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Entropía - por «Don Kendall»
—Era más que un simple robot —declara el recién llegado, rizos rubios y traje ejecutivo de corte italiano.
Le habían llamado de prefectura para algo de vital importancia, dijeron. Mantiene la mirada fija y expectante, en aparente relajación.
Al fondo de la garita oscura se adivina una figura humana en la penumbra. Parece acurrucarse cerca de una estufa apagada.
Detrás de una mesa de chapa abollada cabalga encima de un taburete el agente responsable de los desembarcos.
—¿Eres Chomon de Melgares? Tu amigo me ha contado lo del enamoramiento. ¿Es cierto? —dice señalando con el pulgar hacia atrás sin darse la vuelta.
—No sé —contesta mohíno el aludido.
—Él tiene la tarjeta de TMS, Trabajador Masculino del Sexo. ¿Correcto? —Empieza a hurgar el fondo de su napia y arranca tres pelos de un tirón con un leve suspiro.
—Puede —musita el joven atildado—. Depende.
Chomon de Melgares tiene las cejas depiladas, cara maquillada y labios pintados en escarlata con forma de corazón. En la ficha que maneja el agente consta una edad de treinta años. Por su aspecto aparenta la mitad.
—¿Pretendías pasarlo como humano? —dice el agente— Me da que la habéis cagado los dos cosa fina.
—Bueno, y ¿qué pasa si es un robot? es para mi servicio —contesta con una pizca de atrevimiento.
La carcajada del agente es estrepitosa entrecortada con toses y palmadas sobre la barriga.
—¿Sabes qué, pardillo? sabes un poco de todo y demasiado de nada. Eso te pasa. Ahora te explico y te enterarás.
La historia de Chomon había comenzado años atrás, en la Tierra de Soneira al noroeste de Iberia.
Pertenecía a los melgarejos, famosos por el tamaño y la maestría en la administración de sus atributos viriles.
Chomon fue pronto conocido como «Rubio de Melgares» en el GPTE, Gremio para el Trabajo Erótico. Se especializó en felaciones, siguiendo el método del maestro «Cilistro de Redondela» basado en sustituir la tradicional miel en los labios por farlopa. La historia enseña que así logró Cleopatra la marca de cien mamadas exitosas en una noche.
En uno de los días sin actividad, el Rubio se enceló como un verraco por un genial transformista de Coruña, de nombre Nancy, que zapateaba como un dios y cantaba como un ángel custodio. Tuvieron una noche de rienda corta y trote largo sin salir del tabuco detrás del escenario. Se comieron, se chuparon, se metieron, se sacaron, se escupieron, se cantaron y para amanecer «Rubio de Melgares» pidió tregua antes de dejar el cuchitril.
Volvió a la noche siguiente a esperar la actuación de su nuevo amante. La desilusión fue amplia y profundo el abandono. Al final de la actuación, y sin venir a cuento, la Nancy se sentó en sus rodillas ofreciendo un recitado histriónico.
—Debes olvidarme, amore. Melibeo soy y a Melibea adoro, y en Melibea creo y a Melibea amo—. Exageró el movimiento ampuloso de las manos y las falsas pestañas. —Soy un robot y los robots no saben amar —dijo riéndose y se echó hacia atrás, volviendo de repente a la vertical, con movimiento de cobra estudiado.
Metió la lengua en la boca del Rubio, le mordió los labios hasta hacer sangre. Después se marchó.
Fue así como Chomon despechado, desapareció embarcando rumbo al Mare Nostrum. Allí trató de olvidarse de Nancy «el que no sabía amar“, instalándose en lo que alguna vez fue la isla de Maians en el condado de Barcelona.
—Ahora escucha bien y pon mucha atención —dice el funcionario—. Hace mucho tiempo los condados de Catalonia constituyeron la RISF, República Independiente Sin Fronteras. Los “pólderes” de los países vecinos nos aislaron y en lugar de mar tenemos grandes arenales castigados por el calor. La base de la economía en nuestra república es la necesidad de placer y sufrimiento de la humanidad. Es la administración del amor y el odio en los humanos.
—No alcanzo a comprender qué pinto yo, qué pintamos nosotros en esto.
