Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
EVA - por Javier López
Web: http://jlopez74.wordpress.com
Era más que un simple robot. Eva era el primer objeto fabricado por el hombre en lanzarse a un agujero negro. La ciencia se congratulaba y emocionaba con su arrogancia. Por fin descubriríamos lo que sucede en el fenómeno más misterioso del universo, la última frontera. Habíamos revestido su pequeño cuerpo del hiperdenso neutrelium, corteza de estrella de neutrones, para proteger la compleja tecnología de comunicación neuro-cibernética; si la película subcutánea de microresonadores dinámicos de flujo resistía la presión de la gravedad tras el horizonte de sucesos del agujero, nos enviaría un mensaje desde la subrealidad con imágenes y datos que poder estudiar para destapar al fin el secreto.
Por qué la Doctora Ana Sánchez, jefa del megaproyecto, le había otorgado forma cuasi humana y no un diseño específico para el vacío era un misterio, puesto que preguntándole al respecto, me dijo:
— Lo que haya al otro lado, lo sabrá —y me agarró la mano mirando al espacio.
Los cientos de científicos involucrados en esta misión tenían fe ciega en Ana, por lo que nunca cuestionaron sus propuestas. Ostentaba poder absoluto y la confianza de todos los gobiernos de la Tierra. No en vano, poseía el prestigio y el reconocimiento de ser la primera persona en superar los quinientos puntos de coeficiente intelectual, y había demostrado casi la totalidad de las teorías que propuso para explicar el funcionamiento del cosmos.
Yo, por mi parte, “sólo” era el filósofo, el pensador, el psicólogo. Las complejidades científicas se me escapaban, pero era necesario dotar de identidad a Eva, por lo que gracias a mi experiencia en biorobótica, trabajé durante años con la Doctora Sánchez en el sistema neurológico y perfil de personalidad. La Doctora era brillante y la eficacia de su trabajo nos obligaba a esforzarnos un quinientos por ciento. El desarrollo implicó muchas noches de café y charlas de análisis mental, de forma que Eva pudiese comunicarse con nosotros desde “el otro lado” como si la propia Ana hubiese realizado el viaje. Mi mayor dificultad consistió precisamente en eso, en conocer a la Doctora. Su genialidad la apartaba del mundo, la convertía en un ser elevado, difícil de alcanzar. Aunque tras un largo período compartido con ella y muchas pastillas, logré ver a través de su maraña de lógica irrefutable. Se sentía sola.
La parte técnica del proyecto también constó de serias dificultades. La coraza de neutrelium en la Tierra hubiera pesado unos cien mil millones de toneladas pese a su reducido tamaño; tal era su densidad, por otro lado necesaria para la tarea que se le encomendaba. Por eso tuvo que construirse bajo condiciones de gravedad cero, en órbita. Y el traslado del equipo a la parte de la galaxia donde estaba V404 Cygni pudo hacerse gracias al transporte de curvatura cuántica para naves desarrollado por nuestra líder científica. Cygni era un agujero negro estelar, elegido por estar en fase de acreción de su estrella gemela binaria, momento ideal de succión de materia.
En el puente de la nave encargada del lanzamiento, Ana comprobaba nerviosa de un lado a otro todos los sistemas y verificaba cada uno de los datos. Llegado el momento, suspiró, y el equipo comenzó la cuenta atrás. Puso un dedo sobre el botón mientras se acercaba a cero y yo le cogí la mano. Pareció calmarse por completo y al escuchar “eyección”, lo presionó, mirándome. Tenía muchas esperanzas puestas en su criatura, pero también muchos miedos.
Eva tardó unos días en acercarse a la zona del agujero donde el continuo empezaba a distorsionarse. Los datos comenzaron a llegar. Presión 30%. Temperatura aceptable. Las imágenes llegaban a la pantalla con nitidez. Lo que para Eva eran meses, para nosotros eran minutos. Ya cerca del interior de Cygni, las pantallas empezaron a mostrar incongruencias. Presión 90 %. Integridad comprometida. Temperatura mínima. Mi rostro apareció sonriente en uno de los monitores. Todos se quedaron atónitos.
