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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Si él es...¿Quién soy yo? - por Nicolás Falcón

Web: http://nicolasfalconblog.worpress.com

Era más que un simple robot. ¿De qué tenía que tener miedo?
Cuando bajé por las escalera de madera que me conducía al piso de abajo, intenté hacer el mínimo ruido que se pueda hacer, es decir, algunos peldaños sonaban emitiendo quejidos lastimeros que, en la profundidad de la noche, resonaban como emisores en el despertar del mismísimo Diablo. Los otros, por ende, más largos y escandalosos lo hacían dando la posición absoluta, como un GPS; me sentía delatado incluso antes de pensarlo.

Mi padre seguía de viaje. Mi madre, desde que le implantaron la terapia de los nano-robots en su cerebro; el insomnio se quedó aparcado en algún lugar de la historia. Ahora, dormía como para quemarse en el infierno y no despertarse en varias vidas, o muertes. A veces me costaba creer que estaba viva.

Mientras seguía adentrándome por la estancia de Sam, me sorprendí de ver en una urna de cristal, órganos humanos que latían, se movían al son de la vida que la impresora en 3D les había infundido. Muy a lo lejos, en la distancia, apocada por la puerta de su habitación y la distancia de por medio, se percibía como un murmullo mortecino: los anuncios de publicidad que surgían del plasma de mi madre. Creo que entre los anuncios y el Y30, mi madre confundía la vida como una mera pantomima de la realidad. Distorsionada con los efectos de la droga (Y30) y esos anuncios acuciantes sobre el bienestar en otros planetas de la galaxia.

En el escritorio de Sam se veían montones de papeles, desparramados allá y acá, de forma aleatoria, sin orden alguno. De modo que daba la impresión de que, una de dos, o era un robot muy desordenado o, que últimamente había estado más atareado de la cuenta.
Conseguí discernir escritos y cosas relacionadas con las pasiones de mi padre, lo concerniente a Leonardo Da Vinci y Miguel ángel Buenarrotti. «Del primero, siempre decía que todo lo que somos en esta vida, se lo debíamos a él, a su intelecto, a su capacidad única de desarrollar todas y cada una de las ciencias y las artes. En cuanto al segundo, señalaba, que no había habido tan grande artista en cuanto a sus manos; de alguna manera el potencial del primero, volcado en las manos del segundo, habían hecho de este mundo un lugar mejor».

Estaba asustado. Hacía tres días que no había visto al dichoso robot de industrias Estelar. La casa era grande, pero no tanto.

Detrás de mí apareció la sombra de una figura antropomorfa. A penas distinguí entre un escalofrío y el miedo más absoluto al que pueda llegar una persona, sobre todo, si como en mi caso tenía siete años. La piedra era el sinónimo más próximo y del que consigo acordarme con mayor facilidad. ¡Eso era! Un duro trozo de roca.

—¿Qué pasa Adri? —era la voz de mi padre.
—¿Papá?
Cuando me giré hasta ver su silueta, su cara, su posición. Quise abrazarle…pero un enjambre de tubos, que le salían desde varias partes del cuerpo, entre ellas: de la cabeza, el cuello, las piernas y la zona lumbar, me detuvo, anclado al suelo.
—¿No vas a darme un abrazo, hijo?
Seguí inmóvil, no sabría decir cuánto tiempo pasó. Me pareció envejecer.
Su piel, viscosa, se desprendía en finos jirones, chorreantes, que llegaban al suelo. Se olía como a cloro.
—Quiero a tu madre, hijo, por encima de todas las cosas. Estoy loco por ella.
—«¡claro, y yo soy la encarnación de Jesucristo!».

Cuando conseguí que el suelo no fuera un obstáculo, corrí lo más aprisa que pude. Al llegar a la puerta del dormitorio de mi madre, la abrí con sigilo. Me acerqué, vi que de su brazo estirado colgaba algo viscoso.
El olor a cloro también estaba allí.
Los anuncios de industrias Estelar se congregaban por el dormitorio en forma de hologramas. No paraban de radiar lo maravillosos que eran sus androides de última generación. Lo fieles que eran a las tres reglas de la robótica.
—¿Mamá? ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamáaaaa!

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15 comentarios

  1. 1. LUDIKA dice:

    Hola interesante tu relato, me resultó un poco confuso en la primera leída, creo que no estoy muy acostumbrada al género ficción, pero utilizas bien la descripción de los personajes y del escenario donde transcurren.
    En cuanto a la redacción el único detalle que encontré es ¨A penas¨ que debería ser Apenas (todo junto)

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 14:02
  2. Hola Ludika,

    Lo primero de todo, te agradezco que hayas sacado algo de tu tiempo tan preciado, para gastarlo en pasarte por mi ejercicio; gracias por ello. te agradezco tu gran generosidad al parecerte interesante y demás adulaciones que me otorgas. Muchas gracias también por el apunte que me señalas,tomo nota de ello.
    Te mando un fuerte abrazo, agradeciendote tu generosidad y haciendo que aprenda de ti.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 20:43
  3. 3. Gloria dice:

    Me ha gustado tu relato. Es bastante intrigante y está bien escrito, en mi humilde opinión.
    Me ha surgido una duda, parece como si Sam hubiera estado trabajando en fusionarse con el padre o a la inversa, no sé si lo interpreté bien.
    El final deja muchas puertas abiertas y te quedas con ganas de leer más y ver qué sucedería.

