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Imágenes del estío - por Paola

La casa de los abuelos olía a libros viejos y apretados en una biblioteca llena de polvo.
Olía a sopa con apio en invierno; a tostadas y cafe por las mañanas.
En verano, cuando las chicharras no paraban de chirriar, los limones del Limonero Real se sacrificaban en un zumo cítrico de un amarillo lánguido y fresco.
El abuelo los cortaba en una ceremonia que combinaba sus refunfuños con nuestras risas y aplausos de felicidad.
Corríamos envueltos en los sudores del calor, empujándonos los unos a los otros, interrumpiendo el paso lento de nuestro "nono" que dejaba escapar de entre sus blancos y tupidos bigotes maldiciones y relámpagos que nosotros ignorábamos.
Aquellos dorados limones, eran una especie de bienes preciados en la familia. El abuelo de mi abuelo había plantado el pequeño árbol cuando llego al país sin nada en sus bolsillos: una valija llena de trapos y castañas, unos ojos claros que siempre miraban lejos y recuerdos que jamás contó.
Tragabamos a sorbos de león el ácido y refrescante líquido que servía para aplacar el bochorno y nuestra impaciencia de niños.

Cuando el sol comenzaba a apagarse y el calor se transformaba en picaduras de mosquitos y pasto recién cortado, mis primos y yo volvíamos a nuestras casas con las patillas sudadas y las caras sucias, luego de correr al gato y marear al perro, habiendo juntado grillos y caracoles en frascos que alguien liberaba mas tarde. Entonces la "nona" suspiraba quitándose el delantal y se sentaba en la mecedora; cogía el tejido del armario y se perdía en una tela arácnida interminable mientras el televisor relataba noticias en blanco y negro y la paz se adueñaba de la casa.

Volveríamos mañana y pasado mañana y así el resto del verano con el mismo ímpetu; correríamos por entre las plantas y enfadaríamos al "nono"; juntaríamos insectos y enloqueceríamos con la limonada; pondríamos en funcionamiento ideas y juegos inventados y todo eso sin saber que estabamos siendo parte de un trozo generoso de nuestras vidas: la feliz infancia y los gratos recuerdos.

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11 comentarios

  1. 1. Tavi Oyarce dice:

    Hola Paola
    Lo primero que tendría que decirte es: la fuerza del título, me encantó.

    Tu breve relato con añoranzas de infancia ─la etapa de la inocencia─, está plagada de poesía, de olores e imágenes, que de alguna forma todos hemos pasado. Tal vez por eso, al menos a mí, todo se me hizo creíble. Una pequeña joyita para huir de la vida cotidiana.
    Te felicito.

    No como crítica ─porque a veces por más que se revise un trabajo algo siempre pasa de largo, advierto cuatro acentos que faltan. Y mi lectura se detuvo en esta frase:
    …sol comenzaba a apagarse… Se reunieron aquí tres “a”, que a mi modo de ver podría solucionarse, por lo demás el verbo apagar tiene muchos sinónimos.
    Esto en nada desmejora mi opinión del relato que insisto, me encantó
    Saludos

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 18:32
  2. 2. ortzaize dice:

    hola Paola los recuerdos de la infancia los tienes muy metidos en tu mente, tus olores y sabores, siempre en casa de los abuelos hemos vivido historias imborrables.
    no conozco la palabra (enfadaríamos ) en alguna provincia ¿quizas sea una palabra moribunda? ya me diras, gracias.
    pero me ha gustado tu narracion, saluditos.

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 20:36
  3. 3. M.L.Plaza dice:

    Hola, Paola.
    Me ha gustado el punto melancólico de tu historia. Me ha hecho pensar que, con la cantidad de zumo de naranja natural que hemos bebido los niños españoles de mi generación, no recuerdo haber bebido un vaso de limón recién cortado en mi vida. Será por eso que me ha encantado tu historia, que para mí es muy original.
    La única pequeña pega que veo en el relato es el párrafo que empieza “Corríamos envueltos…”. Yo lo pondría en otro sitio porque interrumpe la historia del abuelo y los limones. Entiendo que es una opinión personal que a tí te puede parecer una idiotez, y prefieres el texto tal cual lo tienes.
    Me ha gustado leerte.
    Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 02:45
  4. 4. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Paola
    Me ha encantado tu prosa poética. Es muy delicada, está llena de imágenes sugerentes. Las oraciones alargadas están acompasadas como música suave; en un momento he sentido el sabor cítrico y dulce de esos limones del Limonero Real. Has sabido trasladarnos escenas entrañables de una forma casi onírica. El conflicto en poesía es la propia existencia, y la etapa más feliz de la vida se convierte en paradoja, ahí está la clave: “y todo eso sin saber que estábamos siendo parte de un trozo generoso de nuestras vidas: la feliz infancia y los gratos recuerdos”.
    Gracias por compartirlo.
    * “Aquellos dorados limones, eran”: quitaría la coma. No haré más correcciones de forma.