Eva tenía problemas para resistir las inverosímiles condiciones, y en cierto momento, todo lo que veíamos eran escenas de nuestras sesiones de su desarrollo; de Ana trabajando y riendo conmigo. Era como si Eva fuese Ana y nos estuviese recordando desde el recóndito centro del infinito.
En el puente, Ana me observaba. Tenía cierto aire de comprensión en el rostro y sonreía. En ese momento ya era suyo. A día de hoy no soy consciente de lo mucho de Ana que había en Eva, para que desde dentro del agujero negro sólo nos mostrase su propio corazón antes de perder el contacto.
Hola Javier, muy buen relato, me ha parecido genial. Si se lee sin distracciones eres capaz de proyectarlo en tu mente como una película. En la última parte creo intentaste escribir “Al día de hoy…”, suele pasarnos. Ah! Gracias por tus comentarios al mio. Tomaré en cuenta tus observaciones.
Hola Javier López.
Muy buena historia la tuya. Hay que tener mucha imaginación para meter tantos datos científicos en un escrito de estas características. No quisiera meter la pata afirmando que solo son fruto de tu imaginación o están basados en datos existentes, ya me ha pasado en otro comentario con ciertas palabras que me sonaban a chino (imagínate mi poca formación al respecto)
En general el texto se lee fluido y tiene buen ritmo. Tal vez al principio hay un par de frases muy largas y cargadas de información que relentizan un poco la lectura, pero que no apartan al lector del hilo conductor de la historia. Buena ortografía y puntuación adecuada.
¡Qué bueno que al final los protagonistas proyectaran sus propios sentimientos en Eva! Supongo que los que no quedaron tan contentos fueron los patrocinadores del proyecto (es broma, je,je ☺)
Me ha encantado pasar por aquí y disfrutar de tu trabajo. Enhorabuena.
Si te apetece estoy en el 79.
Nos leemos
Hola, Héctor. Gracias por devolverme la visita y por tu agradable comentario. Un saludo.
Hola, Earendil. Los datos están basados en datos existentes. Lo que me he imaginado es que se podían realizar, XD. Es decir, la corteza de estrella de neutrones es el material más denso del universo, eso es cierto. Pero de ahí a sintetizarlo, ya es pura ficción. Y Cygni existe también. Es decir, he mezclado realidad con ciencia ficción absoluta y tópicos como la curvatura y demás. Quería darle una pátina de realismo, que no se si convencería a los puristas; éste género me encanta pero es muy difícil.
En fin, gracias por tu agradable visita y por supuesto que me paso por tu relato.
Un abrazo.
Hola JAVIER lopez, Cuanta agradable y asombrosa imaginación, ya que al ir tomando notas de relato pensé ” parece que pueda llegar a ser verdad”, Y cuando he leído tu contestación a Héctor me ha hecho mucha gracia. Te felicito. Creo que el filósofo es un poco vanidoso, al decir que “sólo” -entre comillas-.
Hola, el chaval. Efectivamente, quería que la falsa modestia destilara de ese comentario, ya que aunque su aportación no era científica al uso, era crucial para el desarrollo.
Gracias por tu amable comentario.
Un saludo.
Te devolveré la visita.
Hola Javier, te agradezco que hayas llegado hasta el final, pero ya estaba cansado de tanto robot. No obstante no me negarás que no se lo pasa pipa Eugeni el sustituto del robot negro al quedarse con la clienta. Un saludo
Hola Javier López:
Con la patina de realismo que has dado, a los puristas no sé, pero a los restantes, como yo, nos has convencido.
Buen relato y bien escrito.
Nos leemos. Saludos.
Hola Javier.
Este relato derrocha tensión por todos lado. ¡Por Dios, yo quería saber qué había al otro lado del horizonte de sucesos!
