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Viaje de un Corazón hacia la Gasolinera - por JeSS

Cuando no tienes más compañía que la tristeza, dejas de pensar con claridad. Tus sentimientos son solo trazos de algo que solía estar vivo.
Una noche cualquiera, fría por demás, con las calles mojadas por doquier luego de un aguacero intenso; Caminas por inercia, empapado y tiritando del frio, sin saber a dónde vas. Tus pies se mueven y estás consciente del movimiento: un paso, otro paso, un pie delante, luego el otro pie más adelante. Tu mirada fija en los pies mientras estos se mueven.
Has llorado tanto que te sientes drenado. Entregaste tanto, amaste tanto, y al final solo queda un cascarón vacío. Una persona muy parecida a ti, pero sin vida. Alguien que camina sin rumbo por una ciudad mojada.
¿Fueron dos kilómetros? ¿Tres? ¿Cinco? ¿Veinte kilómetros? No lo sabes, no te importa, no quieres mirar atrás porque duele. Brota una lágrima solitaria, recorre tu mejilla y sientes el sabor salado en la comisura de tu boca. ¿La ultima lágrima? Quizás. Te preguntas: “¿Cuál es la cuota de lágrimas que se debe derramar por una persona?”. Mientras meditas en la cantidad, tu corazón da un salto, es como si de repente recordara que debía latir. Sonríes, porque por primera vez en meses piensas en algo distinto que no sea lo que perdiste. Te atreviste a cuestionar el funcionamiento de tus lágrimas.
No te fijaste en las calles que recorriste, ni el rumbo que tomaste. Tienes frío, hambre, necesitas ir al baño y tus pies están doliendo. Otra vez, el corazón, pum, otro latido, algo más en tu cuerpo duele más que tu corazón. Te fijas que estás frente a una gasolinera. Está cerrada, pero tienes la loca idea de irrumpir en ella. Pum, el corazón de nuevo, te sorprendes, no puedes creerlo, en mucho tiempo no te has sentido vivo, lo único que has hecho es pensar en la soledad, soñar con la tristeza, extrañar a… no, no lo traigas a tu mente, no vale la pena. Meditalo por un segundo y luego deja de pensar, actúa.
Compruebas que no es igual como en la televisión. Te costó tres piedras y muchos intentos romper una ventana. Es difícil entrar con cuidado, aunque lo logras. Pum, latió tu corazón, sonreíste de nuevo. Estás en una especie de cuarto, es muy pequeño. Sales de allí hacia el resto de la tienda de la gasolinera. Hay una tenue luz entrando desde afuera por las ventanas, aun así, puedes visualizar todos los anaqueles llenos, empaques brillantes, coloridos, de diferentes formas, albergando diferentes sabores. Tienes hambre y te diriges hacia la comida chatarra más cercana. Pum, pum, pum, tu corazón, está latiendo. Hay tristeza, pero el hambre, el dolor de tus pies e invadir una tienda en plena madrugada te mantienen vivo.
Pasan las horas mientras engulles todos lo que te provoca. Comes, bebes, destapas varios empaques al azar, a veces solo para escuchar el ruido que hacen al romperse. Tu corazón ya tiene un ritmo. Sí, estás triste, pero tu corazón late con un ritmo suave, sin miedo, sin prisa, con calma. Duelen tus pies y un poco tú estomago. Estás tan cansado que tus ojos se cierran solos y te quedas dormido.
Escuchas voces lejanas. Sientes un resplandor en tu cara. Abres los ojos y te das cuenta que amaneció. Abrieron la tienda y los encargados están requisando el desastre que hiciste. Aun no te han visto. Tu corazón ahora si late con fuerza. Pueden descubrirte, puedes meterte en problemas con la policía. Tienes miedo.
Logras divisar un armario muy cerca de donde estás, corres a hurtadillas hasta él. Cuando entras, está oscuro y se te escapa una risita de locura. Es como cuando tenías cinco años y jugabas a las escondidas. Ahora escuchas las voces cerca. Están hablando justo fuera del armario, crees que lo pueden abrir en cualquier momento y tratas de ahogar la carcajada que estás a punto de soltar.
Pero tu cerebro reacciona, reconoces las voces. La noche anterior tus pies te tendieron una trampa y te llevaron a la gasolinera donde trabajan. Querías huir de ellos, pero allí estás, escondido en ese armario. La tristeza se burla a tus expensas. Lo que hizo latir a tu corazón, realmente le hizo una jugada muy sucia.
Escuchas bisagras moverse, las puertas del armario abriéndose, las voces se escuchan con claridad, todos tus sentidos alerta. Abren el armario y ves una luz cegadora. Tu corazón se detiene.

