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Objetos viejos y sujetos dañados - por tyess

Web: http://tyess.blogspot.com/

Era más que un simple robot. Más que un montón de circuitos descompuestos que en sus días de gloria habían mantenido fuera a los demonios.

El viejo aparato guardián apenas si podía moverse ahora, y ninguna de sus armas podía repararse con los recursos que quedaban disponibles. Pero él lo atesoraba en secreto.

Cuando el mundo era demasiado oscuro para seguir habitándolo, el monstruo encendía la máquina y le hacía una pregunta. La respuesta era siempre la misma, debido a uno de los muchos fallos de los circuitos desgastados.

Decía “Amenaza detectada a las 21:22 PM. Un mensaje para el relámpago. ¿Cuál es la contraseña?”, y sin esperar respuesta (también por un error), iniciaba la grabación de la voz aspera perteneciente a una mujer decidida. Sonaba tranquilizadora, dulce.

“Hey, cielo. No estoy perdida ni en peligro. Tampoco tú. Sólo fui a buscar a los demás. Necesito que te encargues de que tus primos estén a salvo hasta que regresemos. Y no olvides las reglas, ¿está bien? Vendremos para la cena.”

Por supuesto, eso no había ocurrido. Ella no volvería. La destinataria jamás había escuchado el mensaje, porque no había despertado antes de que su padre y su tío regresaran de la batalla que había cobrado la vida de su madre.

Lo que había comenzado como un simple robot, para convertirse en sistema de seguridad y acabar como juguete de una niña pequeña, ahora era una máquina de mensajes.

El mensaje no era para el monstruo, y escucharlo dolía como si le arrancaran las alas, pero aún así lo hacía. Esa promesa sin cumplir le recordaba que tenía un alma en alguna parte. Un alma en peor estado que el robot mensajero: un animal herido que de vez en cuando intentaba devorarse a sí mismo para poder alcanzar a la dueña de esa voz dulce que decía una mentira involuntaria.
Era la voz de la mujer que amaba, y oírla bastaba para imaginar lo decepcionada que estaría si lo viera así: incapaz de recordar su propia cara para poder mostrársela a su hija.

Así que el monstruo se veía reflejado en esos ojos que había inmortalizado en su memoria, y volvía a ser humano.

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4 comentarios

  1. 1. Stinkelgeneroso dice:

    Me encanta la historia, me transporta a un mundo post apocalíptico.
    Muy bien escrito, se hace fácil de leer y engancha.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 22:01
  2. 2. Naoko Marcapasos dice:

    Me gusta mucho. Es una historia que me atrapó desde el primer momento y me permitió visualizarla en mi cabeza.
    La segunda parte me pareció un poco confusa entre la madre, el padre, la hija y el robot.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 00:04
  3. 3. Servio Flores dice:

    Hola Tyess.
    Que buen y bonito relato. Dice tanto en con lo justo.
    Transporta, propone, inquieta, muy bien logrado.
    Felicidades.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 02:48
  4. 4. Olivia dice:

    Hola, Tyess:
    La historia está muy bien buscada. Es intensa y cruda, pero bonita.
    Me ha dado la sensación de que tienes facilidad de palabra y que has querido buscar el juego entre lo que se dice y lo que se interpreta. Sin embargo, me ha costado de entender un poco quién eran los personajes, y me he hecho un poco un lío, lo que me ha obligado a releer varias veces.
    Pero me ha gustado.
    Un abrazo,
    Olivia, n.º 44

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 23:46

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