Cuando: “Mi rostro apareció sonriente en uno de los monitores. Todos se quedaron atónitos” me dije, aquí hay tomate. Pero luego el relato se desinfló un poco.
Igual yo le puse demasiadas ilusiones, jejeje.
La mezcla de realidad y ficción es un punto. Y, aunque te confieso que no soy muy fan de la ciencia ficción, te ha quedado muy realista.
La historia de amor está muy bien hilada gracias a los recuerdos del robot. Esas imágenes me han gustado mucho porque es como si les estuviera diciendo “eh, mirad y dejad de hacer el tonto. ¿No veis que os queréis?”.
Tu Eva me recuerda un poco a mi juez.
Muchísimas gracias por pasarte por el blog a leer mi “participación” de este mes. Prometo prestar más atención a los requerimientos del próximo mes para estar de “texto presente” con todos vosotros.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazo.
Hola, Otilia, gracias por tu visita y tu agradable comentario. Te he devuelto la visita. Un abrazo.
Hola, Jean Ives. Coincido en que el final se descafeinó un poco, tenía muchos planes para lo que encontraría Eva, pero tuve que cortarme a mi mismo o no daría con el tamaño correcto XD. Aunque me alegro de que el mensaje llegara.
Un abrazo. Nos leemos el mes que viene si no nos liamos con las palabras XD.
Hola
Gracias por tus comentarios a mi relato.
Tu cuento me ha resultado un poco chocante, debido a la cantidad de datos “técnicos” (sean ciertos o inventados) y las descripciones precisas de las circunstancias que rodean a los personajes. Esto puede ser un arma de doble filo, ya que percibo el relato como un poco más largo de lo normal, o que se podría haber contado lo mismo con menos palabras. (Es muy posible que esta crítica se pueda hacer también con mi relato.) A veces, hay que elegir entre describir el mundo por el que se pasearán los personajes o entrar de lleno en el conflicto central para resolverlo lo antes posible. Pero en general el cuento me ha entretenido bastante, incluyendo el final, y creo que cumples con el reto planteado en el taller de este mes.
Un saludo
Hola Javier!
gracias por pasarte por mi relato y comentar !
(
La verdad es que tanta jerga cintifica o pseudocintifica (no sé hasta que punto los términos son reales o no , lo que no quita merito en absoluto) me satura un poco. Pero supongo que en un relato de ciencia ficción es imprescindible.
Respecto al resto, es una historia bien contada y que hace alarde de imaginación. Por lo que te llevo leido sueles explayarte bastante en los detalles ambientales, lo que nos lleva a imaginar el cuento casi como si de una pelicula se tratase. Yo pondría más enfásis en la parte emocional , pero es uan cuestión de gusto personal. Me he quedado con las ganas de saber si la cientifica y el filósofo acaban teniendo una relación sentimental y si Eva se sentirá sola y abandonada en ese vastísimo agujero negro…
Espero una segunda parte con Eva volviendo cabreadísima y con ganas de venganza sobre sus creadores por haberla dejado a su suerte en semejante sitio..
Nos leemos!
Saludos!
Hola Javier:
Antes que nada, como siempre hago, te comento alguna cosilla que yo cambiaría.
Me da la sensación de que hay algunas comas mal encajadas, al menos yo las habría puesto de distinta manera, pero no es algo rotundo.
Tienes dos SÓLO. La RAE recomienda no acentuarlas en ningún caso, aunque admite que se haga por la costumbre.
Tanto microresonadores como biorobótica creo que deben escribirse con doble erre ya que pones la palabra junta.
