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Corporación Copérnico - por Juan Barcena de Amezabar Pastor de Castros

Era más que un simple robot. En su interior contenía información sensible procedente del núcleo más activo de la resistencia y que una vez difundida dejaría en evidencia los puntos vulnerables de la Corporación Copérnico. Estaba amontonado entre el resto de la chatarra y los viejos robots en desuso que llegaban allí para su reciclaje, para posteriormente ser desmenuzados en piezas que después serían aprovechadas en nuevos robots. Finalmente había llegado y el trabajo de Xurde consistía en recoger esa información e introducirla en la RID (Red Interestelar de Datos), de acceso restringido, pero que diferentes elementos de la resistencia, estratégicamente introducidos en la Corporación, esperaban para a su vez ponerla en las manos adecuadas. Una cadena de trabajos que finalizarían en una acción conjunta que destruiría por completo la organización a la que se habían visto obligados a pertenecer por diferentes causas.
La razón por la que Xurde era la pieza clave en toda esta trama era que, a diferencia del resto de sus camaradas, solo tenía que salvar la supervisión de una sola persona, el problema para él era que esa persona además de ser su superior era su mujer. Descendiente de los Grandes Líderes fundadores de la Corporación, Silvia tenía una fe ciega en el sistema y una lealtad hacia él inquebrantable como pudo comprobar en las numerosas discusiones que han tenido en los ya largos años de convivencia que han tenido juntos.
La suya no fue una relación que hubiese surgido del amor precisamente, la Corporación era mucho más práctica en ese sentido, a ella le correspondía un puesto de responsabilidad por linaje y sangre, aunque su familia fuese ya una rama muy alejada de los descendientes directos, y él era uno de sus mejores expertos en robótica. El día que le llegó el comunicado que anunciaba su puesto de trabajo en el centro de reciclaje, Xurde recibió también el de asignación de pareja por lo que sabía desde ese momento como iba a ser sus próximos años en su vida.
Silvia se tomó muy en serio el papel que iba a desempeñar entre ellos dos y no tardó mucho en salir su carácter autoritario y dominante, trataba a Xurde como un ser inferior y se lo hacía saber en cada una de las acciones que llevaba a cabo con él. Como cuando en aquella ocasión que lo dejó atado a su cama durante más de dos días seguidos y abuso de él de todas las formas posibles. Cuando llegó el momento que ella considero oportuno soltarle le dijo, "Estoy segura que has disfrutado tu más que yo de todo esto", y le dejó allí tirado mientras se iba con una sonrisa entre sus dientes. Xurde intentaba llevarlo con una resignada paciencia ya que cualquier informe negativo que ella pudiera mandar de él a la Corporación podría terminar con su vida. Era sirviente y esclavo a partes iguales, pero podía sentirse afortunado ya que muchos de sus congéneres llevaban mucho peor vida encerrados durante años en las minas o simplemente convertidos en cobayas humanas para experimentos científicos.
Por eso no fue difícil la decisión que tenía que tomar respecto a ella, sabía que tenía que terminar con ella si quería introducir los datos en la RID y sabía cómo hacerlo. Tenía que salvar a su robot de seguridad que le acompañaba a todas horas y la forma más sencilla que se le ocurrió fue mediante veneno en su comida que él mismo se encargaba de entregarle todos los días. Se fue a la cocina y preparó la acostumbrada pasta grumosa que estaban acostumbrados a comer, pero en esta ocasión le introdujo polvo de cristal con la esperanza que le provocasen hemorragias internas lo suficientemente importantes como para causarle la muerte. Fue necesaria más de una comida para conseguirlo al principio Silvia solo notaba dolores en su estómago, pero al cabo de dos días fue a su habitación y se encontró con que su veneno improvisado había conseguido su objetivo.
Usar el lápiz de memoria en el ordenador central fue lo único que a Xurde le quedaba por hacer para empezar a soñar con una vida de esperanza, futuro y libertad.

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5 comentarios

  1. 1. campanilla86 dice:

    Hola Juan,
    El tema tratado es interesante, algo fuerte pero creo que de ciencia ficción podría valer. Noto que en algunos lugares si que haría falta comas, también habría estructurado un poco el texto en secciones para que se entendiera un poco el descanso al comenzar a hablar de algo que pasó tiempo después.
    Lo bueno es que yo, no he visto faltas de ortografía. Te expresas con soltura.

    Tan solo he visto esos fallos.
    Un saludo!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 20:53
  2. 2. Roster dice:

    HOLA jUAN
    Verás. La historia esta bien pero al lector se le hace confusa. Faltan comas y un orden u organización de la escritura mas clara. Al final me sorprende que envenenar con polvo de vidrio a Silvia fuera solución.
    Creo que el relato merece que le des otra oportunidad corrigiendo despacito los párrafos.
    Espero leerte pronto

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 20:42
  3. 3. Manuel Jover dice:

    Bravo! Un relato con dos revoluciones: contra la Corporación y (la mas cruel) contra esa mujer dominante.
    Quizá echo en falta una información más clara sobre esa corporacion y ese extraño emparejamiento, supongo que la extensión se queda corta para eso.
    Que tal una precuela?

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 16:12
  4. 4. Stinkelgeneroso dice:

    La trama es interesante pero se hace engorroso leer el relato debido a algunos errores en los signos de puntuación, a las frases demasiado largas y a la inexistencia de una estructura en el texto. Por lo demás todo bien.

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 16:16
  5. 5. Juan Barcena de Amezabar Pastor de Castros dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios y pediros disculpas por mi falta de tiempo y decicación al texto, en ocasiones no se tiene todo el que se desea.
    Espero que en las próximos relatos pueda tener la oportunidad de corregir todos eso errores que me decis.
    Muchas gracias por esas criticas que tan bien me hacen.

    Escrito el 29 octubre 2017 a las 16:52

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