya había acabado su carrera y pudo colocarse en una multinacional. Dinero no les faltó, porque su madre sufría una enfermedad neurodegenerativa que le hacía estar apagada la mayor parte del tiempo. Con la medicación, sumados a los estímulos de Fiera, controlaron que se frenara su avance.

***

Sonia, aquellas vacaciones, realmente se enteró de lo que deseaba su madre: un beso del robot y, fundirse después con él. Diseñó uno de los mejores labios, sugerentes y sonrientes, y programó que Fiera le diera un beso. Pero su madre, no pareció aliviarse. Aquel beso no sabía a nada, era de metal plastificado. Por mucho que intentó inventar el tacto de una carne, no lo consiguió. Desesperada, pensó que sus superiores la degradarían por no dar la talla.

Entrada la noche, Estrella se acercó a los pies de la cama de su madre y observó cómo dormía plácidamente. Al sentir el contacto de sus ojos, Estrella abrió los ojos asustada. Sonia, instintivamente le dio un beso para calmarla en su mejilla.

Fiera las observaba desde un extremo de la habitación. Al verlas, dos lágrimas resbalaron por la cara del robot, al sentir la ternura de la escena. Había desarrollado su primera emoción. Estrella tembló y rió, al sentir el calor de los labios de su hija, un contacto que ya había olvidado, aunque era el que anhelaba en su estado de parkinson.

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5 comentarios

  1. Preciosa historia, me ha encantado. Solo una cosa:
    Su madre se había quedado viuda y sin pensión, pues el hombre no estaba asegurado, pues corrían malos tiempos.
    En un mismo párrafo repites pues.
    Saludos

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 18:35
  2. 2. Roberta dice:

    Muy lindo relato, me gustó mucho.
    ¿Será que algún día necesitaremos que los robots nos den el amor que no nos prodigamos entre humanos?
    Felicitaciones. Un saludo cordial.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 15:27
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Helena felicidades por esta historia tan tierna que nos has regalado. La sugerencia de Shira es válida en lo que se refiere al uso del “pues”, lo mismo que el uso de “su vida” por dos veces en las primeras cuatro líneas, por lo demás muy bien. Tu compañero Literauta 76.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 23:47
  4. 4. Helkion dice:

    Hola, Helena Sauras.

    En el apartado técnico, he visto varias cosas a corregir, aunque la mayoría se reiteran, por lo que al final no son tantas. Sin duda, la que más se repite y, por tanto, más me ha llamado la atención, es el innecesario empleo de algunas comas que interrumpen el ritmo de las frases donde aparecen. Esto ocurre, por ejemplo, en los siguientes casos: “Desde que Fiera apareció en su vida, para hacérsela más fácil…”, o “…se comunicaban con palabras, que sólo comprendían los dos”. En la frase “…Estrella se enamoró de él” creo que quedaría mejor con “se había enamorado”. La frase “…y una pastilla le ponía debajo de la lengua” es hipérbaton, pero no le veo mucha justificación a esa alteración del orden de las palabras. En la frase “Antes de dormirse…” el verbo debería ir en singular (“hacía”), y a continuación hay una reiteración evitable (“sueño…sueños”). La expresión “científica en la robótica” me sacó de la lectura. Creo que quedaría mejor con alguna expresión del tipo “científica especializada en robótica” o algo similar. Más adelante hay otra reiteración de “pues…pues”. En el siguiente párrafo hay una falta de ortografía (“dónde Fiera le hacía su día a día más divertido” por “donde Fiera…”). Otra reiteración más adelante (“…el contacto de sus ojos, Estrella abrió los ojos…”. “Rió” no lleva acento, se considera un monosílabo. Por último, “parkinson”, referida a la enfermedad de Parkinson, se escribe con mayúscula cuando hace referencia al médico que escribió sobre ella por primera vez, pero si se emplea como sustantivo común ha de escribirse con minúscula y con tilde (sería palabra esdrújula).

    En cuanto al contenido, me ha gustado la delicada sensibilidad que destila la narración de tu relato, así como el que se centre en una situación (y una problemática) muy presente en nuestra sociedad actual, donde has sabido aportar ese toque de ciencia ficción al que tanto se prestaba el reto con esa frase de partida.