Vaya qué derroche de imaginación con los datos científico-técnicos, supongo que todos producto de tu imaginación. Se ve que te apasiona el tema y has disfrutando mientras lo parías. ¡Hasta dónde se puede llegar con tu propuesta! Para mí que no soy muy amante del género, aunque se ha hecho ameno y no ha perdido interés por ver qué sucedía, me ha parecido demasiada información técnica. Pero, con todo, el fondo que transmite lo veo como un magnífico relato. Cómo se proyectan las vivencias más íntimas en la criatura. También has sabido mantener el interés y la tensión en todo momento. Los diálogos parece que les va bien a los relatos. Este relato tiene uno solo, lo cual realza más su importancia y no se echan más en falta.
En definitiva, magnífico relato. Me ha gustado y, como te digo, no me apasiona el tema.
Yo estoy en el puesto 43 por si quieres comentar.
Hasta otra, un saludo.
Hola, José Luís, gracias por tu visita y tus consejos. Es cierto que me ha perdido la verborrea técnica como varios me estáis comentando. La historia podía entenderse sin tantos cachivaches XD. Seguimos leyendonos.
Hola, Patricia. Me alegra leerte por aquí. Y no, no es necesario ser rimbombante con los datos técnicos para hacer buena ciencia ficción. Pero la verdad es que estaba orgulloso de mi ‘invento’ del neutrelium (de neutron y helios=estrella). Pero es cierto que tiendo a describir. Me estoy intentando quitar, y empecé por los adjetivos, que me pasaba poniendo. En fin, la trama emocional es mi deuda pendiente. Gracias.
Hola, Isan. Te juro que no he visto tu relato, aunque este mes voy despacio y de hecho lo busqué, eres uno de mis habituales. Enseguida le hecho un ojo al tuyo.
Me alegro de que te gustase aunque no seas fan del género (yo si, aunque tiendo más a la fantasía, jeje) y me apunto tus recomendaciones.
Un saludo y abrazos para todos.
Nos leemos.
Hola, Javier
Ya estoy aquí. Un comienzo con poderío, sí señor. Y tras esa genial presentación, después de “la última frontera”, yo pondría en punto y aparte lo que viene a continuación “Habíamos revestido su cuerpo….” pues sería ya la narración de los hechos. Y pondría además dos puntos después de “universo”, en vez de coma, para enfatizar “la última frontera”.
Parece que has sufrido una explosión de datos técnicos, pero es comprensible, porque es apasionante “descubrir” qué pasa en el cosmos, como quien dice, ahí mismo; pero si ponemos todo lo que investigamos y descubrimos ¡nos quedamos sin historia! Cosa que no ha pasado, en absoluto, pero podrías haberla potenciado ahorrando algún tecnicismo (alguno), porque, por otro lado, todo ese derroche de palabras técnicas contribuyen a aportar verosimilitud a la ciencia ficción (aunque no sé si en un futuro se podría llegar en solo unos días hasta un agujero negro). Escribir ciencia ficción me parece muy difícil, pero has hecho un esfuerzo increíble y te alabo por ello.
Elegiría una de las dos opciones: o “corteza de estrella de neutrones” o “hiperdenso neutrelium”, por ejemplo, y así intentaría reducir algunos nombres. Pero la verdad que me entran ganas de ir a Internet a buscar todos esos nombres sugerentes, como la “subrealidad”.
* Por qué la Doctora Ana Sánchez, jefa del megaproyecto, le había otorgado forma cuasi humana y no un diseño específico para el vacío era un misterio, puesto que preguntándole al respecto, me dijo: Pondría interrogantes y quitaría el gerundio e igual quietaría una coma”¿Por qué la Doctora Ana Sánchez, jefa del megaproyecto, le había otorgado forma cuasi humana y no un diseño específico para el vacío? Era un misterio puesto que, al preguntarle al respecto, me dijo:
El narrador, en primera persona, está bien caracterizado, usa un lenguaje científico. El argumento me ha gustado mucho la ocurrencia de esa interconexión entre Ana y Eva (muy apropiado por cierto el nombre de la primera mujer) y el de Ana también (tocaya mía )
El final sorprende, por fin se vislumbra la emoción entre ciencia, muy bien mostrada además.