    Felicidades!!!

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 21:40
  4. Hola Gloria,

    Muchísimas gracias por ser, con tus palabras, tan generosa conmigo.

    No las merezco, pero si tú las sientes así; haces que mi rostro

    dibuje una sonrisa.

    en cuanto a tu interpretación, yo, no lo hubiera interpretado mejor.

    Gracias por tu tiempo y tu generosidad; haciendo que aprenda de ti. Un fuerte abrazo.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 23:32
  5. 5. Bellaan (SC) dice:

    Hola, tengo una duda. Creo que hoy mi comprensión lectora no anda bien. ¿Quién es Sam?
    Y creo que es redundante decir eso de las escaleras que lo llevan al piso de abajo porque ya dices que baja.
    Espero la respuesta :p

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 00:57
  6. 6. Charola dice:

    Pobre criaturita! No parecía robot. Realmente experimentó el miedo.

    Un poco raro tu relato, pero consigue llamar la atención y seguir con la lectura. Felicitaciones.

    Algunas cosillas para mejorar:

    -¿De qué tenía que tener miedo? Creo que mejor sería: ¿por qué debía tener miedo?, para no repetir el verbo tener.

    -Miguel ángel Buenarrotti. Es Miguel Angel Buonarroti.

    Nos seguimos leyendo. Gracias por tu comentario a mi relato.

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 01:07
  7. Hola Bellan,

    Sam es el robot.Te pego una pequeña parte del texto donde se hace alusión a ello:En el escritorio de Sam se veían montones de papeles, desparramados allá y acá, de forma aleatoria, sin orden alguno. De modo que daba la impresión de que, una de dos, o era un robot muy desordenado o, que últimamente había estado más atareado de la cuenta.
    Y sí, es redundante lo de la escalera y demás… gracias por ese apunte, compañero.
    Gracias por haber dedicado parte de tu tiempo en hacer que aprenda con tus comentarios. un abrazo.

    Hola Charola,

    Gracias por tus apuntes, de los que tomo buena nota. sí, es buonarrotti. Y totalmente de acuerdo en cuanto a lo del verbo tener; redunda.
    Un abrazo.

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 14:48
  8. 8. Lealnoer dice:

    Me gustó tu relato, tiene unos personajes muy bien caracterizados, resulta fácil situarte en la acción gracias a las descripciones.
    El final, quizás un poco precipitado, pero bien enfocado.
    Gracias!!

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 21:50
  9. Hola, Lealnoer,

    Muchas gracias por pasarte y comentar mi ejercicio.

    Muchas gracias por esa amabilidad que quizás no merezca, pero que te agradezco mucho.

    Tomo buena nota de lo que me dices sobre el final precipitado, pero bien enfocado. Gracias por pasarte y dejar que los demás -como es mi caso- aprendamos de tu opinión. Un abrazo.

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 23:27
  10. 10. María Jesús dice:

    Hola Nicolás tu relato me ha parecido bastante inquietante. Quizá un poco confuso si lo comparo con lo que acostumbro a leer, pero muy bien escrito. Esto de tener que meter un robot en la trama obliga a echar mano de la ciencia ficción a la que no soy muy aficionada, pero se puede llegar a hacer un ejercicio bastante digno. Releyendo un par de veces tu relato encajas las piezas. Un saludo

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 15:07
  11. Hola María Jesús,

    Gracias por dedicar tu tiempo en pasar por mi ejercicio. Te agradezco muchísimo tus palabras -que recojo con toda la dicha-, me hacen aprender, cosa que te agradezco no sabes cuanto.

    Me haces sonrojar con tus elogios, que te agradezco, aunque quizás no los merezca. Gracias por hacerme crecer aprendiendo de tus comentarios. Un fuerte abrazo.

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 23:14
  12. 12. Robert M. Roderick dice:

    Hola, Nicolás:

    (Ahora sí que lo escribo donde toca :-))

    Tu relato me deja un sabor agridulce: por un lado, el uso que haces de los recursos narrativos es muy, muy bueno; manejas muy bien las logitudes de las oraciones para no establecer un ritmo monótono, subordinas a la perfección y juegas de un modo bastante atinado con las metáforas. Por otro lado, sin embargo, hay ciertos detalles que parecen habérsete escapado de control; dos de ellos, de hecho, nada más comenzar el relato, lo cual ya hace que el lector comience trastabillando, y eso puede provocar que le resulte un poco complicado alcanzar pronto un buen ritmo de lectura.

    Paso a relatar aquello que he visto llamativo en tu texto en lo que respecta a la estructura y la técnica:

    Tu segunda oración es “¿De qué tenía que tener miedo?”. Esos “qué tenía” y “que tener” suenan tan cacofónicos (y, además, con consonantes oclusivas, que emiten sonidos muy fuertes) que son como dos martillazos. Creo que quizá una estructura alternativa como “¿Había algo que temer?”, más sencilla como “¿De qué tener miedo?” o la que indica Charola en su comentario hubieran encajado mejor en el texto; más aún teniendo en cuenta que estamos aún en el principio del relato.