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11 comentarios

  1. 1. Tavi Oyarce dice:

    Hola JeSS
    La soledad suele llevar al hombre a límites insospechados.
    Un relato anhelante, vertiginoso, conmovedor y creíble. Muy bien escrito.
    Te felicito
    Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 15:27
  2. 2. el chaval dice:

    Hola JeSS.No entiendo bien lo de que los pies le llevaron a la gasolinera donde ellos trabajan. ¿ Quién son ellos? . A quién perdió para ésta gran soledad. Tan mala es la comida en la tienda que la llamas “comida chatarra?” Mejor que requisando, no es mejor decir “revisando” ?. Dices: están hablando justo fuera del armario. No es mejor justo al lado del armario? LLoras por una persona amada? hambre? por qué la carcajada? Hasta otra.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 19:55
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Hola! JeSS he dado lectura a tu relato, me han gustado algunas figuras que considero bien logradas “Has llorado tanto que te sientes drenado”, por ejemplo. Ese protagónico del corazón, me parece acertado. Si gustas leerme estoy en la posición 19.

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 05:09
  4. 4. Robert M. Roderick dice:

    Hola, JeSS:

    Lo prometido es deuda, así que aquí me tienes para hacer la crítica de tu relato 🙂

    El relato, entiendo, expone la, digamos, “aventura interior” de una persona que ha sufrido algún tipo de desengaño y lo va superando. Al final explones un giro que queda inconcluso, lo cual es un arma de doble filo que, en este caso, funciona más o menos, aunque tiene reminiscencias de “deus ex machina”.

    Has logrado bien (es más, bastante bien) el proceso de recuperación de la persona. Esa progresión de latidos está muy bien llevada por el relato y van actuando como “guía espiritual” de la persona protagonista y también del lector. Ha sido una muy buena idea 😉

    En lo que respecta al apartado técnico, que creo que es lo que llevas más flojo, te hago notar una serie de asuntos:
    En “Caminas por inercia, empapado y tiritando del frio”, “caminas” debe ir en minúscula, porque sucede a un punto y coma. “frío” lleva tilde.
    En “Tu mirada fija en los pies mientras estos se mueven” estás omitiendo el verbo de la acción, por lo que debes poner una coma entre “mirada” y “fija” para que ocupe el lugar de éste.
    En “¿La ultima lágrima?” has olvidado la tilde de “última”.
    En “Te fijas que estás frente a una gasolinera”, te falta la preposición “en”, puesto que uno no “se fija cosas” (en este caso el verbo tiene un significado distinto al que estás empleando) sino que “se fija en cosas”.
    En “Pum, el corazón de nuevo, te sorprendes, no puedes creerlo, en mucho tiempo no te has sentido vivo, lo único que has hecho es pensar en la soledad, soñar con la tristeza, extrañar a… no, no lo traigas a tu mente, no vale la pena.” Has escrito una oración endiabladamente larga. Es mejor desgranarla, partirla. Así das descanso al lector. Por ejemplo: “Pum, el corazón de nuevo. Te sorprendes, no puedes creerlo. En mucho tiempo no te has sentido vivo; lo único que has hecho es pensar en la soledad, soñar con la tristeza, extrañar a… ¡No! ¡No lo traigas a tu mente!, ¡no vale la pena!” (Me he permitido la licencia de añadir tensión al final con las exclamaciones)
    En “Meditalo por un segundo y luego deja de pensar, actúa.” has olvidado la tilde de “Medítalo”.
    En “Hay una tenue luz entrando desde afuera por las ventanas, aun así, puedes visualizar todos los anaqueles llenos, empaques brillantes, coloridos, de diferentes formas, albergando diferentes sabores.” te ocurre algo parecido a lo de la otra oración larga. Un punto tras “ventanas”, mejoraría el ritmo de lectura.
    En “Hay tristeza, pero el hambre, el dolor de tus pies e invadir una tienda en plena madrugada te mantienen vivo.” estás mezclando dos ideas en una misma oración. Creo que quedarían mejor separadas con un punto tras “hambre”.
    En “Duelen tus pies y un poco tú estomago.” has usado el pronombre personal en lugar del posesivo “tu”.
    En “Abres los ojos y te das cuenta que amaneció.” te ha ocurrido como con “fijarse en”. Deberías poner “te das cuenta de que”.
    En “Aun no te han visto.”, falta la tilde en “Aún”, puesto que aquí actúa como adverbio temporal (es intercambiable por “Todavía”).
    En “Tu corazón ahora si late con fuerza.” has olvidado la tilde del pronombre personal “Tú”.
    Como puedes observar, creo que te haces un poco de lío con las tildes y con el tempo de las oraciones. Es conveniente que des respiros al lector porque, si le plantas delante, dos oraciones largas seguidas sólo lograrás que se rompa su ritmo de lectura y, de repente, pierda las ganas de seguir con el relato. A nadie le gusta sufrir, y no tener momentos de respiro no es algo demasiado placentero.