Me ha gustado mucho, Javier.
Un abrazo
Hola, R.J. O eres Ana? XD
Gracias por tus aportaciones, algunas delas cuales te aseguro que consideré como la de “preguntándole al respecto”, y al final no se si escogí lo mejor.
Asumo que me puse purista, lo confieso, pero me alegra descubrir que la mayoría sintió curiosidad por saber si esos datos existen realmente. Ya comenté que algunos sí, otros no.
Por ejemplo, la subrealidad no es lo que pasa dentro de un agujero; sería la distorsión del continuo espacio-tiempo, curvando hasta la luz debido a su intensa gravedad, y en cierto punto, solo se vería un disco negro de polvo y gas del que escapan algunos fotones, pero ya era rizar el rizo. Así que me inventé el término, en parte como homenaje a un pasaje de la historia de Kvothe, el protagonista de “El nombre del viento”, uno de mis favoritos.
Muchas gracias por pasarte.
Un saludo.
Nos leemos.
XD Da igual, por ser vos. Me apunto “El nombre del viento” para mi próxima lectura.
¡Hola Javier!
Muchas gracias por pasarte por mi texto y tus amables palabras. Cuando el texto crece en la cabeza del lector, algo hemos hecho bien 😉
Tu texto me ha gustado mucho, te has metido de lleno en el género y el vocabulario está afilado y a punto.
A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :
1. Esta frase se me hace un poco larga y creo que se lee mejor sin una parte:
“En el puente de la nave encargada del lanzamiento, Ana comprobaba nerviosa de un lado a otro todos los sistemas y verificaba cada uno de los datos.” -> En el puente de la nave encargada del lanzamiento, Ana comprobaba nerviosa todos los sistemas y verificaba cada uno de los datos.
2. En mi opinión, el sexto párrafo interrumpe el ritmo de la historia para meter datos de ciencia ficción innecesarios. Este es el único punto en el que corres el peligro de perder al lector que no es fan del género. Para mí sobra, porque no añade mucha información útil y sí mucho vocabulario que echa para atrás a los que no leen mucha ciencia ficción. Pero es tu relato 😉
3. Me ha gustado la elección de Cigny, que me recuerda a la constelación del cisne, un buen sitio para llevar a EVA.
Me ha gustado tu relato, esperanzador, nadie se queda solo si hay alguien que invierte el tiempo necesario en conocerle. Espero que las sugerencias te sean útiles. Buen trabajo 😉
¡Un abrazo!
Hola Javier,
Soy nueva en estos lares y cómo mi relato no cumplió los requisitos, me estoy instruyendo con las narraciones de ustedes.
Paro en la tuya para felicitarte, me encanto el tema. Me ha gustado mucho los datos científicos (o pseudo) y el contraste con el final de entendimiento entre dos humanos. La idea de hoyo negro y el misterio que implica.
Quizá es verdad que los datos sean demasiados para lo corto de la narración, aunque quedaría muy bien salpicando aquí y allá un texto mayor.
Felicidades y gracias por la sugerencia del libro, ya lo he buscado.
Hola, Javier, hace dias que pasé por tu trabajo, y lo comenté, o eso creí yo, porque ahora que pasaba a leerte de nuevo, no he visto mi aportación. No obstante quiero reiterar que me gustó mucho tu narrativa casi perfecta. Despues de tantos comentarios, no quiero repetirme. Ha sido un placer leerte.
Gracias, Anael, por tus gratas palabras y sabias lentejas XD. Me las apunto.
Y gracias Sara, y bienvenida! Me alegra enormemente que hayas encontrado el relato interesante. Espero poder leerte el mes que viene.
Saludos y abrazos.
Hola, Feli. Gracias por tu amable valoración. Te devolveré la visita.
Un saludo.
Hola Javier, leí tu relato por segunda vez y aún me parece compacto, bien articulado y lleno de datos concretos que le insuflan realismo a pesar de ser una historia de ciencia ficción total. Me recordó algunos relatos de Asimov que leí hace tiempo. Uno se engancha a la historia.
