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F-548 - por Miriam Torres

Web: http://historiasdethaisite.wordpress.com

—Era más que un simple robot —suspira, entre lágrimas—. En mis ciento treinta años, jamás había visto nada parecido.

Transcurría el año mil ochocientos veinticinco cuando una treintena de transportes aéreos llegaba a la Academia de instrucción militar con un cargamento de nuevos alumnos. La invasión de la galaxia era cuestión de tiempo y el planeta Simeo era el próximo objetivo. Los cancilleres buscaban preparar una ofensiva para evitar que fueran doblegados y lanzaron un mensaje a la población, compuesta en su gran mayoría por ingenieros y científicos, para que trabajaran en prototipos útiles para la misión. El resultado, fue la producción de un millar de robots F-548 listos para empezar a funcionar.

La cadena empezó a funcionar de manera automática y jerárquica. Después de que los ayudantes cargaran los contenedores de fibra de carbono en las plataformas transportadoras con todas las piezas, las trasladaron a las Oficinas de Montaje. Allí, ingenieros llegados de todas partes del planeta trabajaron sin descanso para cumplir con su labor y preparar a los ejemplares. Los programadores se encargaron de instalar sus memorias y sensores de repetición para optimizar al máximo sus funciones.

—¿En qué momento coincidió usted con el F-548?
—En el traslado a la Unidad de Instrucción, señor.
—¿Encontró evidencias de mala funcionalidad?
—No señor.

Leonard Ford es el coordinador jefe de dicha unidad y supervisa el trabajo del resto de instructores. Todo transcurría con normalidad hasta que uno de sus ayudantes se personó en su despacho con gesto preocupado. Al parecer, uno de los ejemplares presentaba dificultades en el aprendizaje de sus funciones y lo requirió para su valoración. Tras revisar sus códigos de programación y la estabilidad de sus sensores, comprobó que todo estaba en orden y, por tanto, no había probabilidad de error. Sin embargo, no era así. Aquel F-548 atendía a las instrucciones más elementales, en cambio no obedecía a las órdenes que debía desempeñar según cometido pues mostraba resistencia frente al uso de armamento.

—¿Conoce los motivos por los que comparece ante este tribunal, señor Ford?
—Sí, señor.
—¿Puede enumerarlos?
—Desobediencia, insubordinación y traición.

El instructor decidió someterlo a un estudio más exhaustivo a fin de determinar la causa de esta rebeldía, y su hallazgo lo sorprendió gratamente. El robot poseía una inteligencia autónoma e independiente, de condición humana. Poseía conocimientos innatos en materia de artes y ciencias. Era un excelente conversador y se convirtió en la mejor compañía que podía tener. Lo que llevaba años extrañando aparecía en su vida sin esperarlo y decidió ponerlo bajo su custodia. Como experto, emitiría un informe donde lo declararía no apto para el desempeño de sus funciones bélicas y hablaría con los Altos Mandos para conseguir sus servicios de forma privada y poder quedarse con él.

—¿Fue consciente en todo momento de lo que hacía, señor Ford?
—Sí, señor.
—¿Y puede decirnos por qué?
—Lo amaba, señor.

La confesión de sus deseos llegó tarde. Los superiores ya conocían la existencia de esa relación clandestina y prohibida, y no podían permitirlo. El día que se dirigió a la Cámara Militar para exponer su petición, los ayudantes entraron en su domicilio y redujeron al F-548, que no fue capaz de defenderse. Al darse cuenta, Ford corrió para impedirlo pero no pudo evitar que lo llevaran a la Oficina de Montaje y lo desguazaran. Llegó demasiado tarde.

—Ni siquiera me dejaron verlo -se lamenta.
—No es más que un simple robot, señor Ford. Aunque se empeñe en creer lo contrario.
—No para mi, señor. Su interior estaba lleno de algo de lo que ustedes carecen: alma.

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3 comentarios

  1. 1. Patricia Redondo dice:

    Buena historia Miriam, mantiene el interés de comienzo a fin y no defrauda. Bien relatada además.

    Poco más que decir , estoy dos pisos por encima del tuyo por si te apetece leerme.

    Un saludo!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 16:11
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola Miriam!

    Soy tu vecino del 83. Me gustó tu relato, que toca un tema que ya se está convirtiendo en clásico, el de los robots conscientes. En general bien contado, felicitaciones!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 16:22
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Interesante relato Miriam, Me parece bien estructurado, con fluidez, sin distractores logrando que su lectura se disfrute. Soy tu compañero Literauta 76.

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 17:56

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