    En resumen: la idea global de tu relato está muy bien, has elegido la dirección correcta para plantearlo, pero fallas en diversas cuestiones técnicas de forma reiterada y el final parece algo extraño, como si fuera algo ajeno a esa historia.

    Espero que mis comentarios te sirvan para la revisión del relato y para los que escribas en adelante.

    ¿Nos leemos en el siguiente reto? 🙂

    ¡Un saludo!

    Escrito el 25 noviembre 2017 a las 16:12
  5. 5. María Jesús dice:

    Hola Jess: Tu relato tiene una carga emocional muy intensa. Expresas a la perfección el dolor que causa la tristeza. Todo el tiempo he pensado que esa congoja era debido a una ruptura sentimental, por lo que me desconcierta el penúltimo párrafo. Te propongo que te pases por mi relato (103), lo leas, me comentes que te parece y de paso me expliques esta duda sobre el tuyo ¿vale?
    Por lo demás el relato me ha parecido muy bueno. Saludos.

    Escrito el 25 noviembre 2017 a las 21:19
  6. 6. Laura dice:

    Hola JeSS.
    Soy Laura del 53.
    Tu relato tiene una gran carga emocional. Hasta he visto a tu protagonista en colores.
    Ya te han señalado cuestiones de acentos que se pueden pulir fácilmente.
    El final parece algo abrupto ya que no anticipas en ningún momento lo que puede suceder. Tan sólo inconscientemente el protagonista se ha dirigido a su lugar de trabajo, o al menos a un lugar donde es conocido. ¿Acaso una conciencia culpable lo ha “entregado”? ¿A quiénes? ¿A cómplices?¿A la policía?
    ¿Podrá ser que te demoraste en los sentimientos y te quedó poco espacio para desarrollar el final, o simplemente fue así como lo planeaste?
    Me has dejado con más dudas que certezas, pero cada uno tiene su estilo y su historia.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 25 noviembre 2017 a las 23:06
  7. 7. JeSS dice:

    ¡Gracias a todos por comentar! Estoy muy contento con que hayan captado la emoción en mi relato. Sé que tengo que pulir mucho más la ortografía y la redacción, y estoy inmensamente agradecido porque me lo hacen saber, eso es lo que me gusta de este tipo de dinámicas.
    En cuanto al final y para responder a casi todos los comentarios, quizás es abrupto, aunque siempre lo planee de esa forma. El protagonista esta viviendo la perdida de alguien a quien quiso mucho. Y esa persona esta allí en la gasolinera. Siempre quise que esa persona que él (o ella) perdió, estuviese ahí a la vuelta de la esquina. “…La noche anterior tus pies te tendieron una trampa y te llevaron a la gasolinera donde trabajan. Querías huir de ellos, pero allí estás…” Aquí hago referencia a un triangulo amoroso, es por eso que leen “ellos”. Pero me doy cuenta que quizás debí dar mas luces al respecto para que todo no quedara tan difuso.
    La verdad es que quise concentrar el relato en la emoción, en esa tristeza de nuestro protagonista, sin dar mas detalles del cómo y/o el por que. Igual todas sus inquietudes son válidas.
    Saludos a todos, estaré pasando por sus relatos (si ya no lo hice) para darles mi opinion.

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 01:32
  8. 8. Sam B dice:

    Hola Jess,

    Tu relato me ha resulta interesante por el uso de la segunda persona. No es común ni fácil de manejar. También creo que el tema del corazón como hilo conductor está bien conseguido y dota a la relato de una sensación de uniformidad.

    El tema de la redacción, tildes, erratas y demás ya te lo han comentado profusamente. En cuanto a ese tema no tengo nada más que añadir.

    Respecto al desenlace, confieso que no lo había entendido tal y como lo has explicado en tu comentario. No había comprendido que la persona amada trabajaba con el protagonista en la gasolinera (y mucho menos lo del triángulo amoroso). La alusión es breve y un poco confusa.
    Por otra parte, el desenlace en sí no me parece especialmente abrupto (algo que tampoco tiene que ser necesariamente negativo). Sin embargo (como creo que ya han dicho) el defecto que le veo es la falta de anticipación. Para que el giro final de un relato sea efectivo, has de poner las cartas sobre la mesa desde el principio. La sorpresa radica en desvelar algo que siempre ha estado ahí de alguna forma, solo que el lector no había reparado en ello. En el relato, nos enteramos de repente que el prota ha entrado en la misma gasolinera en la que trabaja. No resulta incoherente dado el estado en que se encuentra el personaje, pero se siente un poco gratuito.

    Por último (y esto es una apreciación muy subjetiva), creo que tampoco es necesario ese giro final. Como tú dices, la cuestión ya no es tanto saber los pormenores de la relación amorosa sino la emoción, acompañar al corazón del protagonista mientras evoluciona. Para mí, la historia de alguien en un estado emocional como el de tu personaje que, confuso y cabreado, asalta un tienda por el simple hecho de sentirse vivo, de pensar en otras cosas o porque le da igual todo y punto, me parece interesante per se.

    Un abrazo,
    nos leemos

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 10:14
  9. 9. Ratopin Johnson dice:

    Hola JeSS,

    me ha gustado en muchas fases tu historia. Lo que sentía el protagonista, ese abandono, ese dolor, ese vacío interior, como si le hubieran arrancado algo de dentro. Luego ese momento como de locura. Si es verdad, que yo cuando decías “ellos”, no he entendido a quién te referías, ni he visto lo del triángulo amoroso que comentas, el hecho de que su amor estuviera con otra persona. Creo que a estos dos los debías haber mencionado antes en el relato, no muy pronto, quizá, ya que quería presentar al protagonista, pero a lo mejor en el segundo o tercer párrafo. Sin dar muchas explicaciones, pero que quedara patente.

    Saludos, buen relato

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 20:29
  10. 10. Jess dice:

    Hola, JeSS
    Antes que nada gracias por comentar mi relato.
    La historia cumple su objetivo: Sentir el dolor y la frustración del personaje. Bien lograda. Felicidades.
    Saludos!!

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 15:14
  11. 11. Alétheia dice:

    Hola JeSS. Conforme iba leyendo tu relato me iba imaginando cómo sentía el personaje en este preciso momento. Al ser una narración presente me ayudó a verlo directamente así, así que eso me ha gustado.

    Mi relato es el 173 por si te apetece echarle un ojo.
    Saludos!

    Escrito el 29 noviembre 2017 a las 17:05

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