—¡La entropía, pipiolo, la entropía! ¿Te suena de algo niñato?. Necesitamos mantener controlado el grado de desorden de nuestro sistema. Por eso nuestros robots no pueden fallar. ¡Son perfectos! más que humanos.
—¿Por eso no aman? —susurra el joven.
—¡Exacto! No podemos tener ese defecto.
—¿Tú también? ¿eres robot…?
—¡Qué más da! Debo llevaros ante los humanos que os desguazarán para seleccionar lo máximo aprovechable.
—¿Antes puedo…? —dice «Rubio de Melgares» señalando al bulto que empieza a moverse al fondo.
—¡No! ¡vamos! Es hora de morir.
Buenas noches Don Kendall, me alegro de volverte a encontrar por aquí con tu muy particular forma de contar. Esta vez concoctas un episodio de amor, suspense, humor y terror en el que no escatimas la inventiva y despilfarras el desparpajo, como un cóctel agridulce que después de tomarlo te deja un regusto amargo en la lengua, como el que deja la buena cerveza o el chocolate negro. Ambas cosas me agradan.
Saludos.
Don, cuando leo la imaginación y el saber hacer en un relato como es tu caso, se me encoge la musa y esconde en lo más profundo. Esa debe ser la causa de mi extravío a la hora de enfocar una línea acorde con el reto planteado. Y esto es un elogio para ti, aunque parezca que hablo de mí. Me ha gustado
Hola Don
Una escena conseguida en la que describes perfectamente tanto la situación como los personajes.
Un futuro en el que se han cumplido los deseos de algunos y se ha alcanzado la bendita tranquilidad de parte de todos los demás y cada cual con lo que ha sembrado, me encanta.
Lo de la RISF no tiene precio y medalla de honor para “La base de la economía en nuestra república es la necesidad de placer y sufrimiento de la humanidad. Es la administración del amor y el odio en los humanos.”
El final, como en un buen relato, no podía ser otro, claro que yo, en la fase tierna en la que me encuentro, habría dejado que se despidieran.
Saludos
¡Hola Don Kendal!
¡Qué maravilla! Qué bien escrito, qué buena historia. Me ha encantado. Que pequeñita me siento yo ahora con el mio.
Mi más sincera enhorabuena, me ha parecido genial.
Hola: Ante todo, gracias por comentar mi relato y tus bonitas palabras. Tu texto es ¡buf! muy bien escrito, con unas descripciones excelentes y un argumento crudo y áspero, pero sublime en su forma. Enhorabuena, manejas a la perfección el arte de escribir. Me ha gustado mucho, un placer leerte. Saludos.
Hola Don Kendall. El mejor surrealismo, con un delirio atroz donde nos aparece Catalonia y una buena dosis de sexo sin tapujos, y lo más extraordinario: un relato super entretenido. Eso sí, delirante como pocos.
Como Oregones que soy y vecino de la querida Catalonia, un tanto pérdida por estos días, me ha divertido mucho tu historia. ¿Será Puigdemont algo parecido? 🙂
Sin palabras, espero disfrutar más relatos tuyos. Un placer leerte y un saludo.
Hola, Don. Me gusta tu estilo. Parece que aúnas teatralidad con brutal realismo, y la mezcla es sabrosa. Cuando uno empieza a leer espera una delicada y fina literatura, pero enseguida se topa con una exuberante bajeza humana y, así descrito, resalta más el mensaje que nos llega.
Sublime en tus alegorías y muy bien traídas las metáforas. Tengo que aprender a utilizar tanto el adjetivo sin que resulte peyorativamente descriptivo.
Gracias por la lección. Me apunto tu blog.
Un saludo.
Nos leemos.
Hola Don Kendall.
Tu escritura da al traste con todo lo convencional y concluye con lo incontable, que despierta en las letras una nueva forma de plasmar escenarios crudos que lastiman los tímpanos de la conciencia pero que gustan por lo prohibido. Ojala pudiera tener el don que llevas en tu nombre y el arrojo de tu pluma para poderlo hacer.
La redacción es impecable y con el atractivo de no poderla abandonar. Te felicito y nos seguimos leyendo.
Hola Osvaldo Vela
Eres muy amable. Es obvio que los halagos me gustan y más si no están repletos de melaza, jeje..
