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A medida - por LaVoz
Era más que un simple robot.
David medía 1´75, era de complexión atlética, ojos verdes, pelo liso, tan sedoso, que adoraba sentirlo entre los dedos de mis manos; de sonrisa perfecta conseguida tras varios años de visitas al dentista; aparentaba 22 años.
Aquella mañana me había despertado con el desayuno en la cama. Me había preparado el café tal y como me gustaba, con leche de almendras y sin azúcar; después me vestiría y saldríamos a pasear a aquel parque a donde fuimos en la primera cita.
Nos conocimos durante la Universidad, para él yo fui una más, ni siquiera me reconocería. Sin embargo, yo jamás conseguí olvidarle. Por eso, cuando vi aquel anuncio en la web de robótica no lo dudé ni un instante.
Hola LaVoz:
Interesante relato, muy imaginativo y muy bien hilado con ambos retos.
Me ha gustado la historia porque al final le añades un toque un tanto oscuro con esa especie de obsesión de la chica con ese hombre que la tiene loca. Me ha gustado.
Si te apetece pasarte yo estoy en en 34.
¡Felicidades, nos leemos!
Me gusta. Corto, directo y final sorprendente. Solo un pero sería que un nombre a la web tipo ” a su imagen y semejanza” o ” robótica a su gusto” porque la primera vez que lo leí me quedé suspendido en la frase esperando algo más. Pero no me hagas mucho caso, asi está perfecto.
Felicidades!!
Hola, LaVoz:
Estructuralmente tu texto me parece perfecto: cuatro párrafos diferenciados, cada uno exponiendo un punto distinto de la historia. Me gusta también que no hayas necesitado extenderte demasiado para contar la historia completa. Otro punto a favor, tal y como comenta Bea, es que has enlazado a la perfección ambos retos. Enhorabuena.
Por otro lado, me resulta un poco desconcertante el uso de las comas en torno a ese “tan sedoso”, ya que no termino de entender si lo que es sedoso es el pelo o el propio David en sí. Por ese “que adoraba sentirlo entre los dedos de mis manos”, entiendo que el adjetivo se refiere al pelo. En ese caso creo que la descripción quedaría más clara si se quitara la coma tras “sedoso”.
Desconozco qué dice la normativa en cuanto a la escritura de números con decimales, como en el caso de la altura de David. Sin embargo, por lo que tengo entendido, creo que la edad debería estar escrita no como cifras, sino como texto por ser un número de dos cifras.
En cuanto al contenido: la historia es muy interesante sobre todo por ese giro final que oscurece el ambiente romántico, dando a entender que detrás de toda esa felicidad idílica subyace algún tipo de obsesión oscura, insana y quizá incluso “inmoral”. Es un giro ambiental muy bien logrado.
Personalmente, creo que podrías haber sacado algo más de partido a la descripción de David empleando alguna metáfora ligera.
Buen texto. 🙂
¡Un saludo!
Hola La Voz,
Me gustó, el final es el relato en sí.
En: “Aquella mañana me había despertado con el desayuno en la cama. Me había preparado el café” cambiaría el segundo “Me había”, a mi me detuvo un poco al leerlo.
sencillo y puntual,Felicidades.
Breve pero intenso.
Tu texto se lee fácil, con fluidez. Me ha resultada novedosa y original la solución adoptada en este caso de desamor ¿Quién sabe si en el futuro se convierta en un hecho cotidiano? La robótica avanza a pasos agigantados.
La línea final es la clave del relato, la que nos abre los ojos a los lectores de la apacible historia hasta ese momento en mi opinión.
Saludos.
Hola: Tu texto está muy bien descrito, se lee con fluidez e interés, me gusta. Además resuelves la historia de amor del reto de una manera muy natural. Un saludo.