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Mike - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

—Era más que un simple robot —dijo Rogers, con un deje de añoranza en la voz.
—No, no lo era, por mucho que te empeñes no era más que metal y plástico, con un software que, en honor a la verdad, dio problemas desde el primer día —dijo la Teniente desde el otro lado de la mesa.
—Eso que tú llamas “problemas” era su alma.
—Las máquinas no tienen alma.
—Sea como sea, quiero conocer su historia —cortó Ivonne antes de que aquella pelea se le fuera de las manos. Había tardado mucho tiempo en conseguir esa entrevista y no permitiría que nada se la echase a perder. Puso su mano sobre la de Rogers.

La historia de Mike y Rogers le había llegado a Ivonne de casualidad, por una conversación absurda con una vieja amiga de la universidad.
—¿Sabes que hay un soldado enamorado de su robot escolta? Eso mismo debería hacer yo, buscarme una hojalata sin cerebro y enamorarme de él, seguro que no me rompería el corazón —le había dicho entre chupito y chupito, como una crítica indirecta a su último novio.
Fue una de esas frases que se dicen sin más, pero que despertó en Ivonne ese instinto de periodista de estar ante una de esas historias que acaban por convertirse en virales. Con una de esas historias absurdas se habían lanzado muchas carreras serias.

—Cuéntemelo todo, Rogers, quiero saber la verdad —le insistió.
—A Mike me lo asignaron después de que mi anterior unidad hubiera sido anulada en combate.
—¿Mike? —preguntó Ivonne alzando levemente una ceja. Rogers enrojeció.
—Si, se llamaba Mike. Él era mucho más que piezas sin alma y merecía un nombre. Mike nos pareció apropiado a ambos aunque, ahora que lo pienso, no sé por qué.

La Teniente resopló, poniendo los ojos en blanco. Habían insistido en que debía estar presente, «por protocolo» habían dicho, aunque Ivonne estaba segura de que estaba allí para que Rogers no hablase más de la cuenta.

—Al principio, yo también pensaba que era un escolta más, como tantos otros que había tenido antes, como todos los demás asignados a la base.
—¿No fue amor a primera vista?
—No, claro que no —. Sonó como si pensara que era una locura lo que le había preguntado.

Se sintió decepcionada, habría sido muy romántico decir que lo suyo fue amor a primera vista, que se compenetraron y se complementaron desde el primer instante en el que le asignaron a Mike. También habría sido interesante decir que, al inicio, no se llevaron bien o que, incluso, podrían haberse odiado, pero por su respuesta supo que eso tampoco había ocurrido. Le hizo una señal para que continuase.

—Yo estaba destinado en el planeta 27. ¿Ha oído hablar de ese planeta? Todo lo que vive allí parece inventado con el único propósito de aniquilarte. Y ya no hablo sólo de los Lenders, sino de todo: el azufre del aire, la arena venenosa, el agua corrosiva…
—Sí, conozco los peligros de ese planeta —le intentó cortar al ver, de reojo, a la Teniente mirar el reloj. Le habían dejado claro que su tiempo era muy limitado—. Pero háblame de Mike, cuéntame cómo te enamoraste de él.
—Mike me salvó la vida muchas más veces de las que puedo recordar. Pero aquella vez que un Lender me dejó sin el brazo derecho, cuando vi a Mike al lado de mi cama en la base y me dijo «ya estás a salvo»… en ese momento entendí lo que sentía. Nadie más me ha hecho sentir tan seguro, tan completo, tan… ¬¬—se le quebró la voz—. No debería haberle desconectado, pero era una orden directa…
—¡Es suficiente! —dijo la Teniente.
—¿Desconectado? Tenía entendido que había sido una baja en combate —preguntó Ivonne.
—Deberíamos haber huido, pero una deserción… Fui un cobarde, ¿no lo entiendes? Él era lo único bueno de mi vida.
—¡Soldado!, es suficiente.
—¡No! —gritó Ivonne poniéndose en pie mientras veía a Rogers hundirse en la silla con la mirada perdida.
—El tiempo se ha acabado —replicó la Teniente, recuperando la compostura y con un tono de voz suave y firme, como si estuviese hablando con un niño pequeño—. Vamos —dijo, y con un protocolo impecable, salió de la sala seguida por Rogers.

Al llegar a la puerta, Rogers volvió la cabeza y con un leve gesto le señaló un papel en el suelo.
«No dejes que haya muerto por nada, sigue tu instinto.» Ivonne sonrió. Ya tenía historia.

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6 comentarios

  1. 1. Juana Medina dice:

    Hola M.H.Heels,
    Primera vez que leo algo tuyo y me ha encantado. Tiene muchas puntas, o como dicen algunos es “pasible de varias lecturas”.
    La situación de Rogers es mucho más frecuente de lo que se cree y no solamente entre grupos militares.
    También me gusta ese amor que se despierta en el sufrimiento compartido. Excelente.
    Mis felicitaciones.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 21:37
  2. 2. Roger Nhicap dice:

    Hola M.H.
    Un placer tu presencia en el taller, pues últimamente te prodigas muy poco.
    Un excelente relato que certifica tu experiencia en este género de la ciencia ficción. Me ha gustado la cuidada redacción del texto bien construido y un final que es un guiño a la libertad completa que añora Rogers, sometido a la obligatoria obediencia debida al mando.
    Vamos a tener que definir nuevas acepciones del verbo «enamorar/enamorarse».
    Felicidades por el estupendo trabajo M.H.
    Un abrazo

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 08:44
  3. 3. Wolfdux dice:

    Coincido con los compañeros. Es un relato muy conseguido, lástima la limitación de palabras, creo que con una mayor extensión ganaría muchísimo, pese a ello, Felicidades, y un placer leerte de nuevo. Un abrazo.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 09:34
  4. 4. M. H. Heels dice:

    Muchas gracias chicos, siempre tan halagadores… la verdad es que el año pasado estuve un poco desaparecida por cuestiones personales (cosas buenas, no preocuparse, pero que me dejaban sin tiempo). Si escribía, pero poco, y no llegaba al plazo de entrega. Este año ya estoy un poco más liberada y me veréis por aquí como de costumbre.
    Bueno, igual he hablado un poco rápido, porque este año me he animado al NaNoWriMo y, a lo mejor, en noviembre no aparezco… jeje
    De todos modos, lo dicho, muchas gracias, sois geniales

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 15:04
  5. ¡Hola! Un texto muy cuidado, como dijeron los comentaristas anteriores. Este género, y este tipo de historias, te sientan muy bien. Todos nos hemos sentido como Rogers alguna vez.
    ¡Saludos!

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 16:26
  6. 6. Osvaldo Vela dice:

    Hola M. H.

    Estoy de acuerdo con los compañeros que tu texto es un trabajo muy bien cuidado. El escenario que manejas es claramente militar y distingue los rangos entre personajes. Por ser sci-fi los parámetros son mas amplios pero muy bien descritos.

    Tu historia con un simple papelito al final da para mucho mas. Para mí, ha sido un gusto leerte y espero encontrarme con otro escrito tuyo. Qui en el taller puedes toparte con otro Mike.

    Te Felicito.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 15:45

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