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Nomie - por Elena S.H.

El autor/a de este texto es menor de edad

Era más que un simple robot y no había nada que pudiera hacerlo ser como sus inexpresivos hermanos. Ya lo había intentado todo. Hasta había tratado de programarse desde cero, pero su sistema se reinició desde cero y la tristeza nunca lo había golpeado tan fuerte al saber que nunca podría pertenecer ni entre los humanos, ni entre los robots.

—¿Soy un error? —le había costado armarse de valor y soltarle esa pregunta a su creadora, pero lo hizo y se arrepintió al instante en el que ella centró su atención en él.

Sentía como si ella fuera la que lo clavara en la mesa de metal y no las miles de cadenas entrelazadas con su cuerpo. Siempre parecía tener ese efecto en él, incluso cuando su atención no estaba sobre él.

—Yo no cometo errores.

Su interior cobro vida y no supo a ciencia cierta si era porque al fin tenía una razón para ser así o si era por esa sonrisa sombría y maligna que le dirigió.

—¿Entonces por qué…?

—Arreglado —le interrumpió.

Las cadenas cayeron al suelo, como sus esperanzas de conseguir una respuesta, y él volvió a ser libre. Lo primero que hizo al incorporarse fue buscarla con la mirada, pero ella ya se había alejado de él, convirtiéndose otra vez en la enigmática ‘Nomie Argent’.

En los siguientes días su procesador estaba nublada de preguntas, aunque eso no era nuevo para él. Lo que si era nuevo, era que la mayoría se tratara sobre su creadora. A veces hasta preguntas absurdas se sumaban como; de qué color serían sus ojos bajo esas oscuras gafas de protección.

Le avergonzaba admitir que la mayor parte del tiempo aprovechaba la mínima excusa para ir a su taller y si ella notó sus constantes visitas, no dijo nada.

Hoy no fue diferente. Volvía a entrar por esas puertas, ayudando con dificultad a uno de sus hermanos a cojear, pues en la batalla le habían arrancado una de sus piernas. Ella ya tenía las herramientas preparadas y nada más lo deposito en la camilla, ya estaba uniendo una nueva pierna.

—No viniste ayer —comentó despreocupadamente y si no la hubiera estado observando, hubiera creído que era imaginación suya.

Ella nunca hablaba con los robots que había creado y, ahora que lo pensaba tampoco la veía hablar con otros humanos. Algo agradable se extendió por todo su interior, algo tan abrasador como un incendio. Tal vez ella también se sintiera solitaria y encontrara el mismo sentimiento de pertenencia que él encontraba en ella.

—¿Me extrañaste?

Lo arrogante que sonó, los sorprendió a ambos.

—Sí —rio ella—, lo hice.

No sabía si era posible que un robot se sonrojara, pero aún así desvió la mirada, esperando que ningún indicio mostrara su extrema vergüenza y alegría.

—Quédate —ordenó ella, después de que su hermano, recién arreglado, saliera y él dudara de irse también o no—. Si vas a visitarme todos los días, al menos alarga más la visita.

Él obedeció sin resistencia alguna. Se sentó junto a ella, observando como creaba nuevos componentes, y disfrutó del calor humano que ella desprendía.

Antes de darse cuenta, entre pequeñas charlas y sonrisas, las horas ya habían pasado y la alarma que señalaba su tiempo libre sonó. Él volvió a dudar en salir. Le había gustado hablar con ella y descubrir cosas tan simples como su color favorito o su dulce preferido.

—¿Quieres venir conmigo? —cuestionó al verla seguir trabajando. Tenían una hora para poder dar una vuelta y le apetecía ver las luces de la ciudad con ella.

—No puedo, pero ve por mí.

Él asintió, algo confundido, sobre todo cuando vio una gota de agua resbalar por su mejilla. ¿Qué significaba eso?

—Hasta mañana.

