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Confesiones de un ex-alcohólico, ex-cazador, y también imbécil irredento, desde el aislamiento de un sanatorio mental - por Thomas Carnacki
Hágame caso, y en la vida dé de beber agua a un Babaleón. Se sabe, por descontado, de las calamitosas consecuencias de tamaña insensatez. Y si usted aún nada sabe —y sé que sabe que nada saber al respecto es un crimen—, póngase al día viendo alguno de los muchos video-informes que ensordecen la ciudad desde las pantallas holográficas. O puede recibir en mano uno de los tantos folletines que se entregan a diario en cada esquina, o tomar uno de las máquinas expendedoras automáticas sirviéndose de su huella dactilar si acaso le repugna estar cerca de un repartidroide¹. Existe también un cero-ochocientos creado con este único fin: proporcionar información pormenorizada sobre las precauciones («métodos de defensa» para el cazador versado), la captura y la erradicación obligatoria de la especie.
O ya que estamos en ello, sencillamente óigame a mí.
Podría empezar diciendo que “…según el Tratado del Ejemplar Alienígena, el babaleón, nombre genérico no científico, es un animal no-terrestre insertado por accidente en la fauna local durante…”, sin embargo debería ser usted quien se tome la molestia de aprender todo lo relativo al tema. Es su deber cívico, compréndalo.
Lo que en breve expondré es mi aciaga experiencia en el asunto. Para que nunca nadie en su sano juicio haga beber agua a uno de esos condenados bichos. Y en caso de que sea necesario plantar cara, recuerde: apedrear, apalear, aplastar, reducir a moco, mas siempre desantenar², sin pensarlo dos veces, a cualquier espécimen de babaleón con que se cruce (hágase el favor de no pestañear) o bien será usted quien acabe peor.
De hecho, mentecatos son los que sobran. Cualquier persona con dos dedos de frente haría eso mismo que vengo exigiendo hacer: evitar hacer aquello otro. Y no, no subyace en este texto ningún guiño travieso o malicioso que busque persuadir de lo contrario y cometáis así el disparate de hidratar a un babaleón.
En nuestra pandilla de caza, teníamos un checo borracho que hacía gala de su, como la llamaba él, «navaja de Jaroslav»: un sucedáneo del principio de Ockham, pero extrapolado, claro está, a la peculiaridad de la situación. «La trampa más simple y fácil es la más eficaz, más no necesariamente la correcta», repetía este tipo. Con esta premisa, una mañana tomó un armario viejo, unas cuantas ramas y un puñado de flores de bungavilia. «Les atrae el violeta de la Santa Rita», nos garantizaba él como si nada. Y ninguno tenía la menor idea de dónde había sacado tal cosa.
Hostigado por los vaivenes y resuellos, propios de quien empina el codo, dispuso una tosca capaza y, con la maña de una ardilla, subió a la torreta de observación más cercana. Lo dejó todo a la buena de Dios.
Después de veintiocho crepúsculos —pues nuestro estimado gastrópodo galáctico resultó ser bastante lento—, y tras renovar el cebo por enésima vez, aquella noche el susodicho cayó por fin en la trampa. Embutido en su baba-traje —confeccionado con la mismísima piel escamosa del bicho, que cambia de color según las circunstancias, por sí usted lo ignoraba—, el Vasco se acercó, lanzallamas en mano, y con una jovial sonrisa en la jeta abrasó a la criatura. Vi derretirse sus antenas como si fuesen manteca y cómo, sin estas, perdía sus poderes telequinéticos.
La cuadrilla de cazadores (Amelia empuñaba un mangual doble, dándose ínfulas) fue cercando a coro al inerme babaleón. Lo aporrearon una, otra y otra vez, hasta que su abdomen rajado se despanzurró y vomitó un hatajo de bichuelos ahí mismo, sobre las ascuas del trasto. Estaban literalmente asándose.
Llámesele curiosidad —jamás debe uno desdeñar la influencia de los rumores—, estupidez humana o como se quiera, el caso es que, obviando lo que aquí tanto aconsejo, vacié mi bota encima de las crías.
Tal vez haya prestado oídos a lo que se dice “sucede a continuación”, pero créame cuando le digo, no querrá estar presente de saberlo. Instrúyase, sabrá entonces que no exagero. Es esa la intención de este sermón, para que si usted, por una razón u otra, algún día (bien podría ser mañana), organiza una partida de caza, aunque sea sólo a manera de hobby, se abstenga de actuar como un cabeza hueca. No cometa mi error, colega.