    Un abrazo

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 18:47
  5. 5. Paola dice:

    Hola Tavi!!!
    Muchísimas gracias!
    Si, tienes mucha razón en lo que me apuntas de “las 3a”… Es verdad, a veces lo revisamos pero se nos escapan esas pequeñas cosas que otro ve!!
    Muchas gracias, otra vez!!
    Un abrazo!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 11:25
  6. 6. Paola dice:

    Hola Ortzaize!!!
    Muchas gracias por tu visita y por tu apreciación!
    Bueno, la palabra “enfadaríamos” proviene del verbo “enfadar”: Causar ira, irritación o disgusto a una persona.
    No sé de qué sitio eres pero es verdad que en muchos lugares no es usual esta palabra sino mas bien “enojar”.
    Un saludo y gracias nuevamente!!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 11:31
  7. 7. Paola dice:

    Hola M.L.Plaza!
    Muchas gracias por tu tiempo!
    jajaja bueno, soy de Argentina y me encantan los limones en todas sus formas jajaja
    Muchas gracias por tu apunte! Siempre hay una vuelta de rosca!
    Saludos!!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 11:35
  8. 8. Paola dice:

    Hola R.J. Esperanza Pardo!
    Muchísimas gracias por tus palabras!
    Tuve una bella infancia llena de veranos libres! Me halaga que digas que has logrado sentir todo eso…
    Tendré en cuenta tu corrección!
    Un saludo!!!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 11:38
  9. 9. Paola dice:

    Hola M.L.Plaza!
    Vale! Ya he revisto lo del párrafo que comienza: “Corríamos envueltos…”.
    Es verdad, le he encontrado un mejor lugar…
    Muchas gracias!!
    Saludos!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 12:42
  10. 10. ÁNGELL dice:

    Hola, Paola:

    Créeme si te digo que he viajado en el tiempo con tu relato y que me he sentido muy bien. Acompañado de un poco de agua tibia y «a sorbos de león» (me encanta esta expresión), saboreo ese «zumo cítrico» todas las mañanas, en ayunas.

    Un par de sugerencias, con tu permiso: «Olía» y «olía», a pesar de que el punto y aparte suaviza el «eco», yo, de haber sido tú, me hubiera buscado una alternativa. A cualquiera de los dos. Mmmm…, suprimiría uno, el segundo, vaya. Una coma detrás de «polvo» y a seguir: «…llena de polvo, a sopa con apio, etc» Si lo que quieres es enfatizar en la separación de los dos ambientes, si acaso, una breve pausa de tres puntos y una coma: «…llena de polvo…, a sopa con apio, etc.» Hubiera sustituido el punto y coma detrás de «invierno» por una coma.

    «Trag(á)bamos a sorbos de león…» Falta el acento. Compañeros de más arriba ya te advierten de lo mismo en otros puntos.

    Estoy de acuerdo con R. J. Esperanza Pardo, cuidado con esa coma criminal: «Aquellos dorados limones(,) eran una especie de bienes preciados en la familia.» (http://www.fundeu.es/escribireninternet/la-coma-criminal/). Se llaman así, no cabe duda del efecto que causan. Fueron mi pesadilla durante algún tiempo.

    «El abuelo de mi abuelo…» «Mi tatarabuelo», ¿no?, pregunto. Sería lo correcto. Además, te ahorras tres palabras. No sé qué me pasa pero, en esta «cancha», me paso el día dándole vueltas al asunto de ahorrar palabras. Ya es una obsesión.

    Muchas gracias por el viaje, Paola.

    Un saludo. ÁNGELL

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 18:54
  11. 11. Paola dice:

    Hola Angel!!!
    Muchas gracias por tu tiempo!
    Tendré en cuenta tus correcciones… lo de la “coma criminal ” me hizo mucha gracia, no sabía que existía y, si, muchas veces las comas no juegan malas pasadas.
    La verdad cuido mucho lo de repetir palabras pero, de vez en cuando lo tomo como algo necesario para sentir cierto rítmo en la oración… pensé en lo de tatarabuelo pero me parecía mas poético aquello del abuelo de mi abuelo…
    No sé si es lo correcto, pero creo que no estorba tanto, es una manía mía jajajaja
    (ídem con “olía”)
    Muchas gracias nuevamente!
    Tendré en cuenta tus apuntes!!!
    Saludos!!!

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 13:17

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