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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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¿Lo tienes todo? - por Ane

Conducía los kilómetros que restaban hasta el mercado de Baltimore cuando prendió la emisora interesado en escuchar a los compañeros de ruta.

—¿Lo tienes todo? ¿Bridas? ¿Cuerda? —escuchó decir nada más encender.

—Aprovisioné en Macys, camino a Lutherville —respondió una voz más joven.

Un sentimiento de cercanía le inundó. No hacía ni una hora que había salido de aquellos almacenes portando consigo la muñeca prometida a Mary.

—Sé que no necesitas instrucciones —dijo el primero.

—Matar es un acto primitivo que no necesita de manual. Pero tranquilo, conozco muy bien tus gustos, no te defraudaré —contestó el otro—. Vas a tener un bonito espectáculo.

—Lo sé, eres el mejor. Por eso acudo a ti.

No reconoció a ninguna de las voces. No era Zack el guasón para quien la vida resultaba una broma. Ni siquiera Walter quien gustaba de participar en cuanto alguien efectuaba un llamamiento por la emisora. No, a aquellos dos tipos no los había oído jamás. Con aquel diálogo de fondo se dio de bruces con la cafetería de Matt donde cada viernes saboreaba la mejor hamburguesa de toda Norteamérica, y con la misma idea se aproximó. No contaba con la sorpresa que le tenía preparada.

“CERRADO”, leyó en una escueta nota pegada al cristal de la puerta de entrada.

Regresó al coche extrañado y arrancó el motor, el chivato de la gasolina se iluminó. Con la puesta en marcha del camión la emisora hizo lo propio y la conversación entre aquellos dos se reanudó.

—No querer mancharse las manos de sangre hace que todo tenga un precio —exigió la voz joven—. Apuesto a que has elegido tribuna de palco para tu disfrute —rió.

—Me conoces bien —suspiró el otro—. Me puede el deseo de observar los límites del dolor.

Apagó de un golpe la emisora, incómodo. “¿Están hablando de un asesinato?” se preguntó.

Continuó la marcha cuando una gasolinera salió al paso y se fijó en el letrero enorme colgado de una de sus columnas.

CERRADO

Molesto cambió al carril izquierdo. Un par de kilómetros más adelante los tipos sorprendentemente regresaron.

—Está nervioso. Lo sé, lo veo en su forma de conducir.

Instintivamente miró por el retrovisor, levemente perturbado por una certeza que subía por las paredes de su anatomía como la mala hiedra: llevaba kilómetros circulando completamente solo. Un silencio denso, pesado se hizo latente. La cabina parecía reducida al tamaño de un diminuto armario cuyo interior condensara un aire inerte, infecto, como de no haberse ventilado en años. Su nerviosismo crecía a pasos agigantados cuando una nueva estación salió en su ayuda.

Quitó la llave del contacto en cuanto se situó frente al surtidor y se dirigió a la tienda. Entró esperando hallar al empleado, pero no fue así. Las luces estaban prendidas, la nevera donde descansaban las bebidas frías en marcha, incluso un olor a pan recién hecho circulaba por el local. De pronto, una voz proveniente de detrás le hizo dar un respingo.

—Lo siento —se excusó un joven apurado—. En seguida le atiendo —y caminó apresurado hasta ubicarse tras el mostrador.

Hubo algo en aquel chico que le resultó familiar.

—¿Puedo hacerle una pregunta? —Inquirió— ¿Por qué nadie circula por la autopista? ¿Por qué todo está cerrado?

El muchacho le miró con incredulidad.

—No le entiendo —pronunció y llevó su mirada al exterior, donde un coche cuyo ocupante no pudo distinguir aguardaba a ser atendido. Optó por tranquilizarse, creer que todo se debía al cansancio. Enfiló camino del aseo cuando de pronto, una voz que en seguida reconoció comenzó a resonar por la tienda con una claridad pasmosa.

—Mírale, está asustado como un pajarillo.

Se giró desconcertado y la imagen que halló le estremeció: el joven repetía cada palabra cual verdugo sediento. Quiso despertarse del sueño, salir de allí pero el muchacho activó el cierre de seguridad. Empezó a retroceder como un animal asustado y se dispuso a defender su vida como ave carroñera su presa.

Un continuo tintineo de luces rojas y azules se abrió paso de entre una nebulosa de emociones que lo hizo volver en sí.

—Tiene derecho a un abogado… —pronunció un policía.

—Empezó a volcar estanterías…gritaba no sé qué de unas voces —declaró el joven empleado—. ¡Por favor, lléveselo de aquí! ¡Está loco! —arrojó.

—¡Eh, Mike! Mueve ese camión, hay que despejar la zona —ordenó uno.

El operario arrancó el motor cuando un compañero reclamó su atención. Este se apeó, dejando el vehículo al ralenti.

—¿Lo tienes todo? ¿Bridas? ¿Cuerda?