Ante todo, y no menos importante, fíese de mí: aquí dentro nadie lo hace.
¹ Androide gubernamental diseñado especialmente para repartir gacetas, boletines, etc.
² Cortar, partir o arrancar de cuajo las antenas a un babaleón.
Hola Thomas! me acerqué al texto atraída por lo original del título y tengo que decir que el resto del relato no le desmerece. La verdad que me gusta y me desconcierta a partes iguales.
De un lado me gusta el tono: rápido , loco … de otro la historia me deja un poco perpleja y por mismo un poco fría…parece una colección de desatinos. Cuando leo el final creo que la cosa está más clara 🙂
No puedo añadir nada más
Nos leemos!
Hola Thomas:
El título parece una película de Woody Allen e invita a pensar que va a ser una historia surrealista, como de hecho es. Me ha gustado mucho ese narrador en segunda persona. Tiene mucho ritmo y te lleva a leerlo de un tirón. Muy bueno.
Saludos,
Luna
¡Hola Thomas!
Enhorabuena por lo original de tu relato, me gusta como cuentas las historias con este estilo tan peculiar.
He de decir que al principio yo también me he sentido un poco perdida y me he situado leyéndolo todo un par de veces para comprender bien el inicio. Quizá el principio, para el lector que se encuentra sin ningún antecedente, resulta un poco más confuso que para ti, que tienes la historia en tu cabeza y sabes que es a lo que se refiere tu personaje en todo momento.
A pesar de ello me gusta mucho tu estilo de redacción, ¡te seguiré leyendo!
Muy buenas, Thomas!
Ya tienes varios comentarios por aquí que he leído también. Me adhiero a alabar la originalidad del relato y el trabajo que veo detrás. La ciencia-ficción requiere de mucha imaginación y tener las ideas muy claras antes de ponerse al tema.
El ritmo rápido nos ha enganchado (lo hemos leído en alto con mi pareja) y la historia tiene un punto irónico que me ha recordado mucho a Douglas Adams y su Autoestopista Intergaláctico (lo has leído?;)).
Ahora bien, quizás haya mucho meollo en un texto corto y la lectura se hace enrevesada. Se agradecerían, en algún punto, frases más sencillas, que ayuden a digerir el texto. Creo que no debes perder de vista al lector y ayudarle un poco más. Ahí puede estar los dos puntitos que faltarían para que el relato fuese muy pero que muy bueno (con permiso).
Lo hemos disfrutado mucho, no obstante! Muchas gracias, te leeremos más!
Una vez escuché en una vieja taberna galáctico-andrajosa a un viejo dándome los mismos consejos. Hace mucho tiempo de eso, pero creo que vive todavía ya que has escuchado sus consejos y los has puesto en nuestro conocimiento. Gracias por compartir esa experiencia y ayudarnos a sobrevivir.
Excelente historia.
Saludos desde el relato 79.
Carnacki: Tu verborrea sin fin a veces me ha hecho desconectar en algún momento, desde el larguísimo título (súper original) hasta la última y escueta frase del final.
Dime la verdad: ¿tú ya tienes por esos mundos de Dios algunos libros de estos locos publicados, verdad? Deberías, y no cambies ni un ápice el tono, jajajaja…
Felicidades, y mil gracias por pasarte por mi humilde relato. Y no nos dejes, que aprendamos algo de ti.
Hola Thomas: en realidad ya me imaginaba que no iba a leer un texto convencional. Con el título que nos indica que las confesiones están hechas desde un sanatorio mental, el lector ya está avisado.
Evidentemente, y desde mi punto de vista, aquí lo importante no es lo que escribes, sino cómo lo escribes: con un lenguaje que derrocha imaginación el lector “cuerdo” se sorprende, se pierde, intenta racionalizar sin conseguirlo. Y aún sorprende más que el protagonista, desde su lío mental, se empeñe en decir que “nadie en su sano juicio…”, ” dos dedos de frente…”
En fin, Thomas, que me ha parecido un texto muy original y en donde derrochas imaginación y riqueza en el lenguaje de lo absurdo.
No sé si ese suele ser tu estilo habitual. En cualquier caso se sale de lo común. Y eso ya es un logro.