    En la parte más personal, y aunque reconozco que el texto es perfectamente aceptable tal y como está narrado, también me habría gustado ver uno o varios diálogos en los que pudiera ver y/o deducir la personalidad de cada uno de los personajes principales, en lugar de depender por completo de ese narrador omnisciente a través del cual llegamos a saber de esta entrañable historia.

    Adelante con esas buenas ideas, Helena.

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 07:32
  5. 5. Anael dice:

    ¡Hola Helena!

    Muchas gracias por pasarte por mi texto, tus comentarios tan útiles y tus amables palabras. Me encanta que hayas podido disfrutar del cuento aunque haya sido corto (es mi nuevo objetivo de temporada, la brevedad 😉 ).

    A continuación te señalo los detalles que me han gustado de tu texto y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

    1. He visto que puntúas mucho con comas, y hay casos en los que tanta coma despista al lector y es innecesaria. Pero como dicen por ahí, la puntuación es el estilo del autor, así que sólo te voy a señalar las incorrectas. Pones comas entre los sujetos y los predicados. Cuidado con esto porque no tiene nada que ver con el estilo y es incorrecto. Lo he encontrado en estos lugares:

    a) “Lo que Fiera desconocía por completo, era que Estrella se enamoró de él” -> Lo que Fiera desconocía por completo era que Estrella se enamoró de él
    b) “Lo que sí sabía hacer, era escucharla y comprenderla” -> Lo que sí sabía hacer era escucharla y comprenderla
    c) “Ambos esperaban que pronto, los robots desarrollaran también emociones” -> Ambos esperaban que, pronto, los robots desarrollaran también emociones
    d) “En cambio, Estrella, volvía a ella y, no tenía miedo a escabullirse” -> En cambio, Estrella volvía a ella y no tenía miedo a escabullirse
    e) “Menos mal que, Sonia, por aquel entonces, ya había acabado su carrera” -> Menos mal que Sonia, por aquel entonces, ya había acabado su carrera
    f) “Pero su madre, no pareció aliviarse” -> Pero su madre no pareció aliviarse
    g) “Sonia, instintivamente le dio un beso para calmarla en su mejilla” -> Sonia, instintivamente, le dio un beso para calmarla en su mejilla.
    h) “Estrella tembló y rió, al sentir el calor de los labios de su hija” -> Estrella tembló y rio al sentir el calor de los labios de su hija

    2. Fallo de concordancia:

    “Antes de dormirse, le leía una historia de nunca acabar, que hacían que Estrella acabara vencida por el sueño,”
    Debería ser: Antes de dormirse, le leía una historia de nunca acabar, que hacía que Estrella acabara vencida por el sueño,

    “Con la medicación, sumados a los estímulos de Fiera, controlaron que se frenara su avance”
    La medicación, fem. sing., es lo que se suma, por lo es “sumada”, y no “sumados”. Debería ser: Con la medicación, sumada a los estímulos de Fiera, controlaron que se frenara su avance

    3. Erratas:
    a) “Nunca pensaron en que les podía pasar a ellos” -> Nunca pensaron en qué les podía pasar a ellos
    b) “Sonia, que se llamaba como la novia del gato de Isidoro, una serie televisiva de antaño, que la mujer había recuperado por recordarle la infancia, de la que ahora parecía que su hija se alejaba.”
    La frase está mal escrita porque el sujeto es Sonia, pero no hay predicado de le que ella realice ninguna acción. Sugerencia de cambio: Su hija Sonia se llamaba como la novia del gato de Isidoro, una serie televisiva de antaño que la mujer había recuperado por recordarle la infancia, de la que ahora parecía que su hija se alejaba.
    c) “dónde Fiera le hacía su día a día más divertido” -> donde Fiera le hacía su día a día más divertido
    d) “Estrella tembló y rió” -> Estrella tembló y rio

    4. La historia es muy tierna. Creo que refleja un problema del futuro, en el que daremos el cargo de los mayores y niños a los robots. Con todo, Sonia sabe darle a su madre lo que necesita al final 🙂

    5. Me ha gustado el recurso de las estrellitas para avanzar en el tiempo y dar lasensación de una histroia más larga en sólo 750 palabras. Bien empleado 😉

    Tema sensible donde los haya y muy cercano. Veremos donde están los robots en unos añs y donde estamos nosotros. La conclusión es triste y bonita al mismo tiempo, buen trabajo 🙂 Espero que las sugerencias te sean útiles 😉

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 16:24

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