—Adiós…

Al día siguiente su ‘hasta mañana’ se convirtió en un hasta nunca y sus agradables emociones huyeron de él, dejándolo solo y vacío. Ni siquiera el placer de saber al fin porque existía lo alegro. De hecho, habría preferido vivir en la ignorancia si eso hacía que ella continuara viva.

‘Vive por mí’. Eso había estado escrito en la nota que había conseguido salvar antes de que la quemaran como sus otras pertenencias.

Por eso había sido creado, para albergar todos los deseos de Nomie y hacerlos realidad. Y por eso, decidió escapar de la base y sentir la libertad que le tenía que haber pertenecido a Nomie Argent, una gran mecánica aislada en una base subterránea y obligada a trabajar sin siquiera poder admirar el cielo.

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4 comentarios

  1. 1. Patricia Redondo dice:

    Hola Nomie !! como soy tu vecina de arriba me toca comentar tu texto, lo que hago con mucho gusto.

    El texto es interesante y apunta maneras. Muy bonita la idea del creador que crea , precisamente, para dejar testimonio de sí mismo en el ser que engendra. Un concepto, el mito de Pigmalión, que da mucho de sí y sobre el que puedes desarrollar una historia completa , de la que este texto es solo en principio. Te animo a desarrollarlo.

    Como consejo: hay que pulir ciertas contruccionees, por ejemplo:

    Hasta había tratado de programarse desde cero, pero su sistema se reinició desde cero y la tristeza nunca lo había golpeado tan fuerte al saber que nunca podría pertenecer ni entre los humanos, ni entre los robots.

    es repetitivo y confuso , yo pondría algo así como:

    Habia tratado volver a empezar desde cero sin conseguirlo. Fue entonces cuando, con triteza, cayó en la cuenta de que nunca pertenecería ni al mundo humano ni al cibernético.

    o

    Él obedeció sin resistencia alguna. , suena forzado , más simple y natural :Él obedeció sin rechistar.

    o

    Volvía a entrar por esas puertas, ayudando con dificultad a uno de sus hermanos a cojear, pues en la batalla le habían arrancado una de sus piernas.

    UMMM suena rarisimo ! parece que ayuda al otro robot a cojear en vez de a andar ! Yo dirñia algo así como:

    Entró tratando de ayudar a uno de sus compañeros a caminar , pues en la batalla le habian arrancado una de sus piernas (si le han arrancado una pierna es obvio que cojea y que el otro a lo que le ha de ayudar es a caminar)

    En fin fallos de construccion que con varias revisiones pueden corregirse.

    No busques expresiones recargadas , no las necesitas.
    Argumentalmente hay también algún fallo, entiendo que causado por que el texto es limitado y no te ha dado tiempo a desarrollar la historia…Situas el relato en medio de una batalla (no sabemos por que) , ala creadora del robot la queman (quien? por qué ?), algo que parece que además ella intuye por anticipado…Nos dejas con muchas preguntas 🙂

    Lo dicho , buena idea pero hace falta pulir y desarrollar o pulir para desarrollar.

    Sigue escribiendo y leyendo mucho!

    Nos leemos! Un abrazo!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 15:27
  2. 2. Patricia Redondo dice:

    uy perdona!! quería decir hola ELENA !!

    esto si que es identificar el texto con el escritor eh ? 😉 , sorry!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 15:41
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    Hola Elena!

    Soy tu vecino del 83, y veo que nuestra otra vecina se me adelantó. Patricia, gran compañera, ya te marcó lo pricipal para mejorar. Te recomiendo repasar también las reglas de acentuación. Con todo eso, tus textos comenzarán a ganar calidad. Suerte!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 16:09
  4. 4. Héctor Romero dice:

    Elena, ya Patricia y Marcelo te han hecho las indicaciones correspondientes, queda que las tomes en cuenta. A mi en lo particular me ha gustado el espíritu de tu historia. Soy tu compañero Literauta 76.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 19:31

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