No sé decir otra cosa que ¡gracias! aunque echo de menos, en general, trabajar un poco más el sentido del taller y hablar con sosiego y pasión de lo que menos nos gusta y lo “pecable” de lo escrito.
Un abrazo y seguiré leyendo tus propuestas
Hola Leosinprisa,
Muchas gracias por tu atención.
No sé si el narrador de esta escena tiene mucha idea de cómo se desarrolló el «procésido» por el cual los antiguos condados catalanes se transformaron en la RISF. Pero por lo que cuenta, hasta el propio Mare Nostrum desapareció a base de construir pólderes alrededor. Todo es posible cuando los dioses juegan a los bolos..
Un abrazo
Hola Paola,
Me siento honrado y halagado con tu valoración. Es un honor.
He estado valorando con “mi autor implícito” , alguno de tus comentarios y es posible que se ponga en pie una «Estirpe de Melgares».
No me extrañaría nada que tanto Chomon como su amado Nancy logren eludir el desguace de los humanos. ¡Vaya usted a saber!.
Te lo iré contando si me entero de algo.
Un abrazo
Respuesta a María Kerssimon, Almírcar Barça, Ana Luna, María Jesús, Javier López,,
Os agradezco vuestra gentileza por comentar el trabajo que he presentado en el taller.
Es un placer porque tengo la oportunidad de devolver la visita y poder aprender y disfrutar de vuestro trabajo.
Un abrazo
Hola Don. Un relato potente y dinámico. Mientras lo leía he visualizado al robot delante del funcionario. Sin embargo las descripciones que intercalas entre los diálogos, a mi parecer detienen el ritmo de la historia.
Hola Don Kendall.
Interesante relato, con pinceladas de erotismo, intriga y tragedia plasmadas en un mundo, de repente no tan distante, donde los gigolós, como el memorable Joe de I.A. andarán por allí, dando sus servicios hasta que los desarmen.
Me gusta la poca autosensura, por decirlo de alguna manera, que usted Don, maneja en este cuento.
Muy bien hecho.
Saludos.
Respuesta a Amparo Rouanet
Para Amparo :Agradezco tu gentileza y valoro esa sugerencia que me haces en lo que respecta al ritmo. No lo había pensado.
Un abrazo
Respuesta a Servio Flores:
Es curioso, como me hiciste recordar a I.A., ya le había perdido la pista en el baúl desordenado de mis recuerdos 😉
Te haré una confidencia. Aproveché para escribir la primera andanada de la escena en un viaje que hice a Barcelona en tren. (12 horas de ida y 12 de vuelta más o menos). M
Me quedaban dos días para entregar porque estaba de vuelta en casa el 14 de Octubre. Recurrí, no a Assimov ni a Aldiss, si no a la obra de teatro de Karel Čapek : R.U.R.(Robots Universales Rossum. Hace años, trabajé algo con ella sin llegar a representarla. Como sabes la palabra “robot” la utilizó por primera vez el hermano del autor, Josef Čapek a partir de la palabra checa «robota», que significa «trabajo» en el sentido de siervos de la gleba.(Ver Nota)
Pues bien, entre eso y una investigación por el antiguo “barrio chino”, para otra cosa que tengo entre manos, aderezado todo por el ambiente independentista de Barcelona (en esos días se hizo público el nombre de “Repúblicas Independientes Sin Fronteras”);-), fueron condicionando mi fantasía que pretendo científica (referencia alos “pólderes” y a la “entropía”) y acabé cerrando esta escena. Como ves, nada de I.A, pero seguro que en algún resquicio de la corteza andaba jeje..
Lo dicho, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
(nota)https://es.wikipedia.org/wiki/R.U.R._(Robots_Universales_Rossum)
Si tienes interés y me pasa una dirección te la puedo “prestar” para su lectura ( creo que está descatalogada)
Don Kendall,
Muchas gracias por tu alusión a mi comentario en el trabajo de Servio Flores. Una intenta hacer lo justo y de la mejor manera que sabe. Pero mira que es complicado, cuando se es aprendiz y sin herir opiniones ni relatos 🙂
Un abrazo, pasa un buen día