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Declaración de amor - por EndikaP

Web: http://endikaperales.wordpress.com

Todas las noches sale de trabajar a la misma hora, y todas las noches para en la misma gasolinera. Obviamente no siempre necesita gasolina, pero siempre encuentra algo que le venga bien: un brik de leche, una chocolatina, una barra de pan… Cualquier cosa con tal de poder verla.

Hoy es martes, por lo que el local está vacío. El sol hace tiempo que se ha ocultado en el horizonte y las luces de neón de colores le dan un aire festivo a la pequeña tienda. Saluda a la dependienta con la mano y se va directamente al fondo, buscando algo que comprar esa noche. Parado frente al armario de los dulces, mientras se decide entre las barritas de cereales y las magdalenas de chocolate, decide también que esta será la noche en que la invite a salir.

Lleva meses pensándolo, pero nunca se atreve. Todas las noches encuentra alguna excusa para visitarla, pero no termina de reunir el valor para decirle lo que de verdad quiere. Los días en que va a la gasolinera y ella no está allí se le rompe el corazón.

Sabe que es inteligente, que está estudiando medicina y por eso trabaja en el turno de noche, para poder tener tiempo de estudiar mientras gana dinero, aunque eso signifique que por las mañanas apenas le quedan fuerzas para ir a la facultad. Sabe que es preciosa, que, incluso con el mono naranja y negro de la empresa y el pelo rubio recogido en una coleta, está arrebatadora. Sabe que es la mujer de su vida, aunque ella todavía no lo sepa y él no se atreva a decírselo. Hasta hoy.
Al final se decide por las barritas y, con paso resuelto, se acerca al mostrador donde ella la espera con una sonrisa radiante.

—Hola Fran —dice ella con alegría—, ya pensaba que hoy no venías.

—Eh, no —responde él torpemente, hipnotizado por sus ojos verdes—, aquí estoy.

—Ya te veo, ya —responde ella guiñándole un ojo y cogiendo la barrita de cereales de su mano—. ¿Hoy solo te llevas esto?

—Sí, creo. ¿Cojo otra? —No tiene ni idea de qué decir.

—No, tonto —responde ella, y deja escapar una carcajada cristalina que resuena por toda la tienda.

Él saca la cartera de su bolsillo y la mira inquisitivamente. Ella le mira dulcemente y le dice que no con la cabeza.

—Deja que te invite, pareces muy cansado. —Le tiende la chocolatina y ladea la cabeza, dejando que el pelo caiga sobre su hombro—. ¡Pero mañana más te vale venir a hacerme compañía!

—Sí. Dalo por hecho —se apresura él—, mañana aquí estaré. Sin duda.

Mirando al suelo, avergonzado, se dirige a la puerta. Hoy tampoco ha tenido valor. Mientras sale se cruza con alguien, pero le da igual: se siente tan abochornado que no quiere mirar a nadie a la cara. Se acerca al coche y, con las llaves todavía en la mano, maldice en voz baja. Da un par de patadas al suelo y decide volver a entrar. Hoy ella debe saberlo.

—Oye Laura, una cosa… —empieza a decir en cuanto cruza el umbral de la puerta automática del local. Pero se para en seco al ver a una persona encapuchada apuntándola con una pistola a la cabeza.

—¡Joder, amigo! —dice el desconocido—. Has elegido el peor momento posible para entrar.

El encapuchado se gira y lo apunta a él con la pistola. Con la otra mano le hace gestos para que se acerque al mostrador y se ponga junto a ella. Fran obedece en silencio, con el corazón martilleando en sus sienes.

—Ahora, si os portáis bien, no pasará nada —retoma el hombre—. Solo tienes que sacar todo el dinero de la caja, dármelo, y me iré por donde he venido.

—¿Por qué has vuelto, Fran? —gime ella en voz baja, mientras hace lo que el atracador le ha pedido.

—Sí Fran, no serás un héroe, ¿no? —pregunta el delincuente.

—Porque te quiero —dice él de pronto, ignorando al hombre—, y necesitaba que lo supieras. Lo siento si no es el mejor momento.

—No lo es, no —dice ella llorando. Sin embargo, una sonrisa se dibuja en sus labios.

—No lo es, no —responde el encapuchado, que apunta a Laura y aprieta el gatillo.

La sangre salpica a Fran, cuya boca se abre de manera inhumana para dejar salir un aullido salvaje. No grita mucho tiempo, la siguiente bala es para él.

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9 comentarios

  1. Hola, EndikaP,
    Segunda visita del día, esta vez con comentario. Ahora que relaciono con el seudónimo, me doy cuenta que sí, que te había leído alguna vez. Tu historia me pareció muy bien escrita, los tiempos y la progresión en su justo punto. El efecto sorpresa del final es total. No hay manera de anticiparlo. Es la historia de lo absurdo hecho persona. Visualicé al chico con facilidad, tímido, sensible… que se odio por no tener el valor de sus sentimientos… y decide volver y hacerlo. Muy buena esta vuelta de tortilla y hacerla coincidir con el atraco es genial. Me supo mal que acabara en tragedia, de una manera tan fría. Le hubieras podido dar otra vuelta de tuerca y que, entre los dos neutralizaran al caco. El chico se merecía que saliera bien, ¿no?, por una vez que se decidía.
    Un buen relato. Felicidades.