En la redacción, tropecé un poco con esta frase: “La parte técnica del proyecto también constó de serias dificultades” y al releerla me dí cuenta de que un todo consta de partes pero una empresa cuenta con dificultades o entraña dificultades. Mi neura cartesiana. Esta otra frase me ha frenado la lectura en las dos ocasiones, y al observarla vi que era correcta. Sin embargo me paró y me obligó a releer.
Esto me parece genial: “Aunque tras un largo período compartido con ella y muchas pastillas, logré ver a través de su maraña de lógica irrefutable. Se sentía sola”. Te explayas sobre la psicología de la doctora y lo rebuscada de su geografía mental que estuviste explorando y al final, mazazo: se sentía sola. Me gustó.
Tu primera frase es tal como tiene que ser, directa, concisa y engancha. Tienes muchos tecnicismos juntos, es verdad, pero no impiden la lectura y comunican un sentido de enorme complejidad que es lo que el vulgo entiende cuando le hablan de los pormenores de un viaje interestelar o de lo que pasa dentro de un acelerador de neutrones, o sea nada, pero se queda con esta sensación de confusa complejidad que describes aquí.
Me quedé con ganas de saber qué transmitía Eva al principio de su viaje cuando las condiciones eran favorables. Pienso que dejas al lector un poco frustrado ya que después de haberte seguido todo el tiempo esperando un descubrimiento singular, encuentra… nada concreto, solo le das a entender que quizás es que la doctora se enamorara del filósofo y después de todo lograra salir de su maraña. No se. Podría haber esto, y a la vez algún resultado tangible.
En cualquier caso, felicidades por este relato de ciencia ficción muy logrado.
Saludos.
Perdona, no te pongo que frase es la segunda. Es esta: “La coraza de neutrelium en la Tierra hubiera pesado unos cien mil millones de toneladas pese a su reducido tamaño; tal era su densidad, por otro lado necesaria para la tarea que se le encomendaba”. REpito, no le veo ningún error.
Hola, María. Gracias por tu comentario, es gratificante. Asimov es uno de mis referentes en este género; él me introdujo en la lectura adulta como quien dice. Que te lo recuerde es para mí un orgullo.
Sí que hay frases enrevesadas, es cierto. Las que mencionas bailaron en mi cabeza bastante tiempo mientras escribía, como la de “constó”, y no se si al final acerté en su composición. Si lo has tenido que releer está claro que no.
Me planteé plasmar como final algo más concreto, una teoría sobre lo que podría encontrarse Eva, pero me pareció un poco mundano, sustrayéndose de lo profundo que me quedó el mensaje, así que lo dejé a vuestra imaginación XD.
Gracias por pasarte, un saludo.
Nos leemos.
Hola, Javier! Gracias por comentar mi relato. Aunque tarde vengo a devolverte la visita.
Tu relato me gustó, quizás hayas escrito mucho tecnicismo que a los que no nos gusta la ciencia ficción pareciera cargado, sobre todo para un relato corto, pero en nada corta la lectura. Lo que sí me cortó la lectura fue ver ese “Doctora” con la inicial mayúscula y tres veces repetido en un párrafo. Debe ser doctora, nada más, pues luego terminas llamándola Ana.
En este párrafo:
—Lo que haya al otro lado, lo sabrá —y me agarró la mano mirando al espacio.
Creo que no debes utilizar rayas de diálogo puesto que no hay respuesta. Realmente no hay diálogo. Solo mencionas lo que dijo ella, entonces debes utilizar, más bien, comillas latinas:
«Lo que haya al otro lado, lo sabrá» y me agarró la mano mirando al espacio.
Felicitaciones, lograste un buen relato con reto incluido.
Nos vemos. Un abrazo.
Saludos Javier.