Saludos
Hola Thomas Carnacki,
Me gustó la lectura, disfruté leyendo. Me parece genial como el narrador utiliza la “navaja de Jaroslav” para «afeitar» no solo las barbas de Platón y del propio Ockham sino las del lector ya abducido y entregado a la magia del relato. Sin más demora el narrador «introduce» las palabras propuestas,armario e idea, en el centro del párrafo y sigue la marcha. Muy buen trabajo, de un buen buen prestidigitador.
Como lector empedernido, te agradezco este disfrute y espero nos dés indicaciones acerca de la historia de este «imbécil irredento» para seguir su pista.
Un abrazo
Me he quedado atónita. Es que me gustó absolutamente todo. Hay muchísima maestría en este relato. Madre mía, ¡cuánto me queda por aprender! Ha sido un verdadero placer leerte. Muchísimas gracias, T. Carnacki.
Hola Thomas.
Soy Laura del 53.
Qué gran relato. Realmente maravilloso.
Me fascinan los que están escritos en segunda persona, y ni te cuento con las expresiones peculiares que has podido incorporar con total naturalidad.
Sencillamente,maravilloso.
A propósito, ¿Cuál es el peligro del babaleón? Ya sé. Tengo que leer las instrucciones. ja ja ja
Hasta la próxima propuesta.
Muy bien ubicado en la lógica desvariante del protagonista. Y dentro de esa lógica, excelente escritura. Me hizo reir el babaleón por que lo sentí similar a las babosas que infestan mi patio y jardín; dicen que hay que ponerles cerveza…¿No será contraproducente, como el agua? De hecho, ya sé cómo los vivifican el riego y la lluvia.
Hola Thomas: Gracias por pasarte por mi relato. El tuyo destila originalidad, tienes un estilo de escritura muy peculiar, que destaca. Yo admiro profundamente a la gente que domina este arte hasta ese punto, eres un privilegiado. Cuando he leído lo de que no había que hidratar a un babaleón, me han venido a la cabeza los Gremlins. En definitiva, un gran relato. Felicidades.
Hola Thomas
Gracias por pasarte por mi relato
Tu cuento me ha gustado, es muy original aunque un poco “difícil” de leer. Tienes un estilo único, una forma de narrar con humor y con sencillez al mismo tiempo, y demuestras una imaginación descomunal. Esta historia es un ejemplo. Nos has imbuido en todo un universo de ciencia ficción con pocas palabras.
Claro, tu estilo irónico y humorístico también juega un poco en tu contra, porque al ser un universo tan particular, cuesta más meterse en un relato tan corto. Son muchas cosas para digerir en poco espacio. Si se tratara de un texto más largo, sin duda ganaría en valor. Pero ahora, con menos de 750 palabras, es mas difícil.
Un pequeño apunte para corregir:
por sí usted lo ignoraba ————— por si usted lo ignoraba
Un saludo
Hola Thomas:
Vaya sorpresa de relato. Me ha encantado. Original hasta decir basta. De una imaginación desbordante y buen dominio del lenguaje. ¡¡¡Yo quisiera hacer uno así!!! Es pura envidia.
No sé si has querido hacerlo así de forma deliberada, pero la bungavilia es buganvilla y el gastrópodo es gasterópodo. Por otro lado el armario me ha parecido que estaba metido forzadamente, aunque, claro, es posible que el babaleón por su tamaño solo quepa en un armario.
Te agradezco que hayas comentado mi relato, lo cual me ha permitido disfrutar del tuyo que lo he leído un par de veces y volveré a hacerlo.
Un saludo y hasta otra.
Hola Thomas,
Genial, tu relato. Lo he disfrutado muchísimo. Primero, fue un shock: venía algo muy original y fantástico. Después entré en la historia y te diría que me habría gustado pertenecer a ese grupo de “cazadores”. Luego, volví a leerlo y me detuve en el lenguaje, en tu estilo.
Me encantó. No sé qué más decir. Quizá si el personaje le hubiera echado vino… no sé, que pruebe.
Gracias por tu visita y tus comentarios.
Nos seguiremos leyendo
Buenas tardes Thomas,
Particularmente me he enamorado de tu forma de escribir el relato. Todas esas palabras retorcidamente rebuscadas y las notas a pie de página. Lo de “te lo cuento un poco por encima pero no me seas vago y busca la información por tu cuenta…” todo, desde el propio título, muestra un original sinsentido estructurado que te hace sentir parte de ese mundo algo loco.
Muy bueno. Me dejas con ganas de más. ¡Enhorabuena!
– Sr. Carnacki, en esta institución no toleramos comportamientos subversivos que alteren la rutina del resto de pacientes. Es por ello que voy a dar instrucciones para que doblen su medicación.