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 21:56
  2. 2. Vanessa Lempika dice:

    Muy buen relato. A través de un lenguaje sencillo y diálogos breves pero que moldean la personalidad de ambos personajes, Laura y Fran, parece relatarnos la historia semiromántica acontecida a dos personas cualesquiera en un día cualquiera dentro de su rutina y cotidianeidad. Pero entonces la trama se precipita cruda e inesperadamente a un desenlace inesperado, impactante y trágico a partes iguales.
    Bien estructurado, con buen ritmo y fácil lectura, el relato nos cuenta cómo Fran, el personaje principal, se enfrenta a un conflicto que consigue vencer; pero al más puro estilo de tragedia griega, la fatalidad se cruza en su camino arrebatándoselo todo, tanto a él como a Laura.
    Lo único que encuentro mejorable es el motivo por el cual el ladrón encapuchado dispara a ambos personajes, es posible que cueste comprenderlo. Sin embargo, la frase de cierre me pone los pelos de punta… En contra de la opinión de María Kersimon, que respeto, creo que la tragedia final es precisamente la parte que define y da tanta fuerza al relato, la que lo aparta de ser otra historia de amor cualquiera. <3
    Un saludo y un placer leerte.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 16:59
  3. 3. Javier López dice:

    Hola, EndikaP.
    Me ha gustado la facilidad de lectura. Describes con pocas palabras a cada personaje pero es suficiente para entenderlos. Bueno, con Fran te extiendes un poco más, ya que el narrador omnisciente se centra más en él, pero quedan muy definidos los personajes. Muy bien.
    La única pega, por poner alguna, es la misma que te comenta Vanessa, la motivación del ladrón para disparar, no lo necesita, no creo que supusiera ningún peligro la pareja. En cualquier caso, coincido con que la frase final es dantesca, muy potente.
    Un placer de lectura.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 13:02
  4. 4. Alex dice:

    ¿Aquí se pueden poner tacos?

    ¡Por que se merece un *STIAPUT* como una casa!

    Brutal (nunca mejor dicho).

    He hechado en falta la descripción de los sesos de ella sobre la cara de él, para pensar que estaba leyendo al mismísimo Tarantino.

    Sólo te diré una cosa: Me ha cautivado tanto la historia, que no he prestado ninguna atención a la puntuación, acentos, estructura, etc.

    Y no pienso volver a leerlo para buscar “errorcillos”. Me niego. Quiero quedarme con la sensación que me ha causado la primera vez.

    Felicidades.

    Por cierto, si quieres dispararle a unas latas, en mi gasolinera de Oklahoma es uno de mis mayores pasatiempos. Pásate por 109.

    Saludos.

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 15:46
  5. 5. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Fran!

    Maravilloso relato, me ha encantado, la historia estaba perfectamente medida, la estructura te hacía muy fácil el leer y comprender el relato, además has sabido definir de forma muy buena a los personajes en tan pocas palabras, lo cual es definitivamente un éxito debido a la limitación de 750 palabras que se nos hace corta, en ocasiones a los escritores.

    Muy buen trabajo, espero volver a leerte en próximos meses!

    Soy tu compañera del 116 por si te quieres pasar 🙂

    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 13:11
  6. 6. Auxi Morata Alegre dice:

    Ese maravilloso momento donde estás hablando en el metro con tu amigo Fran y estás leyendo literautas al mismo tiempo y te confundes de nombre en el comentario…

    No me lo tomes en cuenta EndikaP, ha sido un error de cálculos en mi mente.

    PD: A Fran le ha gustado mucho tu relato 😉

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 13:13
  7. 7. Anna Castillo dice:

    Hola.
    Me ha atrapado tu relato. Describes muy bien ese tipo de encuentro. Me he sentido identificada.
    Creo que el final no necesita justificación. En algunos países tales como: Venezuela (en este momento) se mata sin ninguna justificación. Asi que felicitaciones.
    Hasta la próxima lectura.

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 14:11
  8. 8. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Endika

    He acabado mis visitas por fin y, pasaba por aquí y… Madre mía!! Qué relato más… ¡¿fulminante?! ¡De la ternura más enternecedora a la macabrosidad más macabra en 750 palabras!
    Destacaría el ritmo ascendente, has girado a mitad del relato de un ritmo pausado, casi poético a otro más rápido, me ha dado un escalofrío esa declaración de amor. Los diálogos son muy auténticos. Desde luego que hay opiniones dispares sobre los finales impactantes en los relatos, yo me encuentro todo tipo, todas son buenas para mí. Me deja pensando en ello, la verdad es que en este caso le ha venido genial este recurso de hacer llegar al lector “inmaculado” sin una pista de la tragedia que le deparabas a la parejita. Tengo roto el corazón. Me ha encantado, sí. Una tragedia, Shakespeare en estado puro.
    Yo también me niego a corregir tonterías ja ja.
    Un saludo

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 17:30
  9. 9. María Jesús dice:

    Hola Endika: Tu relato me ha encantado, la trama, el ritmo la forma de contarlo, todo. No le puedo poner una sola pega. Me ha gustado tanto que si tiene alguna falla gramatical o de cualquier índole no ha interferido para nada en mi opinión general. Definitivamente esto es lo que me gusta leer, una historia sencilla, bien escrita y que mantenga el interés intacto de principio a fin. Enhorabuena.

    Escrito el 30 noviembre 2017 a las 11:57

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