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14 comentarios

  1. 1. Jerónimo Guillén dice:

    Parece un mal sueño. Creo que en la frase “Molesto cambió al carril izquierdo.” creo que quedaría mejor con una coma : “Molesto, cambió al carril izquierdo.” ¿no te parece?
    Por lo demás consigues una atmosfera asfixiante con el texto suficiente.
    Saludos desde el 79.

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 21:14
  2. 2. Esther Prinz Díaz dice:

    Hola Ane, realmente me encandilé, es un thriller fantástico. Te invito a comentar mi historia “El secuestro” Nº 133-Saby.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 01:57
  3. 3. Mancebo dice:

    Hola Ane,
    Me ha gustado mucho. Primero porque está bien escrito. Alternas diálogos y descripciones. Técnica que dominas. Una fórmula que me parece ideal para el tipo de relato que has construido.
    En cuanto a la historia también me parece que vas preparando al lector desde el principio. De la inquietud se pasa al desasosiego para acabar en el pánico. Un secuencia in crescendo que me parece bastante lograda. La recreación del escenario de carretera y áreas de servicio también me parece conseguida.
    Espero seguir leyéndote por aquí.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 14:45
  4. 4. beba dice:

    Hola, Ane: Me ha gustado.Muy buen relato, prolijo, con excelente manejo de los crescendos de tensión. Alguna que otra coma ausente puede confundir la lectura; pero no hay errores graves.
    Gracias por tu lectura y amable comentario.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 21:26
  5. 5. Alejandro dice:

    Hola, Ane, te escribe el vecino del piso 137.
    Me gustó tu relato. Sobre todo el modo de narrarlo. Como alternas las voces de los locutores con los acontecimientos. La sorpresa final que lo explica todo de manera muy contundente. Para mí lo tienes todo. Suerte!!!

    Que nunca se apague la llama!!!

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 22:06
  6. 6. Ane dice:

    Hola a todos, agradezco vuestros comentarios, animan y mucho a continuar en esta andadura.

    Estoy de acuerdo Jerónimo y Beba con respecto a lo de las comas. Entre otras, esa es una de mis asignaturas pendientes. Me resulta complicado en muchas ocasiones decidir cuándo añadirlas y cuándo no. El penúltimo post de literautas me lo pondré de cabecera, a ver si así mejoro.

    En breve pasaré a leeros. Gracias.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 12:50
  7. 7. Laura dice:

    Hola Ane.
    Soy Laura del 53.
    Realmente, un thriller en toda la línea.
    Mis más sinceras felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 16:34
  8. 8. Patricia Redondo dice:

    Hola Ane! gracias por pasarte por mi relato y por tus comemntarios!

    Tu relato tiene ritmo , color , tensión… pero! no me acaba de encajar, para ser más clara ¡No lo acabo de entender ! Igual es un problema mio , eh ? pero en los inicios paree que alguien escucha a través de la emisora del camion o del coches la conversación entre dos personas planeando un asesinato , luego parece que el objeto de su plan es el protagonista de la historia ,después parece un mal sueño … y al final el protagonista acaba siendo arrestado por la policia ¿por qué ? y tras esto de nuevo vuelven aparecer las voces del incio ¿por? ¿quienes son esas personas? ¿es todo un sueño que se repite o … ?

    En fin que no lo he entendido.

    Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 13:49
  9. 9. Ane dice:

    Hola Laura y Patricia, daros las gracias por pasaros por este rincón.

    Por otro lado y con respecto a las dudas, mi idea ha sido llevarlo a un thriller psicológico. Un camionero que en su quehacer diario escucha una conversación donde se intuye un asesinato, y poco a poco percibe o cree percibir (ahí está el asunto), que el objetivo es él.

    Y cuando todo parece indicar que así es (esa voz que regresa en la tienda de la gasolinera) resulta que todo ha sido una paranoia suya. Las luces de los coches de policía es lo primero que comienza a distinguir cuando sale de ese estado y comienza a recobrar la normalidad.

    Pero para rizar el rizo, ¿qué tal si dejo caer la posibilidad de que esas voces realmente existan? Por eso la última frase, justo cuando el camión está en marcha. Es como un volver a empezar, quién sabe si con otra víctima.

    En definitiva, he querido jugar con que las voces son producto de la imaginación del protagonista, o no. Un final abierto. O al menos es lo que he intentado.

    Gracias y saludos.

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 15:23
  10. 10. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Ane: El pasar tarde por los relatos, tiene el que ya no puedes incluir nada o muy poco, después de todo lo que te han dicho.
    Solo recalcar que me gusto mucho, me intereso y esta muy bien escrito.
    Gracias por tu visita y un Saludo

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 10:59
  11. 11. Robert M. Roderick dice:

    Hola, Ane:

    Técnica y estructuralmente, tu narración es perfecta, intachable en su totalidad. Haces un buen uso de los recursos estilísticos, usas la terminología adecuada y consigues un buen ritmo.

