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LUNA ROJA - por Mareny Blau

LUNA ROJA
Clara llevaba varias horas conduciendo por la nacional 320. Desde hacía ya unos cuantos kilómetros que había dejado de escuchar a su marido sentado en el asiento de al lado. Bla, bla, bla, que si eres una inútil. Bla, bla,bla ¿cómo se te ocurre? Bla, bla, bla, estas tarada. La misma matraca una y otra vez.
-En cuanto lleguemos a casa de mi madre se te va a quitar tanta tontez.
Clara pasó de escuchar por enésima vez la amenaza, su atención estaba puesta en la enorme luna que comenzaba a salir por el horizonte. Superluna, dijeron por la tele que se llamaba a la coincidencia de la luna llena con el máximo acercamiento de ésta a la tierra. Luna Roja, Luna de Sangre.
-¡Despierta idiota! ¿No ves que nos estamos quedando sin gasolina?
Clara observó el indicador.
-¿No te dije que llenaras el depósito antes de salir? Hay que ser burra ¡joder! Ahí delante hay un área de servicio. Pero ¿Quieres tomar el carril de la derecha que nos lo vamos a pasar?
Clara se hizo hacia la derecha como le indicó su marido. Un gran letrero que iluminaba todo el lugar les recibió. En esos momentos se encontraban aparcados un par de camiones y tres coches, seguramente sus ocupantes se encontraban dentro del restaurante porque no se veía a nadie deambulando por allí.
-¡50 euros nada más! – le gritó su marido desde el coche mientras ella con la tarjeta que él le había dado en la mano, se acercaba al mostrador – seguro que te timan.
Clara llegó a la ventanilla y tocó un botón, mientras esperaba a que saliera la persona encargada de atenderla echó un vistazo por la zona. Una cosa llamó su atención. Un inmenso armario de tres puertas con un cajón debajo de cada una se encontraba en un rincón apartado junto a los cubos de basura ¿Qué hacía un armario en una gasolinera?
-¡Eh! ¡Que es para hoy!
El chillo de su marido junto a la oreja la sobresaltó.
-Es que no tienes sangre, joder ¡Eh, despierta! – gritó golpeando el cristal.
Un muchacho apareció
-Ya estoy aquí ¿Qué pasa?
-50 euros en el tres – dijo Clara dándole la tarjeta.
-Me voy a mear – dijo el marido.
Mientras se llenaba el depósito, Clara no dejaba de mirar el armario. No parecía estar en mal estado ¿Lo habrían dejado ahí para que se lo llevase el camión de los trastos? Dejó la manguera en su sitio y puso el tapón al depósito. La curiosidad la llevó hasta el mueble. Solo la puerta central tenia llave, abrió. Estaba vacío, no sabía porque había pensado que estaría lleno de ropa. Pasó los dedos por la barra de colgar las perchas y esta se descolgó quedándose con ella en la mano.
-¡Hay que ser inútil! ¿Quién te manda tocar nada? Seguro que ahora nos piden dinero para arreglarlo ¿Cómo lo vas a pagar eh, desgraciada? – Clara iba de un lado a otro empujada por su marido. Por el rabillo del ojo vio la luna. La Superluna Roja.
Con toda la rabia acumulada durante quince años de infeliz matrimonio, Clara golpeó la cabeza de su marido con la barra.
-¡Hija de puta, te voy a matar! – vociferó este tratando de ponerse en pie.
Pero ella no oía nada, solo golpeaba y golpeaba. Paró aquel desatino cuando se quedó sin fuerza en los brazos. Jadeando miró alrededor. Nadie. Ningún testigo de la salvaje acción. A sus pies yacía el esposo con la cabeza destrozada y la sangre manchando el suelo ¿Y ahora qué? No podía dejarlo allí sin más, ni llevárselo. Eso sí que no.
El armario le dio una idea. Aguantándose las ganas de vomitar agarró por los pies a su marido y con gran esfuerzo lo arrastró y lo metió dentro, cerró la puerta y tiró la llave en una papelera. Buscó como limpiar el charco de sangre y el rastro que había dejado al llevarle hasta él. Vio una manguera colgada en la pared de la tienda. Con el chorro del agua fue empujando los restos hasta una rejilla de desagüe. La volvió a colocar en su sitio, cogió la barra y la guardó en el maletero, se subió al coche y abandonó el área de servicio.
La Luna, la Superluna Roja brillando en el oscuro cielo e iluminando la carretera con su potente luz, era para ella como el reflector de un faro en medio de la tormenta guiándole hacia la libertad.

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6 comentarios

  1. Bueno tu relato Mareny, pone en evidencia un mal que nos aqueja como el de violencia de género. Está bien ambientado con esa luna roja que preanuncia la tragedia.
    Saludos
    Galia

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 18:01
  2. 2. ANGEL CLIMENT dice:

    Mareny, me gusto mucho tu relato, y entre nosotros, Hizo bien de deshacerse de ese pesado, jajajaja. Solo espero que más adelante a unos cuantos kilometros se desaga de la barra, para que la policia si lo encuentra algun dia no tenga pruebas. Muy bueno.
    Soy el 46. Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 11:01
  3. 3. Dawnleft dice:

    Bien redactado, y es una buena denuncia a un hecho demasiado real como es la violencia de género.
    Soy el 45 🙂

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 11:19
  4. 4. José M. Fernández dice:

    Hola:
    El relato está bien construido y el ritmo es correcto pero pienso que hubisese estado más completo si plasmases reacciones anteriores de ella; su actitud me parece muy pasiva hasta la explosión del desenlace final.
    Por lo demás me ha gustado.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 18:16
  5. 5. mareny blau dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios. Ahora mismo voy a leer los vuestros. Un saludo.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 19:03
  6. 6. Yoli L. dice:

    Hola Mareny

    Tu relato es una denuncia a un hecho tan real, como lo es la violencia de género.

    Entre los mejorables:

    – Los guiones al comienzo del diálogo deben ser largos —, si al pasarlo al formulario de Literautas te causa ese inconveniente, lo resuelves tocando alt+0151

    – “— le gritó” no se debe separar el guión largo de la frase que sigue, terminas esa frase con: “al mostrador —”, ese (guión largo) tampoco se separa de la palabra mostrador, esos guiones funcionan en lugar de paréntesis.

    – El diálogo donde pones: dijo, gritó, vociferó (verbos dicendi que utilizas bien en minúscula): el guión largo debe ir pegado a esas palabras.

    Por si quieres visitarme estoy en el #169 ¿Pesadilla o realidad? https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8779

    Nos seguimos leyendo

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 22:21

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