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El humanoide - por Violeta

Era más que un simple robot. Era un avanzado humanoide llamado Esteban.
Había sido diseñado para convivir en familia. Se encargaba con gran eficiencia de todo aquello que los humanos no querían o no podían hacer: limpiaba la casa, sacaba al perro a pasear, hacía recados y cuidaba con esmero de las necesidades de cada uno de sus miembros. Y así, poco a poco, se convirtió en una pieza imprescindible de la estructura familiar.
Por las noches, cuando todos dormían, Esteban se asomaba a la ventana y contemplaba el cielo y sus lejanas estrellas. O eso al menos pensaban quienes lo conocían. Sin embargo, la realidad era bien distinta. Esteban aguardaba impaciente la salida de su amada Julieta, que vivía dos casas más arriba.
Se habían conocido en el parque, mientras paseaban a sus respectivos canes, y en el momento en el que sus miradas se encontraron surgió entre ellos una fuerte atracción. Al principio esto los desconcertó. Era una sensación nueva y extraña que les hacía sentir una placentera intranquilidad. Durante un tiempo intentaron analizar la causa de tal excitación. Y, al no encontrar un motivo convincente que les forzara a desistir de sus impulsos, decidieron dejarse arrastrar por esa nueva emoción. Desde entonces se habían vuelto inseparables y, siempre que sus obligaciones se lo permitían, se reencontraban en el parque y daban rienda suelta a su pasión. Cogidos de la mano y lejos de miradas indiscretas paseaban su amor y soñaban compartir sus vidas.
—Nos iremos lejos, donde no puedan encontrarnos –le decía Esteban al oído.
—Sabes que nos encontrarían –susurraba Julieta con tristeza.
—Sí, lo sé, pero habría merecido la pena por estar a tu lado sin tener que ocultar lo que sentimos.
Y así, permanecían abrazados en la oscuridad de la noche planeando un destino para el que no habían sido creados. Hasta que llegaba el momento de la despedida y cada uno volvía a sus obligaciones con la promesa de un nuevo encuentro.
Pero llegó el día que los humanos descubrieron el idilio. Y, alarmados, decidieron que ese comportamiento era escandaloso, inapropiado y totalmente inaceptable para los robots. Pensaron que sus sistemas, sin duda, habían debido fallar. Por tanto, era necesario mandarlos reparar. Extirparon de sus circuitos la parte emocional. Y los convirtieron en autómatas de un estricto programa de desafección implantado en su interior. Ahora, cuando se cruzan en el parque, sus perros se buscan, juegan y se olfatean como viejos amigos, mientras ellos permanecen ajenos a todo cuanto les rodea.

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9 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Tu relato me ha gustado y me entristecido al mismo tiempo, por el final patético de los dos robots enamorados. Es una pena que los humanos sean tan desagradecidos o desconfiados. O envidiosos.
    Un saludo

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 19:23
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Violeta:
    Gracias por leer y comentar.
    Me ha gustado tu historia de amor. ¡Qué maldad la de los humanos!
    Por aportar algo, utilizas mucho la “Y” : “Pero llegó el día…el idilio. Alarmados…”
    Buen trabajo . Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 16:58
  3. Mis saludos cordiales, Violeta. Bajé un peldaño y me encontré con tu historia. Este escrito expresa mucho de tus emociones y forma de sentir, por lo tanto, se traduce en un relato con un alto grado de idealismo y romanticismo. En el mundo que describes los robots alcanzaron un nivel supremo de sensibilidad, mientras que los humanos se transformaron en frías máquinas, eso me gustó. Lo que sentí necesario es haber conocido una causa interesante y sorpresiva de cómo pasó eso. Ya hoy se vislumbra que los robots se dedicarán a hacer labores cotidianas y rutinarias, dejándonos tiempo libre para crear y disfrutar con comodidad. Me hizo falta mayores detalles que me alejaran de este presente y me llevaran a un utópico futuro. Por lo demás, te felicito, tu prosa es pausada y elegante, muy sutil y femenina.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 18:19
  4. 4. Ane dice:

    Hola Violeta:

    Me gusta cómo plasmaste lo inhumano de las personas. A veces parece que cambien las tornas y sean los humanos quienes se presenten carentes de sentimientos. El punto de vista es muy acertado y real.

    En otro aspecto coincido con Otilia con respecto al tema de las “y”. Dale una vuelta.

    Buen trabajo.

    Ane.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 14:04
  5. 5. Alex dice:

    Hola Violeta.

    Una historia romántica, en dónde los amantes robots, son más tiernos que los fríos humanos. Pobrecitos esos perritos, que no entienden lo que sucede. Su ignorancia les salva de correr la misma suerte.

    Me gustaría paladear con más pausa los pensamientos de Esteban y Julieta, pero entiendo que en estos ejercicios hay que resumir mucho.

    Sigue así, con ese toque inocente y romántico. Me gusta.

    Un abrazo,

    Alex.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 19:44
  6. 6. Alex dice:

    ¡Ay! Que me olvidaba…
    ¡Gracias por visitarme!

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 20:22
  7. 7. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola Violeta, tu relato me gusta porque yo también pienso que las máquinas pueden llegar a tener “sentimientos”, dicho esto con todas las reservas. En tu historia los humanos interrumpen el idilio (miedo, envidia, maldad?). Me ha gustado mucho. Nos seguiremos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 16:29
  8. 8. Patricia Redondo dice:

    Que triste historia. Me gusta el enfoque , estos “Romeo y Julieta” revisados , modernizados y “androizados”…

    Por aportar algo más , como te han comentado por ahi , yo habria focalizado un poco más en la expresión de las emociones de ambos robots , aligerando un poco más la parte descriptiva , no sé … Reduciendo por ejemplo aqui:

    Había sido diseñado para convivir en familia. Se encargaba con gran eficiencia de todo aquello que los humanos no querían o no podían hacer: limpiaba la casa, sacaba al perro a pasear, hacía recados y cuidaba con esmero de las necesidades de cada uno de sus miembros. Y así, poco a poco, se convirtió en una pieza imprescindible de la estructura familiar.

    POR :
    Había sido diseñado para convivir en familia, cuidando con esmero de las necesidades de cada uno de los miembros. Así, poco a poco, se convirtió en una pieza imprescindible de la estructura familiar.

    o

    Se habían conocido en el parque, y en el momento en el que sus miradas se encontraron surgió entre ellos una fuerte atracción. Al principio esto los desconcertó, intentaron luchar contra ello pero acabron dejandose arrastrar por el torbellino de sus pasiones etc etc etc

    Eso te deja algo más de espacio para explayarte en los encuentros entre Esteban y Julieta

    Nos leemos!

    Escrito el 27 octubre 2017 a las 09:53
  9. 9. Violeta dice:

    Gracias compañeros por vuestro tiempo, por las aportaciones y los ánimos enviados.Saludos y nos seguimos leyendo

    Escrito el 30 octubre 2017 a las 15:37

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