    Tal y como comentaba Jerónimo, esa coma es necesaria. Puesto que indicas en otro comentario que tienes problemas al situar según qué comas, te daré un truquillo para ese tipo concreto: piensa en una oración completa en su orden “habitual” (sujeto-verbo-complementos); si mueves alguno de los complementos al principio de la oración (complemento circunstancial de tiempo, de modo, de lugar, etc.), tienes que poner la coma. Por esto, un “Ane escribió su relato con precisión de cirujano” se convertiría en “Con precisión de cirujano, Ane escribió su relato”. Espero que te sirva 🙂

    Por otro lado, me ha ocurrido un poquito como a Patricia: por un momento no sabía quién decía qué, principalmente al final. Creo que deberías poner más referencias anafóricas o, al menos, hacerlas más explícitas para que lectores que, como yo, no andemos “muy atinados” en el momento de leer tu texto, podamos también entenderlo a la primera.

    Buen relato. Te doy la enhorabuena.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 24 noviembre 2017 a las 08:00
  12. 12. María Kersimon dice:

    Hola, Ane,
    Coincido con los aplausos a tu manejo de la tensión. La construyes muy bien, paso a paso, y también he sentido que yo necesitaría un desenlace un poco más concreto: o queda en paranoia del protagonista o hay realmente un complot. En mi opinión, no puedes iniciar un thriller y llevarlo a su paroxismo sin ofrecer un desenlace digno, porque crear una intriga, un problema a resolver, y cuando el lector ha puesto la imaginación en marcha y se acerca a la resolución del problema, embrollas las pistas y frustras al lector.
    Por lo demás, manejas la intriga con maestría. Deberías continuar con este género. Felicidades y nos leemos.

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 21:09
  13. 13. Ane dice:

    Hola, agradeceros nuevamente vuestros comentarios, necesarios por otro lado para seguir aprendiendo en este oficio.

    Con respecto a lo de las comas, Robert, te agradezco el pequeño truco. Lo tendré en cuenta.

    En cuanto a las dudas que ha generado el final, decir que el relato en un principio se fue más allá de las 750 palabras, y en la selección final concedí más peso a la parte descriptiva puesto que lo vi imprescindible para dotar de credibilidad a la historia. Eso quizás haya conllevado a que el desenlace adolezca de claridad. De todas formas, decir también, que mi intención no ha sido la de otorgar un final explícito, más bien ofrecer un interrogante.

    Un saludo.

    Escrito el 28 noviembre 2017 a las 12:02
  14. 14. Everett Russo dice:

    Hola Ane,

    Siento haber pasado por tu relato tan tarde; mis más sinceras disculpas.

    Tu historia es desconcertante y consigues crear la tensión que buscas. El final, sin embargo, me parece un poco brusco y creo que lo podrías haber desarrollado un poco más, aunque quizá ese es el efecto que pretendías crear.

    En cuanto a la forma, sin entrar mucho en detalles (ya te han comentado por arriba el tema de las comas), paso a señalarte algunas cosas que he apreciado. Hay una reiteración de metáforas en las que aparece “como”, que puede llegar a cansar al lector: “Empezó a retroceder como un animal asustado y se dispuso a defender su vida como ave carroñera su presa”. Creo que en “enfiló camino del aseo” debería ser “enfiló el camino al aseo”. La expresión “cuando una gasolinera salió al paso” también me ha resultado extraña; no sé si existe ese uso. Yo la entiendo como “salir al paso de algo”, pero puedo estar equivocado.

    Por otro lado, la descripción de Zack, “al que la vida le resultaba una broma”, me parece demasiado superficial y estereotípica, y pienso que no aporta nada a la historia. También me parece un poco innecesario lo de “la mejor hamburguesa de Norteamérica”. En mi opinión, habría bastado algo como “saboreaba sus deliciosas hamburguesas”. Y es que, en cierto sentido, me chirría un poco una historia tan americana que lo es solo en nombres y clichés; y siento ser un poco duro aquí. Personalmente, cuando alguien escribe sobre un país extranjero, me saca un poco fuera del relato, a no ser que el texto consiga transportarnos completamente a ese lugar y época. Por eso, te recomiendo, no como escritor, que no lo soy, ni mucho menos, pero sí como lector, que al localizar una historia en un lugar así, intentes enriquecerla con detalles que trasladen al lector a ese lugar. Huye de los clichés y pon el foco en la investigación.

    Espero no haber sido demasiado crítico; todo esto, repito, te lo digo como lector y, en ningún caso como alguien que escribe de vez en cuando. Creo que el texto tiene fluidez y los diálogos están muy conseguidos; la idea es original y tiene gancho, así que, no te puede decir nada más que “felicidades y a seguir”.

    Suerte!

    Escrito el 29 noviembre 2017 a las 20:55

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