– Verá que estoy en lo cierto en cuanto aparezcan…
– ¡No voy a discutir mis decisiones con Ud.! Es mi obligación el garantizar el orden en este centro.
– Pueden devorar a una persona incluso antes de que se percate de su presencia…
– Puede retirarse. Srta. Sarah, prepare mi lanzallamas. Me voy de caza.
Entre tanto, el cambio de turno de enfermeros, anunciaba la hora de ir a acostarse.
– Lewis, ¿cómo van los de la 109 y 115?
– Ahí están, en aquel rincón. Llevan toda la tarde desvariando. Esta noche será movidita.
(Con cariño. Tu texto me ha encantado).
Hola Thomas,
Felicitaciones por tu relato. Me atrapo desde el principio. Me encantó que utilizaste la frase mentecato. Estuvo genial.
Nos leemos en la próxima.
Soy Anna del 26
Un saludo.
Hola Thomas.
Gracias por leer mi relato y por tu amable comentario.
El tuyo, sinceramente, me ha parecido difícil. Lo he tenido que leer varias veces (no será por falta de deber cívico) para captar la idea. Me ha gustado más el principio que la escena de caza que. aunque es interesante, me ha parecido muy metida con calzador.
Lo que me ha encantado es oir a tu protagonista.Me ha parecido lo mejor del texto.
Casi al final escribes:”…no querrá estar presente de saberlo.” A mí esa frase me parece que está mal construida, pero no soy experta.
En cualquier caso, tu literatura ha sido todo un hallazgo. Espero seguir leyéndote.
Saludos
Hola Thomas, te felicito por un texto que contiene dos historias; la primera está en el título y la segunda es la que desarrollas.
Para decir lo que encuentro en él, te voy a enumerar varias expresiones incluidas en tus comentarios: genial,me encanto, me he enamorado, original y fantástico, desbordante, y !vaya que muchos otros!
Me gusta tu desparpajo narrativo y me haces recordar a un bichejo muy popular en nuestras tierras años atrás al cual se le atribuían raíces extraterrestres; “El Chupacabras”
Recomendaciones como las que tu aconsejas eran la comidilla de aquellos días. Te felicito y agradezco tu visita a mi historia y tus comentarios tan positivos.
Hola, Thomas.
Muchas gracias por tu visita y comentario a mi relato.
Ja. El tuyo es un relato loco, como debía de ser. Me gustó el narrador que has usado pues haces gala del lenguaje desenfadado del protagonista que es un sabelotodo en los asuntos del Babaleón (me hicieron recordar a los gremlins).
Muy bueno, te felicito.
Saludos.
Hola Thomas:
Para qué más alabanzas si ya te las han dicho todas o casi todas. Te confieso que como un ser normal tuve que releer tu relato para entender la trama.¡Qué vocabulario!
Quisiera resaltar que para escribir como escribes, dominas la técnica y los recursos literarios (eso se nota), y no cualquiera podrá imitar tu estilo, si ante no pasa por ese aprendizaje.
Te felicito
Esperaré el próximo para pasar entrar de nuevo en la locura.
Gracias por leer mi relato.
Saludos
Everett Russo dice:
Hola Thomas,
Lo primero: muchas gracias por tu comentario, me da mucho ánimo y me alegro tremendamente de que te haya gustado el texto. No conocía a Levrero pero ya lo he añadido en Goodreads; a leerlo dentro de poco. He de confesar que me he basado en el estilo de Fernando del Paso en Palinuro de México, un libro que me impresionó.
Bueno, voy ya con el tuyo. He entrado a otros relatos, algunos incluso me han gustado, pero al leer las primeras líneas del tuyo (y no me refiero al título) uno se da cuenta de que está ante algo distinto. De lo que he leído por ahora por aquí, tu texto es el único que no me chirriaría al leerlo fuera de este contexto en el que estamos. Es, ya lo sabes, muy original, está escrito con maestría y mucho gusto, y llega a ser desconcertante por momentos, pero eso es algo que ya nos advertía el título. Como muchos, admiro tu capacidad para crear un universo propio y espero que lo continues en algún otro relato.
Un placer leerte y una suerte que te pasaras por mi texto!
Seguimos leyéndonos.
Suerte!
Hola Thomas.
Ante todo, gracias por tu visita a mi relato y por el tiempo dedicado, y bienvenidos son tus comentarios sinceros.