    Justo en la siguiente oración dices “Cuando bajé por las escalera de madera”. En este caso, el artículo tiene un número distinto al sustantivo (“las escalera”), pero lo que más choca es la rima “escalera-madera”. A no ser que lo hayas escrito así a propósito, convendría intentar evitar este tipo de rimas, porque distraen al lector. Si ya en las tres primeras oraciones lanzamos la cacofonía y la rima al lector, a éste le va a costar mucho trabajo adentrarse en la historia y sumergirse en ella.

    Más cosas: al exponer lo de la droga Y30, lo has hecho de una forma que te obliga a matizar que el Y30 es una droga repitiendo su nombre entre paréntesis. Creo que con una estructura de estilo a “Creo que entre los anuncios y las píldoras de Y30” te podrías haber ahorrado la matización posterior entre paréntesis, ya que se asumiría fácilmente que la droga son las píldoras de Y30.

    La estructura “no había habido tan grande artista” suena muy extraña; no por el “grande” antepuesto al sustantivo, sino por la locución verbal. Esto puede resultar explicable si el padre se expresase así, cosa que no queda de manifiesto en el relato porque, debido a la longitud que permite, es someramente complicado poder dar a entender esto. Si no has escrito esa oración pensando en la forma de hablar del padre, quizá algo del estilo a “jamás hubo tan grande artista” te funcionaría.

    También he visto muy extraño esto: “—«¡claro, y yo soy la encarnación de Jesucristo!».” ¿Diálogo directo y comillas latinas? Me temo que o no he entendido bien esta parte del diálogo o sobran las comillas. Además, “claro” debería ir en mayúscula.

    Pasando ya a analizar el texto en lo que respecta al argumento, das pleno sentido a las dos oraciones introductorias con ese tan bien atinado final. Me ha gustado mucho. La ambientación está bien recreada y la tensión va creciendo a medida que el relato se aproxima al clímax. El “doble golpe” final que supone la aparición del padre y el estado de la madre forman un doble giro que deja al desnudo la confianza del protagonista, haciendo que un relato que, en principio, era meramente dramático se convierta en la exposición de una circunstancia terrorífica. Bravo por ti. 🙂

    En resumen: El texto es muy bueno aunque considero que, al igual que me ha ocurrido a mí con mi relato, hay ciertos detalles a los que podrías haber prestado un pelín más de atención. Casi parafraseándote en el comentario que dejaste al final de tu crítica sobre mi relato: todos necesitamos aprender tanto o más que nadie, y espero que estas críticas te sirvan, también, tanto o más como los comentarios positivos que te dejo. 🙂

    Estaré deseando leer tu relato para la próxima escena.

    ¡Un abrazo y sigue así!

    Escrito el 28 octubre 2017 a las 15:44
  13. Hola, Robert:

    Muchas gracias por considerar mi texto merecedor de robarte ese tiempo que me concedes.

    Gracias por tus apuntes (de los que tomo nota con gusto por aprender de ti). También te doy las gracias por ser tan generoso con las palabras que me dedicas.

    Creo que aciertas en lo que me señalas; después, en una lectura más analitica y pausada, me di cuenta de los múltiples errores.

    «Del primero, siempre decía que todo lo que somos en esta vida, se lo debíamos a él, a su intelecto, a su capacidad única de desarrollar todas y cada una de las ciencias y las artes. En cuanto al segundo, señalaba, que no había habido tan grande artista en cuanto a sus manos; de alguna manera el potencial del primero, volcado en las manos del segundo, habían hecho de este mundo un lugar mejor».

    Aquí, en este texto, todo está metido entre comillas latinas. Quería representar la idea de que eran las palabras -pies juntillas- del padre; aunque, es el hijo quien las narra.
    Siento que haya quedado esa parte -a su suerte- proyectando o creando la duda.

    En cuanto a esta frase: —«¡claro, y yo soy la encarnación de Jesucristo!».

    La puse entre comillas latinas con la plena intención de resaltar que se trataba de un pensamiento que tiene el narrador.

    Te agradezco ese “pedazo de comentario” que me has dedicado por aquí. Del que tomo muy gustosamente buena nota, por los -sin duda- buenos “mejorables” que me señalas.

    Gracias por tus elogios -creo no merezco-. Pero que de forma enorme te agradezco.

    ¡Un fuerte abrazo!

    Escrito el 28 octubre 2017 a las 21:43
  14. 14. Menta dice:

    Buenas noches Nicolás: Me ha gustado tu relato y mabierto los ojos a una evidencia: he leído muy pocos libros de ciencia ficción y deseo corregir esta laguna cultural.

    Muchas gracias por todo. Un saludo, Menta

    Escrito el 2 noviembre 2017 a las 00:22
  15. Gracias a tí, Menta.

    Por tus palabras, que te agradezco mucho.

    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 2 noviembre 2017 a las 22:46

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