Disculpas por llegar tarde, pero tuve una excusa justificada: Nació mi sobrinito (se adelantó tres semanas) y ha puesto a la familia de cabeza.
He leído tu escena, me parece brillante en cuanto a la imaginación para formular una idea como esta. He leído a vuelo de pájaro a tus comentaristas para encontrar si te marcaban algunas mejoras a las que vi, así que te comento lo que No te han comentado.
En la frase:Por qué la Doctora Ana Sánchez, jefa del megaproyecto…
Leí que te comentaron pasarlo a pregunta, y me parece súper acertado. Solo recuerda que cuando No es pregunta, debe ser: porque o porqué según corresponda. Y como podrás notar, cada uno altera la dirección de la idea. Elige sabiamente.
El término: Doctora. Las profesiones deben de escribirse en minúscula a menos que sean abreviadas. “La Dra. Sánchez” o “la doctora Ana Sanchez”… y eso vale para cualquier profesión, incluído “presidente”. (Y no existe la presidenta, por Dios santo).
El término: Cuasi. Aunque es factible tomarlo como sinónimo de casi, su uso tal cual es muy informal(lenguaje popular) para el lenguaje tan técnico que has usado en la escena. Si se escribe sería como la forma docta aceptada que solo se usa en estilo elevado o como primer elemento de compuestos: cuasicontrato, cuasidelito.
El contenido me parece muy interesante darle más sentimiento a un enfoque de ciencia ficción. Sin embargo, mi razonamiento, no me permite aceptar algunos puntos del relato por inconsistencia:
* neutrelium, corteza de estrella de neutrones—
Esto no es factible sin un viaje de miles de años luz de distancia, para poder “adquirir” la materia prima de dichas estrellas (porque esta no existe en la Tierra tal cual). Es decir, que sin importar si cuentan o no con la tecnología, el tiempo de ir y regresar a un punto X en el espacio para trabajar en ello, son al menos…seis mil años luz 🙁
* Lo que me lleva a esto: Lo que para Eva eran meses, para nosotros eran minutos.
Según parece hablamos de ondas de radio, y el “eco” entre la luna y la Tierra es de doce minutos de atraso. Es decir, que si yo grito “Hola” en la luna a un radio con señal a la Tierra, los del otro lado obtendrán mi grito ese tiempo después (aunque ellos piensen que es inmediato), pero para mi existirá ese silencio al hola que me digan desde la Tierra. Y aunque vas bien encaminado que para Eva tomó mucho más tiempo dar la información, si ella viaja a un “agujero negro”, debería ser un proyecto de miles de años para ver si funciona. No es posible que en la Tierra reciban la señal tan pronto si son miles de años para llegar hasta allá…Aun con una nave que viaje a la velocidad de la luz.
Ok, me pongo quisquillosa. Pero siempre fui fanática de la serie “Cosmos” (la vieja con Carl Sagan). Quizá por eso, acepto más la teória de los telescopios, en donde estudiamos el “pasado” de las estrellas sin necesidad de ir a ellas, porque es un viaje imposible.
Ahora, como material enteramente imaginativo y de ciencia ficción, me parece muy bueno, se nota que te documentaste y jugaste con lo que tenías a mano. Le diste esa vuelta de calsetín a la realidad para adaptarla a tu texto. Y como mencioné, que al final, el misterio del universo es darnos cuenta “que NO estamos solos”… Un broche de oro.
Muy bien hecho. ¡Nos leemos!
PD: Si hay erratas de dedo, lo lamento, es madrugada y no puedo pasar a corregir si se me cierran los ojos. 😛
Muchísimas gracias, K. Marce. Eso es lo que se dice un buen repaso, XD.
Excelentes puntualizaciones, que me apunto; y por supuesto, me documenté, por lo que entenderás las licencias narrativas que me tome con la ciencia de verdad. Hay películas de Hollywood con más ficción que ciencia y son taquillazos… XD
Un abrazo.
Nos leemos.