Después de leer tu texto, y teniendo en cuenta que no soy lector de ciencia ficción, si tuviera que destacar algo sería, sin duda alguna, la forma de narrar la historia. Me ha encantado, ágil, fluída, con esos toques de humor que le van como anillo al dedo… Una gozada de técnica de escritura.
ENHORABUENA y saludos…
Hola Thomas,
Gracias por tu visita y comentarios.
En el título tan disparatado de tu relato, nos preparas para leer algo especial al señalar el lugar desde donde está escrito. Primera originalidad.
Y no defraudas con ese estupendo texto tan surrealista con un narrador nada frecuente, en segunda persona, que involucra más al lector. Segunda originalidad.
La tercera originalidad, la mejor, es la muy buena narración que atrapa al lector y lo desconcierta al mismo tiempo —una baza interesante del autor— y que, además, la trama transcurre de forma desenfadada con toques de humor bien dosificados.
Y claro, me ha gustado tu faceta creativa de un texto muy original y escrito con buen dominio del lenguaje.
Buen trabajo Thomas.
Un abrazo.
Hola Thomas
Gracias por pasarte por mi relato, agradezco en todo lo que vale tu tiempo invertido al leerlo y lo que allí me indicas, que como lector me ayudas a saber como es recibido el relato por los diferentes lectores.
Del tuyo te digo que me he sentido un poco perdida, lo he leído todo un par de veces para entender bien el inicio, te soy sincera, no lo disfruté, no logró capturarme, pero es lo que decimos, hay lector para cada estilo y el tuyo gusta a unos y otros no. Entonces como dice esa frase tan trillada No eres tu, soy yo 🙂
Saludos y nos seguimos leyendo
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Hola Thomas!
Gracias por tu comentario a mi relato, tomo muy en cuenta tu observación, con la que estoy bastante de acuerdo.
Felicitaciones por tu relato! No es para nada a lo que uno está acostumbrado, y eso ya es un mérito. De verdad tiene una leve reminiscencia al Autoestopista galáctico, que no se sabe si es ciencia ficción o si en realidad estás satirizando ese género en clave de stand-up comedy. Por momentos cómico, por momentos arduo, con algunas palabras crípticas. A mí me gusta la experimentación de ver a qué extremos nos puede llevar el lenguaje. Creo que para eso es este espacio.
Yo me divertí, felicitaciones!
Hola, Thomas.
Aquí estoy, devolviéndote la visita.
¿Qué más puedo decir a lo que ya te han dicho los anteriores comentaristas? Tu escrito destaca por la originalidad (tanto en argumento como en la forma), por su estilo directo, por su desparpajo y por su dosis de humor.
Si algún pero se puede poner es en la manera que haces los incisos en el texto. Por ejemplo, para escribir literalmente una frase dicha con anterioridad por un personaje, mejor usar las comillas normales, y no las latinas « », que se emplean más comúnmente para señalar los pensamientos internos.
Por lo demás, gran trabajo del que debo felicitarte. Un saludo y hasta el próximo trabajo.
Hola, Thomas.
Desde luego, si algo se puede decir de tu relato es que para nada pasa desapercibido. Ese título ya es toda una declaración de intenciones de lo que el lector puede esperar si se atreve a adentrarse en la alocada mente del protagonista/narrador.
A nivel técnico lo he visto muy bien, aunque corregiría la mayúscula del primer “Babaleón”.
La historia que nos cuenta nuestro simpático ex-cazador, ex-alcohólico, etcétera, aunque parezca mentira, va desgranando poco a poco numerosos e interesantes detalles sobre este loco universo en el que caben tanto los peligrosos babaleones como sus cazadores, y que ayuda mucho al lector a imaginárselo. El detalle de no hidratar a los babaleones me hizo recordar a los gremlins, y eso, a su vez, me hizo desear que ojalá hubiera sido otro el detalle que sirviera para elaborar el discurso admonitorio del protagonista, para hacer aún más original esta simpática historia, donde el humor es también, sin duda, un elemento destacable.
Me sumo, por tanto, a las merecidas felicitaciones que ya has recibido.
Un saludo, Thomas.
Hola Thomas, pedazo de relato, no apto para mentes divagantes y faltas de concentrancia (sic).
Me ha entretenido y no me he enterado bien porque, aunque creo que es válido también. El ritmo es trepidante y los diálogos fluidos, alguien te comento de un Gremlin… lo mismo me paso a mí.
Gracias por tus palabras en mi cuento y estamos en contacto compañero Literautas.
Felicidades.